Conspiraci¨®n, obstrucci¨®n y manipulaci¨®n de un testigo: los nuevos cargos por los que se investiga a Trump
La notificaci¨®n al expresidente de la investigaci¨®n sobre su posible implicaci¨®n en el ataque al Capitolio anuncia una tercera imputaci¨®n y pone a prueba el sistema judicial
Trump fue el martes fiel a su manual de instrucciones para el manejo de sus l¨ªos con la justicia. Lo emple¨® cuando lo imputaron por primera vez, por el caso del presunto pago en negro a la actriz porno Stormy Daniels para acallar una relaci¨®n extramatrimonial entre ambos, y lo volvi¨® a usar cuando lo acusaron de 37 cargos por su gesti¨®n de los papeles de Mar-a-Lago. Primero lanza un mensaje-bomba desestabilizador a trav¨¦s de su red social, Truth, que enardece a los suyos, dispara las donaciones a su campa?a y desfigura los contornos del proceso legal en marcha. Y entonces se dedica a desacreditar las acusaciones ¨Dque, si se materializa esta tercera imputaci¨®n, ser¨ªan por delitos como conspiraci¨®n para el fraude, obstrucci¨®n o manipulaci¨®n de un testigo¨D a partir de mentiras, verdades defectuosas e insultos al fiscal especial encargado del caso, Jack Smith, nombrado por la Administraci¨®n de Joe Biden.
La casualidad quiso que esto ¨²ltimo pudiera hacerlo esta vez en horario de m¨¢xima audiencia, ese mismo d¨ªa por la noche, en uno de los programas estrella de Fox News, el de Sean Hannity, donde ten¨ªa programado un encuentro con simpatizantes. Tras asistir a ese espect¨¢culo sin filtros, qued¨® claro c¨®mo se titula el manual de instrucciones de Trump: C¨®mo controlar la narrativa.
El origen de todo estuvo en esta ocasi¨®n en la recepci¨®n de una carta el domingo por la noche, mientras estaba ¡°en familia¡±, en la que, seg¨²n Trump, se le inform¨® de que est¨¢ siendo objeto de una investigaci¨®n federal sobre los acontecimientos que condujeron al asalto al Capitolio en Washington, el 6 de enero de 2021. En el mensaje, en el que no aportaba pruebas, hab¨ªa espacio para presumir de la ventaja que tiene sobre el resto de candidatos a la designaci¨®n republicana, para llamar ¡°desquiciado¡± a Smith, que tambi¨¦n est¨¢ tras la investigaci¨®n por los documentos confidenciales de Mar-a-Lago, para denunciar ¡°un breve plazo de cuatro d¨ªas¡± para reportarse ¡°ante el gran jurado¡± o para concluir que esa carta solo puede significar que est¨¢ al borde de su tercera detenci¨®n e imputaci¨®n.
Lo que no dec¨ªa era sobre qu¨¦ delitos estar¨ªa basada esa imputaci¨®n. Esos detalles los aportaron varios medios estadounidenses al final de la jornada. Citaban fuentes cercanas a la investigaci¨®n y hablaban de cargos como privaci¨®n de derechos, obstrucci¨®n de un procedimiento oficial (la certificaci¨®n del triunfo de Biden, el 6 de enero de 2021), conspiraci¨®n para cometer un delito o para defraudar a Estados Unidos y manipulaci¨®n de un testigo.
Los hechos en los que se basan esas acusaciones incluyen la difusi¨®n en los meses que fueron de noviembre de 2020 a enero de 2021 de bulos sobre un supuesto fraude electoral, presiones a funcionarios de varios Estados en disputa para que alteraran los resultados leg¨ªtimos, intentos de lograr que el entonces vicepresidente, Mike Pence, no certificara el triunfo de Biden y maniobras para manipular, usando la figura de electores falsos, el escrutinio. Pero, sobre todo, est¨¢ la instigaci¨®n a una turba de sus seguidores, a los que hab¨ªa convocado a un mitin en Washington, a la toma del Capitolio el 6 de enero, el d¨ªa m¨¢s sombr¨ªo de la historia reciente de la democracia en Estados Unidos. Algunos de esos cargos, especialmente el de obstrucci¨®n de un procedimiento oficial, se han empleado en muchos de los juicios abiertos en un tribunal federal de Washington contra m¨¢s de un millar de participantes en el ataque al Capitolio.
Smith no se ha pronunciado de momento sobre el asunto.
La democracia, a prueba
M¨¢s all¨¢ de la lista de los delitos, esta tercera imputaci¨®n ¨Dque, de llegar, ser¨ªa un nuevo hito en la historia de los exinquilinos de la Casa Blanca¨D aumentar¨¢ la presi¨®n sobre el sistema judicial y sobre la misma democracia estadounidense. Como las dos anteriores, amenaza con interferir en una campa?a en la que Trump es el favorito, con mucha distancia sobre el resto, para ser el candidato republicano en las presidenciales de 2024. Como tal, se presenta de nuevo como una ¡°v¨ªctima de una caza de brujas¡± para neutralizar al gran contrincante del actual presidente, Joe Biden, que buscar¨¢ la rev¨¢lida. As¨ª que llueve sobre mojado, pero al mismo tiempo esta vez ser¨¢ distinto: de los tres, es de lejos el caso m¨¢s grave.
Si los al menos dos grandes jurados de Washington que han tomado la declaraci¨®n a decenas de testigos deciden seguir adelante con la imputaci¨®n, ser¨¢ la primera vez que se acuse a un expresidente de emplear las instituciones en su beneficio para alterar unos resultados electorales, los de noviembre de 2020, que Trump sigue diciendo, pese a la falta de pruebas, que fueron un fraude urdido para sacarlo de la Casa Blanca.
La investigaci¨®n ha podido partir de la labor desarrollada por los nueve miembros del comit¨¦ bipartidista del Congreso que durante 18 meses investig¨® el asalto al Capitolio. Terminaron sus trabajos justo antes de la Navidad pasada. Las 814 p¨¢ginas de su informe final concluyeron que ¡°un solo hombre¡±, Trump, capitane¨® ¡°un plan de varias partes para revocar las elecciones presidenciales de 2020¡å y recomendaba prohibirle que se presentara de nuevo a cualquier cargo p¨²blico. Tambi¨¦n, de forma un¨¢nime, que fuera acusado de cuatro delitos: incitaci¨®n a una insurrecci¨®n, conspiraci¨®n para emitir un falso testimonio y para defraudar a Estados Unidos y obstrucci¨®n de un procedimiento oficial del Congreso. Aquellos cargos y los que ahora se ciernen sobre ¨¦l se parecen bastante.
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