El fiscal especial Jack Smith, de los cr¨ªmenes de guerra de Kosovo a los papeles de Mar-a-Lago
El art¨ªfice de la primera imputaci¨®n federal a un mandatario de EE UU supervisa dos casos clave contra el republicano
A Jack Smith, fiscal especial de dos casos clave contra Donald Trump (los papeles de Mar-a-Lago y sus maquinaciones para anular el resultado de las elecciones de 2020), sus colegas le definen como un hombre intr¨¦pido, con una determinaci¨®n que va m¨¢s all¨¢ del habitual c¨¢lculo de coste y beneficios: si considera que hay que seguir adelante con un caso, no reparar¨¢ en las consecuencias. No le ha temblado el pulso a la hora de condenar a criminales de guerra durante su servicio en el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya; tampoco al perseguir a miembros de bandas callejeras en el violento Nueva York de los noventa, investigar malas pr¨¢cticas policiales o escudri?ar la ingenier¨ªa de delitos financieros. Pero para fajarse con Trump, m¨¢s que audacia, Smith necesitar¨¢ agallas. Las mismas probablemente que le animan en los triatlones en que participa (en lugares como Alemania, Brasil, Canad¨¢ o Dinamarca) o en sus exigentes paseos en bicicleta.
Cuando el a?o pasado el fiscal general de EE UU, Merrick Garland, se puso en contacto con Smith, de 54 a?os, ¨¦l y su equipo acababan de condenar a Salih Mustaf¨¢, un exl¨ªder guerrillero kosovar, y preparaban el juicio contra el expresidente del pa¨ªs, el popular Hashim Thaci -respaldado por Administraciones dem¨®cratas y republicanas-, por atrocidades cometidas durante el conflicto de 1998-1999. Tras una primera experiencia en La Haya en 2008, Smith se encarg¨® desde 2015 hasta oto?o pasado de la secci¨®n especial para Kosovo del TPI. Pero cuando recibi¨® la oferta de Garland de supervisar las causas contra Trump no se lo pens¨® dos veces: si hab¨ªa forjado su carrera ganando casos correosos contra mafiosos y polic¨ªas corruptos en Nueva York, y m¨¢s tarde contra criminales de guerra -cuasi h¨¦roes en su pa¨ªs, los art¨ªfices de su independencia-, no iba a arredrarse ante unas causas cuyo desarrollo parece cantado. El propio fiscal ha apuntado este viernes que el de los papeles ser¨¢ un juicio breve.
Sin adscripci¨®n pol¨ªtica conocida; un deportista total a veces malparado por los desaf¨ªos que afronta, Smith fue designado con la intenci¨®n de concluir la investigaci¨®n antes de que las primarias para las presidenciales de 2024 despeguen. Volv¨ªa as¨ª por la puerta grande al Departamento de Justicia, donde arranc¨® su carrera: al aceptar la oferta, recalc¨® que sent¨ªa m¨¢s compromiso personal y profesional con el Departamento que con el Tribunal de La Haya, aunque ello supusiera dejar casos a medias, como el de Thaci. Un aparatoso accidente de bici retras¨® dos meses, hasta diciembre, su vuelta a Washington.
Smith es una mezcla de firmeza y arrojo, m¨¢s grandes dosis de perseverancia, virtudes que demostr¨® durante su investigaci¨®n de los l¨ªderes kosovares al frenar todas las presiones recibidas, tambi¨¦n desde la Casa Blanca de Trump. ¡°Imparcial, decidido, en¨¦rgico, concentrado¡± en la investigaci¨®n de los hechos ¡°dondequiera que conduzcan¡±, le defini¨® Garland al anunciar su nombramiento. Licenciado en Harvard, comenz¨® su carrera como fiscal adjunto de la Fiscal¨ªa del Condado de Nueva York en 1994 y se convirti¨® en fiscal adjunto del Distrito Este de Nueva York en 1999. En este ¨²ltimo cargo se faj¨® durante nueve a?os con casos sangrientos, como los relacionados con las bandas callejeras, e investig¨® asesinatos de polic¨ªas y violaciones de derechos civiles. De 2010 a 2015 se hizo cargo de la secci¨®n de integridad p¨²blica del Departamento de Justicia, al frente de un equipo de m¨¢s de 30 fiscales dedicados a casos de corrupci¨®n y delitos electorales en todo el pa¨ªs. Un puesto cercano en contenido a su actual cometido de escudri?ar las tretas de Trump, y durante el cual investig¨® a tres cargos electos entre una treintena de procesos.
Como fiscal en Nueva York, tambi¨¦n le toc¨® instruir numerosos casos de delitos financieros, muy comunes en los tribunales de la capital global de las finanzas. Esa versatilidad, su experiencia en delitos de guante blanco y en cr¨ªmenes sangrientos de la mafia, ha reforzado su reputaci¨®n: es tan capaz de conseguir que retiren los cargos a un acusado inocente como de hacer que condenen a un culpable que no lo parece. ¡°Si el caso es perseguible, lo sacar¨¢ adelante. Es intr¨¦pido¡±, explicaba este viernes a Reuters un colega que coincidi¨® con ¨¦l cuando ambos eran fiscales de Nueva York. Uno de sus mentores fue el longevo fiscal de Manhattan Robert Morgenthau, conocido por su acoso a los capos de la mafia.
Smith ha repartido justicia a diestro y siniestro. Ayud¨® a procesar a uno de los agentes implicados en un sonado caso de brutalidad policial en 1997; la v¨ªctima, el haitiano Abner Louima, fue sodomizado por varios agentes con un palo de escoba tras ser detenido. Tambi¨¦n logr¨® que se condenara por asesinato al l¨ªder de una banda de narcotraficantes que asesin¨® a dos agentes de paisano en Nueva York. Su experiencia en el tribunal especial para Kosovo, de nueva creaci¨®n, le proporciona la capacidad de establecer las normas del juego y decidir cu¨¢ndo seguirlas y cu¨¢ndo improvisar. ¡°No es la decisi¨®n m¨¢s f¨¢cil del mundo. Realmente has de tener confianza en ti mismo¡±, dijo David Schwendiman, su predecesor en el tribunal de Kosovo, en enero. ¡°Y tienes que ser lo bastante audaz para tomar la decisi¨®n¡±.
Bajo su supervisi¨®n, los grandes jurados convocados en Washington llevan meses citando a testigos. Para alguien con una concepci¨®n maniquea de la vida como el expresidente, aficionado a etiquetar con su lenguaje b¨¢sico, dicot¨®mico (loser, perdedor; hater, odiador), la circunspecci¨®n de Smith debe de resultarle insoportable. ¡°Su mujer [la cineasta Katy Chevigny] es una odiadora de Trump, ¨¦l mismo es un odiador de Trump¡±, escribi¨® el republicano este viernes, en tercera persona como si fuera un pont¨ªfice o un emperador romano, en Truth Social, junto con una foto de Smith, agitando de nuevo el fantasma de la persecuci¨®n pol¨ªtica de la que dice ser objeto (el hecho de que Chevigny rodara un documental sobre Michelle Obama confirma seg¨²n el republicano la cacer¨ªa pol¨ªtica). La r¨¦plica de Smith, en una comparecencia ante los medios ese mismo d¨ªa, no pudo ser m¨¢s sobria: ¡°Tenemos un conjunto de leyes y se aplican a cualquiera¡±. Es decir, a todos. Tambi¨¦n a expresidentes.
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