El temor de los agricultores de Ucrania: ¡°Si no hay acuerdo del grano, cerramos en dos a?os¡±

Grzegorz Kobeluch, de 53 a?os, un hombre de rostro duro, parco en palabras, decidido y r¨¢pido, es uno de los due?os de la empresa agr¨ªcola ucrania West Agro. ?l es polaco, pero tiene ra¨ªces ucranias. Quiz¨¢ por eso, o por oportunidad empresarial, o simplemente porque ese pedazo de tierra donde cultiva cereales le gust¨®, como recuerda, cruz¨® la frontera para trabajar 10.000 hect¨¢reas repartidas entre un pu?ado de pueblos de la franja occidental de Ucrania. West Agro encaja en el paradigma del da?o que el bloqueo de Mosc¨² en el mar Negro est¨¢ haciendo a la agricultura ucrania. Antes, el grano sal¨ªa por el puerto de Odesa, en el suroeste, y ahora no puede; viaja en tren hacia el oeste de Europa, pero el ancho de v¨ªa lo complica todo, y, adem¨¢s, el vecino polaco ha decido dejar circular, pero no comprar su mercanc¨ªa. Kobeluch, que no parece un tipo pesimista, sentencia: ¡°Si esto sigue as¨ª, tendremos fondos para un a?o, pero no para dos, tendr¨ªamos que cerrar¡±. Su empresa da trabajo a 80 personas.

A mediados del pasado mes de julio, Rusia anunci¨® que no prorrogar¨ªa el acuerdo del grano alcanzado hace un a?o con la mediaci¨®n de Turqu¨ªa y la ONU que despejaba el viaje de los cargueros a trav¨¦s del mar Negro. Y si la situaci¨®n para la agricultura de Ucrania, principal origen de sus exportaciones ¨Dmenos de un tercio de la cosecha es para consumo interno¨D, ya era de por s¨ª complicada, ahora sufre un escenario de torpedeo diario. En sentido literal y figurado. El veto ruso pone en riesgo, adem¨¢s, a econom¨ªas del Sur que dependen de esta materia prima en sus mesas. La Uni¨®n Europea y la ONU han alertado de una posible gran crisis alimentaria.

La asociaci¨®n agraria UCAB, que re¨²ne a las grandes empresas del sector en Ucrania, comparte con EL PA?S el siguiente dato: dos millones de toneladas de cereales destinadas a la exportaci¨®n no han podido zarpar rumbo a su comprador en el ¨²ltimo a?o. ¡°La incapacidad de exportar a trav¨¦s de puertos mar¨ªtimos¡±, se?ala Svitlana Litvin, analista de UCAB, ¡°la destrucci¨®n de la infraestructura en Odesa y los puertos fluviales del Danubio, y la prohibici¨®n de importar productos agroindustriales en pa¨ªses vecinos de la UE tendr¨¢n un impacto muy negativo.¡±

Vayamos a la tierra para comprobarlo. El tallo del ma¨ªz de los campos de West Agro est¨¢ muy alto, con una hoja nutrida, de un verde intenso, llamativo. Est¨¢ listo. Los ojos se pierden al tratar de ver el final de la tierra cultivada. Eso, en Ucrania, es siempre a lo grande. El 90% de lo que han sembrado los hombres de Grzegorz Kobeluch es ma¨ªz, por un 10% de trigo. Al frente de las operaciones est¨¢ Nazarii Garasim, joven ucranio de 28 a?os. Elegante, espigado y risue?o pese a todo, cuenta su problema m¨¢s cercano: ¡°Tenemos que guardar el ma¨ªz donde ahora todav¨ªa est¨¢ el trigo que no hemos vendido¡±. Esto es, en los elevadores de almacenaje, el lugar m¨¢s mimado de una empresa agr¨ªcola, objetivo de los misiles rusos. Estos silos ¨Dcomo los que atac¨® Mosc¨² en el puerto de Izmail el mi¨¦rcoles¨D, pueden reunir hasta 85.000 toneladas. De ah¨ª se cargan en los vagones y parten a la frontera. Pero si el cereal no se vende r¨¢pido, no se hace sitio para las nuevas cosechas, que se recogen tarde o pierden por el camino.

El acuerdo del grano sellado por Turqu¨ªa con Ucrania y Rusia en julio de 2022 permiti¨® la salida desde las terminales de Odesa de los cargueros con cereales, salvando la presencia de la flota rusa y tras inspecciones en las que participaban funcionarios ucranios, turcos, rusos y de la ONU. El proceso ha sido laborioso, muy lento en ocasiones ¡ªseg¨²n datos de la UCAB, en julio, solo se exportaron por ese canal 292.000 toneladas¡ª. A cada renovaci¨®n del pacto, Mosc¨² se ha mostrado titubeante, denunciando que no se cumpl¨ªa su contenido y exigiendo el levantamiento de sanciones. Hasta que hace 20 d¨ªas rompi¨® la baraja.

Este viernes, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Mar¨ªa Zaj¨¢rova, enumer¨®, con un tono de molestia ante las presiones de Washington para que vuelvan al pacto, las exigencias de Mosc¨². Grosso modo, el Kremlin denuncia obst¨¢culos para exportar su propio grano y fertilizantes, dos productos esenciales tambi¨¦n para muchos pa¨ªses del Sur. Zaj¨¢rova condicion¨® el regreso a las conversaciones a que se reconecte el banco agr¨ªcola ruso Rosselkhozbank al sistema de pagos internacionales SWIFT ¨Dla desconexi¨®n de bancos rusos de esta plataforma fue una de las primeras sanciones pactadas por Occidente tras el inicio de la invasi¨®n en febrero de 2022¨D, as¨ª como que se restablezca la log¨ªstica de transporte y la cobertura de seguros, y el acceso de las empresas del pa¨ªs a sus activos en el extranjero.

Maksim Panchenko es analista de la publicaci¨®n online UkraineWorld, dirigida por el periodista y fil¨®sofo ucranio Volod¨ªmir Yermolenko. Panchenko cree que una cesi¨®n a las exigencias expresadas por Zaj¨¢rova dar¨ªa una ¡°doble victoria¡± a Mosc¨². Primero en el plano ¡°estrat¨¦gico¡±: ¡°Significar¨ªa que Rusia ya no est¨¢ en un callej¨®n sin salida frente a la unidad occidental antirrusa¡±. Y, en segundo lugar, en un sentido ¡°reputacional¡±: ¡°El objetivo del Kremlin ser¨ªa cancelar la imagen de Putin como un gran villano al estilo de Hitler. Rusia intentar¨¢ decir: si en verdad fu¨¦ramos como la Alemania nazi, ?el mundo estar¨ªa negociando con nosotros?¡±.

El analista de UkraineWorld alerta adem¨¢s de que las consecuencias de la ruptura del acuerdo no solo van a infligir un nuevo golpe a la econom¨ªa ucrania, que, no obstante, ha encontrado alternativas al transporte de grano como la ruta del Danubio ¨D¡±insuficiente para cubrir del todo el volumen de exportaciones del pa¨ªs¡±, se?ala Panchenko¨D, sino que tambi¨¦n van a tener efectos en los compradores que esperaban su grano y no lo van a recibir.

Y pese a todo, el empresario Kobeluch, que cifra en millones de grivnas lo perdido por el bloqueo en el mar Negro, es optimista. ¡°Creo que llegar¨¢n a un acuerdo¡±, dice. No les queda otra. Con un matiz importante: el precio, al t¨¦rmino de las negociaciones, podr¨ªa subir, con lo que las empresas del sector seguir¨ªan sufriendo. Los costes, en realidad, ya se han incrementado. West Agro es, de nuevo, un buen ejemplo. Calculan que gastan 90 euros por cada tonelada que llevan por v¨ªa f¨¦rrea hasta Pa¨ªses Bajos, uno de los destinos de su carga. Exportar a trav¨¦s del puerto de Odesa les sal¨ªa a 35 euros por tonelada.

¨D?Y si no puede vender lo que tienen recolectado?

¨DTenemos que venderlo como sea.

En cierto modo, Kobeluch, que proyecta esa seguridad del empresario que acierta, parece que acabar¨¢ busc¨¢ndose las vueltas para llegar al objetivo. Ya lo hizo cuando un d¨ªa vio que en el proceso de recolecci¨®n le sobraba mucho grano y decidi¨® emprender en el mundo de la ganader¨ªa para que no se perdiera. Alrededor de 500 reses dan buena cuenta de esta nueva peque?a aventura (insiste en varias ocasiones en que, si en Espa?a hay sequ¨ªa, ¨¦l se encarga de engordar su ganado y luego lo devuelve). Deja este ep¨ªlogo: ¡°Tarde o temprano, la guerra terminar¨¢, pero no por eso uno puede quedarse mientras sin hacer nada¡±.

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