Ecuador: de pa¨ªs tranquilo a uno de los m¨¢s violentos de la regi¨®n
Las muertes violentas se han cuadruplicado desde 2019 hasta el asesinato de un candidato presidencial, vecinos con miedo a salir de casa y clases escolares suspendidas
Los carros que pasaban por la avenida principal de Dur¨¢n, una peque?a ciudad de Ecuador que colinda con Guayaquil, esquivaban un bulto que pend¨ªa con una cuerda del puente que est¨¢ a la entrada, era el cuerpo de un hombre con el torso desnudo. Su cabeza casi tocaba el asfalto. M¨¢s arriba, otro cad¨¢ver estaba suspendido, con las manos atadas en la espalda y una soga al cuello. Ambos ten¨ªan signos de haber sido torturados. Era 14 de febrero de 2022 y por primera vez Ecuador reportaba noticias sobre cuerpos colgados en puentes. Por primera vez acept¨® el mensaje: el crimen organizado hab¨ªa traspasado los muros de las c¨¢rceles y estaba en las calles con una violencia que este pa¨ªs sudamericano jam¨¢s hab¨ªa experimentado. Aquella escena provoc¨® miedo y silencio.
Para ese entonces los muertos por cr¨ªmenes violentos ya se contaban por miles, 2.500 el a?o pasado. Despu¨¦s de ese episodio, la ola de violencia tom¨® dimensiones incontrolables bajo la ¨²nica f¨®rmula que ha aplicado el Gobierno para combatir la expansi¨®n del crimen, que ha sido decretar estados de excepci¨®n para que los militares tambi¨¦n tomen el control de la seguridad p¨²blica en la calles junto a la polic¨ªa.
Los datos muestran el fallido resultado. Solo en el 2022, el pa¨ªs pas¨® militarizado 165 d¨ªas bajo cuatro estados de excepci¨®n decretados por el presidente, Guillermo Lasso. Ese mismo a?o, el pa¨ªs cerr¨® con la tasa de homicidios m¨¢s alta de su historia, 26 cr¨ªmenes por cada 100.000 habitantes, seg¨²n datos oficiales.
Los ecuatorianos no hab¨ªan vivido nunca antes esos ¨ªndices de violencia. Antes de 2019, las muertes violentas no llegaban ni a mil. La polic¨ªa se dedicaba sobre todo a patrullar las calles para tratar delitos menores como robo de celulares y ri?as callejeras. Las ciudades vibraban con fiestas a santos y fechas c¨ªvicas. El clima siempre hab¨ªa ayudado al comercio a mantenerse activo hasta tarde. La violencia nunca hab¨ªa escalado a l¨ªmites que encerraran a la gente en las casas, obligaran a los negocios a cerrar o a suspender las clases en los colegios, como ocurre ahora.
Con 4.200 muertes violentas en lo que va de a?o, Ecuador est¨¢ pr¨®ximo a superar su propio r¨¦cord. Al ritmo actual, para finales de este a?o podr¨ªa alcanzar una tasa de criminalidad de 40 homicidios por 100.000 habitantes, ubic¨¢ndolo entre los pa¨ªses m¨¢s violentos del mundo.
El discurso del Gobierno de Lasso fue, por mucho tiempo, que los cr¨ªmenes correspond¨ªan a una lucha de territorio entre bandas criminales, reduciendo el problema a que los que mor¨ªan eran delincuentes. Pero las cifras de otros delitos comunes no encajan con la narrativa del Ejecutivo. Los ecuatorianos viven d¨ªa a d¨ªa el terror de ser extorsionados y secuestrados. Seg¨²n la Fiscal¨ªa General del Estado, entre enero de 2022 y junio de este a?o ha registrado 15.671 denuncias de extorsi¨®n y 1.556 por secuestro, de las cuales, solo 59 casos han culminado en condena. El 90% contin¨²a en la primera etapa judicial de investigaci¨®n previa.
Los centros de operaciones del crimen se concentran en las c¨¢rceles, donde est¨¢n los cabecillas de los grupos delictivos que predominan en las calles de Ecuador. Los pabellones de los centros penitenciarios est¨¢n divididos por banda criminal, donde los reclusos tienen acceso a todo: comunicaci¨®n satelital, drones, alcohol, gimnasio, droga, dinero, armas de todo calibre, miles de municiones, explosivos, incluso tienen los privilegios de festejar los cumplea?os de los l¨ªderes con juegos pirot¨¦cnicos. ¡°Las c¨¢rceles, por un lado, son centros de castigo y, por otro, escuelas de t¨¢cticas delincuenciales¡±, describe en un informe la Comisi¨®n de Di¨¢logo Penitenciario conformada por el Gobierno en uno de los intentos de pacificar las prisiones.
Los altos niveles de criminalidad est¨¢n acompa?ados por la corrupci¨®n y la impunidad. Despu¨¦s de la ¨²ltima masacre carcelaria en la Penitenciar¨ªa del Litoral el 25 de julio, las Fuerzas Armadas hicieron un operativo en el que decomisaron m¨¢s de 30.000 municiones, armas, granadas¡ Una imagen que se repite.
Por primera vez, los operativos tocaron las oficinas administrativas de la instituci¨®n del Estado responsable de las c¨¢rceles. Los militares abrieron los techos y encontraron armas, fusiles, municiones, droga y dinero.
La Fiscal¨ªa adem¨¢s proces¨® a nueve funcionarios, entre esos el director del centro de reclusi¨®n. ¡°Si no se hace mecanismos de supervisi¨®n externa a Polic¨ªa y Fuerzas Armadas el crimen organizado va a seguir infiltr¨¢ndose hasta el tu¨¦tano¡±, dice Luis C¨®rdova, coordinador del programa de Investigaci¨®n, Orden, Conflicto y Violencia de la Universidad Central del Ecuador.
El asesinato a tiros del candidato a la presidencia Fernando Villavicencio ha puesto el foco en las acciones del Gobierno, que atribuye la expansi¨®n de la violencia a que la criminalidad dej¨® de estar bajo la hegemon¨ªa de una banda conocida desde la d¨¦cada de los noventa como Los Choneros, conformada por sicarios entrenados en los alrededores de la poblaci¨®n de Chone, que est¨¢ en la provincia costera de Manab¨ª.
En diciembre de 2020 el cabecilla de este grupo delictivo, alias Rasqui?a, fue asesinado, a pocos meses de haber salido de prisi¨®n despu¨¦s de ser sentenciado por asesinato, por fuga del centro de m¨¢xima seguridad y por ingresar objetos prohibidos en la c¨¢rcel. Sin embargo, una jueza decidi¨® que pod¨ªa terminar de cumplir su sentencia afuera. Sin la cabeza que coordinaba a miles de choneros que pertenec¨ªan a la banda, la pugna por asumir el liderazgo desangr¨® las c¨¢rceles donde estaban recluidos quienes finalmente asumieron la sucesi¨®n, alias Fito y ¡®Jr¡¯. Este ¨²ltimo fue asesinado en mayo en Colombia despu¨¦s de haber conseguido la prelibertad.
Los Choneros se dividieron en otras bandas como Los Lobos, Tiguerones, Chone Killers, que son los que en busca de poder y territorio siembran el terror en distintas ciudades del pa¨ªs.
¡°La penetraci¨®n del crimen organizado no vino de la noche a la ma?ana, tiene much¨ªsimas aristas¡±, declar¨® el ministro de Gobierno, Henry Cucal¨®n, horas despu¨¦s del crimen del candidato presidencial Villavicencio, que ha conmocionado a Ecuador. El ministro conf¨ªa en que la estrategia del Estado en la guerra contra la delincuencia ofrezca resultados ¡°obviamente con responsabilidades del Gobierno a la cabeza, por supuesto, nadie las ha desligado. Pero hay involucramiento, Fuerzas Armadas, tema judicial, son muchas cosas y se est¨¢ trabajando¡±.
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