Las sanciones internacionales a Venezuela se convierten en un problema cr¨®nico

El colapso econ¨®mico de Venezuela se concret¨® a?os antes de que las sanciones internacionales atenazaran al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, pero ser¨¢ muy dif¨ªcil para Venezuela emprender el camino de su total recuperaci¨®n sin que estas sean suprimidas. Y aunque algunos apuestan por una soluci¨®n pol¨ªtica que desanude la crisis venezolana en unas elecciones limpias, todo el mundo sabe que el pa¨ªs podr¨ªa quedarse a?os, incluso d¨¦cadas, ...

El colapso econ¨®mico de Venezuela se concret¨® a?os antes de que las sanciones internacionales atenazaran al Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, pero ser¨¢ muy dif¨ªcil para Venezuela emprender el camino de su total recuperaci¨®n sin que estas sean suprimidas. Y aunque algunos apuestan por una soluci¨®n pol¨ªtica que desanude la crisis venezolana en unas elecciones limpias, todo el mundo sabe que el pa¨ªs podr¨ªa quedarse a?os, incluso d¨¦cadas, emboscado en la celada de unas sanciones internacionales que sean vistas, al mismo tiempo, como una consecuencia y una causa.

Si bien, para muchos, es la presi¨®n de las sanciones internacionales lo que ha obligado al Gobierno a aproximarse al dialogo con la oposici¨®n, la prolongada vigencia de sus efectos le ha hecho perder terreno en la opini¨®n p¨²blica. Crecen los ecos de un lobby venezolano que se fortalece en los sectores de poder estadounidense, que, entretanto, adelanta una pol¨ªtica de flexibilizaci¨®n en el sector energ¨¦tico. Representantes de Maduro y el Departamento de Estado se han sentado en una mesa en Doha, Qatar, para intercambiar al respecto. Ya es com¨²n escuchar a empresarios, economistas y dirigentes opositores moderados pedir su derogaci¨®n definitiva.

Hoy en d¨ªa el estado venezolano tiene serios impedimentos para vender su petr¨®leo; establecer acuerdos econ¨®micos; adquirir repuestos; contratar servicios de compa?¨ªas estadounidenses, canadienses o europeas; acceder al cr¨¦dito internacional y usar sus fondos congelados en el exterior. Son notorias las complicaciones para efectuar operaciones con la banca de estas naciones. En muchos casos, tiene lugar el comentado over compliance, un sesgo administrativo con el cual muchas empresas endurecen su postura restrictiva para protegerse.

El colapso econ¨®mico y productivo de Venezuela aflor¨® completamente en 2013, poco despu¨¦s de la muerte de Hugo Ch¨¢vez. Estados Unidos, Canad¨¢, la Uni¨®n Europea, y al comienzo, algunas nacionales latinoamericanas, colocaron sanciones pol¨ªticas, econ¨®micas y administrativas al Gobierno de Maduro a causa de la dura represi¨®n a las manifestaciones opositoras de 2014 y 2017, que produjeron varias decenas de muertos; por impedir legislar soberanamente al parlamento que entonces controlaba la oposici¨®n; por socavar la democracia en consultas electorales ama?adas, y por acusaciones a miembros de la plana dirigente revolucionaria de corrupci¨®n, lavado de dinero y violaciones a los derechos humanos que hoy son investigadas en la Corte Penal Internacional.

De acuerdo a c¨¢lculos de la firma Datanalisis, 74 por ciento de la poblaci¨®n ya no est¨¢ de acuerdo con las sanciones internacionales al pa¨ªs, frente a un 17 por ciento que s¨ª lo est¨¢. Cerca del 30 por ciento de la poblaci¨®n responsabiliza a las sanciones de la situaci¨®n actual. El 76 por ciento manifiesta, en particular, su inter¨¦s en que sean suprimidas las sanciones petroleras, en una naci¨®n con altas tasas de endeudamiento y salarios mis¨¦rrimos. Por contrapartida, las sanciones personales a determinados funcionarios son aprobadas con un 52 por ciento.

Jorge Roig, ex presidente de la patronal Fedecamaras, afirma que ¡°en realidad, las sanciones no son para cambiar gobiernos, sino para obligar a un gobierno a sentarse a negociar con la otra parte. Eso se ha logrado en parte, en la Rep¨²blica Dominicana, Barbados, Noruega y M¨¦xico. Pero las sanciones a la naci¨®n no tienen justificaci¨®n. Necesitamos producir. Por concepto, las sanciones que restringen las libertades no pueden ser apoyadas por los grupos econ¨®micos, eso ha sido as¨ª hist¨®ricamente¡±.

El Gobierno de Maduro se pas¨® a?os negando la existencia de una crisis humanitaria, impuso una fuerte censura a los medios, dej¨® de publicar las cifras de la econom¨ªa y responsabiliz¨® a los empresarios de la grave escasez de alimentos y medicinas que por cinco a?os azot¨® al pa¨ªs luego de un estricto r¨¦gimen de control de precios e intervenci¨®n de empresas. Desde 2019, en cambio, responsabiliza a las sanciones internacionales de todo lo que sucede en Venezuela.

¡°La mayor¨ªa de los ciudadanos tiene claras las causas de las sanciones, y reconoce que la culpa de lo que sucede es del gobierno¡±, afirma el analista pol¨ªtico Luis Vicente Le¨®n, director de la firma Datanalisis. ¡°El distanciamiento con las sanciones proviene del hecho de que no han cumplido su objetivo y han agravado a¨²n m¨¢s los problemas de la gente. Hace cuatro a?os, las sanciones fueron vistas con simpat¨ªa por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n¡±.

¡°Plantear que el techo de la recuperaci¨®n econ¨®mica de Venezuela son las sanciones no es un enfoque correcto¡±, afirma el l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez, fundador del partido Voluntad Popular, en el exilio. ¡°El techo de la recuperaci¨®n de Venezuela es la dictadura de Maduro. El mejor ejemplo es el caso de corrupci¨®n de PDVSA-Crypto de este a?o, que involucr¨® a Tarek El Aissami, donde se perdieron 20 mil millones de d¨®lares en il¨ªcitos. En este momento las sanciones son la ¨²nica posibilidad para aspirar a ir a una elecci¨®n con condiciones m¨ªnimas¡±. L¨®pez reconoce que es necesario discriminar las sanciones al estado nacional de aquellas individuales a miembros de ¡°la trama cleptocr¨¢tica de pol¨ªticos, empresarios y beneficiarios del r¨¦gimen¡±.

El proceso de flexibilizaci¨®n de sanciones podr¨ªa continuar en el sector energ¨¦tico, pero a¨²n luce intrincada una aut¨¦ntica soluci¨®n pol¨ªtica. ¡°El pa¨ªs necesitar¨ªa, al menos, retomar su industria petrolera y gas¨ªfera, acceder al cr¨¦dito internacional y recuperar los activos que tiene congelados en el exterior¡±, afirma Le¨®n, para regresar a los tiempos de anta?o.

¡°El a?o pasado, Maduro tenia disposici¨®n a negociar, pero el ambiente se ha ido enfriando¡±, afirma el economista Orlando Ochoa, cercano al entorno de las negociaciones. ¡°La econom¨ªa tiene problemas graves y pocos ingresos. Maduro est¨¢ estancado en las encuestas. En el PSUV estos temas se est¨¢n debatiendo. Mar¨ªa Corina Machado, de l¨ªnea dura, puntea todos los sondeos. Eso complicar¨ªa las cosas si no hay flexibilidad. No hay incentivos que hagan pensar a Maduro que puede dejar el poder, todo lo contrario.¡±

El Gobierno de Maduro ha logrado romper su aislamiento en los ¨²ltimos meses, en los cuales se ha producido una peque?a reactivaci¨®n de capitales y servicios internacionales, algunos de los cuales vienen remolcados por el ablandamiento de la postura de Washington. Las relaciones con el capital nacional parecen normalizadas. La condici¨®n n¨²mero uno que pone Miraflores a un acuerdo pol¨ªtico es el fin inmediato de las sanciones internacionales al pa¨ªs y a su Gobierno.

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