Rishi Sunak premia a Grant Shapps, uno de sus aliados m¨¢s fieles, con el Ministerio de Defensa
El veterano pol¨ªtico conservador sustituye al frente del departamento a Ben Wallace
Rishi Sunak ha decidido premiar la lealtad personal y pol¨ªtica a la hora de cubrir un puesto tan delicado como el de ministro de Defensa, en un momento en el que el apoyo inquebrantable del Reino Unido a Ucrania es la ¨²nica fortaleza exterior del pa¨ªs en la era pos-Brexit. Grant Shapps sustituir¨¢ en el puesto a Ben Wallace, cuyo anuncio antes del verano de una retirada completa de la pol¨ªtica sorprendi¨® a propios y extra?os.
Wallace, de 53 a?os, excapit¨¢n de los Guardias Escoceses, el prestigioso regimiento del ej¨¦rcito brit¨¢nico, fue uno de los principales impulsores, desde el primer minuto, de una l¨ªnea dura contra Vlad¨ªmir Putin y su amenaza ¡ªluego consumada¡ª de agresi¨®n contra Kiev. Negoci¨® con su hom¨®logo ucranio, Oleksi Reznikov, la entrega de armamento antes que ning¨²n otro pa¨ªs, y dej¨® claro su orgullo escoc¨¦s al utilizar c¨®digos secretos muy particulares en las comunicaciones entre ambos. Se refer¨ªa a los misiles antitanque NLAW como Glenfiddich (el famoso whisky de las Tierras Altas) y llamaba Islay (en las islas H¨¦bridas, que da nombre a su famoso destilado) al misil anticrucero Harpoon. ¡°Ya tengo el whisky que me encargaste¡±, ha contado Wallace que anunciaba a su contraparte cuando era posible.
Shapps, de 54 a?os, compensa con su legendaria astucia pol¨ªtica un curr¨ªculum mucho menos abultado que el de su predecesor. En el ¨²ltimo a?o ha llegado a ocupar cinco ministerios diferentes, toda una proeza incluso en los actuales tiempos de inestabilidad pol¨ªtica que vive el Reino Unido. Al frente de Transportes durante el mandato de Johnson, a quien apoy¨® firmemente cuando lanz¨® su candidatura para liderar a los conservadores, fue relegado a los esca?os traseros del grupo parlamentario cuando Liz Truss lleg¨® a Downing Street, como castigo por haber respaldado en las primarias a Sunak.
Sin embargo, dice mucho sobre la habilidad de Shapps para aunar voluntades y movilizar corrientes internas en el partido y entre los diputados el hecho de que Truss, en los ¨²ltimos d¨ªas previos a su humillante dimisi¨®n, nombr¨® ministro de Interior al pol¨ªtico, a pesar de las continuas cr¨ªticas p¨²blicas que segu¨ªa vertiendo sobre su gesti¨®n. Sus a?os como presidente del Partido Conservador, entre 2012 y 2015, le sirvieron para entender c¨®mo se forjan o se detienen rebeliones internas.
Sunak le dio el puesto de ministro de Comercio y posteriormente de Energ¨ªa. Desde esta segunda posici¨®n logr¨® reforzar sus credenciales para llegar a ponerse al frente de Defensa. En los ¨²ltimos meses ha trabajado codo con codo con Kiev para reforzar el suministro de gas y combustible del pa¨ªs, para asegurar su resistencia durante los largos meses de invierno. Shapps visit¨® Kiev la semana pasada, despu¨¦s de que el Gobierno brit¨¢nico anunciara un pr¨¦stamo de m¨¢s de 220 millones de euros. La ayuda est¨¢ destinada a financiar el suministro por parte de Urenco, la empresa radicada en el Reino Unido, de uranio enriquecido para la compa?¨ªa nacional ucrania Energoatom.
El sorprendente adi¨®s de Wallace
Durante las quinielas posteriores a la desastrosa ca¨ªda de Boris Johnson, Wallace era uno de los nombres m¨¢s se?alados para sustituirle. Muy popular entre los afiliados conservadores, sorprendi¨® a muchos que no se decidiera finalmente a presentar su candidatura. ¡°Prefiero concentrarme en mi trabajo actual, y en mantener la seguridad de mi pa¨ªs¡±, escribi¨® entonces en Twitter (la red social llamada hoy X).
Lo que nadie esperaba era que, a principios de verano, Wallace anunciara su intenci¨®n de abandonar el puesto y de no volver a repetir como diputado en las pr¨®ximas elecciones generales, previstas para finales de 2024. El ministro decidi¨® dar tiempo a Sunak y retrasar su decisi¨®n, para que no coincidiera con una serie de derrotas electorales parciales sufridas por los tories y contribuir de ese modo a una imagen de desbandada interna. Este jueves, sin embargo, ha enviado finalmente a Sunak su carta de dimisi¨®n, que acompa?aba de una advertencia al primer ministro: ¡°Creo sinceramente que durante la pr¨®xima d¨¦cada, el mundo ser¨¢ mucho menos seguro y m¨¢s inestable. Los dos [Sunak y el ministro dimisionario] compartimos la creencia de que ha llegado el momento de invertir [en Defensa]¡±, ha dicho Wallace, que justifica su retirada en la necesidad de atender otras prioridades personales y explorar nuevos caminos profesionales.
Sunak se ha comprometido a elevar del 2,3% actual al 2,5% el gasto presupuestario en Defensa, tal y como reclama la OTAN desde hace a?os. Sin embargo, ha condicionado esa promesa a que las condiciones econ¨®micas mejoren.
El Gobierno brit¨¢nico fue de los primeros en enviar abundante material b¨¦lico a Ucrania ¡ªsistemas de lanzamiento m¨²ltiple de misiles, tanques o misiles de largo alcance¡ª, a costa de vaciar sus propias arcas, y en medio de esc¨¢ndalos recientes en torno a los procedimientos de compra de nuevo material. El propio Wallace ha definido como ¡°vaciado¡± al ej¨¦rcito, a pesar de contar con un presupuesto anual de 58.000 millones de euros, el segundo m¨¢s elevado de la OTAN.
Los diputados brit¨¢nicos pudieron leer a mediados de junio un demoledor informe respecto al m¨¦todo de adquisici¨®n de armamento del Ministerio de Defensa, elaborado por el abogado Clive Sheldon, a partir del desastroso encargo de veh¨ªculos blindados Ajax al contratista estadounidense General Dynamics. Se firm¨® en 2014. La entrega de los primeros carros deb¨ªa realizarse tres a?os despu¨¦s. A¨²n no hay ninguno operativo. ¡°Todos estos problemas incluyen relaciones [comerciales y pol¨ªticas] fragmentadas, prioridades conflictivas... e incluso la reticencia a plantear o escuchar, por parte del mando, a problemas aut¨¦nticos en el momento preciso¡±, se?ala el informe.
Shapps hereda un ministerio elevado en su prestigio, por obra de Wallace, pero con los problemas multiplicados, en un momento en que el apoyo internacional a Ucrania comienza a flaquear y el Reino Unido desv¨ªa ya su atenci¨®n hacia un intenso a?o electoral. La demostrada habilidad del nuevo ministro para manejarse en los medios de comunicaci¨®n ante las c¨¢maras sugiere que ha llegado el momento de priorizar la propaganda sobre la eficacia.
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