El Parlamento alem¨¢n aprueba una versi¨®n descafeinada de la pol¨¦mica ¡°ley de calefacciones¡±

La coalici¨®n alemana ha conseguido la luz verde del Parlamento a su controvertida ¡°ley de calefacciones¡±, uno de los proyectos m¨¢s relevantes de la legislatura y sin duda el m¨¢s disputado en el seno del tripartito y con la oposici¨®n conservadora. Alemania empieza as¨ª una batalla contra las calderas de gas, carb¨®n y gasoil que pretende eliminarlas de manera progresiva y sustituirlas por sistemas que empleen energ¨ªas renovables. Tras sufrir meses de retrasos y cambios, el texto final se ha suavizado respecto al objetivo inicial. Tanto que el Ministerio de Econom¨ªa y Clima ha reconocido que Berl¨ªn no podr¨¢ cumplir con la reducci¨®n de emisiones del sector para 2030.

El proyecto de ley se encuadra dentro de los esfuerzos de Alemania por lograr la neutralidad clim¨¢tica en 2045, cinco a?os antes del objetivo del conjunto de la UE. El sector de la construcci¨®n es clave para conseguirlo porque supone el 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero del pa¨ªs, 112 millones de toneladas. Casi la mitad de los hogares alemanes se calientan con gas, un hidrocarburo que hasta el inicio de la invasi¨®n rusa de Ucrania flu¨ªa en grandes cantidades por los gasoductos controlados por el Kremlin. La crisis energ¨¦tica que provoc¨® la contienda ha acelerado la necesidad de ir sustituyendo progresivamente los combustibles f¨®siles de las calderas.

Las intenciones del ministro de Econom¨ªa y Clima, el verde Robert Habeck, han quedado muy diluidas en el proyecto de ley que finalmente ha salido del Bundestag. Inicialmente se iba a prohibir a partir de enero de 2024 la instalaci¨®n de nuevas calefacciones de gas, gasoil o carb¨®n. Es decir, si una caldera se estropeaba a partir de esa fecha, el propietario estar¨ªa obligado a sustituirla con otra que funcionara con un m¨ªnimo de un 65% de energ¨ªas renovables, idealmente con bombas de calor, un sistema de climatizaci¨®n muy eficiente que consigue la temperatura deseada extrayendo aire o agua del exterior para calentar (o enfriar) el interior.

Los plazos eran tan cortos y la oposici¨®n de los conservadores y de la prensa sensacionalista tan obstinada que enseguida se gener¨® una enorme pol¨¦mica en el pa¨ªs. Instalar una bomba de calor sale bastante m¨¢s caro que recurrir a la cl¨¢sica caldera de gas, lo que dispar¨® la preocupaci¨®n entre los propietarios de viviendas. La calefacci¨®n en un pa¨ªs donde la temperatura media en invierno oscila entre cero y un grado se come parte del presupuesto familiar, y el cambio de la caldera es un gasto muy relevante. Aunque Habeck anunci¨® subvenciones millonarias para ayudar a las familias con rentas bajas y medias a hacer frente a los costes, los alemanes se han mostrado esc¨¦pticos o directamente contrarios a la nueva ley. Seg¨²n algunas encuestas, hasta ocho de cada diez rechazan someterse a la obligaci¨®n de instalar calderas ecol¨®gicas.

Tras meses de vaivenes, el texto ha quedado tan descafeinado que las excepciones pesan m¨¢s que la prohibici¨®n general de instalar calefacciones de gas. Estas podr¨¢n seguir instal¨¢ndose si, por ejemplo, en el futuro pueden convertirse en calefacciones de hidr¨®geno. Tambi¨¦n se permitir¨¢n en edificios nuevos si estos no forman parte de nuevas promociones. Al final, solo tendr¨¢n obligaci¨®n de usar bombas de calor a partir de enero de 2024 los edificios residenciales de nueva construcci¨®n que se encuentren en nuevos desarrollos urban¨ªsticos.

El tripartito de Olaf Scholz, eso s¨ª, salva la cara. El proyecto de ley se ha aprobado este viernes con los votos a favor de 397 diputados, frente a los 275 en contra y cinco abstenciones. Acaban as¨ª meses de diputas internas que tensaron la coalici¨®n y especialmente la relaci¨®n entre los dos socios menores de los socialdem¨®cratas, verdes y liberales. El Consejo de Ministros aprob¨® la propuesta en abril pasado, pero los liberales, en una decisi¨®n inaudita, bloquearon la tramitaci¨®n parlamentaria, que deb¨ªa producirse en mayo. El ¨²ltimo rev¨¦s lleg¨® en julio, cuando la justicia paraliz¨® la pol¨¦mica ley e impidi¨® tramitarla antes del fin del curso pol¨ªtico tras dar la raz¨®n a un diputado de la conservadora Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU).

La votaci¨®n en el Bundestag estuvo precedida por un acalorado debate, con la oposici¨®n democristiana tachando la ley de ¡°locura¡± y pronosticando que crear¨¢ ¡°pobreza¡±. ¡°Es una buena ley¡±, dijo por su parte Habeck, ¡°que proteger¨¢ a los consumidores de los elevados precios de la energ¨ªa¡±. El ministro de Econom¨ªa y Clima record¨® que el objetivo de neutralidad clim¨¢tica para 2045 lo fij¨® el Gobierno anterior, liderado por la CDU. ¡°Lo que no se puede hacer es enga?ar a la gente fijando objetivos pero luego no haciendo nada para garantizar que esos objetivos se cumplen¡±, espet¨® al l¨ªder de la oposici¨®n, Friedrich Merz.

Alemania emplear¨¢ miles de millones en subvencionar el tr¨¢nsito a las calefacciones sostenibles. Pero no saldr¨¢n de los presupuestos generales que se discuten estos d¨ªas en el Bundestag sino de uno de los ¡°fondos especiales¡± con los que el ministro de Finanzas, Christian Lindner, consigue volver a cumplir con el llamado freno a la deuda tras estar suspendido durante los a?os de la pandemia. El Fondo para la Defensa del Clima y la Transformaci¨®n (KTF) suma 177.500 millones de euros, ya aprobados y al margen del presupuesto, para financiar proyectos relacionados con la emergencia clim¨¢tica.

Las dudas sobre qu¨¦ parte del coste de las bombas de calor subvencionar¨¢ el erario han monopolizado los debates estos ¨²ltimos meses. Finalmente, el Gobierno ha decidido que en algunos casos se cubrir¨¢ hasta el 70%. La transici¨®n, adem¨¢s, ser¨¢ lenta. El 1 de enero de 2024 solo los nuevos desarrollos instalar¨¢n bombas de calor ¡ªalgo que en realidad muchos promotores ya contemplan¡ª. La obligaci¨®n general de instalar calderas con energ¨ªas renovables no entrar¨¢ en vigor hasta que los ayuntamientos presenten planes de calefaccion vinculantes, algo que no se espera antes de 2026 en los m¨¢s peque?os y de 2028 en los grandes.

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