Macron encaja un nuevo rev¨¦s en ?frica con la retirada militar de N¨ªger
La junta nigerina celebra la decisi¨®n de Par¨ªs, que supone un fin de etapa en plena ¡°epidemia¡± de golpes de Estado, seg¨²n la expresi¨®n del presidente franc¨¦s
Francia encaja un golpe tras otro en ?frica, el viejo patio trasero colonial. La retirada de N¨ªger, anunciada el domingo por el presidente Emmanuel Macron, acelera el declive de la influencia francesa en un continente en el que se suceden los golpes de Estado.
El repliegue de los 1.500 militares franceses en misi¨®n antiterrorista, y el regreso del embajador, Sylvain Itt¨¦, pone fin a un pulso de dos meses entre Macron y la junta golpista que el 26 de julio derroc¨® al presidente Mohammed Bazoum. Es la continuaci¨®n de un movimiento m¨¢s amplio que comenz¨® en 2021, cuando Francia inici¨® la retirada de sus tropas de Mal¨ª, y que continu¨® el pasado febrero con la marcha de Burkina Faso.
Macron, al igual que los pa¨ªses de la regi¨®n agrupados en la Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao), reconoce a Bazoum como gobernante leg¨ªtimo y constitucional. La junta celebr¨® la decisi¨®n francesa como ¡°una nueva etapa hacia la soberan¨ªa de N¨ªger¡± y ¡°un momento hist¨®rico que refleja la determinaci¨®n y la voluntad del pueblo nigerino¡±.
El repliegue franc¨¦s estos a?os en ?frica se ha desarrollado en paralelo al avance econ¨®mico de China y militar de Rusia, por medio de los mercenarios del grupo Wagner. Francia tambi¨¦n compite en el continente con Estados Unidos que, por ahora, permanece en N¨ªger, donde tiene un millar de militares.
Los golpes de Estado, inspirados en muchos casos por un sentimiento antifranc¨¦s, han precipitado el fin operaci¨®n antiterrorista que Francia puso en marcha en Mal¨ª en 2013. Lo hizo a petici¨®n del Gobierno de este pa¨ªs en un momento en que los yihadistas avanzaban hacia la capital.
Temor a un Afganist¨¢n
Francia exhibe como un ¨¦xito que el Sahel no se convirtiese en un califato como el del Estado Isl¨¢mico en Siria e Irak en la misma ¨¦poca: ese era el temor de Occidente entonces. Hay varios motivos para que la misi¨®n est¨¦ acabando de esta manera: la ausencia de objetivos claros y de un final en el horizonte, las dificultades en la cooperaci¨®n con los gobiernos de la regi¨®n, la hostilidad de una parte de la poblaci¨®n, la presencia de los milicianos de Wagner y el temor en Par¨ªs a que el Sahel acabase siendo para los franceses lo que para los estadounidenses fue Afganist¨¢n.
La paradoja es que el propio Macron plante¨® reformular la relaci¨®n con ?frica cuando lleg¨® al poder en 2017 e inici¨® por propio pie un repliegue militar. Lo que el presidente ha llamado ¡°epidemia¡± de golpes de Estado ha complicado sus planes en el continente.
En el caso de N¨ªger, han sido dos meses de pulso entre Macron y la junta militar en N¨ªger. El presidente franc¨¦s se negaba a reconocer a los golpistas y estos desafiaban a la antigua potencia colonial.
¡°No los reconocemos¡±, avis¨® Macron a finales de agosto, un mes despu¨¦s del golpe, en un discurso ante los embajadores de Francia por el mundo. ¡°Ni paternalismo ni debilidad¡±, a?adi¨® para resumir su posici¨®n: rechazo de cualquier actitud neocolonial y voluntad de preservar los intereses franceses.
El presidente franc¨¦s carg¨® en aquella ocasi¨®n contra lo que llam¨® ¡°una pol¨ªtica del resentimiento¡± que adoptaba la forma de ¡°un anticolonialismo imaginario¡± y un ¡°antioccidentalismo¡±. Tambi¨¦n defendi¨® su insistencia en no reconocer a la junta golpista diciendo que es lo mismo que habr¨ªa hecho ante un golpe de Estado en Europa, y que ?frica no merec¨ªa otra vara de medir: ¡°Hay un hombre [Bazoum], democr¨¢ticamente elegido y valiente, porque no abandona el cargo, ?y se nos dice que la pol¨ªtica correcta consistir¨ªa en abandonarlo?¡±
El argumento antigolpista
En ?frica, y tambi¨¦n en Francia, se ha hecho observar a Macron que el argumento antigolpista no siempre se aplica. En Chad, donde Francia tiene tropas, la sucesi¨®n en 2021 de Idriss D¨¦by, muerto en combate, por su hijo Mahamat Idriss D¨¦by, obtuvo la bendici¨®n del presidente franc¨¦s. El golpe de Estado de este mismo verano en Gab¨®n no ha suscitado las mismas condenas que en N¨ªger.
Pese a que, en p¨²blico, Macron y la junta del general Abdurram¨¢n Tiani, el nuevo hombre fuerte de N¨ªger, manten¨ªan el pulso, las conversaciones entre militares de ambos pa¨ªses para iniciar el repliegue comenzaron a principios de septiembre. Hace 10 d¨ªas, el presidente franc¨¦s denunci¨® que el embajador Itt¨¦, a quien los golpistas hab¨ªan retirado la inmunidad, era ¡°reh¨¦n¡± en la embajada, que ten¨ªan dificultades para el suministro de alimentos; lo mismo suced¨ªa, seg¨²n Le Monde, en las bases francesas situadas al norte de la capital, Niamey. La situaci¨®n se hab¨ªa vuelto insostenible para los franceses en N¨ªger. Este fin de semana, Niamey cerr¨® su espacio a¨¦reo a aviones franceses.
El domingo, tras consultar con Bazoum, Macron aprovech¨® una entrevista con las cadenas de televisi¨®n TF1 y France 2 para anunciar el regreso del embajador y el repliegue militar. Este, dijo, se har¨¢ de manera ordenada y en cooperaci¨®n con la junta militar, a la que oficialmente Francia sigue sin reconocer.
¡°Seguiremos acompa?ando al continente africano para luchar contra el terrorismo¡±, dijo Macron. ¡°Pero lo hacemos a la demanda de los poderes democr¨¢ticamente elegidos y de las autoridades regionales¡±.
El presidente acus¨®: ¡°Los golpistas son los amigos del desorden¡±. Y en alusi¨®n a la red de intereses econ¨®micos, pol¨ªticos y militares que tras las descolonizaciones de los a?os sesenta del siglo pasado se teji¨® entre Francia y ?frica, asegur¨®: ¡°La Fran?afrique ya no existe. Cuando hay golpes de Estado no interferimos en la vida pol¨ªtica de los pa¨ªses¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.