Carteles de ¡°Fuera Francia¡± y fotos de Putin: Mosc¨² gana peso en ?frica como nuevo aliado militar
El avance yihadista pese a la intervenci¨®n francesa hace explotar un fuerte sentimiento anticolonial que se extiende por el Sahel
En la plaza de la Naci¨®n de Uagadug¨², capital de Burkina Faso, es d¨ªa de manifestaci¨®n. Miles de ciudadanos han acudido hasta all¨ª para expresar su respaldo al Gobierno del capit¨¢n Ibrahim Traor¨¦ y su reciente decisi¨®n de expulsar a los militares franceses del pa¨ªs. Banderas rusas y fotos del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, acompa?an a la ense?a nacional y a los carteles con el lema ¡°?Fuera Francia!¡±. El ambiente es de euforia.
En poco menos de un a?o, las tropas galas han sido expulsadas de dos pa¨ªses clave en su estrategia de seguridad en el Sahel, Mal¨ª el verano pasado y Burkina Faso este febrero. Pero esto no es sino la punta del iceberg de un sentimiento antifranc¨¦s que se extiende por la regi¨®n. La influencia de Par¨ªs en ?frica occidental, otrora gloriosa, se tambalea al mismo ritmo que Mosc¨² mueve ficha y emerge como aliado militar preferente.
¡°Estamos muy decepcionados con Francia. Si ellos quisieran, en dos d¨ªas acababan con el terrorismo en la regi¨®n, pero toda esta violencia les interesa para mantenernos bajo su yugo¡±, asegura Y¨¦li Monique Kam, coordinadora del movimiento ciudadano M30 Naaba Wobgo. ¡°Todo est¨¢ controlado por Par¨ªs o empresas francesas, la cooperaci¨®n, la moneda, la aviaci¨®n y hasta nuestros datos biom¨¦tricos, y mientras tanto nuestra poblaci¨®n no sale de la miseria. Ya est¨¢ bien¡±, a?ade con vehemencia. El colectivo, que lleva el emblem¨¢tico nombre del ¨²ltimo rey mossi que se opuso a la antigua metr¨®poli, ha publicado su ¡°plan de descolonizaci¨®n¡±, que incluye rechazar la cooperaci¨®n y hasta desterrar la lengua francesa del sistema educativo.
El r¨¦gimen del capit¨¢n Traor¨¦, quien subi¨® al poder tras un golpe de Estado el pasado 30 de septiembre, ya ha cumplido con los dos primeros puntos del citado plan para regocijo popular: ha propiciado la salida del embajador franc¨¦s, Luc Hallade, y ha expulsado a los 400 soldados de las Fuerzas Especiales galas con base en Kamboinsin, cerca de la capital burkinesa, medida que se concretar¨¢ este mes. Cuestionado por la jerarqu¨ªa militar que lo percibe como un arribista, el joven jefe de Estado se apoya en lo que ¨¦l mismo denomina ¡°la juventud consciente¡±, un eufemismo para referirse al enorme sost¨¦n popular. ¡°Si se les ocurre derrocarlo por la fuerza, no nos quedaremos quietos¡±, advierte Kam, ¡°entonces llegar¨¢ al poder a un revolucionario de la calle. Estamos dispuestos a morir, somos la generaci¨®n sacrificada¡±.
Diversificar alianzas para parar el terrorismo
El fracaso de las anteriores autoridades burkinesas y su aliado militar franc¨¦s para frenar el avance del yihadismo que hoy gangrena a un pa¨ªs que ha perdido el control sobre m¨¢s de la mitad de su territorio est¨¢ en el origen del malestar popular. Desde las primeras horas de su golpe de Estado, el capit¨¢n Traor¨¦ anunci¨® su intenci¨®n de diversificar sus alianzas para hacer frente al terrorismo, abriendo la puerta a una colaboraci¨®n m¨¢s estrecha con Rusia, su primer vendedor de armas y veh¨ªculos militares. Este acercamiento se ha concretado en los ¨²ltimos meses con una visita a Mosc¨² del primer ministro, Ky¨¦lem Appolinaire de Tamb¨¨la, y numerosos gestos de complicidad. Pero de momento no ha cruzado la l¨ªnea roja que Occidente marc¨® en la vecina Mal¨ª, la llegada de mercenarios de la compa?¨ªa privada Wagner, pr¨®xima al Kremlin.
¡°Dudo que traigan a los de Wagner. Podr¨ªa ocurrir, pero Burkina Faso no es Mal¨ª, aqu¨ª la gente es muy orgullosa de su soberan¨ªa¡±, asegura una fuente especializada en cuestiones de seguridad. Hace dos semanas, el propio capit¨¢n Traor¨¦ ironiz¨® en una entrevista concedida a la Radio Televisi¨®n Burkinesa (RTB) sobre la supuesta presencia de mercenarios rusos en el pa¨ªs, pregunt¨¢ndose que d¨®nde estaban. ¡°Ese rumor ha sido creado para que todo el mundo se aleje de nosotros. Pero cuando el pa¨ªs se encuentra en esta situaci¨®n de bloqueo, hay que desarrollar soluciones end¨®genas. ?Wagner? Ya nosotros tenemos nuestros Wagner, los voluntarios que estamos reclutando son nuestros primeros Wagner¡±, asegur¨®.
El alistamiento de 50.000 civiles para luchar codo con codo con el ej¨¦rcito y la introducci¨®n de nuevos medios, como drones y helic¨®pteros, refuerzan la tesis gubernamental de que desde el pasado noviembre est¨¢ en marcha una ofensiva contra los grupos yihadistas que operan en el pa¨ªs, vinculados a Al Qaeda y el Estado Isl¨¢mico. Pero esto ha provocado un cambio de estrategia de los terroristas, que ahora han fijado su objetivo en los Voluntarios de Defensa de la Patria (VDP), cuya preparaci¨®n y medios sigue siendo insuficiente. Los dos ¨²ltimos ataques de los radicales, el jueves y domingo pasado, provocaron 19 muertos, de los cuales nada menos que nueve eran voluntarios civiles.
En la vecina Mal¨ª, sin embargo, han decidido tirar por el camino de la cooperaci¨®n militar con Rusia para reemplazar a las tropas francesas, expulsadas el pasado verano. La presencia de unos 1.400 mercenarios de Wagner, sobre todo en el centro del pa¨ªs y las regiones de Gao y M¨¦naka, se deja ya sentir. Los contratistas participan en operaciones conjuntas con el ej¨¦rcito maliense, en ocasiones provocando numerosas v¨ªctimas civiles. Expertos de la ONU pidieron recientemente una investigaci¨®n independiente por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad cometidos por estas tropas, en especial la masacre de Moura en la que fueron asesinadas unas 300 personas en marzo de 2022. Las autoridades malienses han respondido expulsando del pa¨ªs a Guillaume Ngefa, responsable de Derechos Humanos de la misi¨®n de la ONU en Mal¨ª (Minusma).
Lavrov vista el continente
Hace una semana, el ministro ruso de Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, se reuni¨® en Bamako, la capital maliense, con el presidente de la transici¨®n, el coronel Assimi Go?ta, y le garantiz¨® ¡°el apoyo necesario¡± para mejorar la capacidad de sus Fuerzas Armadas, tanto en recursos materiales como en formaci¨®n. Tras el encuentro, Lavrov aprovech¨® para acusar a Occidente de mantener ¡°instintos neocoloniales¡± en ?frica. La creciente implicaci¨®n rusa en el pa¨ªs y la expulsi¨®n de los militares franceses, que en parte se han trasladado a N¨ªger, ha provocado que Alemania, uno de los principales suministradores de tropas a la Minusma, anuncie su retirada total en 2024. Espa?a mantiene unos 315 soldados en la misi¨®n de formaci¨®n militar EUTM, pero su actividad est¨¢ muy mermada y su futuro en entredicho.
¡°La jugada de Rusia es clara¡±, alerta un diplom¨¢tico europeo. ¡°Se reposiciona en ?frica sobre el recuerdo del apoyo sovi¨¦tico a los j¨®venes pa¨ªses africanos y consigue acceso a importantes recursos naturales; por otro lado, frente al aislamiento que sufre por parte de Occidente debido a la invasi¨®n de Ucrania, usa la diplomacia de los cereales, la venta de armas y el apoyo militar para conquistar mercados y ganar aliados¡±, contin¨²a. La visita de Lavrov, la segunda a ?frica este a?o, le llev¨® tambi¨¦n a Mauritania y Sud¨¢n, una se?al de que Mosc¨² sit¨²a al continente en una posici¨®n importante de su pol¨ªtica exterior. Todas las miradas est¨¢n puestas en la pr¨®xima cumbre Rusia-?frica que se celebra a finales de julio en San Petersburgo, un nuevo paso en esta estrategia, que servir¨¢ para medir la creciente influencia de Putin.
El sentimiento antifranc¨¦s que alienta a los reg¨ªmenes militares de Mal¨ª y Burkina Faso a virar hacia Rusia tambi¨¦n se cocina a fuego lento en otros pa¨ªses de la regi¨®n, como N¨ªger, que se ha convertido en el nuevo centro de referencia de la estrategia europea de defensa y lucha contra la emigraci¨®n irregular en el Sahel; Guinea, donde manda el coronel Mamady Doumbouya; e incluso en los hist¨®ricamente franc¨®filos Costa de Marfil y Senegal. En este ¨²ltimo pa¨ªs, Ousmane Sonko, el principal candidato opositor al actual r¨¦gimen de Macky Sall, con fuertes opciones de presentar batalla en las presidenciales de febrero de 2024, tambi¨¦n galvaniza a sus seguidores con un discurso anticolonial.
La existencia de activistas y propaganda favorable a Rusia en toda la regi¨®n apunta a una red de agitaci¨®n a sueldo del Kremlin. Pero el problema es mucho m¨¢s profundo. ¡°Es una cuesti¨®n de soberan¨ªa, de toma de conciencia¡±, asegura Y¨¦li Monique Kam. ¡°?O es que esos activistas prorrusos son los responsables de que Francia no haya hecho nada m¨¢s que saquearnos en d¨¦cadas? ?Unos pocos nos est¨¢n enga?ando a todos?¡±, se pregunta.
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