Francia se arma ante el temor a una ¡®israelizaci¨®n¡¯ de su sociedad
El pa¨ªs occidental donde conviven m¨¢s musulmanes y jud¨ªos ve en la escalada b¨¦lica en Oriente Pr¨®ximo casi un asunto interno
Militares patrullando por las calles. El Louvre y Versalles evacuados por el temor a una amenaza terrorista. Un profesor apu?alado por un islamista y vigilancia reforzada en las escuelas y lugares de culto. Esto es Francia en el oto?o de 2023.
En ning¨²n otro pa¨ªs occidental es tan agudo el temor a verse golpeado por la onda expansiva de la escalada b¨¦lica en Oriente Pr¨®ximo. El ministro franc¨¦s del Interior, G¨¦rald Darmanin, ha dicho, sin ofrecer pruebas, que ¡°hay, por desgracia, un v¨ªnculo¡± entre la guerra palestina-israel¨ª y el asesinato, el viernes, del profesor Dominique Bernard en su instituto de Arras, en el norte de Francia.
¡°Hay un riesgo de israelizaci¨®n de las sociedades europeas¡±, comentaba este s¨¢bado, en un caf¨¦ parisino, el ensayista Dominique Mo?si. Y aclar¨®: ¡°Es la idea de que [estas sociedades] deber¨¢n vivir bajo la sombra del terrorismo, de que las escuelas de la Rep¨²blica deber¨¢n ser protegidas como las escuelas jud¨ªas para evitar una repetici¨®n de lo que ocurri¨® el viernes. Habr¨¢ una demanda muy fuerte. Detectores de metales en cada escuela, patrullas en permanencia para protegerlas. Esto crea un ambiente completamente diferente¡±.
Hay un motivo puramente estad¨ªstico que puede explicar la inquietud. Francia es, despu¨¦s de Israel y Estados Unidos, el pa¨ªs con m¨¢s poblaci¨®n jud¨ªa: unas 770.000 personas, seg¨²n el c¨¢lculo que hicieron hace unos a?os los investigadores J¨¦r?me Fourquet y Sylvain Manternach. Y es uno de los pa¨ªses occidentales con mayor poblaci¨®n musulmana, unos cinco millones.
Hay otros motivos. Muchos musulmanes franceses, hijos y nietos de la inmigraci¨®n de las antiguas colonias norteafricanas, acumulan antiguos agravios por las humillaciones y cr¨ªmenes del colonialismo. A los agravios heredados se a?aden los actuales: la discriminaci¨®n, la pobreza, la falta de oportunidades, la vida en los bloques de edificios degradados y con servicios p¨²blicos deficientes en banlieue. La explosi¨®n de violencia en los extrarradios urbanos, este verano, fue un recordatorio: una parte de la sociedad no se siente reconocida por la Rep¨²blica, ni identificada con ella.
Nuevo antisemitismo
Los jud¨ªos franceses, algunos tambi¨¦n originarios del norte de ?frica, han sufrido en las ¨²ltimas d¨¦cadas una serie de atentados que han llevado a hablar de un nuevo antisemitismo. Ya no, como el antiguo, procedente de la extrema derecha, sino del islamismo y de sectores radicalizados de la poblaci¨®n musulmana. A veces, denuncian algunos, con la complacencia de sectores de la izquierda radical. El fen¨®meno ¡ªy este es otro motivo de alerta ante el miedo a que el conflicto entre israel¨ªes y palestinos acabe afectando a la convivencia en Francia¡ª empez¨® a registrarse tras la Segunda Intifada de 2000. Entonces aumentaron los actos antisemitas. Los de baja intensidad como insultos o pintadas. Y los m¨¢s graves.
En 2006, Ilan Halimi, un hombre de 23 a?os que trabajaba en un comercio de tel¨¦fonos en Par¨ªs, fue secuestrado, torturado y asesinado por ser jud¨ªo. En 2022, un islamista mat¨® a tres ni?os y un adulto en una escuela jud¨ªa de Toulouse. En enero de 2015, dos d¨ªas despu¨¦s del atentado contra el semanario sat¨ªrico Charlie Hebdo, cuatro personas fueron asesinadas en el supermercado kosher Hyper Cacher en Vincennes, municipio lim¨ªtrofe con Par¨ªs. En la segunda d¨¦cada del siglo, miles de jud¨ªos franceses se trasladaron a Israel. No hay cifras precisas, aunque oscilan entre 30.000 y 60.000.
Prohibidas las manifestaciones propalestinas
Este es el contexto que explica que Francia vea Oriente Pr¨®ximo como una cuesti¨®n interna. Le ocurre tambi¨¦n a Alemania, marcada por la memoria del Holocausto. En ambos pa¨ªses, el asesinato de m¨¢s de 1.000 jud¨ªos el fin de semana en Israel pasada toc¨® una fibra ¨ªntima. Ambos han prohibido estos d¨ªas manifestaciones propalestinas.
¡°Los alemanes piensan en Auschwitz¡±, explica Mo?si, consejero del laboratorio de ideas Institut Montaigne y autor, entre otros libros, de La geopol¨ªtica de las emociones. ¡°Los franceses piensan en el Bataclan¡±.
La matanza de Ham¨¢s en un festival de m¨²sica en Israel record¨® a los franceses el atentado de noviembre de 2015 en la sala de conciertos Bataclan en Par¨ªs, donde 90 personas fueron asesinadas. Al mismo tiempo, los bombardeos israel¨ªes en Gaza, la posible invasi¨®n terrestre y el sufrimiento de los civiles gazat¨ªes tocan otra fibra, particularmente, aunque no solo, entre los musulmanes. El miedo es que las r¨¦plicas de Oriente Pr¨®ximo agraven las fracturas en un pa¨ªs que se reclama, sin lograr estar siempre a la altura, del ideal de una naci¨®n de ciudadanos ¡°libres e iguales¡±, sin distinci¨®n de credo, etnia o religi¨®n.
Macron: proteger ante el odio
El presidente, Emmanuel Macron, en un mensaje a los franceses, dijo el jueves: ¡°Israel tiene derecho a defenderse eliminando los grupos terroristas, entre ellos Ham¨¢s, con acciones precisas, pero preservando a las poblaciones civiles, porque es el deber de las democracias¡±. En el mismo discurso, declar¨®: ¡°Nuestro deber, en este momento, es estar unidos como naci¨®n y como Rep¨²blica. Es este escudo de la unidad el que nos proteger¨¢ de todos los desbordamientos, de todas las derivas, de todos los odios¡±.
Al d¨ªa siguiente, el asesinato del profesor Bernard hizo realidad los peores temores, como una repetici¨®n de la decapitaci¨®n hace tres a?os casi exactos de otro profesor, Samuel Paty, a manos de otro islamista. Francia ha subido al m¨¢ximo el nivel de alerta ante posibles atentados y ha aumentado a m¨¢s del doble, hasta 7.000, el n¨²mero de soldados desplegados desde los atentados de 2015 en el marco de la llamada Operaci¨®n Centinela.
Macron siente la presi¨®n de la extrema derecha, que critica la supuesta laxitud de sucesivos gobiernos ante los islamistas extranjeros y relaciona terrorismo e inmigraci¨®n. ¡°Ya no es tolerable que el poder inflija a los franceses la cohabitaci¨®n con bombas humanas¡±, dijo Jordan Bardella, dirigente del Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen. Bardella pidi¨® la dimisi¨®n del ministro Darmanin.
¡°El riesgo es que las im¨¢genes de Oriente Pr¨®ximo repercutan directamente en la situaci¨®n de Francia¡±, lamenta Mo?si. ¡°En el plano interno, lo que ha ocurrido es un regalo para los partidos populistas. En Francia, para Marine Le Pen¡±.
Le Pen cree poder culminar el proceso de normalizaci¨®n ante una mayor¨ªa de franceses que siempre la han mirado con desconfianza. Su partido, que antes se llamaba Frente Nacional, fue fundado por colaboracionistas con la Alemania nazi. Hace solo cinco a?os, cuando ya hac¨ªa tiempo que hab¨ªa renegado en p¨²blico de las declaraciones antisemitas de fundadores del partido, como su propio padre, tuvo que abandonar entre abucheos una manifestaci¨®n tras el asesinato de una mujer jud¨ªa en Par¨ªs. Esta semana, los miembros del RN han desfilado sin incidentes en una marcha en favor de Israel, como un partido m¨¢s del establishment. Algo ha cambiado.
Mientras tanto, la izquierda francesa se ha dividido tras la matanza de civiles israel¨ªes. La negativa de Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de La Francia Insumisa (LFI), a calificar de ¡°terrorista¡± a Ham¨¢s y su voluntad de equidistancia entre esta organizaci¨®n e Israel ha irritado a sus aliados parlamentarios socialistas, comunistas y ecologistas. Incluso miembros de su grupo se mostraron inc¨®modos.
¡°Nuestra palabra no est¨¢ a la altura de los acontecimientos¡±, dijo el diputado insumiso Fran?ois Ruffin. LFI, primer partido de la izquierda, domina la coalici¨®n. ?Sobrevivir¨¢? La alcaldesa de Par¨ªs, Anne Hidalgo, declar¨® a principios de la semana: ¡°Es hora de poner fin a la mala alianza con Jean-Luc M¨¦lenchon¡±.
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