La contundente victoria del Partido Laborista brit¨¢nico en dos elecciones parciales acerca a Starmer a Downing Street

El terremoto electoral ha pillado a Rishi Sunak en Oriente Pr¨®ximo. La oposici¨®n laborista del Reino Unido ha propinado este jueves a los conservadores una derrota contundente e hist¨®rica en las elecciones parciales celebradas en las circunscripciones electorales de Mid Bedfordshire y Tamworth. El vuelco del voto anticipa una amplia victoria de la izquierda brit¨¢nica en las pr¨®ximas elecciones generales, que deben convocarse como muy tarde para enero de 2025 (aunque crece la sospecha de un adelanto electoral en primavera). El primer ministro intentaba ejercer de estadista en Israel, Arabia Saud¨ª y Egipto, para contribuir a rebajar la tensi¨®n en la zona, mientras su propio partido empieza a convertirse en un hervidero.

Las llamadas by-election, o elecciones parciales, se celebran cada vez que un diputado dimite o es obligado a renunciar a su esca?o en medio de un mandato legislativo. En los comicios celebrados esta semana estaban en juego dos reemplazos muy pol¨¦micos. El de Nadine Dorries, la fiel aliada ¡ªhasta rozar el rid¨ªculo, seg¨²n muchos de sus propios compa?eros¡ª de Boris Johnson, que decidi¨® abandonar la C¨¢mara de los Comunes despu¨¦s de que Sunak se negara a confirmar el t¨ªtulo de ¡°dama¡± que le hab¨ªa conferido su amigo antes de abandonar Downing Street. Y el de Chris Pincher, el ex secretario de Estado que provoc¨® la dimisi¨®n final de Johnson por el esc¨¢ndalo creado cuando, claramente borracho, agarr¨® por los genitales a dos j¨®venes asistentes del Partido Conservador en un conocido ¡°club para caballeros¡± londinense.

Los dos esca?os ven¨ªan precedidos por la pol¨¦mica y el escarnio p¨²blicos, pero los dos eran a su vez terreno seguro para los conservadores desde hace d¨¦cadas. En Mid Berdfordshire, donde se ha impuesto el laborista Alistair Strathern, la derecha dominaba las urnas desde 1931, y en las pasadas elecciones hab¨ªan logrado una ventaja de m¨¢s de 24.000 votos sobre el laborismo. El candidato de la izquierda se ha impuesto este lunes por casi 2.000 papeletas de diferencia, en lo que supone un vuelco que ni los propios laboristas se atrev¨ªan a so?ar.

¡°Se trata de un resultado espectacular que demuestra c¨®mo el laborismo vuelve a ser contemplado como un partido al servicio de los ciudadanos, y que ha redise?ado el mapa pol¨ªtico del pa¨ªs¡±, ha dicho un euf¨®rico Keir Starmer. ¡°Lograr la victoria en estos bastiones conservadores significa que los votantes desean mayoritariamente un cambio, y que est¨¢n dispuestos a depositar su confianza en nuestro partido, despu¨¦s de haber cambiado¡±, ha afirmado.

El l¨ªder de la formaci¨®n, un abogado moderado que ha retomado la senda reformista y prudente de Tony Blair despu¨¦s de barrer hasta el ¨²ltimo vestigio de su antecesor, el izquierdista Jeremy Corbyn, comienza a cosechar los frutos de un giro que provoc¨® muchas tensiones internas, y que culmino a principios de este mes en el congreso de Liverpool, donde Starmer fue aclamado por los suyos.

¡°No hay ya ning¨²n lugar en donde el laborismo no pueda triunfar, y esta noche ha quedado demostrado¡±, ha dicho el candidato Strathern.

En Tamworth, donde el voto hist¨®rico ha sido m¨¢s oscilante, y se ha ajustado en muchas ocasiones al clima electoral de la naci¨®n, los conservadores obtuvieron en 2019 ¡ªla gran victoria de Johnson y su Brexit¡ª una ventaja casi 20.000 votos sobre los laboristas. En la noche del jueves, la candidata de la izquierda, Sarah Edwards, super¨® en m¨¢s de 1.300 papeletas a su rival tory. La circunscripci¨®n suele ser incluida por los expertos en el llamado ¡°muro rojo¡±, la zona de las Tierras Medias de Inglaterra en la que el laborismo fue fuerte durante a?os, antes de que el traum¨¢tico divorcio con la UE inclinara a esos votantes hacia el populismo de Johnson. Edwards ha logrado dar al resultado un giro del 24% en esa tendencia.

¡°Mi mensaje al primer ministro es: m¨®ntate en tu coche oficial, vete al Palacio de Buckingham, y haz lo ¨²nico decente que puedes hacer, que es convocar unas elecciones¡±, ha dicho la candidata despu¨¦s de conocer su victoria.

Las excusas del perdedor

Las reacciones ante una derrota tan dolorosa por parte de los diputados conservadores han variado entre el silencio, las excusas habituales en estas situaciones o el reconocimiento sincero de que tienen ante ellos un problema descomunal. ¡°Est¨¢ claro que hay muchos votantes completamente insatisfechos con este Gobierno, y tenemos por delante mucho trabajo si queremos recuperarlos¡¤¡±, ha admitido Greg Hands, el presidente del Partido Conservador, que atribu¨ªa la derrota al hecho de que muchos de los fieles del partido hab¨ªan decidido en esta ocasi¨®n quedarse en casa y no acudir a las urnas.

¡°Es importante analizar los resultados en su contexto¡±, ha asegurado a la BBC, desde el anonimato al que inclinaban la conmoci¨®n y la incertidumbre de las primeras horas. ¡°El partido en el Gobierno rara vez gana unas elecciones parciales [los electores suelen usarlas como expresi¨®n de castigo y protesta, suger¨ªa]. Y en este caso hab¨ªa razones muy concretas para el voto de castigo¡±, en referencia al esc¨¢ndalo sexual protagonizado por el exdiputado Pincher.

El jarro de agua fr¨ªa lo proporcionaba John Curtice, el soci¨®logo electoral m¨¢s admirado y escuchado en el Reino Unido. ¡°Lo cierto es que en ninguno de ambos casos son derrotas ordinarias del Gobierno¡±, ha advertido. ¡°Ning¨²n Ejecutivo hab¨ªa perdido frente a la oposici¨®n en una circunscripci¨®n tan segura como lo es Tamworth. Estamos hablando de unos giros electorales extraordinarios¡±, ha se?alado Curtice.

Los propios laboristas, comenzando por su coordinador de campa?a, Pat McFadden, intentan ahora rebajar las expectativas de la euforia. Quedan meses para unas posibles elecciones generales, y todav¨ªa hay vestigios de inquietud interna en la formaci¨®n. El completo alineamiento de Starmer con el Gobierno en su apoyo a Israel en su guerra contra Hamas, por ejemplo, ha provocado la dimisi¨®n de varios concejales laboristas musulmanes. El modo expeditivo en que el nuevo l¨ªder acab¨® con el antisemitismo que surgi¨® en las filas laboristas durante la era de Corbyn fue muy apreciado por los votantes moderados, pero dej¨® heridas que a¨²n no han terminado de cicatrizar.

Las se?ales acumuladas hasta ahora, como las victorias en Mid Bedfordshire y en Tamworth, o la obtenida a principios de este mes en la circunscripci¨®n escocesa de Rutherglen y Hamilton (dominada en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas por los independentistas del SNP), sugieren, sin embargo, la posibilidad cada vez m¨¢s real de repetir el tsunami electoral del Nuevo Laborismo de Tony Blair en 1997.

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