¡°Alimentaremos a vuestros hijos con huesos¡±: un proyecto cultural documenta las pintadas de los soldados rusos en Ucrania
La iniciativa Wall Evidence recoge m¨¢s de 400 grafitis y mensajes de las tropas invasoras que pueden servir para probar cr¨ªmenes de guerra
¡°Alimentaremos a vuestros hijos con huesos¡±. Las tropas rusas pintaron este mensaje en letras grandes y oscuras en la Casa de la Cultura de Novii Bikiv, un pueblo en el norte de Ucrania. El invasor ocup¨® el municipio entre febrero y abril de 2022. A 450 kil¨®metros de all¨ª hacia el este, en una aldea de la provincia de J¨¢rkov, otro soldado ruso escribi¨® en una pared la siguiente reflexi¨®n: ¡°No es un crimen de guerra si lo disfrutaste¡±. En las regiones ucranias ocupadas por Rusia es frecuente encontrar grafitis que sirven para amedrentar a la poblaci¨®n o para dejar constancia de su paso en la guerra, pero tambi¨¦n pueden ser pruebas de posibles cr¨ªmenes. Mizhvukhamy, una instituci¨®n cultural ucrania, ha creado el proyecto Wall Evidence para documentar el rastro de estos testimonios escritos, por su valor acad¨¦mico e hist¨®rico, pero tambi¨¦n legal.
Los mensajes para la posteridad que dejan los ej¨¦rcitos son tan antiguos como la guerra misma. En el muro de Adriano, entre lo que es hoy Inglaterra y Escocia, soldados de la 20? legi¨®n romana Valeria Victrix inscribieron sus nombres mientras levantaban en el siglo III d. C. la muralla y sus fuertes; los fascistas italianos dejaron pintadas en Espa?a durante la guerra civil con vivas a Franco y a Mussolini. Las tropas del Kremlin no son la excepci¨®n: la diferencia es que el uso masivo de la telefon¨ªa m¨®vil permite llevar un registro exhaustivo de estos macabros testimonios.
En el mapa de Wall Evidence hay compilados unos 400 escritos, repartidos por las provincias que fueron ocupadas por Rusia y liberadas por Kiev entre febrero y noviembre de 2022. El proyecto se alimenta de las im¨¢genes que env¨ªan ciudadanos o que han sido publicadas en medios de comunicaci¨®n y en las redes sociales. Pocas proceden de territorios todav¨ªa en manos rusas por el riesgo a que las autoridades rusas identifiquen qui¨¦n ha enviado las im¨¢genes, seg¨²n explica Anastasiia Oleksii, responsable de la gesti¨®n de Wall Evidence. De Mariupol se incluye una oficina de correos en la que se ha pintado la palabra ¡°morgue¡±, indicaci¨®n de que, durante el asedio de esta ciudad en 2022, el invasor utiliz¨® aquellas dependencias para amontonar cad¨¢veres de civiles. En la aldea de Basan, en la provincia de Zaporiyia, en las pizarras de las escuelas, con tiza, unidades invasoras escribieron varios mensajes pidiendo perd¨®n.
Un 10% de los escritos registrados en Wall Evidence son mensajes en los que el autor se excusa por el da?o ocasionado. ¡°En la visi¨®n rusa del mundo no existen los conceptos de crimen y arrepentimiento, aunque ellos saben de las atrocidades que cometen, por eso a veces piden perd¨®n, pero nunca son sinceros¡±, escribe Pavlo Haidai, fundador de Mizhvukhamy. Haidai no puede disimular su odio y considera que los rusos ¡°no son humanos¡±. ¡°Hemos aprendido que los rusos viven en un entorno animal hostil en el que es necesario marcar su territorio¡±, a?ade.
Lo cierto es que muchos de los mensajes de arrepentimiento, por la manera en que han sido escritos, delatan tambi¨¦n burla. En una escuela de Trostianets, pueblo del norte de Ucrania, los soldados rusos, acompa?ado de dibujos de banderas y caras sonrientes, apuntaron: ¡°Tampoco nosotros necesitamos esta guerra. Nos han enviado. Perd¨®n. Seguimos ¨®rdenes. Gloria a Rusia. Lo hemos dejado todo un poco patas arriba. Pero los americanos os ayudar¨¢n a limpiarlo¡±. En Katiuzhanka, municipio de camino a Host¨®mel, Bucha e Irpin, donde Naciones Unidas ha documentado m¨²ltiples cr¨ªmenes de guerra rusos, un soldado dej¨® una carta en el domicilio en el que hab¨ªa residido: ¡°Muchas gracias por la comodidad de vuestra casa. Perdonad por la puerta y el jard¨ªn. Gracias por la comida. Que Dios os bendiga. Con amor desde Rusia, paz para vuestro hogar¡±.
Wall Evidence clasifica las inscripciones en nueve grupos: la mayor¨ªa son se?ales de la administraci¨®n militar, desde las famosas letras V y Z, s¨ªmbolo de las unidades militares rusas, a las advertencias de paso prohibido, so pena de ser disparado, o indicaciones de que determinada sala est¨¢ destinada a interrogatorios; tambi¨¦n hay mensajes nacionalistas y amenazas a la poblaci¨®n ucrania; grafitis que despotrican de Occidente, otros que se encomiendan a su fe religiosa y, finalmente, los que evocan las victorias sovi¨¦ticas de la II Guerra Mundial.
Anna Samchuk, soci¨®loga del equipo de Wall Evidence, recuerda que ¡°un grafiti es una huella del estado de su autor en el momento de escribirlo, su proyecci¨®n de la realidad¡±. Seg¨²n el estudio que ha elaborado de la documentaci¨®n, Samchuk detecta tres denominadores comunes: por un lado, pese a la propaganda rusa que inculca que Ucrania es parte de la gran Rusia, los soldados dejan mensajes en los que ¡°ellos asumen que vienen de un pa¨ªs extranjero¡±; por otro lado, estos militares, seg¨²n dice Samchuk, ¡°inconscientemente saben que los pueden matar¡± y ¡°este miedo a morir lo proyectan con el deseo de dejar algo, sus inscripciones¡±. Finalmente, esta soci¨®loga concluye que las amenazas y el hecho de dejar claro que quieren dominar son pruebas de la cultura del invasor: ¡°Porque la dominaci¨®n y la subyugaci¨®n son t¨ªpicos de la cultura rusa y de su manera de interactuar socialmente¡±.
Los soldados identifican en contados casos los regimientos en los que sirven, o incluso sus nombres, pero cuando esto sucede, las autoridades ucranias lo rastrean para esclarecer qu¨¦ unidades ocuparon un lugar y qu¨¦ posibles cr¨ªmenes cometieron. Fue as¨ª como pudo identificarse a uno de los soldados rusos involucrados en la matanza de civiles de Bucha, seg¨²n Oleksii. La responsable de Wall Evidence indica que una firma con un apodo o unas iniciales puede servir para identificar a alguien en sus redes sociales.
En Kozacha Lopan, al norte de J¨¢rkov, los ocupantes rusos establecieron un centro de torturas y de interrogaci¨®n en los s¨®tanos de la estaci¨®n de tren. A 600 metros de la estaci¨®n, en una casa, alguien escribi¨® uno de los lemas que identifican al grupo de mercenarios Wagner: ¡°Nos levantaremos sobre las ruinas de las ciudades ca¨ªdas y escribiremos vuestros nombres en el libro de los muertos¡±. Oleksii a?ade otro ejemplo en el que tambi¨¦n por un lema pudo confirmarse la presencia de los mercenarios de Wagner en una aldea ocupada de Chernihiv: ¡°Dejemos que los que dudan de nuestra paz se ahoguen en sangre. Porque nuestra gracia ser¨¢ despiadada¡±.
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