Rishi Sunak cede ante el ala dura de su partido y restringe ahora las normas de entrada al Reino Unido para los inmigrantes legales

El Partido Conservador del Reino Unido, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada obsesionado con las cifras de inmigraci¨®n, impuls¨® la aventura del Brexit como la respuesta para recuperar el control de las fronteras: Take Back Control, dec¨ªa el eslogan. Tras incumplir esta promesa, el primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, ha decidido que la estrategia deber ser doblar la apuesta. Despu¨¦s de un a?o en el que la pol¨ªtica contra la ...

El Partido Conservador del Reino Unido, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada obsesionado con las cifras de inmigraci¨®n, impuls¨® la aventura del Brexit como la respuesta para recuperar el control de las fronteras: Take Back Control, dec¨ªa el eslogan. Tras incumplir esta promesa, el primer ministro brit¨¢nico, Rishi Sunak, ha decidido que la estrategia deber ser doblar la apuesta. Despu¨¦s de un a?o en el que la pol¨ªtica contra la inmigraci¨®n irregular se ha endurecido hasta niveles insoportables para las organizaciones humanitarias e incompatibles con la legalidad internacional ¡ªdeportaciones a Ruanda, prisiones flotantes en los puertos o restricciones a las solicitudes de asilo¡ª, el Gobierno conservador ha decidido combatir tambi¨¦n la inmigraci¨®n legal.

El reci¨¦n nombrado ministro del Interior, James Cleverly, ha anunciado en la C¨¢mara de los Comunes nuevas normas que complican todav¨ªa m¨¢s la entrada al Reino Unido a trav¨¦s de un visado de trabajo o de medidas de reunificaci¨®n familiar. Si la Ley de Inmigraci¨®n que alumbr¨® el Ejecutivo de Boris Johnson exig¨ªa ya a las empresas que aspiraban a contratar un trabajador extranjero que pagara un salario m¨ªnimo anual de poco m¨¢s de 30.000 euros, el Gobierno de Sunak ha elevado el list¨®n hasta los 45.000 euros, un nivel complicado de alcanzar en sectores como la hosteler¨ªa, la agricultura o la asistencia a las personas dependientes.

En 2010, cuando el hoy recuperado como ministro de Exteriores y entonces reci¨¦n nombrado primer ministro, David Cameron, puso un pie en Downing Street, prometi¨® que reducir¨ªa la cifra de inmigrantes llegados al Reino Unido en ¡°decenas de miles¡±. Ese a?o, el n¨²mero total fue de 252.000 aproximadamente. En el programa electoral de 2019, con el que Boris Johnson logr¨® una espectacular victoria a lomos del Brexit, los conservadores mantuvieron el compromiso de rebajar el saldo neto de inmigrantes. En 2022, la cifra r¨¦cord publicada por la Oficina Nacional de Estad¨ªstica se?al¨® que casi tres cuartos de mill¨®n de personas ¡ª745.000¡ª hab¨ªan llegado al pa¨ªs. La previsi¨®n para 2023 es de 672.000, seg¨²n ha adelantado el propio ministro del Interior.

¡°La inmigraci¨®n que llega a este pa¨ªs es demasiado alta y tiene que ser reducida¡±, ha anunciado Cleverly. Desde su puesto anterior de ministro de Asuntos Exteriores se labr¨® una fama de pol¨ªtico tolerante y moderado. En el puesto de Interior, ocupado previamente por representantes del ala dura conservadora como Priti Patel o Suella Braverman, Cleverly ha comenzado a imitar el tono duro y populista de sus predecesoras.

¡°Los brit¨¢nicos siempre querr¨¢n hacer lo correcto con aquellas personas en situaci¨®n de necesidad, pero tambi¨¦n tienen raz¨®n al querer reducir de manera dr¨¢stica el n¨²mero de inmigrantes. No solo frenando el n¨²mero de personas que llegan a nuestras costas a trav¨¦s de rutas ilegales, sino con una buena gesti¨®n que reduzca la inmigraci¨®n legal. A los ciudadanos les preocupa, con raz¨®n, la escasez de vivienda, las consultas m¨¦dicas colapsadas, el dif¨ªcil acceso a la educaci¨®n y otros servicios p¨²blicos, y ven que sus barrios cada vez est¨¢n m¨¢s poblados¡±, ha asegurado el ministro.

La promesa de 300.000

Cleverly ha expuesto un listado de nuevos compromisos que lograr¨¢, ha dicho, reducir hasta en 300.000 personas anuales la cifra de nuevos inmigrantes. En primer lugar, la decisi¨®n misma de aumentar el sueldo anual requerido para obtener un visado. En segundo lugar, el Gobierno conservador tumba una medida que ¨¦l mismo aprob¨® a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada. Hasta ahora, en aquellos sectores donde se diagnosticaba oficialmente una escasez cr¨ªtica de trabajadores ¡ªdesde recolectores agr¨ªcolas a veterinarios o arquitectos¡ª, las normas permit¨ªan reducir en un 20%, es decir, en unos 6.000 euros, el salario m¨ªnimo anual exigido para contratar a un trabajador extranjero. Ya no ser¨¢ as¨ª. Es la ¨²nica de las decisiones aplaudida por sindicatos y por la oposici¨®n laborista.

A pesar de la necesidad cada vez mayor del Reino Unido de mano de obra extranjera para atender su sanidad p¨²blica y sus servicios sociales de atenci¨®n a los dependientes, Cleverly tambi¨¦n ha endurecido las normas para acceder a este tipo de empleos. Lo ha hecho adem¨¢s introduciendo una sospecha o una acusaci¨®n contra las supuestas intenciones de los reci¨¦n llegados. El Gobierno endurecer¨¢ las normas para que estas personas pueden traer con ellos a sus familias. ¡°Solo un 25% de esas personas dependientes se incorporan al mercado laboral, por lo que muchos de ellos abusan de nuestros servicios p¨²blicos sin contribuir a que la econom¨ªa crezca¡±, ha dicho el ministro, sin especificar cu¨¢ntos de esos son menores que acompa?an, l¨®gicamente, a sus padres en la nueva vida.

Gran parte de los reci¨¦n llegados al Reino Unido son estudiantes extranjeros que, despu¨¦s de pagar sus matr¨ªculas y su estancia, deciden incorporarse al mercado laboral, o facilitan su reunificaci¨®n con familiares. Tambi¨¦n en este caso el Gobierno establecer¨¢ condiciones m¨¢s duras que hagan casi imposibles esas opciones.

Finalmente, si un trabajador con visado llegado al Reino Unido ten¨ªa que pagar casi 730 euros, antes de entrar al pa¨ªs, para costear posibles gastos de la sanidad p¨²blica, la cifra se eleva ahora a los 1.200 euros.

¡°Toda esta estrategia es ca¨®tica. La inmigraci¨®n es importante para el Reino Unido. Hemos ayudado de modo justo a los refugiados de Ucrania o de Hong Kong, y nos beneficiamos del talento de los estudiantes extranjeros. Pero un sistema de inmigraci¨®n debe ser controlado y gestionado para que sea justo y eficaz¡±, ha acusado al ministro la portavoz laborista de Inmigraci¨®n, Yvette Cooper. El principal partido de la oposici¨®n hace equilibrios en un asunto en el que sabe que la opini¨®n p¨²blica est¨¢ dividida, incluso entre sus propios votantes.

La ¨²ltima encuesta publicada por YouGov se?ala que, despu¨¦s de la econom¨ªa y la situaci¨®n de la sanidad p¨²blica, la inmigraci¨®n se ha convertido en el asunto que m¨¢s preocupa a los ciudadanos brit¨¢nicos. Y ese mismo sondeo se?ala que para un 39%, frente a un 37%, es m¨¢s importante reducir la cifra de inmigrantes que potenciar el crecimiento de la econom¨ªa (mucho m¨¢s si esto segundo requiere de la llegada de mano de obra exterior). La obsesi¨®n del Partido Conservador se ha convertido en una crisis existencial de cara a las pr¨®ximas elecciones generales, que deben celebrarse a finales de a?o.

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