Sunak endurece la ley de inmigraci¨®n para lograr el apoyo del ala dura de los conservadores
La norma de Nacionalidad y Fronteras, aprobada por la C¨¢mara de los Comunes, otorga al Gobierno la capacidad discrecional de ignorar ¨®rdenes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos
El mejor modo de calmar cualquier revuelta entre los conservadores brit¨¢nicos m¨¢s reaccionarios es dar una bofetada a una instituci¨®n europea. Rishi Sunak ha elegido d¨¢rsela al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, a cambio de asegurarse la aprobaci¨®n de su nueva ley para combatir la inmigraci¨®n irregular (que el Gobierno brit¨¢nico insiste en denominar oficialmente ¡°inmigraci¨®n ilegal¡±).
La C¨¢mara de los Comunes ha aprobado este mi¨¦rcoles las enmiendas al texto legal, que ha superado este primer tr¨¢mite parlamentario y deber¨¢ ser debatido a continuaci¨®n en la C¨¢mara de los Lores, donde la enmienda incorporada por la ministra del Interior, Suella Braverman, para asegurarse el apoyo mayoritario de su partido se enfrentar¨¢ a serias cr¨ªticas. Como ya ocurri¨® con el Brexit, la C¨¢mara alta es inmune a las consignas partidistas y poco proclive a dar su respaldo a cualquier medida que suponga un desaf¨ªo al derecho internacional.
El Gobierno de Sunak permite, con la nueva modificaci¨®n de la ley, que sus ministros ¨Dprevisiblemente, el del Interior¡ª puedan decidir de modo discrecional si obedecen o no una orden de suspensi¨®n de deportaci¨®n que proceda del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Todav¨ªa escuece en la memoria de los diputados conservadores del ala dura del partido la noche del 14 de junio del a?o pasado, cuando el TEDH fren¨® en seco el despegue del primer avi¨®n que transportaba inmigrantes desde Londres a Kigali, la capital de Ruanda. El Ejecutivo de Boris Johnson hab¨ªa acordado con ese pa¨ªs africano la posibilidad de deportar all¨ª a muchos de los irregulares que llegaban a las costas inglesas, y Sunak ha mantenido viva esa posibilidad. Los diputados conservadores bautizaron como ¡°orden pijama¡± ¡ªpor la hora intempestiva en que fue emitida¡ª a lo que oficialmente se denomina Regla 39 de las Reglas Procesales del TEDH: la posibilidad de imponer una medida cautelar urgente a la decisi¨®n de cualquier Estado miembro de la Convenci¨®n Europea de Derechos Humanos (y el Reino Unido, hasta ahora, lo sigue siendo) ¡°ante la posibilidad de un riesgo inminente o de un da?o irreparable¡±.
Gracias a la nueva enmienda incorporada a la ley, ¡°quedar¨¢ sometido a la discreci¨®n del ministro si suspende o no el ¡®deber¡¯ de expulsar a una persona en el caso de que se haya dictado una medida cautelar urgente [por parte del TEDH]. Esa discreci¨®n ser¨¢ ejercida en exclusiva por el ministro. Es decir, puede suspender la expulsi¨®n y obedecer la medida cautelar, pero no porque as¨ª lo imponga la legislaci¨®n brit¨¢nica¡±. As¨ª de confuso lo ha detallado el secretario de Estado de Inmigraci¨®n, Robert Jenrick, al presentar las nuevas enmiendas ante la C¨¢mara de los Comunes.
El Gobierno de Sunak se protege, y halaga los o¨ªdos de los diputados m¨¢s beligerantes con la inmigraci¨®n, a trav¨¦s de una estrategia doble. Si la nueva ley impone como un ¡°deber¡± inexcusable de cualquier futuro responsable del departamento del Interior ¡ªy, por tanto, sujeto a responsabilidad pol¨ªtica si no lo cumple¡ª la expulsi¨®n de los irregulares que entren al pa¨ªs, tambi¨¦n le otorga la posibilidad de ignorar una orden de suspensi¨®n del TEDH si no le parece motivada. La ley del Reino Unido, dice la enmienda, no obliga a obedecer las decisiones del tribunal de Estrasburgo.
¡°Est¨¢n pidiendo a esta C¨¢mara que d¨¦ su respaldo a una ley que contempla, al menos como posibilidad, que un ministro del Gobierno desobedezca las obligaciones del derecho internacional que este pa¨ªs se comprometi¨® a cumplir... ?No es ese el efecto que se pretende?¡±, ha preguntado a Jenrick, durante el debate parlamentario, el diputado Geoffrey Cox. No era un cualquiera. En su papel de Abogado General del Estado ¡ªel m¨¢ximo asesor legal del Gobierno¡ª durante el mandato de la ex primera ministra Theresa May, su dictamen sobre los acuerdos alcanzados con Bruselas respecto al Brexit hizo tambalear a Downing Street. Su prestigio jur¨ªdico le ha valido el mote de ¡°el Gandalf de los Tories¡±, en alusi¨®n al sabio de la saga de El Se?or de los Anillos, y su cr¨ªtica ha sido la m¨¢s relevante del debate, aunque la suerte de la ley estaba echada.
Los ¡®valores¡¯ de los inmigrantes
La ministra Braverman ha dejado que su secretario de Estado afrontara la mayor parte de las cr¨ªticas durante el debate parlamentario, y solo ha aparecido en la C¨¢mara de los Comunes poco antes de la votaci¨®n. Pero no se ha escondido. Tan dura en su discurso, si no m¨¢s, que su predecesora Priti Patel, Braverman llevaba a cabo una ronda de intervenciones en los medios que a?ad¨ªan m¨¢s le?a al fuego. ¡°La ciudadan¨ªa brit¨¢nica desea mayoritariamente la ley que estamos presentando¡±, ha asegurado en TalkTV, el canal propiedad del magnate Rupert Murdoch. ¡°La gente que llega de modo ilegal tiene una serie de valores extra?os a los de este pa¨ªs. Hemos visto altos niveles de criminalidad relacionados con aquellos que llegan en pateras, en el ¨¢mbito del tr¨¢fico de drogas, la explotaci¨®n sexual o la prostituci¨®n. Supone un desaf¨ªo mucho mayor que el de los propios niveles migratorios¡±, ha dicho Braverman.
La ministra, que ocup¨® el puesto de Abogada General del Estado poco despu¨¦s de Cox y se dedic¨® a defender legalmente las decisiones m¨¢s pol¨¦micas del entonces primer ministro Boris Johnson ¨Dcomo la de incumplir de manera unilateral el Protocolo de Irlanda, para disgusto de Bruselas¡ª, tampoco muestra duda alguna respecto al desaf¨ªo planteado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ¡°El a?o pasado asistimos a una situaci¨®n inaceptable, cuando la entonces ministra del Interior [Priti Patel] decidi¨® deportar a Ruanda a un n¨²mero de personas. Y aunque los tribunales brit¨¢nicos lo permitieron, un juez de Estrasburgo decidi¨® a ¨²ltima hora suspender esa decisi¨®n, socavando as¨ª la autoridad de un Gobierno democr¨¢ticamente elegido¡±, ha explicado Braverman a la BBC.
Sunak es consciente de que m¨¢s de la mitad del electorado, incluido el de izquierdas, ha decidido elevar a prioridad pol¨ªtica la llegada de inmigrantes irregulares a las costas inglesas. Las cifras son elevadas ¡ª45.000, el a?o pasado¡ª, si bien no comparables en su dimensi¨®n a las de los pa¨ªses del sur de la UE. Sin embargo, todas las medidas anunciadas por el Gobierno brit¨¢nico (expulsi¨®n inmediata de los reci¨¦n llegados, deportaci¨®n a Ruanda, retenci¨®n en una prisi¨®n flotante...) han sido respaldadas, seg¨²n las encuestas, por la mayor¨ªa de los brit¨¢nicos.
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