Sarkozy alerta contra el conformismo en la pol¨ªtica: ¡°En Occidente vamos hacia atr¨¢s¡±
El expresidente de Francia reclama en Madrid una reforma de la ONU para adaptarla al siglo XXI y reivindica la fortaleza del eje Par¨ªs-Berl¨ªn que construy¨® con Merkel: ?Qui¨¦n es hoy el canciller alem¨¢n?, ironiza
Nicolas Sarkozy ha aprovechado este lunes la presentaci¨®n de su libro en Madrid para hacer una reivindicaci¨®n de la pasi¨®n. En la pol¨ªtica y en la vida. Pero, sobre todo, en lo que ¨¦l considera que fueron sus a?os en el El¨ªseo. El presidente de Francia entre 2007 y 2012 ha alertado del riesgo de la complacencia en los tiempos actuales, ha reivindicado su condici¨®n de hombre mediterr¨¢neo que ama la lectura por encima de todo y ha resaltado sus estrechos v¨ªnculos con Espa?a y con la plana mayor del PP ¡ªentre otros, el expresidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (¡±un amigo¡±) y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso (¡±Usted me rejuvenece. Me gustan los luchadores. En la pol¨ªtica no hay que agachar la cabeza¡±)¡ª que ha acudido a arroparlo a la presentaci¨®n de Los a?os de las luchas (Alianza Editorial, con traducci¨®n de Manuel Cuesta) en el hotel Ritz.
El acto, que ha contado con la participaci¨®n de la periodista de TVE Ana Blanco, pas¨® por alto las cuentas pendientes que el fundador de Los Republicanos ¡ªel partido de la derecha tradicional francesa, en sus horas m¨¢s bajas¡ª tiene con la justicia: dos condenas por corrupci¨®n y financiaci¨®n ilegal (recurridas y en suspenso). Tambi¨¦n espera juicio por un tercer caso y ha sido imputado por un cuarto.
¡°La vida solo se puede vivir con pasi¨®n. Vivir sin pasi¨®n es tan aburrido. La pol¨ªtica es fant¨¢stica porque hace so?ar. Es algo grande, ¨¦pico¡±, ha dicho al echar la vista hacia atr¨¢s, hacia una ¨¦poca en la que a¨²n hab¨ªa grandes l¨ªderes, frente a la actual, con ministros que acuden a su trabajo en bicicleta. ¡°El pueblo se identifica con personas con visi¨®n. No quieren que sea su vecino, sino un l¨ªder¡±, ha a?adido ante un p¨²blico entregado. ¡°24 millones de personas vieron el debate que tuve con la candidata socialista ¡ªS¨¦gol¨¨ne Royal, un nombre que ¨¦l no ha querido recordar¡ª. Y luego gan¨¦ con un 84% de participaci¨®n¡±.
¡°Nunca hemos tenido tanta necesidad de tomar decisiones r¨¢pidas y nunca antes se ha cuestionado tanto el liderazgo. En Occidente vamos hacia atr¨¢s. Hay riesgo de desaparici¨®n¡±, ha asegurado. Uno de los ejemplos de la escasa altura de miras de la pol¨ªtica actual es, seg¨²n Sarkozy, la obsesi¨®n por reducir la jornada laboral: una iniciativa que ha planteado el Gobierno espa?ol y que ¨¦l considera nociva: ¡°En Francia ya lo hemos experimentado y puedo decirles que a¨²n no nos hemos recuperado. El teletrabajo es televisi¨®n, no teletrabajo¡±.
Sobre Gaza y Ucrania, los dos conflictos que m¨¢s preocupan en Europa, ha sido claro. Sobre el primero, ha insistido en la necesidad de que Francia est¨¦ del lado de Israel. Pero tambi¨¦n en la convivencia pac¨ªfica con los palestinos y la soluci¨®n de los dos Estados, ¡°la ¨²nica posible¡±. Pero, sobre todo, ha insistido en la necesidad de renovar la ONU, un organismo creado tras las II Guerra Mundial, para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI: ¡°No puede ser que el Consejo de Seguridad no tenga ning¨²n miembro permanente de ?frica ni de Latinoam¨¦rica¡±.
Sobre Ucrania, son ya conocidas sus posiciones. Critica la invasi¨®n rusa, s¨ª; pero tambi¨¦n la respuesta de Occidente. En el libro, Sarkozy arremete contra el apoyo a Ucrania de Estados Unidos y la UE ¡°hasta el final y todo el tiempo que haga falta¡±. ¡°Dicho as¨ª, suena claro, rotundo y definitivo. El problema es que nadie explica nunca en qu¨¦ consiste exactamente el ¡®hasta el final¡±, escribe. Y no tiene dudas sobre lo indeseable de que Kiev entre en la UE y en la OTAN con el argumento de que Ucrania ha de funcionar como un puente entre Europa y Rusia. ¡°Cortar un puente por uno de sus dos extremos equivale a destruirlo. En lo que a la estabilidad del continente se refiere, es dif¨ªcil que haya una estrategia peor¡±, contin¨²a en Los a?os de las luchas. Al hablar de Vlad¨ªmir Putin, Sarkozy ha recordado una bronca discusi¨®n que tuvo con el jefe del Kremlin en 2008, tras la invasi¨®n rusa de Georgia. Seg¨²n el franc¨¦s, esta charla ayud¨® a que esa crisis se encauzara, a diferencia de lo que ahora ha pasado con Ucrania.
Aznar, un amigo
Durante su charla en el Ritz, ha dejado claro sus simpat¨ªas y antipat¨ªa con los l¨ªderes de su ¨¦poca. Para Aznar ¡ªpresente en la primera fila¡ª tuvo las palabras m¨¢s cari?osas. Es no solo un ¡°amigo¡± sino una ¡°fuente de inspiraci¨®n¡±. ¡°En los tiempos del presidente Aznar a nadie se le habr¨ªa ocurrido tomar una decisi¨®n importante sin consultarle. No siempre ha tenido un car¨¢cter f¨¢cil. Yo tampoco. Por eso siempre hemos sido amigos¡±.
De la canciller alemana Angela Merkel dijo que posiblemente no haya persona m¨¢s distinta que ¨¦l. Pero quiz¨¢s por eso funcion¨® su relaci¨®n, que impuls¨® el eje Par¨ªs-Berl¨ªn. ?l mismo ha recordado el sobrenombre que les puso la prensa: Merkozy. ¡°Ella es lenta. Yo tengo prisa. Ella espera al ¨²ltimo momento. A m¨ª me da miedo no llegar a la hora. Tuvimos que construir una pareja. Tuvimos diferencias, pero nunca lo supo nadie. Ella me aportaba su solidez y yo aportaba mi agilidad. ?Qui¨¦n recuerda ahora el nombre del canciller alem¨¢n?¡±.
La cosa ya cambia con el expresidente de Estados Unidos Barak Obama. Aunque reconoce que su elecci¨®n supuso un shock positivo en un pa¨ªs que en los a?os ochenta a¨²n ten¨ªa restaurantes donde no se admit¨ªa la entrada a gente de color, es obvio que Sarkozy no le tiene una gran simpat¨ªa: ¡°Hablaba bien. Era guapo. Pero fr¨ªo. Y estaba preocupado ¨²nicamente por su imagen. Fue una decepci¨®n para m¨ª¡±. Su opini¨®n sobre el expresidente franc¨¦s Fran?ois Mitterrand tampoco parece estupenda. ¡°El poder no debe secar los sentimientos. Fui ministro con Mitterrand. Fue un gran hombre, pero a veces me preguntaba si estaba vivo. Daban ganas de sacudirlo¡±.
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