Ucrania se asoma al abismo de una guerra larga contra Rusia
Mientras el apoyo de Occidente a Kiev zozobra, la contraofensiva se desploma y la ciudadan¨ªa empieza a sentir fatiga. El Kremlin aprovecha para sembrar la idea de congelar el conflicto
Tres d¨ªas a la semana, Marina y Artem acuden a clase bajo tierra. Su escuela es un cub¨ªculo prefabricado instalado en el metro de J¨¢rkov para proteger a los ni?os de los ataques rusos contra la que fue la segunda ciudad m¨¢s poblada de Ucrania. Al sur, en la recuperada Jers¨®n, la Administraci¨®n ha construido casetas acorazadas en varias calles para dar algo de resguardo contra la lluvia de artiller¨ªa que el Kremlin lanza con fruici¨®n contra la localidad en la que sufri¨®, en oto?o de 2022, su peor derrota. En Ucrania, todo un ramillete de soluciones temporales ha adquirido cierta permanencia. Ah...
Tres d¨ªas a la semana, Marina y Artem acuden a clase bajo tierra. Su escuela es un cub¨ªculo prefabricado instalado en el metro de J¨¢rkov para proteger a los ni?os de los ataques rusos contra la que fue la segunda ciudad m¨¢s poblada de Ucrania. Al sur, en la recuperada Jers¨®n, la Administraci¨®n ha construido casetas acorazadas en varias calles para dar algo de resguardo contra la lluvia de artiller¨ªa que el Kremlin lanza con fruici¨®n contra la localidad en la que sufri¨®, en oto?o de 2022, su peor derrota. En Ucrania, todo un ramillete de soluciones temporales ha adquirido cierta permanencia. Ahora que el apoyo occidental parece menguar y algunos dudan de si resistir¨¢; cuando la esperada contraofensiva ucrania no ha logrado los objetivos deseados y Rusia se ha enrocado en sus posiciones y trata de ganar terreno en el flanco oriental, Ucrania se asoma al abismo de una guerra larga.
¡°Nadie sabe cu¨¢ndo acabar¨¢¡±, admiti¨® el presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, el pasado martes. ¡°Incluso expertos, nuestros comandantes y nuestros socios occidentales que dicen que esta es una guerra para a?os, lo desconocen¡±, remarc¨® el dirigente en su rueda de prensa anual, en la que zanj¨® con un ¡°no¡± rotundo la pregunta de si Ucrania est¨¢ perdiendo la guerra. El jefe del Kremlin, Vlad¨ªmir Putin, no ha logrado sus objetivos de fulminar la soberan¨ªa de Ucrania y lucha ahora por tomar pedazos de terreno asolado por los combates y por hacerse con puntos de apoyo para mejorar sus posiciones y lanzar nuevos ataques a gran escala.
Mosc¨² no ha abandonado sus metas, y varios informes de inteligencia de Estados Unidos indican que la ca¨ªda del apoyo occidental ¡ªsobre todo econ¨®mico, pero tambi¨¦n diplom¨¢tico¡ª puede derivar en el derrumbe de la capacidad de defensa ucrania. ¡°La situaci¨®n actual no es un estancamiento estable, el actual equilibrio inestable podr¨ªa inclinarse en cualquier direcci¨®n por las decisiones tomadas en Occidente¡±, remarca el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de an¨¢lisis con sede en Washington que sigue la situaci¨®n en el terreno a diario.
Ese sost¨¦n occidental ha empezado a zozobrar. Un temblor al que se suma, se?ala la analista Maria Avdeeva, la perspectiva de turbulencias pol¨ªticas en EE UU, donde las luchas internas (sobre todo por los republicanos) mantienen congelados unos 50.000 millones de euros prometidos a Ucrania y donde en oto?o habr¨¢ elecciones a la Casa Blanca en las no se descarta un desembarco (de nuevo) del republicano Donald Trump. El expresidente populista no solo ha cuestionado la pol¨ªtica de Joe Biden para Ucrania sino que tiene una relaci¨®n complicada con el pa¨ªs.
M¨¢s cerca, en la Uni¨®n Europea, que ha dado la mayor victoria a Kiev en meses al abrir con el pa¨ªs negociaciones de adhesi¨®n, los l¨ªderes buscan la f¨®rmula para lanzar un salvavidas econ¨®mico de 50.000 millones de euros, a pagar entre 2024 y 2027, que hace una semana vet¨® el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n. ¡°El dinero llegar¨¢ s¨ª o s¨ª, hay varias soluciones creativas como plan B e incluso plan C¡±, asegura una alta fuente comunitaria, que reconoce sin embargo, que el retraso es un jarro de agua fr¨ªa al pa¨ªs invadido por Rusia.
Los fondos estadounidenses son m¨¢s flexibles y se pueden usar para pagar material militar, pero el salvavidas europeo se dirige a cubrir gastos corrientes, explica la diputada Maria Mezentseva, del partido Servidor del Pueblo (la formaci¨®n de Zelenski), que encabeza el comit¨¦ para asuntos europeos de la Rada (el Parlamento ucranio) y que se muestra confiada en que la ayuda llegar¨¢. La UE ha dise?ado el nuevo instrumento como un compromiso de seguridad a largo plazo para mantener a flote el pa¨ªs. Mientras el alto representante para Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell, trata de desencallar nuevos fondos para material militar y de promover que Ucrania reciba ese mill¨®n de rondas de artiller¨ªa que los Estados miembros prometieron en marzo. En junio habr¨¢, adem¨¢s, elecciones al Parlamento Europeo, y Ucrania tambi¨¦n marcar¨¢ la campa?a.
La necesidad de fondos son el elemento concreto. Pero hay otros m¨¢s intangibles que sobrevuelan todo el pa¨ªs. A la vez, con la habitual iron¨ªa ucrania, uno de los memes m¨¢s compartidos estos d¨ªas muestra a un grupo de lobos que trata de abrir, desde lejos y con un palo, la puerta hacia 2024. En el meme se lee ¡°Ay¨²dame se?or¡±.
Avance lento en el frente
Con el desplome de la contraofensiva ¡ªse han recuperado poco terreno y se ha avanzado lento, unos cuantos metros al d¨ªa¡ª y la falta de metas p¨²blicas a corto o medio plazo, como la que ofreci¨® esa operaci¨®n ¡ªno solo para los ucranios, tambi¨¦n para los aliados¡ª, no se ve de momento un punto de inflexi¨®n ventajoso. ¡°Hay temor a que la guerra se congele, pero tambi¨¦n a nuevos ataques a gran escala¡±, apunta Avdeeva. La perspectiva de unirse al club comunitario, adem¨¢s, se percibe m¨¢s como una ganancia a largo plazo, sigue la analista. Y Ucrania busca objetivos m¨¢s cercanos.
A la vez, como un ruido de fondo y aprovechando la desaz¨®n ucrania, las dudas sobre el apoyo occidental y que el foco est¨¢ ahora en la guerra de Israel contra Ham¨¢s, el Kremlin va lanzando que est¨¢ dispuesto a abrir conversaciones de paz para congelar el conflicto, ahora que controla un 20% del territorio de Ucrania. Las tropas de Mosc¨² han sufrido grandes p¨¦rdidas. Una fuente de inteligencia occidental avisa de que las insinuaciones que Putin hace¡ªtambi¨¦n recogidas por The New York Times a trav¨¦s de varios altos cargos rusos y estadounidenses¡ª, mientras reafirma que sus intenciones e intereses militares no han cambiado, son ¡°una forma de sembrar¡± dudas y una posible fatiga. Tanto en Ucrania, como en Occidente.
En Dnipr¨®, en el centro del pa¨ªs, se ha instalado una cierta normalidad. Los restaurantes y caf¨¦s est¨¢n abiertos. Y llenos. En uno de los grandes bulevares se ha instalado un ¨¢rbol de Navidad. A la vez, gran parte de la ciudadan¨ªa est¨¢ exhausta. Hay cansancio, cierta tristeza. Pero no hay derrotismo. Varias encuestas recientes indican que la poblaci¨®n no est¨¢ dispuesta a ceder territorios.
¡°Quiz¨¢ es que nos olvidamos muy r¨¢pido de momentos mucho peores que hemos vivido, como el invierno pasado¡±, remarca Serhii Moliasov, con un gorro de lana en la mano. Hace fr¨ªo, pero de momento el invierno est¨¢ siendo m¨¢s ben¨¦volo que el pasado. Este a?o, adem¨¢s, las defensas a¨¦reas reforzadas con la ayuda occidental han evitado que el Kremlin alcance la infraestructura energ¨¦tica y utilice la carta del fr¨ªo, como el pasado diciembre, donde muchos tuvieron que pasar semanas sin luz ni calefacci¨®n y conseguir un generador era dif¨ªcil. La pasada Navidad ¨Deste a?o, Ucrania celebra esta fiesta mayoritariamente el 24 de diciembre, acerc¨¢ndose m¨¢s a la tradici¨®n occidental¨D transcurri¨® a oscuras en Dnipr¨® y otras muchas ciudades.
En el frente, muchos soldados est¨¢n m¨¢s que exhaustos. ¡°Es como vivir todos los d¨ªas el mismo d¨ªa. Una y otra vez¡±, dice Maksim, que combate en una brigada de infanter¨ªa en el lodo de Donb¨¢s. ¡°Pero retirarse no es una opci¨®n, es una cuesti¨®n existencial para nosotros aqu¨ª y nuestras familias en casa¡±, comenta mientras apura un cigarrillo en Kostiantinivka, a pocos kil¨®metros de Bajmut, la ciudad que cay¨® en manos rusas a principio de verano. Hay poca rotaci¨®n y son muy escasos los nuevos voluntarios. Con la falta de reclutas ¡ªhay llamada a filas en ciertas zonas, tambi¨¦n pol¨¦mica por c¨®mo se han realizado y casos de soborno para evitarlas¡ª Zelenski ha dejado caer que puede decretar una movilizaci¨®n a gran escala. El ej¨¦rcito necesita medio mill¨®n de nuevos soldados, seg¨²n ha informado el presidente ucranio.
Llamada a filas
La decisi¨®n podr¨ªa crear grandes tensiones y enfado con el Gobierno y con el presidente, cuya popularidad ha ca¨ªdo a la vez que hay ciertas fisuras pol¨ªticas y una oposici¨®n que quiere asomar la cabeza. La decisi¨®n, no obstante, no est¨¢ tomada, ha precisado Zelenski. Tambi¨¦n es posible, apunta una fuente de inteligencia occidental, que la movilizaci¨®n llegue, pero que sea menor a la cifra que el presidente ha puesto sobre la mesa, para contener la reacci¨®n.
Ucrania vive ahora dos realidades. La del frente de batalla y las trincheras. La del combate con drones e intercambio de artiller¨ªa del frente de Kupiansk. La lucha casi cuerpo a cuerpo en lugares como Avdiivka. La de las lanzaderas en balsas del frente de Jers¨®n, donde algunos soldados se quejan de la falta de combustible. Y otra, en la capital, en las vibrantes ciudades del oeste o incluso en la siempre canalla Odesa, la perla del mar Negro y el puerto m¨¢s importante del pa¨ªs. Esas dos realidades hacen tambi¨¦n, explica la psic¨®loga Oleksandra Bolshakova, que la amenaza sea menos tangible de manera directa para algunos, que la perciben como algo m¨¢s lejana y no como una cuesti¨®n de supervivencia f¨ªsica. Y eso influye tambi¨¦n en el reclutamiento, cree Bolshakova.
El equilibrio es complicado. La ciudadan¨ªa remarca que el objetivo final es recuperar el territorio de Ucrania hasta las fronteras reconocidas internacionalmente, es decir, con la pen¨ªnsula de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014, los territorios ocupados de Donb¨¢s en esos a?os y el resto que el Kremlin tom¨® en esta invasi¨®n a gran escala. Pero hay quien reclama un horizonte m¨¢s cercano para seguir remando. El Gobierno, mientras, ha remarcado que no volver¨¢ a poner en la mesa los objetivos concretos como en la fallida contraofensiva de primavera, ya que eso puede perjudicar la lucha. ¡°Es normal, estamos en guerra, pero esta incertidumbre de no saber qu¨¦ va a pasar de aqu¨ª a un mes, una semana, te atenaza el cerebro¡±, remata Moliasov.
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