La ampliaci¨®n del conflicto en Oriente Pr¨®ximo aumenta los problemas de Biden a 10 meses de las elecciones
El presidente de EE UU afronta la negativa de Netanyahu a un Estado palestino, los ataques hut¨ªes en el mar Rojo y cr¨ªticas cada vez m¨¢s extendidas entre las filas dem¨®cratas
¡ª?Est¨¢n parando los ataques estadounidenses a los hut¨ªes?
¡ªNo.
¡ª?Van a continuar?
¡ªS¨ª.
Este breve di¨¢logo entre periodistas y el presidente Joe Biden esta semana resum¨ªa en dos l¨ªneas la posici¨®n en la que se encuentra Estados Unidos en Oriente Pr¨®ximo. La Casa Blanca no quer¨ªa, bajo ninguna circunstancia, un conflicto en la regi¨®n y menos en un a?o electoral, pero se ve cada vez m¨¢s arrastrada a una crisis en la que se multiplican los puntos de tensi¨®n, mientras se ocupa de las exigencias opuestas de sus aliados ¨¢rabes y de Israel. En el ¨¢mbito interno, sus posiciones sobre la guerra contin¨²an acumulando cr¨ªticas dem¨®cratas cuando quedan menos de 10 meses para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
La posici¨®n de Washington en el conflicto ¡ªapoya a Israel alegando el derecho de este pa¨ªs a destruir a la milicia radical palestina Ham¨¢s y defender su seguridad, y le entrega armas al tiempo que le reclama contenci¨®n y cuidado hacia las vidas civiles¡ª le ha dejado entre la espada y la pared en Oriente Pr¨®ximo, a medida que aumenta el n¨²mero de v¨ªctimas civiles palestinas en Gaza, ya cercanas a las 25.000.
Mientras arrecian las cr¨ªticas de otras naciones, y su credibilidad como defensor de los derechos humanos se desploma especialmente en el Sur Global, EE UU necesita desesperadamente evitar que la guerra se expanda, responder a sus enemigos con contundencia pero sin causar una escalada, y contentar a unos socios con intereses dispares. Por una parte, los pa¨ªses ¨¢rabes le reclaman que ejerza su influencia para controlar a Israel y lograr el fin de la guerra; al mismo tiempo, Israel hace caso omiso casi por completo a sus presiones e insiste en continuar la ofensiva hasta eliminar a Ham¨¢s.
Los focos proliferan. Este s¨¢bado, varios misiles lanzados por milicias proiran¨ªes golpeaban la base ¨¢rea Al Assad, de la coalici¨®n que encabeza en Irak, y dejaban varios heridos. En Israel, tras semanas en las que las tensiones entre las dos capitales han sido cada vez m¨¢s evidentes, el primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu se ha negado de modo tajante a aceptar un Estado palestino, el pilar en el que Washington basa su proyecto para Oriente Pr¨®ximo para el d¨ªa despu¨¦s de la guerra. Israel, aseguraba el l¨ªder del Likud el jueves, necesita mantener el control de seguridad de ¡°todo el territorio al oeste del Jord¨¢n¡±. Las milicias hut¨ªes respaldadas por Ir¨¢n en Yemen continuaban las agresiones contra buques en el mar Rojo y el golfo de Ad¨¦n, pese a los cinco ataques a¨¦reos estadounidenses en una semana contra objetivos de ese grupo para neutralizar su capacidad de golpear.
La Casa Blanca insiste en que su estrategia se mantiene. En sus cuatro viajes a la regi¨®n desde que estall¨® el conflicto en octubre, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ha ido perge?ando una propuesta que prev¨¦, a cambio del ¡°s¨ª¡± de Israel a un Estado palestino, la colaboraci¨®n de Arabia Saud¨ª en la reconstrucci¨®n de Gaza, y ¡ªel plato fuerte de la oferta a Netanyahu¡ª la normalizaci¨®n de relaciones entre Israel y Riad.
Palestina desmilitarizada
En unas breves declaraciones a los medios poco despu¨¦s de hablar con el primer ministro israel¨ª, Biden sosten¨ªa que la soluci¨®n de dos Estados es posible durante el mandato de Netanyahu. Y que este no descarta ¡°todas¡± las posibles formas de un futuro Estado palestino. Una opci¨®n para hacer m¨¢s aceptable la propuesta al l¨ªder israel¨ª, seg¨²n explic¨® Biden a los periodistas, ser¨ªa una Palestina desmilitarizada. ¡°Hay varios pa¨ªses miembros de la ONU que no tienen un ej¨¦rcito propio. Varios pa¨ªses que tienen limitaciones¡±. ¡°Creo ¡ªagreg¨®¡ª que hay modos en que esto podr¨ªa funcionar¡±.
¡°Realmente es el ¨²nico camino que aporta paz y seguridad a todos y, adem¨¢s, no es algo imposible, es algo que se puede conseguir¡±, defend¨ªa esta semana el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jack Sullivan, en el Foro Econ¨®mico Mundial de Davos (Suiza).
Frente al optimismo de la Casa Blanca, otros expertos se muestran m¨¢s esc¨¦pticos en que Israel pueda aceptar ahora algo a lo que ha puesto cada vez m¨¢s obst¨¢culos a lo largo del ¨²ltimo cuarto de siglo. ¡°La Administraci¨®n parece creer que una de las maneras en que puede conseguir el visto bueno israel¨ª es a trav¨¦s de Arabia Saud¨ª, b¨¢sicamente promoviendo la normalizaci¨®n y consiguiendo que los israel¨ªes cambien sus t¨¢cticas en Gaza. Pero eso es improbable que ocurra. Ahora mismo, las demandas y requisitos saud¨ªes sobre Israel son demasiado altos¡±, apunta Steve Cook, del think tank Consejo de Relaciones Exteriores, por videoconferencia. Riad exige un alto el fuego como condici¨®n indispensable para abordar su participaci¨®n en la reconstrucci¨®n o la normalizaci¨®n de lazos con Israel.
Las complicaciones para Estados Unidos en la regi¨®n quedaban tambi¨¦n de manifiesto esta semana a 2.200 kil¨®metros de Israel, en aguas del mar Rojo, donde los grupos hut¨ªes respaldados por Ir¨¢n hostigan con misiles y drones a los barcos mercantes sin que los cinco ataques estadounidenses en una semana contra objetivos de esa milicia en Yemen los hayan detenido.
En este caso, Washington ha optado por una combinaci¨®n de uso moderado tanto de la fuerza ¡ªsus ataques han tenido un alcance limitado¡ª como de sus herramientas diplom¨¢ticas, para evitar una escalada en la que Ir¨¢n se implicase directamente. A comienzos de esta semana inclu¨ªa al movimiento Huthi en su lista de Grupos Terroristas Especialmente Designados, una iniciativa que impone sanciones econ¨®micas contra la milicia, pero no llega tan lejos como las que hubiera representado su ingreso en la lista de Organizaciones Terroristas Extranjeras. Adem¨¢s, ha dado un plazo de 30 d¨ªas para la entrada en vigor de la medida para minimizar el impacto en la entrada de ayuda humanitaria a Yemen, seg¨²n la Casa Blanca.
En s¨ª, la designaci¨®n como Grupo Terrorista Especialmente Designado no tendr¨¢ un gran impacto, considera Kirsten Fontenrose, del think tank Atlantic Council. ¡°Pero es importante para EE UU demostrar que utiliza todas sus herramientas como Estado, y no solamente medidas militares, para asegurarse de que la comunidad internacional percibe claramente que el pa¨ªs act¨²a de modo responsable y en el inter¨¦s del mundo¡±, matiza la experta.
La respuesta militar estadounidense tambi¨¦n ha sido relativamente moderada. C¨¢lculos preliminares estadounidenses consideran que sus fuerzas han destruido una cuarta parte de la capacidad de ataque de los hut¨ªes. La Administraci¨®n Biden insiste en que no desea un enfrentamiento con esta milicia islamista ni una ampliaci¨®n de la guerra en Yemen, pero los ataques del grupo les obligaron a intervenir para proteger una v¨ªa mar¨ªtima por la que pasa entre el 12% y el 15% del comercio mundial. ¡°Seguimos comprometidos con la resoluci¨®n del conflicto en Yemen¡± y un alto el fuego duradero entre ese grupo y Arabia Saud¨ª, declaraba esta semana un alto cargo que habl¨® bajo la condici¨®n del anonimato.
¡°EE UU no pod¨ªa permitirse que sus advertencias sobre graves consecuencias si las actividades [hut¨ªes] fueran percibidas como algo hueco. Otras potencias hostiles m¨¢s all¨¢ de Ir¨¢n, como Rusia o China, podr¨ªan tratar de capitalizar de inmediato cualquier se?al de flaqueza estadounidense¡±, considera Michael Nagata, del Middle East Institute en Washington. ¡°Pero estos ataques a¨¦reos no aportan una soluci¨®n estrat¨¦gica, aunque sean necesarios¡±, apunta. Mientras Ir¨¢n mantenga su capacidad de respaldar a su red de grupos afines en la regi¨®n, ¡°puntos vitales como el mar Rojo ser¨¢n m¨¢s y m¨¢s vulnerables. Y EE UU no puede defenderlo todo¡±.
Rechazo interno
Los problemas de Biden en Oriente Pr¨®ximo se extienden tambi¨¦n al terreno interno, donde la incomodidad por la sangrienta ofensiva israel¨ª en Gaza va cundiendo entre las filas dem¨®cratas. Este viernes, cinco senadores de este partido se sumaron al apoyo a una medida que ya cuenta con 18 patrocinadores en la C¨¢mara alta y condicionar¨ªa la asistencia militar de EE UU a Israel a que este aliado use ese armamento de acuerdo con el derecho internacional.
Otra enmienda dem¨®crata busca asegurarse de que el Congreso deba aprobar las transferencias de armas a Israel, para evitar que Biden pase por encima de la instituci¨®n para ordenar esos env¨ªos, como hizo dos veces en diciembre. A comienzos de esta semana, 11 senadores respaldaron una propuesta del legislador Bernie Sanders que obligar¨ªa a la Casa Blanca a examinar posibles violaciones israel¨ªes de los derechos humanos.
Con todo, ¡°la fuente de turbulencias m¨¢s preocupante¡± para la Administraci¨®n ¡°procede de la falta de progresos en impedir una escalada regional m¨¢s amplia¡±, apunta Brian Katulis, del Middle East Institute. ¡°Los acontecimientos de la ¨²ltima semana, incluidos los ataques continuos en el mar Rojo, Yemen, L¨ªbano, Siria e Irak, adem¨¢s del conflicto en Gaza, apuntan a la debilidad de la postura que fij¨® el equipo de Biden cuando comenz¨® este conflicto hace m¨¢s de 100 d¨ªas [...]. Las turbulencias de las ¨²ltimas semanas pueden apuntar a nuevos problemas m¨¢s adelante¡±, concluye este analista.
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