Las protestas de agricultores marcan la agenda electoral europea
Las manifestaciones y cortes de carretera desaf¨ªan la ambiciosa hoja de ruta verde de la UE y alimentan el discurso euroesc¨¦ptico y negacionista de las fuerzas m¨¢s ultras que aspiran a ganar peso en las elecciones europeas de junio
El paso de un millar de camiones por las calles de Bruselas rumbo a las instituciones europeas el pasado jueves hizo temblar muchas ventanas. Y a m¨¢s de un pol¨ªtico. Dentro y fuera de la capital comunitaria. A cuatro meses de las elecciones europeas de junio, que servir¨¢n tambi¨¦n en muchos pa¨ªses como bar¨®metro pol¨ªtico nacional, el malestar del campo, que est¨¢n tratando de capitalizar sin disimulo las fuerzas m¨¢s ultras de toda Europa, ha empezado a marcar una agenda electoral en la que la amenaza de un refuerzo de la extrema derecha euroesc¨¦ptica y negacionista clim¨¢tica asoma m¨¢s que nunca.
El nerviosismo es patente, como se ha visto en las recientes concesiones r¨¢pidas de la Comisi¨®n Europea a los agricultores: no se hab¨ªan retirado a¨²n los tractores de la capital belga cuando el Ejecutivo europeo, presidido por la conservadora alemana Ursula von der Leyen, que todav¨ªa debe revelar si aspirar¨¢ a un nuevo mandato, hab¨ªa accedido ya derogar un a?o m¨¢s la exigencia de dejar un porcentaje m¨ªnimo de barbecho cada a?o y promet¨ªa que este mismo mes presentar¨¢ un plan para reducir la ¡°carga administrativa¡± de los agricultores.
Hay motivos para que Bruselas se inquiete. Un reciente estudio del European Council of Foreign Relations (ECFR) viene a confirmar lo que diversas proyecciones advierten desde finales del a?o pasado: en los comicios al Parlamento Europeo de junio, el giro a la derecha en muchos pa¨ªses llevar¨¢ a una p¨¦rdida de esca?os del centro y la izquierda. De acuerdo con el estudio, los populistas antieuropeos podr¨ªan liderar las votaciones hasta en nueve pa¨ªses, entre ellos Francia, B¨¦lgica, Italia o Pa¨ªses Bajos, mientras que se situar¨ªan en segundo o tercer lugar en otros nueve de los 27 Estados miembros, entre ellos en Espa?a y Portugal.
De ratificarse estos pron¨®sticos, la nueva configuraci¨®n de la Euroc¨¢mara en julio podr¨ªa poner en riesgo algunas de las pol¨ªticas europeas garantizadas hasta ahora por la tradicional alianza de los socialdem¨®cratas de S&D, los liberales de Renew y los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE). Una de las primeras v¨ªctimas ser¨ªa, advierten todas las encuestas, la pol¨ªtica medioambiental, que tom¨® gran impulso durante este mandato con el ambicioso Pacto Verde europeo, convertido en uno de los anatemas para las fuerzas ultras y euroesc¨¦pticas.
Tanto S&D como Renew aseguran seguir apostando por ¨¦l. ¡°No es incompatible la defensa de un sector estrat¨¦gico para la UE, como es la agricultura, con la defensa del medio ambiente¡±, sostiene la presidenta de S&D, la espa?ola Iratxe Garc¨ªa, en declaraciones a EL PA?S. Para la flamante presidenta de Renew, Val¨¦rie Hayer, ¡°los agricultores conocen perfectamente la utilidad de Europa. No reclaman un Exit, sino que les hagamos la vida m¨¢s f¨¢cil y que los apoyemos¡±, afirma esta hija, hermana y nieta de agricultores.
Pero a nadie se le escapa que la protesta del campo le ha venido como agua de mayo a las fuerzas m¨¢s populistas. Viktor Orb¨¢n ten¨ªa problemas de sobra tras quedarse absolutamente solo con su amenaza de veto a la ayuda de Ucrania, que oblig¨® a reunirse de forma extraordinaria a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE el jueves. Pese a ello, el primer ministro h¨²ngaro no dud¨® en salir a pasear entre los tractores aparcados a las puertas del Parlamento Europeo para proclamar que ¨¦l escucha ¡°la voz del pueblo¡±. Un think tank h¨²ngaro pr¨®ximo a su Gobierno ha servido de base para los diversos grupos de agricultores y ganaderos que vinieron a protestar a Bruselas antes de la gran manifestaci¨®n de la semana pasada. Mientras, grupos como Vox se apresuraron a plantarse ¡ªcomo ya lo hab¨ªan hecho en ocasiones anteriores¡ª en el centro de la protesta y hacer suyos, como lo hacen tambi¨¦n algunos del PPE, los reclamos de los agricultores.
¡°Desde hace tiempo hay una pugna entre la extrema derecha y la derecha para intentar instrumentalizar el espacio del mundo agr¨ªcola con fines electorales de una forma totalmente irresponsable, haciendo adem¨¢s un flaco favor al sector¡±, denuncia Garc¨ªa, que agrega: ¡°Estar¨ªa bien recordar que la ¨²ltima reforma de la PAC [pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n] que ha comenzado este a?o a aplicarse fue aprobada por todos los ejecutivos nacionales, de todos los colores pol¨ªticos, incluido el h¨²ngaro, por lo que criticar ahora las medidas adoptadas no tiene sentido por parte de estos gobiernos¡±.
¡°La caracter¨ªstica de la extrema derecha, y de los populistas en sentido amplio, es que planean sobre los problemas de la gente explicando que, como por azar, son tambi¨¦n sus preocupaciones y que tienen la soluci¨®n para todo. Es un populismo que no aporta ninguna soluci¨®n duradera a la gente¡±, critica tambi¨¦n Hayer.
Pero el malestar del campo tambi¨¦n est¨¢ provocando una reflexi¨®n profunda entre los defensores de las pol¨ªticas medioambientales de Bruselas. No se trata de renegar de ellas, ni siquiera declarar una ¡°pausa¡± legislativa, como han llegado a pedir el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, o el primer ministro belga, Alexander De Croo, en cuyo pa¨ªs las elecciones generales se celebrar¨¢n al mismo tiempo que las europeas.
¡°El Pacto Verde es importante para nuestra sociedad, pero sobre todo es importante para la gente de ingresos bajos, para los m¨¢s vulnerables de nuestra sociedad¡±, incluidos los agricultores, subraya la eurodiputada socialdem¨®crata belga Katherine Van Brempt, que lleva 15 a?os en la Euroc¨¢mara luchando por una transici¨®n verde. Pero es algo, admite, que quiz¨¢s no han ¡°sabido explicar bien¡±.
Urge buscar, coinciden diversos eurodiputados, la manera de asegurarse de que la carga de la transici¨®n hacia una agricultura m¨¢s sostenible no recaiga solo en los agricultores.
¡°Tenemos que cambiar nuestra teor¨ªa del cambio¡±, reconoci¨® a periodistas el eurodiputado de Renew Pascal Canfin, presidente de la comisi¨®n parlamentaria de Medio Ambiente. ¡°Deber¨ªamos pasar de una serie de regulaciones solo para los agricultores a un paquete que apunte a toda la cadena de valores del sector agroalimentario¡±, se?al¨®. El socialdem¨®crata neerland¨¦s Mohammed Chahim, que de joven trabaj¨® en una granja, tambi¨¦n cree que ese es el camino adecuado. ¡°?Cu¨¢l es el margen de beneficio de un kilo de patatas para un agricultor? ?D¨®nde se queda el dinero? ?En el transporte, en los intermediarios, en los usuarios finales? Creo que el futuro de la agricultura deber¨ªa ser sostenible y necesitamos m¨¢s agricultores en Europa, pero tenemos que asegurarnos de que las condiciones del mercado son justas para ellos¡±, reconoce. Pero esto, advierte Canfin, requerir¨¢ de un esfuerzo no solo de Bruselas, que deber¨ªa acelerar una regulaci¨®n sobre la materia, sino de toda la sociedad. Algo que no est¨¢ tampoco claro que se d¨¦, sobre todo en tiempos inflacionarios como los actuales.
¡°?Deber¨ªamos pagar un poco m¨¢s por comida sostenible local hecha en Europa? La respuesta es s¨ª. ?Puede todo el mundo pagar ese coste extra? La respuesta es no. No necesitamos que todo el mundo acepte pagar este coste extra, pero s¨ª una parte de la sociedad. Es una decisi¨®n democr¨¢tica. Si nadie quiere pagar por algo, entonces nunca pasar¨¢. Pero entonces nunca lograremos reducir las emisiones de CO?. Nunca tendremos una agroindustria y agricultores pr¨®spera en Europa y seguiremos importando comida barata. Y volveremos a tener manifestaciones en las calles¡±, advierte.
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