Conmoci¨®n, cierto alivio y recelo: las primeras horas en el Reino Unido tras el anuncio del c¨¢ncer de Carlos III
El rey se traslada con la reina Camilla a su residencia de Sandringham, en Norfolk. El primer ministro, Rishi Sunak, explica en la BBC que la enfermedad ha sido detectada en una fase temprana
Con la dosis m¨ªnima de informaci¨®n que el palacio de Buckingham ha suministrado sobre el c¨¢ncer que padece Carlos III de Inglaterra, la reacci¨®n de los medios y la ciudadan¨ªa brit¨¢nica ha sido un c¨®ctel de conmoci¨®n, recelo, alivio y dudas. El primer ministro, Rishi Sunak, ha confirmado este martes a la BBC que la enfermedad del monarca fue ¡°detectada temprano¡±, aumentando as¨ª la expectativa general de que la recuperaci¨®n ser¨¢ posible. Los m¨¦dicos, sin embargo, han recomendado al monarca que evite por completo la exposici¨®n p¨²blica y la actividad presencial en actos oficiales mientras dure el tratamiento, que comenz¨® este mismo lunes en la London Clinic de la capital brit¨¢nica. Si Carlos III quiso multiplicar sus apariciones y eventos nada m¨¢s acceder al trono, hace menos de un a?o y medio, para consolidar la imagen y popularidad de una nueva monarqu¨ªa, su condici¨®n a partir de ahora puede ser la de un ¡°rey virtual¡± que se deje ver poco.
En un primer momento, el palacio de Buckingham insisti¨® en que no era necesario llevar a cabo ning¨²n reajuste constitucional. Carlos III seguir¨¢ despachando de modo habitual los asuntos de Estado; atender¨¢ las reuniones con el Consejo Privado y mantendr¨¢ sus encuentros semanales con el primer ministro Sunak. No se ha aclarado, sin embargo, si estos ¨²ltimos ser¨ªan en persona o por v¨ªa telem¨¢tica. Este martes por la tarde se ha visto por primera vez al rey desde el anuncio del diagn¨®stico junto a la reina Camila, mientras se trasladaban en coche desde Clarence House al palacio de Buckingham, en Londres. En las im¨¢genes aparec¨ªan sonrientes y saludando al p¨²blico. Desde Buckingham tomaron un helic¨®ptero con el que viajaron a su residencia de Sandringham, en Norfolk.
A la vista de la informaci¨®n, sin embargo, se entiende la decisi¨®n anunciada este lunes a primera hora ¡ªantes de que se conociera la noticia del c¨¢ncer¡ª de que el pr¨ªncipe Guillermo, heredero de la corona, se incorporar¨ªa a la actividad p¨²blica antes de lo previsto. El pr¨ªncipe de Gales hab¨ªa decidido suspender durante un tiempo sus compromisos oficiales para atender a sus hijos y a su esposa. Kate Middleton fue sometida a mediados de enero a una cirug¨ªa abdominal que la mantuvo 15 d¨ªas hospitalizada, y no se espera que reanude sus actividades p¨²blicas al menos hasta Semana Santa.
El viaje de Enrique
Los medios brit¨¢nicos han mostrado fotos de Enrique de Inglaterra, el hijo menor de Carlos III, cuando llegaba a Clarence House desde Los ?ngeles, donde tom¨® un vuelo privado ¡ªsin su familia¡ª hacia el Reino Unido. El monarca comunic¨® personalmente a sus dos hijos la noticia antes de que se hiciera p¨²blica. Enrique, distanciado de su padre y de su hermano a ra¨ªz de la publicaci¨®n de sus memorias, en las que cargaba duramente contra el rey, anunci¨® de inmediato su intenci¨®n de desplazarse a territorio brit¨¢nico para visitarle. Los tabloides juegan ya con la idea de que una enfermedad pueda acabar provocando la reconciliaci¨®n familiar con la que tanto tiempo se lleva especulando. La BBC apunta a que un encuentro entre el pr¨ªncipe Guillermo y su hermano Enrique es poco probable.
El Reino Unido contempla el mecanismo constitucional de los llamados consejeros de Estado, ante la posibilidad de que el rey se halle en el exterior, sufra una enfermedad grave o quede incapacitado. Dentro de la lista se encuentran la reina consorte, Camila; el pr¨ªncipe de Gales, Guillermo; la princesa Anna, hermana del rey, y su hermano, el pr¨ªncipe Eduardo.
Tanto Enrique de Inglaterra, como el hermano del rey, el pr¨ªncipe Andr¨¦s, fueron retirados de la lista en un acto parlamentario. En el caso del primero, por su decisi¨®n de renunciar a su actividad p¨²blica como miembro de la familia real y mudarse a Estados Unidos junto a su mujer, Meghan Markle. Respecto a Andr¨¦s de Inglaterra, fueron sus problemas judiciales por la relaci¨®n con el millonario ped¨®filo estadounidense Jeffrey Epstein las que lo apartaron de la funci¨®n p¨²blica.
El palacio de Buckingham ha insistido en la ¡°actitud positiva¡± con la que Carlos III afronta su diagn¨®stico, y diversas instituciones p¨²blicas de salud brit¨¢nicas, as¨ª como sus representantes, han elogiado el modo con que el monarca se enfrenta a una enfermedad que afecta a un alto porcentaje de hombres de su edad, 75 a?os, en el Reino Unido.
Transparencia cuestionada
El diario The Times, sin embargo, ha sido una de las voces m¨¢s discordantes frente a la felicitaci¨®n general por la supuesta transparencia con la que el palacio de Buckingham est¨¢ llevando el asunto. ¡°Al no especificar el tipo de c¨¢ncer que padece, podr¨ªa argumentarse que el rey abraza as¨ª a los que sufren cualquier tipo de esta enfermedad tan amenazante para la vida¡±, ha escrito la adjunta al director del diario, Kate Mansey. ¡°Sin embargo, corre el riesgo de que mucha gente crea que la enfermedad del monarca es m¨¢s siniestra de lo que sugiere el palacio. O peor, que al revelar parte de la informaci¨®n, pero no toda, est¨¢n ocultando algo¡±.
El anuncio, el 17 de enero, de que Carlos III iba a ser sometido a una intervenci¨®n por la hipertrofia de pr¨®stata que padec¨ªa fue celebrado con entusiasmo como la se?al de que el palacio de Buckingham inauguraba una nueva era de transparencia. Se explic¨® entonces que el tumor era benigno, y que el rey deseaba alentar con su ejemplo a los hombres de su generaci¨®n para que se sometieran a an¨¢lisis.
El modo en que se ha anunciado ahora el c¨¢ncer, con una informaci¨®n a medias, retrotrae a los partes que se dieron a conocer respecto a Isabel II, en los que apenas se detallaba su estado de salud, y se recurr¨ªa a eufemismos como ¡°problemas de movilidad¡±.
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