Pakist¨¢n, un pa¨ªs repartido entre dos dinast¨ªas pol¨ªticas

La pol¨ªtica, en la turbulenta naci¨®n de Pakist¨¢n, sigue siendo una cuesti¨®n de clanes familiares. Tras las elecciones generales celebradas el pasado jueves, sacudidas por la violencia y las acusaciones de fraude, los dos principales partidos de la Asamblea Nacional salida de las urnas, exponentes de dos dinast¨ªas pol¨ªticas que han monopolizado buena parte del poder en las ¨²ltimas d¨¦cadas, han acordado esta semana unir sus fuerzas y sus votos para investir como primer ministro a Shehbaz Sharif, de 72 a?os, con el apoyo de otros partidos minoritarios. De salir finalmente con ¨¦xito, el pacto dejar¨ªa fuera de juego a la formaci¨®n del encarcelado ex primer ministro Imran Khan, cuyos candidatos independientes lideraron el escrutinio y suponen la primera fuerza del Parlamento, aunque no cuentan con una mayor¨ªa suficiente como para formar un Gobierno en solitario. El partido de Khan ha nominado tambi¨¦n este jueves como candidato a primer ministro a su secretario general, Omar Ayub, aunque no parece contar con los apoyos requeridos.

El presumible pr¨®ximo primer ministro, Shehbaz Sharif, de la Liga Musulmana de Pakist¨¢n-Nawaz (LMP-N), ya hab¨ªa ejercido fugazmente como jefe de Gobierno entre 2022 y 2023, tras la moci¨®n de censura que descabalg¨® del poder a Khan. En esos meses, tuvo que lidiar con una coalici¨®n similar de partidos. Shehbaz es el hermano menor del tambi¨¦n ex primer ministro Nawaz Sharif, que ha estado hasta en tres ocasiones al frente del Ejecutivo. Nawaz era quien de hecho se presentaba a los comicios como l¨ªder de la LMP-N tras regresar de un exilio autoimpuesto de cuatro a?os y lograr que las condenas que pesaban sobre ¨¦l fueran anuladas. Pero finalmente ha sido su hermano el nominado para la investidura, tras cerrar un acuerdo con la otra dinast¨ªa pol¨ªtica clave en la quinta naci¨®n m¨¢s poblada del planeta (235,8 millones de habitantes en 2022): la de los Bhutto.

La tercera formaci¨®n en la Asamblea, el Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP), est¨¢ liderado por Bilawal Bhutto-Zardari, hijo de Benazir Bhutto, la primera mujer que ejerci¨® como jefa de Gobierno en un pa¨ªs musulm¨¢n, asesinada en 2007, y nieto del tambi¨¦n ex primer ministro Zulfiqar Ali Bhutto, depuesto y ejecutado por los militares en 1979. Bilawal confirm¨® el lunes que dar¨ªa su apoyo a la candidatura del PML-N, aunque sin incorporarse a su Ejecutivo. En el reparto de cuotas de poder, en cualquier caso, Asif Ali Zardari, padre de Bilawal Bhutto, viudo de la asesinada Benazir Bhutto y copresidente del PPP, ser¨¢ nominado para el cargo de presidente del pa¨ªs, puesto que ya ejerci¨® entre 2008 y 2013.

La votaci¨®n tendr¨¢ lugar, previsiblemente, en las pr¨®ximas semanas en un Parlamento en el que los candidatos independientes de Imran Khan obtuvieron 93 esca?os, frente a los 75 del partido de los Sharif, y los 54 del de los Bhutto. En los comicios, los candidatos se disputaban 264 esca?os de los 336 totales de la asamblea. El resto son sillones reservados para mujeres y minor¨ªas que se distribuyen en funci¨®n del reparto de fuerzas, aunque en esta asignaci¨®n no entran los independientes. El primer ministro ha de ser investido con una mayor¨ªa simple de 169 votos.

¡°Hemos decidido formar un Gobierno de coalici¨®n [para] sacar al pa¨ªs de la crisis [actual]¡±, declar¨® Bhutto-Zardari en una comparecencia en Islamabad en la que estaban presentes ambos partidos, junto a otras fuerzas pol¨ªticas minoritarias que tienen previsto brindar su apoyo en la investidura. ¡°La fase de cr¨ªticas durante las elecciones ha concluido, y ahora se va a formar un nuevo Parlamento. Tenemos que poner fin a nuestras diferencias para sacar adelante a nuestra naci¨®n y reconstruir nuestra econom¨ªa¡±, indic¨® Shehbaz Sharif, quien asegur¨® que los partidos que le apoyan suman una mayor¨ªa parlamentaria de dos tercios. Zardari reclam¨® incluso el respaldo del Movimiento por la Justicia de Pakist¨¢n (PTI), la formaci¨®n del encarcelado Khan, como parte de un proceso de reconciliaci¨®n. ¡°Todo el mundo tiene que estar a bordo de la agenda econ¨®mica por el inter¨¦s general de la naci¨®n¡±, dijo el pol¨ªtico, seg¨²n ha recogido el medio paquistan¨ª Geo News.

Crisis en un pa¨ªs nuclear

La naci¨®n at¨®mica trata de cabalgar una situaci¨®n complicada. Por un lado, est¨¢n las sacudidas de una creciente espiral de violencia vinculada a milicias insurgentes en las zonas fronterizas con Afganist¨¢n. Por otro, se encuentra sumida en una crisis econ¨®mica pospand¨¦mica, con una inflaci¨®n galopante que ronda el 30%, y debe hacer frente a un agujero negro de deuda que requerir¨¢ la negociaci¨®n de un nuevo rescate con el Fondo Monetario Internacional. Islamabad pact¨® el verano pasado ¡ªcon Shehbaz entonces como primer ministro¡ª un paquete de 3.000 millones de d¨®lares (unos 2.800 millones de euros) con el organismo multilateral a cambio de un programa de estabilizaci¨®n, que expira en marzo. La renegociaci¨®n ser¨¢ uno de los cometidos centrales del nuevo Gobierno.

En la intensa batalla de poderes familiares, el linaje de los Sharif aporta otro caballo m¨¢s, el de la vicepresidenta del PML-N, Maryam Nawaz, hija de Nawaz y sobrina de Shehbaz. Tras las elecciones regionales, que se celebraban de forma simult¨¢nea a las generales, Maryam ha sido nominada para ejercer como jefa del Ejecutivo de la provincia de Punjab, un cargo que ya ostentaron su t¨ªo y su padre en el pasado. Ha sido ella la encargada de difundir la idea de que su progenitor no abandona la pol¨ªtica, sino que participar¨¢ de forma activa y supervisar¨¢ el Gobierno federal y el de Punjab. El motivo de su ausencia, ha aclarado, tiene que ver con sus compromisos durante la campa?a: ¡°?l dej¨® claro en sus discursos electorales que no formar¨¢ parte de ning¨²n Gobierno de coalici¨®n¡±, dijo la hija en un mensaje en la red social X, en el que subraya el papel central de su padre: ¡°Shehbaz Sharif y yo somos sus soldados, estamos sujetos a sus ¨®rdenes y trabajaremos bajo su liderazgo y supervisi¨®n; que Al¨¢ nos conceda el ¨¦xito¡±.

Punjab, el basti¨®n de los Sharif, es un term¨®metro pol¨ªtico a menudo esencial para obtener una victoria a nivel nacional. En la capital de esta regi¨®n, Lahore, se asent¨® la familia tras la partici¨®n en 1947 de la India y Pakist¨¢n. A las afueras de la ciudad, el abuelo de Maryam y padre de los dos ex primeros ministros, fund¨® una compa?¨ªa de acero que lleg¨® a convertirse en una de las mayores fundiciones del pa¨ªs. Tanto Nawaz como Shehbaz se incorporaron en su juventud al grupo industrial, antes de dar el salto a la pol¨ªtica, un camino que desbroz¨® el primero, que es el mayor de los hermanos.

Nawaz Sharif gobern¨® en tres intervalos entre 1990 y 2017. Y sus sucesivos ascensos y ca¨ªdas resumen la historia reciente del pa¨ªs. En los noventa, se altern¨® en el poder con la asesinada Benazir Bhutto, pero se vio obligado a abandonar el pa¨ªs tras su enfrentamiento con el general Pervez Musharraf, al que hab¨ªa nombrado ¨¦l mismo al frente de los militares. Musharraf lider¨® un golpe de Estado y tom¨® el poder como presidente en 2001. Sharif regresar¨ªa a?os despu¨¦s, y volvi¨® a ejercer como primer ministro en 2013, pero en 2017 dimiti¨® cercado por las revelaciones de los llamados Papeles de Panam¨¢, que le atribu¨ªan a ¨¦l y a su familia (entre ellos, a su hija Maryam) sociedades en para¨ªsos fiscales. Fue condenado por corrupci¨®n y se march¨® de nuevo a un exilio autoimpuesto.

Durante su ausencia, en 2018, el PTI de Imran Khan logr¨® imponerse en las elecciones tras lograr ilusionar a una buena parte del electorado, en especial a los j¨®venes y los sectores educados de la sociedad paquistan¨ª. Pero, una vez al mando, Khan, de 71 a?os, una antigua estrella nacional de cr¨ªquet, entr¨® en conflicto con los poderosos militares, cuya influencia sigue siendo determinante. Fue apeado del poder en una moci¨®n de censura parlamentaria en 2022, y sustituido por Shehbaz Sharif, lo que abrir¨ªa el camino para el regreso del hermano autoexiliado, Nawaz Sharif, el pasado octubre. Al poco de llegar, este recurri¨® sus condenas, las cuales, gracias al cambio de los vientos pol¨ªticos, fueron anuladas en diciembre. Poco despu¨¦s, present¨® su candidatura a la Asamblea Nacional para las elecciones del pasado jueves.

Desde la noche electoral, el PTI de Khan ha multiplicado sus denuncias de fraude en unas elecciones a las que lleg¨® ya hecho jirones: su l¨ªder estaba entre rejas, con varias condenas que suman decenas de a?os, y sus candidatos se presentaban como independientes, despu¨¦s de que la Comisi¨®n Electoral prohibiera al partido usar en los comicios su emblem¨¢tico s¨ªmbolo, un bate de cr¨ªquet. La formaci¨®n ha denunciado una estrategia de persecuci¨®n pol¨ªtica. Poco antes de las elecciones, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos mostr¨® su ¡°inquietud¡± ante ¡°la pauta de acoso, detenciones y encarcelamientos prolongados de dirigentes del PTI y de sus simpatizantes¡±, adem¨¢s de por las m¨²ltiples causas judiciales contra Khan.

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