El hambre, los rehenes y la cercan¨ªa del Ramad¨¢n marcan la negociaci¨®n de un alto el fuego en Gaza
Los contactos se retoman en El Cairo con la cuesti¨®n de los secuestrados como principal escollo. Ham¨¢s eleva a 15 los menores muertos de hambre y deshidrataci¨®n en la Franja
Las presiones internacionales para que Israel y Ham¨¢s alcancen un alto el fuego crecen. El hambre que se extiende entre la poblaci¨®n de la Franja palestina, que qued¨® patente el jueves durante la tragedia con m¨¢s de 100 muertos en torno a un convoy con ayuda humanitaria; la cercan¨ªa del Ramad¨¢n, de especial sensibilidad para el mundo musulm¨¢n, y la exigencia de las familias de los rehenes israel¨ªes en manos del movimiento islamista marcan unas negociaciones que se han retomado este domingo en El Cairo sin presencia israel¨ª.
Pero los contactos con las partes se suceden desde hace semanas sin que de momento haya cuajado el acuerdo, con los pa¨ªses mediadores, entre ellos Egipto, Qatar y Estados Unidos, trabajando en una propuesta de un alto el fuego de unas seis semanas. Sin embargo, la cuesti¨®n de los rehenes se mantiene como escollo para avanzar.
Israel asegura que est¨¢ a la espera de que Ham¨¢s informe de la identidad de los secuestrados que est¨¢ dispuesto a liberar, de los que estar¨ªan ya muertos en Gaza y de sus exigencias en cuanto al n¨²mero de prisioneros palestinos de c¨¢rceles israel¨ªes que quiere a cambio de cada reh¨¦n. ¡°Ham¨¢s se niega a dar respuestas claras y, por lo tanto, no hay raz¨®n para enviar a la delegaci¨®n israel¨ª¡± a la capital egipcia, inform¨® el diario israel¨ª Yedioth Ahronoth. Ham¨¢s, por su parte, sigue exigiendo la retirada de las tropas de ocupaci¨®n, que permitan el libre movimiento en la Franja de los ciudadanos y que los desplazados puedan regresar a sus casas.
Miles de personas llegaron en la tarde noche del s¨¢bado a Jerusal¨¦n en una marcha de cuatro d¨ªas desde la frontera de Gaza para presionar al primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu con un acuerdo de alto el fuego que abra la puerta a liberar a los m¨¢s de cien rehenes que siguen en la Franja tras casi cinco meses de guerra. En un pa¨ªs convertido en una aut¨¦ntica olla a presi¨®n, ese es solo uno de los frentes abiertos a la sombra de la contienda que comenz¨® el pasado 7 de octubre con la matanza de unas 1.200 personas a manos de los islamistas palestinos, que se hicieron tambi¨¦n con unos 240 rehenes.
Las esperanzas siguen puestas en las negociaciones para lograr un alto el fuego de en torno a seis semanas, m¨¢s extenso que el ¨²nico conseguido hasta el momento, que fue de una semana a finales de noviembre. Eso facilitar¨ªa la entrada de m¨¢s ayuda en Gaza, as¨ª como el intercambio de esos rehenes por prisioneros. ¡°Hemos perdido a cuatro miembros de la familia y no queremos traer de vuelta un quinto ata¨²d¡±, dijo Sharon Sharabi durante el acto celebrado por las familias al terminar la marcha en la plaza de Par¨ªs de Jerusal¨¦n, cerca de la residencia del primer ministro. Entre los 134 rehenes que permanecen en Gaza hay militares israel¨ªes de ambos sexos, ni?os, mujeres, ancianos, heridos y, al menos, una treintena de muertos.
Un funcionario estadounidense, citado por Reuters, declar¨® este s¨¢bado: ¡°El camino hacia un alto el fuego en este momento est¨¢ claro. Hay un acuerdo marco sobre la mesa que Israel ha aceptado. Ahora depende de Ham¨¢s responder¡±. Pero la propuesta no parece satisfacer esa principal exigencia de Ham¨¢s de un fin permanente de la guerra, adem¨¢s de dejar en el aire el destino de m¨¢s de la mitad del centenar de rehenes, hombres, que no est¨¢n incluidos en las categor¨ªas cuya liberaci¨®n recoge el borrador de la nueva tregua: mujeres, ni?os, ancianos y heridos.
Los mediadores egipcios han sugerido que esas cuestiones podr¨ªan posponerse a fases posteriores de la negociaci¨®n, pero una fuente de los islamistas palestinos asegur¨® a Reuters que sus militantes siguen esperando un ¡°acuerdo global¡±.
Morir de inanici¨®n
Mientras, la lista de ni?os que mueren de hambre en el enclave crece por el bloqueo a la ayuda humanitaria. Son 15 en los ¨²ltimos d¨ªas, seg¨²n las autoridades sanitarias locales, y, al menos, 10, seg¨²n el recuento de Unicef. ¡°Tememos por la vida de otros seis ni?os que sufren de desnutrici¨®n y diarrea en la unidad de cuidados intensivos del hospital como resultado del cese del generador el¨¦ctrico y del ox¨ªgeno y la debilidad de las capacidades m¨¦dicas¡±, se?al¨® el doctor Ashraf Al-Qidra, seg¨²n un comunicado distribuido a los medios en la ma?ana del domingo.
Ante la necesidad de hacer frente a esa crisis, Espa?a ha anunciado que va a colaborar con los pa¨ªses que lanzan ayuda desde el aire sobre Gaza. El Gobierno facilitar¨¢ a Jordania 110 paraca¨ªdas de carga de los que est¨¢n siendo empleados para hacer llegar material y alimentos a la poblaci¨®n gazat¨ª, inform¨® el Ministerio de Defensa.
El Ramad¨¢n es un mes sagrado de ayuno y reflexi¨®n en el que se conmemora la revelaci¨®n del Cor¨¢n por parte del profeta Mahoma. Conseguir el alto el fuego antes de la llegada de esas semanas de especial sensibilidad para el mundo musulm¨¢n, con la poblaci¨®n de Gaza terriblemente golpeada por la guerra, es una prioridad para la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Por delante, incluso, de la llegada de comida, ¡°la m¨¢xima prioridad es tener un alto el fuego¡±, declar¨® Mai Al-Kaila, ministra de Sanidad de la ANP, a la cadena Al Jazeera. La ministra se encuentra bajo interinidad desde la dimisi¨®n el pasado lunes de todo su Gobierno.
La espectacular imagen de los paraca¨ªdas estadounidenses cortando el cielo de Gaza con paquetes de ayuda para la poblaci¨®n hambrienta choca con esa realidad sobre el terreno. Frente a las 38.000 raciones lanzadas este s¨¢bado por EE UU desde el aire, el enclave palestino sigue acogiendo a cientos de miles de personas hambrientas.
La ¡°matanza de la harina¡±
Israel, como en d¨ªas anteriores, trata de negar el bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria que llevan meses denunciando la ONU y organizaciones humanitarias, que insisten en una creciente hambruna. Este domingo el portavoz militar Daniel Hagari dijo que tratan de hacer llegar ayuda a los civiles porque la guerra es contra Ham¨¢s, seg¨²n una grabaci¨®n difundida a trav¨¦s de la red social X (antes Twitter). Insisti¨®, adem¨¢s, en que Israel no fue responsable de la conocida como matanza de la harina el pasado jueves, cuando 112 personas murieron, seg¨²n Ham¨¢s, durante un ataque mientras la poblaci¨®n trataba de acceder a camiones con comida en la ciudad de Gaza.
Tras admitir el jueves que los militares israel¨ªes abrieron fuego, el ej¨¦rcito afirma ahora que despu¨¦s de ¡°una revisi¨®n inicial del desafortunado incidente, los civiles fueron pisoteados hasta la muerte y resultaron heridos mientras asaltaban el convoy¡±, seg¨²n Hagari. ¡°No se llev¨® a cabo ning¨²n ataque por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel contra el convoy de ayuda¡± y ¡°la mayor¨ªa de los palestinos murieron o resultaron heridos como resultado de la estampida¡±, concluy¨® el portavoz.
El ej¨¦rcito de Israel eleva a 14.000 los camiones que han entrado en el enclave palestino en esos casi cinco meses de guerra. Ese volumen es inferior al que llegaba en un solo mes antes del 7 de octubre, cuando no estaban siendo castigados con los ataques los 2,3 millones de habitantes, la mayor¨ªa hoy desplazados, con hambre, sed y sin techo.
En las ¨²ltimas 24 horas, han sido 90 los muertos y 177 los heridos, seg¨²n la misma fuente sanitaria de Gaza. As¨ª, desde el 7 de octubre, las v¨ªctimas mortales en la Franja ascienden a 30.410 y los heridos a 71.700. Fuera de ese recuento, a?ade el texto del comunicado, est¨¢n las personas que siguen sin poder ser rescatadas de entre los escombros de los edificios bombardeados o abandonados en carreteras, adonde las tropas de ocupaci¨®n israel¨ª proh¨ªben el acceso a los equipos de rescate.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.