Los tent¨¢culos del espionaje chino captan a la extrema derecha belga

El 7 de enero, el l¨ªder del partido de extrema derecha flamenca Vlaams Belang (VB), Tom Van Grieken, lleg¨® tarde a la fiesta de a?o nuevo de su formaci¨®n. ¡°Siento el retraso, en mi agenda ten¨ªa apuntado el 10 de enero, pero ese es el a?o nuevo chino, claro¡±, ironiz¨® en referencia al esc¨¢ndalo en torno a uno de sus miembros, Frank Creyelman, expulsado tras conocerse que durante a?os recibi¨® dinero de Pek¨ªn. Apenas tres meses despu¨¦s de ese caso, que salpic¨® tambi¨¦n a otro diputado del VB y hermano de Creyelman, que aun as¨ª sigue militando en el partido xen¨®fobo, las bromas se han frenado en seco ante nuevas revelaciones acerca de Filip Dewinter, otro hist¨®rico de la formaci¨®n ultra y vicepresidente del Parlamento flamenco que tambi¨¦n cobr¨® durante a?os de la inteligencia china.

Un esp¨ªa chino expulsado del pa¨ªs en 2017 pag¨® a Dewinter, entre otros, para que lo ayudara a establecer contactos con pol¨ªticos europeos de extrema derecha. La noticia ha coincidido con otra novedad llegada desde Washington que pone de relieve los esfuerzos de Pek¨ªn por infiltrarse en democracias occidentales: casi al mismo tiempo que los medios flamencos Apache y Humo revelaran los tejemanejes chinos del pol¨ªtico ultra belga, el Departamento de Justicia estadounidense anunciaba la imputaci¨®n de siete ciudadanos de la misma nacionalidad acusados de pirater¨ªa inform¨¢tica para el servicio de inteligencia de su pa¨ªs. Actuaron durante a?os contra empresas y funcionarios gubernamentales de EE UU, pero tambi¨¦n contra decenas de parlamentarios de otros pa¨ªses que apoyan a disidentes chinos o movimientos pro-democracia en el pa¨ªs.

Entre los pol¨ªticos atacados figuran al menos dos eurodiputados y tambi¨¦n un diputado federal belga, Samuel Cogolati. El ecologista es uno de los 10 europeos sancionados por China en 2021 en respuesta a las sanciones de la UE por la situaci¨®n de la comunidad uigur y lleva a?os denunciando la injerencia del gigante asi¨¢tico en B¨¦lgica. ¡°Me da miedo que Europa despierte demasiado tarde ante estas injerencias¡±, dice Cogolati en conversaci¨®n telef¨®nica.

Las nuevas revelaciones de los estrechos v¨ªnculos de pol¨ªticos del Vlaams Belang con la inteligencia china llegan, adem¨¢s, en momentos en que B¨¦lgica afronta un desaf¨ªo electoral doble en poco m¨¢s de dos meses: el 9 de junio se celebrar¨¢n, adem¨¢s de las elecciones europeas, las propias a nivel regional y federal. El VB es el partido con mayor intenci¨®n de voto en la regi¨®n flamenca, la m¨¢s rica y poblada del pa¨ªs.

A mediados de diciembre, Le Monde, Financial Times y Der Spiegel revelaron que Frank Creyelman recibi¨® pagos al menos durante tres a?os (entre 2019 y 2022) de China para influir tanto a nivel belga como europeo en cuestiones sensibles para Pek¨ªn, como la situaci¨®n de la minor¨ªa uigur o las manifestaciones prodemocr¨¢ticas en Hong Kong. Los se?alamientos, que llevaron al VB a expulsar al exsenador, salpicaron tambi¨¦n a su hermano, el diputado federal Steven Creyelman, que tuvo que dejar la presidencia de la comisi¨®n parlamentaria de Compras Militares. Pero sigue militando en el partido ultra, igual que Dewinter, que se niega a renunciar a su puesto como vicepresidente del Parlamento flamenco.

¡°Inaceptable¡±

¡°Es inaceptable¡±, denuncia Cogolati. Para el servicio de seguridad del Estado belga (VSSE), el caso de Frank Creyelman es un ¡°ejemplo perfecto¡± del modus operandi de la inteligencia china, a la que la seguridad belga tiene tambi¨¦n en el radar desde hace tiempo por sospechas de espionaje econ¨®mico: ¡°Servicios ofensivos como los de China juegan con el ego y utilizan motivaciones ideol¨®gicas o financieras para persuadir a individuos a que cooperen con sus actividades de interferencia¡±, se?ala el VSSE en su informe anual, publicado en enero. Ese mismo mes, la Fiscal¨ªa belga anunci¨® la apertura de una investigaci¨®n judicial contra Frank Creyelman. Para Cogolati, que intent¨® en vano que tambi¨¦n se actuara judicialmente contra su hermano, al menos ahora se debe responder de manera contundente ante el nuevo esc¨¢ndalo chino del VB.

¡°Hay que abrir con urgencia una investigaci¨®n judicial por injerencia y espionaje contra Dewinter, no podemos aceptar que un parlamentario elegido para representar los intereses belgas se haya vendido a una potencia extranjera como China¡±, reclama Cogolati. ¡°Tenemos el desaf¨ªo de proteger las elecciones; si no, los que decidir¨¢n a qui¨¦n enviamos a nuestros parlamentos pronto ser¨¢n China y Rusia¡±, alerta.

Uno de los problemas reconocidos en B¨¦lgica ante el espionaje es lo poco a lo que quien lo comet¨ªa se arriesgaba hasta ahora por ello: en 2018, Oswald Gantois, un veterano diplom¨¢tico belga, reconoci¨® haber espiado durante m¨¢s de dos d¨¦cadas para los servicios secretos rusos. Debido a un c¨®digo penal anticuado, solo fue condenado a un a?o de c¨¢rcel. En medio de las acusaciones al VB, el Parlamento belga acaba de dar su visto bueno a una reforma que endurece las penas por espionaje e injerencia extranjera, que podr¨¢n ser castigadas con hasta 10 a?os de prisi¨®n. El cambio, no obstante, llega demasiado tarde para los casos ahora bajo la lupa.

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