El Senado de Estados Unidos tumba el juicio pol¨ªtico contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas

El juicio pol¨ªtico en el Congreso contra el secretario de Seguridad Nacional de EE UU, Alejandro Mayorkas, tard¨® meses en arrancar y ha terminado en cuesti¨®n de solo horas. El Senado recibi¨® los cargos con que la C¨¢mara de Representantes imputaba al responsable de la pol¨ªtica migratoria estadounidense el martes y, 24 horas despu¨¦s, ha determinado que la acusaci¨®n era inconstitucional. El caso ha quedado cancelado, por 51 votos -los del grupo dem¨®crata- frente a los 49 de los republicanos.

Mayorkas estaba acusado por la C¨¢mara de Representantes de dos cargos, dejaci¨®n de funciones al hacer caso omiso voluntariamente de las leyes federales sobre inmigraci¨®n, y abuso de la confianza p¨²blica por supuestas declaraciones falsas sobre el estado de la seguridad en la frontera. El secretario hab¨ªa rechazado ambas imputaciones.

El proceso en la c¨¢mara alta comenz¨® a primera hora de la tarde con el juramento del centenar de senadores como jurado, como estipula el protocolo. A continuaci¨®n, el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata, Chuck Schumer, convoc¨® una votaci¨®n para declarar inconstitucional el primer cargo por no cumplir el requisito que establece la ley estadounidense para un juicio pol¨ªtico: que se trate de un delito de suma gravedad. Los 51 senadores de su partido se pronunciaron a favor. Entre los republicanos, 48 lo hicieron en contra. Una senadora de este grupo, Lisa Murkowski, se abstuvo.

El segundo cargo qued¨® derrotado de manera similar. En esta votaci¨®n, la bancada dem¨®crata volvi¨® a pronunciarse al un¨ªsono: 51 s¨ªes para declararlo inconstitucional. Esta vez, Murkowski se uni¨® al resto de su grupo parlamentario para sumar 49 noes. La tercera votaci¨®n aprobaba dar por terminado el juicio.

La polarizaci¨®n que el caso suscitaba quedaba en evidencia en las declaraciones de los representantes de los respectivos partidos. Schumer hab¨ªa declarado en su intervenci¨®n ante los senadores que el impeachment contra Mayorkas, el primero en 150 a?os contra un miembro del gobierno estadounidense que no fuera el presidente, constitu¨ªa el juicio pol¨ªtico ¡°menos leg¨ªtimo, menos sustancial y m¨¢s politizado de la Historia¡±.

El l¨ªder de la minor¨ªa republicana, Mitch McConnell, protestaba por su parte al t¨¦rmino del acto por que el Senado no hubiera examinado los cargos y se hubiera pronunciado acerca de si Mayorkas cometi¨® o no los delitos de los que se le acusaba. ¡°Es un precedente desafortunado. Implica que el Senado puede, en la pr¨¢ctica, hacer caso omiso del juicio pol¨ªtico que le presente la C¨¢mara de Representantes¡±, opinaba.

Los congresistas republicanos hab¨ªan prometido lanzar el juicio pol¨ªtico contra el secretario de Seguridad Nacional de la Administraci¨®n del presidente Joe Biden tras hacerse con la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes en las elecciones de medio mandato de 2022. Las divisiones internas y otras prioridades fueron posponiendo esas amenazas.

Finalmente, el relevo al frente de la presidencia de la C¨¢mara en octubre pasado, cuando los republicanos cesaron al hombre que hab¨ªan nombrado para el cargo apenas nueve meses antes, Kevin McCarthy, y lo reemplazaron por Mike Johnson, y la llegada de migrantes a la frontera sur de Estados Unidos en n¨²meros record abrieron la puerta para que los diputados que reclamaban la cabeza de Mayorkas se lanzaran a la opci¨®n del juicio pol¨ªtico.

Un primer intento se sald¨® en un sonoro fracaso: los republicanos no consiguieron los votos suficientes para aprobar la medida, debido a varias bajas m¨¦dicas en su bancada y a que tres de sus diputados se alinearon con los dem¨®cratas en contra del impeachment. Una semana despu¨¦s, reincorporados algunos enfermos, la moci¨®n sal¨ªa adelante por un solo voto, 214 frente a 213.

Una vez aprobados los cargos, la C¨¢mara tard¨® dos meses en trasladarlos al Senado, donde siempre estuvo claro que el control dem¨®crata bloquear¨ªa el juicio: para haber condenado a Mayorkas hubieran sido necesarios 67 votos. Esto es, los 49 republicanos y 18 del partido rival, algo impensable en un clima pol¨ªtico tan polarizado como el actual en Estados Unidos y dada la opini¨®n dem¨®crata de que los cargos no se sosten¨ªan.

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