El ministro alem¨¢n de Agricultura: ¡°Los dem¨®cratas no debemos permitir la normalizaci¨®n de AfD, un partido leal a Putin¡±
Cem ?zdemir, miembro de Los Verdes y primer ministro en Alemania de origen turco, habla del descontento ciudadano con el Gobierno del que forma parte: ¡°Una coalici¨®n no es un matrimonio por amor¡±
Cem ?zdemir (Bad Urach, Baden-W¨¹rttemberg, 58 a?os) es una figura especialmente interesante en el panorama pol¨ªtico alem¨¢n. No solo por ser el primer alem¨¢n de origen turco que logra el cargo de ministro, algo inimaginable en el pa¨ªs al que llegaron sus padres como inmigrantes en los a?os sesenta. Forma parte de un partido, Los Verdes, que ha evolucionado de su pacifismo fundacional al apoyo a la intervenci¨®n de la OTAN en Kosovo durante su primera ¨¦poca en el Gobierno, con el canciller ...
Cem ?zdemir (Bad Urach, Baden-W¨¹rttemberg, 58 a?os) es una figura especialmente interesante en el panorama pol¨ªtico alem¨¢n. No solo por ser el primer alem¨¢n de origen turco que logra el cargo de ministro, algo inimaginable en el pa¨ªs al que llegaron sus padres como inmigrantes en los a?os sesenta. Forma parte de un partido, Los Verdes, que ha evolucionado de su pacifismo fundacional al apoyo a la intervenci¨®n de la OTAN en Kosovo durante su primera ¨¦poca en el Gobierno, con el canciller Gerhard Schr?der, y ahora, bajo una coalici¨®n a tres con socialdem¨®cratas y liberales, a liderar la pol¨ªtica de mano dura contra Rusia por su invasi¨®n de Ucrania. Encabezar el Ministerio de Agricultura y Alimentaci¨®n le convierte, adem¨¢s, en uno de los blancos favoritos de la furia de los campesinos que ha recorrido las calles de media Europa.
El calendario de ?zdemir es muy exigente. Tras responder a las preguntas de EL PA?S, el 12 de abril en Berl¨ªn, se marchar¨¢ a toda prisa ¡ªen bicicleta el¨¦ctrica, sin rastro de guardaespaldas¡ª a una votaci¨®n en el Bundestag, la C¨¢mara baja del Parlamento. Admite el momento complicad¨ªsimo que atraviesa Alemania, v¨ªctima de un d¨¦bil crecimiento econ¨®mico, con la impopularidad del Gobierno en niveles r¨¦cord y el auge ¡ªtambi¨¦n en niveles r¨¦cord¡ª de las fuerzas populistas. Frente a este ambiente de desencanto, ?zdemir responde con unos versos del poeta H?lderin: ¡°Donde hay peligro, tambi¨¦n hay salvaci¨®n¡±. ¡°Me acuerdo de esta frase cuando escucho las noticias por las ma?anas, cuando me afeito. Y pienso que donde hay oscuridad, tambi¨¦n hay luz. Tambi¨¦n hay buenas noticias. Piense en la victoria de Donald Tusk en Polonia. Quiz¨¢s hemos aprendido algo de hechos como el Brexit o las ¨²ltimas elecciones de Trump. La respuesta no es menos Europa, sino m¨¢s Europa¡±.
Pregunta. Las encuestas son muy negativas para los tres partidos que gobiernan Alemania. ?Hay tiempo para corregir el rumbo antes de las elecciones de 2025?
Respuesta. Si el Gobierno pierde y la oposici¨®n democr¨¢tica gana, dir¨ªa que es un fastidio, pero todo quedar¨ªa en manos de los dem¨®cratas. Por desgracia, los que ganan fuerza son los sectores m¨¢s radicales. Quien m¨¢s se beneficia es la ultraderechista ¡ªen parte fascista¡ª Alternativa para Alemania (AfD), que podr¨ªa convertirse en el partido m¨¢s votado en algunas elecciones regionales. Adem¨¢s, con la nueva formaci¨®n de [la exdirigente de Die Linke] Sahra Wagenknecht, ahora hay un partido de izquierda populista y nacionalista que, al igual que AfD, difunde propaganda a favor de [Vlad¨ªmir] Putin y alimenta el resentimiento antieuropeo.
Sobre nosotros cuelga la espada de Damocles del Presupuesto: el conflicto entre ahorrar e invertir
P. ?En qu¨¦ se ha equivocado el tripartito estos dos ¨²ltimos a?os? ?Demasiadas peleas entre los socios?
R. La coalici¨®n debe modificar su estilo de cooperaci¨®n y destacar los logros. Hemos conseguido muchas cosas despu¨¦s de tantos a?os de estancamiento bajo el liderazgo de los cristianodem¨®cratas. Aun as¨ª, no es bueno que los ciudadanos tengan la sensaci¨®n de que estamos m¨¢s centrados en nosotros mismos que en resolver los problemas. Una coalici¨®n no es un matrimonio por amor, pero s¨ª espero que mantengamos un trato razonable. Y esto supone admitir los ¨¦xitos de los otros. Sobre nosotros cuelga la espada de Damocles del Presupuesto: el conflicto entre ahorrar e invertir. Todo esto ocurre con una situaci¨®n econ¨®mica muy tensa y una gran fragilidad de la pol¨ªtica a escala internacional como tel¨®n de fondo.
P. Si en septiembre AfD gana las elecciones en tres Estados orientales, ?peligra el aislamiento de las fuerzas tradicionales a ese partido ultra?
R. El cord¨®n sanitario sigue existiendo a escala federal y de los Estados, pero se est¨¢ agrietando en algunos lugares a nivel municipal. En ese plano s¨ª que hay acuerdos y cooperaci¨®n con AfD. Me parece muy problem¨¢tico, porque son extremistas de derecha que se denominan a s¨ª mismos patriotas, pero que no son leales a la Constituci¨®n, sino al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, quien ve l¡±Loa libertad y la democracia en Europa como una amenaza. Hago un llamamiento para que los dem¨®cratas no permitamos que AfD se normalice y que el cord¨®n sanitario se debilite.
No es bueno que los ciudadanos tengan la sensaci¨®n de que estamos m¨¢s centrados en nosotros mismos que en resolver los problemas
P. ?Ve cercano ese momento de normalizar a AfD?
R. A los integrantes de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) que coqueteen con esta idea, les recomiendo que echen un vistazo a Italia: el gran objetivo de las fuerzas de extrema derecha es marginar al centroderecha. Los democristianos favorables a colaborar con AfD se debilitan a s¨ª mismos y fortalecen el extremismo.
P. La inmigraci¨®n vuelve a aparecer como tema central.
R. Todas las fuerzas democr¨¢ticas deben tomarse en serio que parte de la poblaci¨®n se preocupe por la seguridad interior y social, o que tenga la impresi¨®n de que el Estado no tiene control sobre la migraci¨®n. No solo debemos saber qui¨¦n entra en el pa¨ªs. Tambi¨¦n debemos diferenciar claramente entre inmigraci¨®n regular e irregular, y debemos encontrar respuestas al agotamiento de muchos ciudadanos. En ese sentido, tenemos que mejorar, lo que implica reconocer verdades inc¨®modas incluso para mi partido. Y lo digo precisamente como persona de origen inmigrante.
P. Las protestas de los agricultores recorren Alemania. No se trata solo del recorte a los subsidios, sino de un sentimiento de malestar m¨¢s profundo que afecta a toda Europa. ?C¨®mo responde su Gobierno?
R. Hay un c¨²mulo de motivos. En Alemania, el plan de austeridad fue la gota que colm¨® el vaso. Pero las razones tras las protestas y la frustraci¨®n son m¨¢s profundas. Desde hace d¨¦cadas, la pol¨ªtica agr¨ªcola europea se rige por el lema de ¡°crece o desaparece¡±. Como consecuencia, muchas granjas han cerrado. A esto se suma el deseo comprensible de una mayor seguridad y de que no haya tanta burocracia. Nadie quiere ser agricultor para acabar sentado a un escritorio.
P. La pol¨ªtica clim¨¢tica ser¨¢ un tema central en las elecciones europeas de junio. La ley alemana que obligaba a renovar las calefacciones recibi¨® duras cr¨ªticas e impuls¨® a las fuerzas populistas. ?Qu¨¦ dir¨ªa a los que piensan que las pol¨ªticas clim¨¢ticas han ido demasiado lejos y que no se toman en cuenta las preocupaciones de los ciudadanos?
R. Es un hecho que el clima est¨¢ cambiando y la biodiversidad est¨¢ disminuyendo. Est¨¢ claro que debemos reducir el uso elevado de pesticidas, y que para ello se necesita una soluci¨®n europea. La propuesta sobre este tema de la Comisi¨®n Europea era desequilibrada y estaba mal elaborada. Era justo lo que estaban esperando aquellos que polemizan contra cualquier tipo de protecci¨®n del clima y medioambiente. El camino al infierno est¨¢ empedrado de buenas intenciones. El resultado de este exceso de ambici¨®n es que ya no hay ninguna ambici¨®n.
P. ?Teme la instrumentalizaci¨®n de las protestas por parte de los grupos m¨¢s a la derecha?
R. S¨ª que ha habido intentos. Aun as¨ª, la mayor¨ªa de las protestas en Alemania han sido pac¨ªficas y democr¨¢ticas. Algunos oportunistas que no tienen inter¨¦s en nuestra democracia sobrepasaron claramente los l¨ªmites de una protesta leg¨ªtima para sus propios intereses. Eran conspiracionistas, extremistas de derecha y seguidores de Putin, as¨ª como personas que se radicalizaron durante la pandemia de la covid. Me alegra que la asociaci¨®n de agricultores haya detenido cualquier intento de apropiaci¨®n.
P. Los Verdes apoyan el env¨ªo de armas a Ucrania e Israel. ?Ha abandonado definitivamente su partido el pacifismo de sus inicios?
R. El movimiento pacifista es una de nuestras ra¨ªces, pero tambi¨¦n los derechos humanos. Nuestra lecci¨®n aprendida del nacionalsocialismo es que la guerra nunca debe repetirse. Y que el fascismo nunca debe regresar. La liberaci¨®n de Auschwitz no se produjo por una protesta, sino por la actuaci¨®n de los soldados sovi¨¦ticos. La guerra termin¨® porque soldados estadounidenses, brit¨¢nicos, franceses y sovi¨¦ticos lucharon contra el fascismo nazi. De ah¨ª se deduce que no debemos mirar para otro lado cuando ocurren graves injusticias. Y mi partido ha seguido este camino de manera muy coherente, especialmente desde la guerra de Kosovo.
P. Habla de esas lecciones aprendidas de la historia, pero muchas personas piensan que lo que est¨¢ ocurriendo en Gaza se parece mucho a un genocidio.
R. El derecho a la existencia de Israel no es negociable. En Alemania, esto es una raz¨®n de Estado. Eso no significa que seamos seguidores de Netanyahu y su Gobierno, en el que hay personas que defienden ideas racistas. Pese a ello, no se puede hablar de Gaza sin mencionar el 7 de octubre y los rehenes. No se puede hablar de la liberaci¨®n de Gaza sin mencionar que debe ser liberada, ante todo, de Ham¨¢s. Y no se puede alcanzar la paz sin dejar claro que del mismo modo que los palestinos tienen derecho a un Estado independiente, Israel tiene derecho a un Estado con fronteras seguras. Aun as¨ª, como amigo de Israel, debo decir que la violencia desmedida en la Franja genera m¨¢s combatientes de Ham¨¢s de los que Israel es capaz de matar. Forma parte de la estrategia de Ham¨¢s provocar a Israel para que la situaci¨®n en Gaza se agrave. Siempre he estado convencido de que el camino hacia una mayor seguridad para Israel requiere una soluci¨®n de dos Estados. Sin embargo, esa soluci¨®n parece muy lejana ahora.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.