Sunak endurece sus propuestas de inmigraci¨®n para frenar el tir¨®n populista de Nigel Farage

Han bastado unas pocas horas para que la batalla electoral brit¨¢nica se haya vuelto m¨¢s cruenta. Con los de fuera. Con los inmigrantes. La irrupci¨®n en campa?a de Nigel Farage, el populista que impuls¨® el Brexit y lleva d¨¦cadas alterando el tablero pol¨ªtico del Reino Unido, ha desatado el p¨¢nico en el equipo de Rishi Sunak al anunciar que concurrir¨¢ a las elecciones del pr¨®ximo 4 de julio. La respuesta del primer ministro ha sido redoblar la dureza de sus propuestas. Los conservadores prometen ahora un l¨ªmite fijo, que se ir¨¢ reduciendo anualmente, del n¨²mero de visados de trabajo ¡ªincluidos los puestos cualificados, que desde el Brexit no ten¨ªan un tope¡ª o de reunificaci¨®n familiar que concede el Reino Unido.

El problema para alguien tan met¨®dico, calculador y racional como Sunak es que no dispone de armas para combatir la demagogia. Consciente de que es imposible poner una cifra tanto a la futura llegada de inmigrantes como a las necesidades del mercado laboral brit¨¢nico, el candidato conservador ha supeditado los detalles de su propuesta a lo que sugiera la Comisi¨®n Asesora de Migraci¨®n, un organismo adscrito al Ministerio del Interior que desde 2007 ofrece al Gobierno orientaci¨®n independiente sobre pol¨ªtica migratoria. Frente a esa pretendida prudencia, Farage lanza sus propuestas a ca?onazos. Anuncia, por ejemplo, impuestos punitivos para las empresas que contraten trabajadores extranjeros. O hace cuentas sin ning¨²n rigor para justificar sus promesas.

¡°El objetivo ser¨ªa tener cero inmigrantes¡±, ha asegurado este martes el candidato de Reform UK a la BBC, utilizando de modo poco riguroso el juego de sumas y restas de las estad¨ªsticas oficiales. ¡°Sabemos que unas 600.000 personas abandonaron el Reino Unido el a?o pasado. As¨ª que para cubrir plazas en el mercado de trabajo habr¨ªa espacio para otras 600.000 [inmigrantes regulares], aunque conf¨ªo en que no sean necesarias tantas¡±, aventuraba Farage, en un mensaje con la dosis justa de mano dura y de aparente compasi¨®n que tanto agrada a los seguidores del pol¨ªtico.

Un batido en la cara

Farage ha tenido su primer acto de campa?a en Clacton-on-Sea, la circunscripci¨®n por la que se presenta en estas elecciones generales. Y ha sufrido el primer incidente derivado de la tensi¨®n creciente que se respira entre los votantes. La polic¨ªa ha detenido a una mujer de 25 a?os despu¨¦s de que arrojara un batido al candidato de Reform UK. Seg¨²n el diario tabloide The Sun, se trataba de un milk shake de pl¨¢tano de McDonalds. Alguien del equipo del candidato compraba pronto un batido similar y Farage lo utilizaba para restar importancia a lo ocurrido y bromear con la prensa. Tanto el Partido Conservador como los laboristas han condenado el incidente y expresado su solidaridad con Farage. El pol¨ªtico populista hab¨ªa logrado concentrar a un nutrido grupo de seguidores este martes, a los que bombarde¨® con sus recetas contra la inmigraci¨®n.

Frente a esa ofensiva de brocha gorda, Sunak intenta endurecer sus propias propuestas ¡ªya de por s¨ª bastante inclementes¡ª, pero pierde fuelle ante el electorado m¨¢s conservador cuando hace hincapi¨¦ en los detalles. El Gobierno deja exentos de su af¨¢n de limitaci¨®n a los 600.000 licenciados extranjeros salidos de las universidades brit¨¢nicas y a los trabajadores agrarios temporales que cada a?o son contratados. Del mismo modo, quedan fuera los solicitantes de asilo que han entrado al pa¨ªs a trav¨¦s de una ruta legal.

¡°Ya hemos tomado medidas bastante firmes para reducir el n¨²mero de personas que entran en nuestro pa¨ªs, y est¨¢n funcionando¡±, ha asegurado este martes Sunak, al presentar sus nuevas propuestas. ¡°Pero los niveles siguen siendo muy elevados, y tenemos que ir m¨¢s all¨¢. (...) El Partido Laborista pretende declarar una amnist¨ªa migratoria que convertir¨¢ al Reino Unido en un im¨¢n para los inmigrantes ilegales [sic]. No tienen un plan para reducir las cifras¡±, ha atacado el todav¨ªa primer ministro a su rival, Keir Starmer.

Los conservadores se agarran a la promesa del candidato laborista de acabar con el plan de deportaci¨®n de inmigrantes a Ruanda si llega al poder para colocar en el imaginario de los votantes esa supuesta amnist¨ªa laborista. Juega a su favor, aunque las encuestas se?alen que de un modo muy limitado, la ambig¨¹edad con que Starmer aborda un asunto plagado de minas electorales. Quiere recuperar a los votantes tradicionales de izquierda que en 2019 acabaron seducidos por el discurso de Boris Johnson, y est¨¢ convencido de que para ello debe mostrar firmeza en materia migratoria.

La promesa de anular los vuelos a Ruanda

El Partido Laborista ha prometido anular los vuelos de migrantes a Ruanda, pero m¨¢s por la ineficacia e ilegalidad de la propuesta que por su aparente crueldad. Y sus representantes prometen tambi¨¦n una reducci¨®n en las cifras, sin atreverse a proponer una cantidad. Juegan simplemente con la idea, ya ensayada sin ¨¦xito por el Gobierno conservador, de prometer mayor formaci¨®n laboral para los ciudadanos brit¨¢nicos, a fin de que accedan ellos a los puestos de trabajo que hoy desempe?a la mano de obra extranjera.

La cifra neta de migraci¨®n en el Reino Unido, el n¨²mero total de nuevos habitantes menos el de los que salen del pa¨ªs, fue el a?os pasado de 685.000 personas. En 2022, se alcanz¨® el r¨¦cord de 764.000.

Los tories llevan a?os choc¨¢ndose con el mismo muro. El entonces primer ministro conservador, David Cameron, ya prometi¨® hace una d¨¦cada rebajar en decenas de miles las entradas de migrantes, pero acab¨® tirando la toalla. El actual Gobierno ha prohibido, de momento, que los licenciados universitarios extranjeros puedan reunirse con familiares en territorio brit¨¢nico. Y el salario m¨ªnimo impuesto a las empresas para contratar a un trabajador de fuera se ha elevado desde casi 31.000 euros anuales a m¨¢s de 45.000 euros (casi 50.000 d¨®lares).

La nueva irrupci¨®n de Farage en la escena electoral ha embarrado el debate, al meter en la misma cesta a la inmigraci¨®n regular e irregular. ¡°Simplemente, como pa¨ªs, no podemos seguir avanzando hacia unas cifras de poblaci¨®n que van a explotar¡±, afirma el candidato de Reform Uk, que enseguida aprovecha para introducir en el discurso una de esas frases que soliviantan a sus seguidores: ¡°Si la gente llega a nuestro pa¨ªs y no habla nuestra lengua ni se integra en la comunidad, acabamos por tener pueblos y ciudades que se vuelven literalmente irreconocibles¡±, dec¨ªa a la BBC a las pocas horas de entrar en campa?a.

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