La matanza tras el rescate israel¨ª de cuatro rehenes en Gaza: ¡°Los bombardeos llegaban de todas las direcciones¡±
Israel admite cerca de 100 muertos y el Ministerio de Sanidad de Ham¨¢s eleva la cifra a 274, decenas de ellos ni?os y mujeres, en la operaci¨®n del s¨¢bado en el campamento de refugiados de Nuseirat. Im¨¢genes y testimonios se?alan ataques a¨¦reos masivos y constantes
Julud Shalaq, una desplazada gazat¨ª, sujeta a un ni?o de escasa edad con la cabeza vendada y heridas en el rostro. ¡°Es el ¨²nico que ha sobrevivido de la familia¡±, explica. ¡°?l y su madre. El resto se han ido [han muerto], unos 14. Incluso m¨¢s de 14, porque hay entre los escombros. Las calles est¨¢n llenas de cad¨¢veres¡±. Es uno de los relatos, recogidos por la cadena de televisi¨®n Al Jazeera, que han ido saliendo a la luz de la matanza causada el s¨¢bado por el ej¨¦rcito israel¨ª en el campamento de refugiados de Nuseirat para liberar a cuatro rehenes en una operaci¨®n sorpresa en la que participaron cientos de soldados. Mientras Israel se emociona con el ¨¦xito del rescate (el mayor de la guerra), los gazat¨ªes han ido descubriendo su precio con el paso de las horas. Aunque el balance no est¨¢ claro, es una de las mayores masacres en ocho meses de guerra.
El domingo, el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Ham¨¢s en Gaza elev¨® a 274 (64 de ellos ni?os y 57 mujeres) la cifra de muertos y a 698 la de heridos. El portavoz militar israel¨ª, Daniel Hagari, admiti¨® estar al corriente de un n¨²mero de muertos ¡°por debajo de 100¡±. ¡°No s¨¦ cu¨¢ntos de ellos son terroristas¡±, aclar¨®. Un d¨ªa m¨¢s tarde, otro portavoz del ej¨¦rcito, Peter Lerner, rehus¨® dar cifras o confirmar civiles entre las v¨ªctimas: ¡°Ham¨¢s no sabe cu¨¢nta gente muri¨®, nosotros no sabemos cu¨¢nta gente muri¨®¡±.
Las v¨ªctimas fueron trasladadas a dos hospitales: Al Awda, que ya hab¨ªa tenido que instalar una extensi¨®n y ha informado de que recibi¨® 116 cad¨¢veres; y M¨¢rtires de Al Aqsa, que depende de un solo generador el¨¦ctrico para funcionar, opera desde hace meses por encima de sus capacidades y se colaps¨® al recibir hasta 94 muertos. Un ¡°caos total¡±, en palabras de Karin Huster, responsable m¨¦dica de M¨¦dicos Sin Fronteras en el M¨¢rtires de Al Aqsa, con la sala de urgencias ¡°completamente abarrotada de pacientes en el suelo procedentes de los bombardeos de Nuseirat¡±. En poco tiempo se apelotonaron hasta cientos de heridos, entre ellos ni?os y mujeres, con ¡°toda la gama de heridas de guerra¡±, ha relatado en un audio cuyo contenido ha difundido la ONG. El Ministerio de Sanidad pidi¨® a la gente que se acercase a donar sangre y lament¨® que las ambulancias no diesen abasto para responder a las peticiones de ayuda.
Las im¨¢genes que han ido difundiendo los canales de televisi¨®n con presencia en el terreno (Israel impide el acceso a la prensa internacional) y los testigos en redes sociales muestran bombardeos a¨¦reos intensos que generan columnas de humo, as¨ª como edificios en ruinas y muertos y heridos en el suelo. De fondo se escucha tambi¨¦n fuego de artiller¨ªa y de fusiles de repetici¨®n, mientras decenas de civiles corren a resguardarse, gritan de miedo o intentan grabar con el m¨®vil.
¡°Los bombardeos y disparos llegaban de todas direcciones. Ni sab¨ªa cu¨¢l era el origen. Tengo 32 a?os y nunca pens¨¦ que vivir¨ªa un momento as¨ª¡±, rememoraba Mohamed Al Tahrani, uno de los residentes en el campamento de refugiados. Tres ni?os sin identificar lloran desconsoladamente ante la c¨¢mara en la cercana Deir el Balah al explicar que vienen de la zona de la mezquita Al Dawa, que est¨¢ en Nuseirat, a una hora a pie. ¡°Fuimos a comprar pan y nos hicieron esto¡±, explica uno, en referencia a los bombardeos. No saben d¨®nde est¨¢n sus padres.
Otro habitante de Nuseirat, Nidal Abdo, que estaba comprando en el mercado, cifr¨® en unas 150 las bombas que cayeron en menos de 10 minutos. ¡°Mientras hu¨ªamos, ca¨ªan otras sobre el mercado¡±, declar¨® a la cadena CNN. Un ni?o cuenta llorando en un v¨ªdeo (en el que no se desvela su nombre) que vio morir a su amigo cuando montaban juntos en bicicleta: ¡°Vimos la muerte con nuestros propios ojos. Estaba en la rotonda Abu Sarar [una de las zonas de Nuseirat bombardeadas], bombardearon y muri¨® en la bicicleta¡±. Hay una imagen de un ni?o muerto en medio de la carretera a¨²n sobre la bicicleta.
El brazo armado de Ham¨¢s, las Brigadas de Ezedin al Qasam, ha asegurado que el ej¨¦rcito mat¨® a tres rehenes (de los 120 que quedan en Gaza) en los bombardeos para liberar a cuatro y que uno tiene tambi¨¦n nacionalidad estadounidense. Poco despu¨¦s, difundi¨® un v¨ªdeo de guerra psicol¨®gica en el que se intuyen difuminados tres cad¨¢veres, pero sin poder determinar sus identidades ni causa de la muerte. El ej¨¦rcito israel¨ª lo ha negado ¡°categ¨®ricamente¡±.
Las Fuerzas Armadas israel¨ªes han admitido que abrieron fuego por tierra, mar y aire, ya que diversos milicianos trataron de impedir el rescate ¨Den el que perdi¨® la vida un polic¨ªa de fronteras¨D con fuego intenso desde todas direcciones. Las tropas israel¨ªes de inc¨®gnito fueron descubiertas y se corri¨® la voz. En las im¨¢genes se ve a palestinos huir de la zona bombardeada mientras gritan al resto que se mantengan a distancia porque hay ¡°explosiones violentas¡± y ¡°fuerzas especiales¡±.
Esas ¡°fuerzas especiales¡± eran mistaravim, las que aprenden a mimetizarse con los ¨¢rabes para infiltrarse en territorio palestino, retratadas en la conocida serie de televisi¨®n Fauda. Llevaban colchones en el veh¨ªculo para hacerse pasar por unos de los cientos de miles de desplazados de la zona de Rafah (donde Israel inici¨® el mes pasado una ofensiva) que buscaban alquilar un apartamento en Nuseirat. Otros iban disfrazados de milicianos de Ham¨¢s.
Los detalles desvelados por la televisi¨®n israel¨ª, testigos y las im¨¢genes de los veh¨ªculos dibujan la operaci¨®n de rescate, que dur¨® unas dos horas desde los primeros bombardeos. Iban en dos veh¨ªculos, ¡±uno peque?o de marca Nissan; y un cami¨®n grande¡±, seg¨²n precisaba a la televisi¨®n un testigo. Israel ha negado que el cami¨®n fuese de ayuda humanitaria. En las im¨¢genes captadas en la zona parece m¨¢s bien comercial.
Fuerzas de una unidad operativa de los servicios de inteligencia y de una unidad de ¨¦lite de la polic¨ªa de fronteras se bajaron entonces de los veh¨ªculos y se movieron r¨¢pido entre tiendas de campa?a mientras la aviaci¨®n segu¨ªa bombardeando la zona como apoyo. ¡°Me preocup¨¦ de que hubiese una lluvia de fuego a un ritmo relativamente alto para garantizar que nadie se acercase al veh¨ªculo¡±, se?al¨® el comandante de la misi¨®n a¨¦rea, un capit¨¢n identificado solo con la letra Alef, al corresponsal militar del canal 12 de la televisi¨®n israel¨ª, Nir Dvori. Un dron mat¨® a un miliciano con un lanzagranadas que se dispon¨ªa a disparar contra el cami¨®n.
Las tropas hicieron un boquete en un muro para acceder a uno de los dos edificios. Entraron simult¨¢neamente en los dos apartamentos para evitar que alguien avisase a los otros captores. En un edificio estaba Noa Argamani; en el otro, a unos 200 metros, los tres hombres: Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv. Los cuatro hab¨ªan sido tomados como rehenes en el ataque masivo del 7 de octubre, en un festival al aire libre cerca de Gaza que continu¨® hasta el alba.
El veh¨ªculo para la evacuaci¨®n tuvo un problema t¨¦cnico y no se pod¨ªa mover de la calle. Para no quedar rodeado de milicianos, el ej¨¦rcito moviliz¨® a varios tanques que ten¨ªa apostados al lado justo para situaciones de emergencia. La fuerza a¨¦rea sigui¨® bombardeando ampliamente toda la zona, seg¨²n el capit¨¢n. Quince minutos m¨¢s tarde, salieron remolcando el veh¨ªculo hasta la costa, donde les esperaban los helic¨®pteros que sacaron de Gaza a los rehenes. Estados Unidos ha desmentido que fuese a trav¨¦s del muelle temporal que ha instalado para la entrada de ayuda humanitaria.
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