La agresi¨®n a un diputado muestra la crispaci¨®n creciente en la pol¨ªtica italiana
La sensaci¨®n de tolerancia ante el conflicto parlamentario crece en un pa¨ªs en el que estos incidentes no provocan un gran rechazo
La secuencia de la ¨²ltima trifulca entre parlamentarios, en pleno hemiciclo, no deja indiferente a nadie. Un rutinario debate sobre la ley de autonom¨ªa diferenciada para las regiones en la C¨¢mara de los Diputados de Roma acab¨® el mi¨¦rcoles por la tarde en una escena grotesca. Empujones, patadas, golpes... Un diputado de la oposici¨®n abandonando el hemiciclo en silla de ruedas. Otro lanzando un objeto contra la bancada del Gobierno. Esta refriega es un ejemplo extremo de la crispaci¨®n pol¨ªtica que se respira en Italia.
La tensi¨®n es una constante en la pol¨ªtica italiana, tanto dentro de las frecuentes coaliciones gubernativas como entre el Gobierno y la oposici¨®n. Desaires, confrontaciones... Todo ello ocurre habitualmente. La violencia no es tan frecuente, pero tampoco es algo completamente inusual, a diferencia del Parlamento espa?ol, donde los enfrentamientos son ret¨®ricos, no f¨ªsicos. En Italia pr¨¢cticamente todos los a?os se produce alg¨²n encontronazo violento entre diputados y senadores, algo que ha sucedido con distintos gobiernos. Pese a estos episodios, lo que ocurri¨® el mi¨¦rcoles, con la intervenci¨®n de los equipos m¨¦dicos para atender al diputado agredido, fue especialmente grave.
La crispaci¨®n que se est¨¢ viviendo en la pol¨ªtica italiana se alimenta con algunas propuestas de ley de la coalici¨®n del Gobierno ultraderechista particularmente espinosas que est¨¢n levantando ampollas. Una es la ley de autonom¨ªa diferenciada, propuesta por la Liga y que pretende establecer el mecanismo por el que las regiones que lo consideren puedan solicitar autorizaci¨®n al Gobierno para gestionar de manera aut¨®noma algunas materias sobre las que actualmente tiene competencia el Estado central, como fiscalidad, educaci¨®n, transportes o sanidad. La oposici¨®n acusa al Ejecutivo de Meloni de querer ¡°partir en dos al pa¨ªs¡± y denuncia que la norma penalizar¨¢ a las regiones del sur, tradicionalmente m¨¢s atrasadas, y que incrementar¨¢ la brecha con el norte.
Otra es la reforma del premierato, que se est¨¢ debatiendo en el Senado y que implica un cambio en la Constituci¨®n con el objetivo de reforzar los poderes del primer ministro. La idea del Gobierno ultraderechista es que los ciudadanos elijan al jefe del Ejecutivo directamente en las elecciones, con sus votos, sin pasar por el Parlamento, como se hace hasta ahora en Italia y en la mayor¨ªa de democracias parlamentarias.
Las ¨²ltimas trifulcas, con empujones, insultos y gritos incluidos, dentro del Parlamento y en los aleda?os, han sido a cuenta de temas dispares como la carne cultivada, como cuando en noviembre de 2023 un grupo de diputados protagoniz¨® un tumulto con varios miembros de asociaciones de agricultores frente a la sede del Gobierno; las finanzas, como en abril de 2022, cuando en una sesi¨®n de la Comisi¨®n Parlamentaria de Finanzas volaron los micr¨®fonos; el salario m¨ªnimo, como en diciembre de 2023, cuando hubo empujones en el Parlamento durante un debate sobre este tema; o la autonom¨ªa de las regiones, una cuesti¨®n tradicionalmente delicada, que el pasado abril ya produjo un roce entre parlamentarios.
A pesar de que la Constituci¨®n establece que ¡°los ciudadanos que tengan encomendadas funciones p¨²blicas tienen el deber de desempe?arlas con disciplina y honor¡±, en Italia se ha extendido la sensaci¨®n de una cierta tolerancia hacia el conflicto parlamentario sin l¨ªmites y la idea de que todo vale, ya que hasta ahora, este tipo de disturbios no ha tenido consecuencias destacables y no ha despertado grandes muestras de rechazo, tampoco en la ciudadan¨ªa.
El espect¨¢culo del mi¨¦rcoles empez¨® de una forma que no hac¨ªa prever el nada edificante desenlace. Algunos miembros de la oposici¨®n cantaban el himno nacional y ondeaban banderas como cr¨ªtica a la norma propuesta por la Liga liderada por Matteo Salvini, que, seg¨²n ellos, supondr¨¢ una gran desventaja para el sur. Un diputado del Movimiento 5 Estrellas, Leonardo Donno, intent¨® entregar una bandera italiana al ministro de Asuntos Regionales, Roberto Calderoli, de la Liga, en se?al de protesta. Dos vigilantes de seguridad le impidieron que se acercara al gobernante. En apenas unos segundos, un grupo de diputados de la coalici¨®n de Gobierno irrumpi¨® en avalancha y, sin mediar palabra, se produjo un tumulto. En el fragor de la batalla uno de los parlamentarios lleg¨® a empujar involuntariamente al ministro, poco despu¨¦s otro lo tom¨® por los hombros y lo sac¨® de escena. Igor Iezzi, diputado de la Liga muy cercano a Salvini, lanz¨® varios pu?etazos hacia la cabeza del diputado Donno, que cay¨® al suelo y acab¨® abandonado la sala en silla de ruedas escoltado por un equipo m¨¦dico.
La escena se complet¨® con el presunto lanzamiento de una silla por parte del diputado del Partido Democr¨¢tico Nico Stumpo contra las bancadas del Gobierno y con c¨¢nticos y gestos provocativos cruzados. El diputado de la Liga Domenico Furgiuele fue expulsado por realizar con las manos el gesto de una X dirigi¨¦ndose a la oposici¨®n, que en ese momento estaba entonando el himno partisano Bella Ciao. El gesto de Furgiuele se interpret¨® como una referencia a la Decima Flottiglia MAS (X MAS), la unidad militar que estaba bajo las ¨®rdenes directas del dictador Benito Mussolini. El parlamentario se justific¨® despu¨¦s alegando que realiz¨® una cruz con las manos, como hacen los jueces del programa televisivo Factor X para mostrar su desagrado hacia los c¨¢nticos de la oposici¨®n.
¡°Fuera los fascistas¡±
El jueves, cuando se retom¨® el debate en la C¨¢mara de los Diputados, a¨²n quedaban rescoldos de hostilidad. Los parlamentarios de la oposici¨®n volvieron a entonar el Bella Ciao y gritaron ¡°fuera los fascistas del Parlamento¡±, despu¨¦s de que el n¨²mero dos de la Liga, Andrea Cripp, defendiera que cantar el himno partisano es ¡°peor¡± que hacer el signo de la X MAS, ¡°porque el comunismo caus¨® millones de muertos¡±. ¡°Por desgracia, los comunistas siguen existiendo en este Parlamento¡±, agreg¨® el pol¨ªtico.
Antes de reanudar las intervenciones en el hemiciclo, Elly Schlein, secretaria del Partido Democr¨¢tico, pidi¨® a sus filas que evitaran ¡°caer en provocaciones¡± y anunci¨® que hablar¨ªa con otros miembros de la oposici¨®n ¡°para evaluar posibles acciones conjuntas¡±. ¡°No dejaremos pasar esta agresi¨®n como un hecho normal, lo que ha ocurrido no puede silenciarse¡±, clam¨® la l¨ªder de la oposici¨®n. Y advirti¨®: ¡°La oposici¨®n ser¨¢ extremadamente dura contra las reformas que desmonten la estructura constitucional del pa¨ªs¡±, en referencia a las ¨²ltimas normas propuestas por el Ejecutivo de Giorgia Meloni, la de la autonom¨ªa diferenciada de las regiones y la reforma que pretende introducir la elecci¨®n directa del primer ministro, hasta ahora competencia del Parlamento.
Desde el Gobierno han tratado de restar importancia a lo ocurrido y han denunciado que se trata de un intento de ensombrecer ¡°el G-7 de Giorgia Meloni¡± en alusi¨®n a la cumbre internacional que re¨²ne a los l¨ªderes de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo estos d¨ªas en el sur de Italia. ¡°Estamos dando una imagen peor de la que damos normalmente. Me parece un harakiri¡±, ha protestado el presidente del Senado, Ignazio La Russa, de Hermanos de Italia.
La oposici¨®n italiana tambi¨¦n ha denunciado el modo en el que qued¨® recogida la refriega en el acta parlamentaria de la sesi¨®n del mi¨¦rcoles, que habla de ¡°des¨®rdenes¡± en la sala. ¡°Evidentemente, lo que ocurri¨® ayer no se puede resumir en el acta con la palabra des¨®rdenes, es una agresi¨®n. Tiene que quedar claro entre nosotros¡±, lament¨® el diputado del Partido Democr¨¢tico Federico Fornaro. ¡°No fue un desorden, sino una agresi¨®n de escuadristas¡±, denunci¨® Marco Pellegrini, del M5S, utilizando una palabra que hace alusi¨®n a las acciones violentas que practicaban grupos fascistas en la ¨¦poca del fascismo italiano.
Este jueves, la oposici¨®n ha protestado durante los debates en la C¨¢mara alta mostrando banderas del pa¨ªs, mientras que los senadores del Gobierno han respondido entonando el himno nacional.
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