?rdagos, promesas y drama para cenar: as¨ª se negocian los altos cargos de la UE
La ambici¨®n de los populares europeos, los recelos con los negociadores y el malestar de Giorgia Meloni, aislada del centro de poder decisivo, dilatan el acuerdo pol¨ªtico para la nueva c¨²pula de la UE
Cuando se sirvi¨® la cena, un men¨² de pastel de cebolla, abadejo frito con verduras mediterr¨¢neas y tarta al ron, el ambiente en la sala se hab¨ªa agriado. El ¨¢gape de trabajo de los l¨ªderes de los pa¨ªses de la UE para debatir sobre los nombramientos de los altos cargos de la Uni¨®n ¡ªsin tel¨¦fonos m¨®viles ni asesores en la habitaci¨®n del Consejo Europeo de Bruselas¡ª empezaba con dos horas de retraso y con la mayor¨ªa de los ¨®rdagos pol¨ªticos ya sobre la mesa. Pero no sobre esa mesa finamente preparada que no termin¨® de alumbrar el pasado lunes un compromiso pol¨ªtico para encumbrar a la futura c¨²pula europea.
Antes, en otra habitaci¨®n de ese edificio acristalado en forma de cubo, uno los centros de m¨¢s poder de las instituciones comunitarias, los negociadores de las tres principales familias pol¨ªticas europeas hab¨ªan empezado el regateo para designar a quienes presidir¨¢n durante los pr¨®ximos cinco a?os la Comisi¨®n Europea y el Consejo Europeo y a la persona que ostentar¨¢ la jefatura de la diplomacia de la UE. Primero, una reuni¨®n a cuatro: dos negociadores populares, el polaco Donald Tusk y el griego Kyriakos Mitsotakis, y dos socialdem¨®cratas, el espa?ol Pedro S¨¢nchez y el alem¨¢n Olaf Scholz. Despu¨¦s, otra reuni¨®n junto al holand¨¦s Mark Rutte y el franc¨¦s Emmanuel Macron, liberales. Seis de los 27 jefes de Estado y de Gobierno en torno a una peque?a mesa baja con un par de cocacolas, agua con gas, algo de fruta y unas cuantas carpetas.
La lista de candidatos estaba clara d¨ªas antes: la conservadora Ursula von der Leyen para repetir al frente del Ejecutivo comunitario; el socialista portugu¨¦s Ant¨®nio Costa para el Consejo y la liberal estonia Kaja Kallas de alta representante para Pol¨ªtica Exterior y Seguridad. Pero las apuestas empezaron a subir. ¡°Los populares se pusieron codiciosos, quieren que se visibilice que han ganado las elecciones europeas y exigen la mitad de los cinco a?os de mandato del Consejo Europeo, dos a?os y medio¡±, explica una fuente al corriente de las negociaciones. Los socialdem¨®cratas se negaron. La negociaci¨®n encall¨®.
El resto de l¨ªderes esperaba sorbiendo caf¨¦ o aprovechaba para mantener reuniones bilaterales. Y la sala principal empez¨® a caldearse. ¡°No aceptaremos un acuerdo precocinado¡±, lanzo la primera ministra ultraderechista de Italia, Giorgia Meloni, visiblemente molesta por no formar parte de esa mini-cumbre negociadora. ¡°La italiana se ha mostrado como la ganadora de las elecciones europeas que han escorado m¨¢s hacia la derecha la Uni¨®n, como l¨ªder de un Gobierno estable de la tercera econom¨ªa de la UE, y vio que, a la hora de la verdad, se la ignoraba por ultra¡±, describe una alta fuente comunitaria.
La italiana comparti¨® su enfado con el primer ministro checo, Petr Fiala, de su misma familia pol¨ªtica europea, los Reformistas y Conservadores (ECR), y con el nacionalpopulista h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n. Tambi¨¦n los conservadores sueco, Ulf Kristersson, e irland¨¦s, Simon Harris, empezaron a criticar que no se tuviera en cuenta a los ¡°pa¨ªses peque?os¡±. ¡°Muchos l¨ªderes estaban muy molestos por ese ambiente de que se estaban fraguando cada vez m¨¢s pactos secretos, tambi¨¦n para los puestos intermedios¡±, dice una alta fuente comunitaria.
La reuni¨®n de alto nivel se pronostic¨® como algo distinta a las anteriores, en las que predominaron los navajazos pol¨ªticos. Como en la de 2014, que estuvo precedida por una mini-cumbre del eje del norte, opuesto al nombramiento del conservador luxemburgu¨¦s Jean-Claude Juncker. O la de 2019, en la que todo salt¨® por los aires cuando el candidato avalado por la poderosa canciller Angela Merkel, el socialdem¨®crata holand¨¦s Frans Timmermans, cay¨® por vetos procedentes del propio Partido Popular Europeo (PPE), la familia de la alemana, recuerda Juan Pablo Garc¨ªa-Berdoy, que fue el embajador representante de Espa?a ante la UE en ese momento y hasta 2021. ¡°Los liberales barajaron a [la danesa Margrethe] Vestager. Pero finalmente Macron puso sobre la mesa el nombre de Ursula von der Leyen, que era una buena salida para Merkel¡±, se?ala el diplom¨¢tico.
Tras las elecciones europeas del 9-J, en las que la subida de la ultraderecha ha dejado muy tocados a los gobiernos de Francia y Alemania¡ª el t¨¢ndem motor de la UE¡ª, la guerra de Rusia contra Ucrania, la de Israel en Gaza y un clima global muy turbulento, hab¨ªa prisa por cerrar el asunto. Pero el juego de poder es inevitable. Los principales nombres est¨¢n muy claros y apenas nadie cuestiona la terna Von der Leyen, Costa, Kallas ¡ªla presidencia del Parlamento Europeo, a la que aspira a repetir la maltesa conservadora Roberta Metsola, aunque solo sea la primera parte de la legislatura, apenas se debati¨® el lunes¨D, que cumple el equilibrio de g¨¦nero, familias pol¨ªticas y regional. Pero todos quieren la mejor cuota posible en el pr¨®ximo Ejecutivo comunitario. ¡°Aqu¨ª se habla de muchas cosas, pero sobre todo de intereses nacionales, y m¨¢s cuanto m¨¢s nacionalista eres¡±, apunta Garc¨ªa-Berdoy, hoy responsable de Asuntos P¨²blicos Europeos para la consultora LLYC.
¡°Todo el mundo sabe cu¨¢l es el papel de Italia, que hoy tiene el Gobierno m¨¢s s¨®lido de todos¡±, incidi¨® el mi¨¦rcoles Meloni, que reconoci¨® que presionar¨¢ para que su pa¨ªs tenga ¡°un papel del m¨¢s alto nivel¡±. De eso se trata ahora. De hecho, algunos observadores creen que el enfado de la l¨ªder italiana es ¡°sobreactuado¡± y una forma de presi¨®n pol¨ªtica. Pero no solo para este acuerdo, sino para mostrar c¨®mo podr¨ªa ser un Consejo Europeo en crisis permanente si se a¨ªsla a la ultraderecha. Los l¨ªderes se reunir¨¢n de nuevo este jueves y viernes en Bruselas para cerrar el acuerdo. Pero los contactos no cesan. Tampoco con Von der Leyen, a quien todos reclaman una buena cartera a cambio de su apoyo y, en algunos casos, tambi¨¦n del de su grupo parlamentario en la decisiva votaci¨®n de julio en la Euroc¨¢mara, en la que necesitar¨¢ 361 votos de 720.
La alianza de PPE, socialdem¨®cratas y liberales que ha sostenido hist¨®ricamente a la Uni¨®n ¡ªy su mandato¡ª suma 399 esca?os. Una cifra demasiado ajustada en un proceso de votaci¨®n secreto en el que la alemana no tiene garantizados ni siquiera todos los de su partido. Eso hace que suban las apuestas por el apoyo que le dar¨ªa la holgura necesaria, que para algunos sectores de la derecha est¨¢ en un acercamiento a Meloni (24 eurodiputados), mientras que otros miran hacia los Verdes (51 esca?os). De hecho, la col¨ªder de ese grupo, Terry Reintke, se pase¨® el lunes por las salas m¨¢s p¨²blicas del Consejo mientras decenas de periodistas se agolpaban en la cafeter¨ªa para ver los partidos de la Eurocopa y en otra zona debat¨ªan los l¨ªderes.
Cord¨®n sanitario
Italia quiere una vicepresidencia ejecutiva. Un buen puesto, a ser posible una cartera econ¨®mica, que muestre en casa y fuera el liderazgo de Meloni y que tambi¨¦n ella ¡ªpresidenta de un partido con ra¨ªces neofascistas como Hermanos de Italia, involucrado ¨²ltimamente en esc¨¢ndalos de memoria hist¨®rica, pero que algunos conservadores, como la propia Von der Leyen, ven como una ultraderecha aceptable¡ª sabe negociar, jugar y pactar.
La italiana no sinti¨® lo mismo el pasado lunes. Su familia ultra europea, ECR ¡ªen la que tambi¨¦n est¨¢n los espa?oles de Vox o los polacos de Ley y Justicia (PiS)¡ª, se perfila como la tercera fuerza pol¨ªtica en la Euroc¨¢mara, tras el desplome de los liberales. Y Meloni esperaba que hubiera alg¨²n tipo de reorganizaci¨®n de la jerarqu¨ªa en la negociaci¨®n.
Ya en la previa de aquella cena y en las conversaciones anteriores ¡ªMacron y Scholz se vieron con Von der Leyen aprovechando la reuni¨®n del G-7 poco antes¡ª qued¨® claro que no iba a ser el caso. De hecho, el canciller alem¨¢n exigi¨® que Meloni y su ECR fueran excluidos de las conversaciones, seg¨²n varias fuentes. Un cord¨®n sanitario a partidos de ultraderecha que gobiernan (o sostienen Ejecutivos) en ocho Estados miembros. Y, como Meloni, tambi¨¦n quieren su cuota de poder para elegir a la c¨²pula comunitaria.
La primera ministra italiana ¡°no ley¨®¡± bien el tipo de cumbre que dirime los altos cargos de la UE, apunta una fuente diplom¨¢tica en una delegaci¨®n de peso. Ya no se trata tanto de pol¨ªticas como de pol¨ªtica. ¡°Al final est¨¢ todo hecho entre populares, socialistas y liberales¡±, zanj¨® con sorna Orb¨¢n mientras esperaba su coche oficial para volver a su lujoso hotel, en el centro de Bruselas. ¡±Me pareci¨® surrealista que algunos presentaran propuestas de nombres para puestos de alto nivel sin reflexionar primero sobre cu¨¢les eran las se?ales provenientes de los ciudadanos y cu¨¢l deber¨ªa ser el cambio de ritmo en las prioridades¡±, resumi¨® un par de d¨ªas despu¨¦s Meloni.
Para cuando se sirvieron el caf¨¦ y las tisanas de hierbas tras la cena del lunes, y se abrieron las puertas a los asesores, ya hab¨ªa quedado claro que no habr¨ªa una declaraci¨®n de compromiso pol¨ªtico como Von der Leyen querr¨ªa. Ahora es momento de que el acuerdo, el debate, se ¡°marine¡±, apunt¨® Macron. Que macere hasta el pr¨®ximo jueves, cuando los l¨ªderes esperan llegar a un acuerdo que marcar¨¢ el futuro de la UE.
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