El Tribunal Supremo de Israel dictamina el fin de la exenci¨®n militar para los ultraortodoxos
La decisi¨®n a?ade presi¨®n sobre Netanyahu. Si la cumple, perder¨¢ dos socios de coalici¨®n clave, quedar¨¢ en minor¨ªa y tendr¨¢ que convocar las elecciones anticipadas que califica de ¡°regalo a Ham¨¢s¡±
El Tribunal Supremo de Israel ha dictaminado este martes, por unanimidad de sus nueve magistrados, que el Gobierno tiene la obligaci¨®n de alistar a los ultraortodoxos ¨Dexentos del servicio militar que cumple obligatoriamente el resto de jud¨ªos del pa¨ªs¨D y dejar de financiar a las yeshivot (seminarios religiosos) en las que estudian. La sentencia a?ade presi¨®n sobre el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, porque su coalici¨®n depende del apoyo de las dos formaciones que representan a este colectivo y que han salido en tromba contra la decisi¨®n por rechazo al alistamiento general.
En su sentencia, los jueces subrayan que la exenci¨®n de los ultraortodoxos ¡°genera una discriminaci¨®n grave¡± respecto a quienes sirven y carece de marco legal. En junio de 2023, el Gobierno aprob¨® a toda prisa una pr¨®rroga de 10 meses (que los jueces consideran adem¨¢s inv¨¢lida) que expir¨® el pasado marzo sin acuerdo para prorrogarla.
La sentencia recoge argumentos previos, pero est¨¢ marcada por una novedad importante: la invasi¨®n de Gaza. ¡°En estos d¨ªas, en medio de una guerra grave, la carga de la desigualdad es m¨¢s aguda que nunca y requiere promover una soluci¨®n sostenible a este asunto¡±, asegura el texto.
Es un nuevo punto sensible en uno de los temas que m¨¢s divide social y pol¨ªticamente al pa¨ªs y que lleva m¨¢s de una d¨¦cada en los tribunales. Ya en 2002 el Parlamento intent¨® regularlo, pero el Supremo lo tumb¨® y declar¨® inconstitucional la exenci¨®n en 2017. La movilizaci¨®n masiva (la mayor de reservistas de la historia de Israel) de los ¨²ltimos meses ha vuelto a ponerlo en primer plano.
Dif¨ªcilmente esperaba el secular David Ben Guri¨®n, el padre fundador del pa¨ªs, que la exenci¨®n que pact¨® con los l¨ªderes ultraortodoxos en 1948, al nacer el Estado jud¨ªo, ser¨ªa siete d¨¦cadas m¨¢s tarde tan divisiva y emocional. Apenas afectaba entonces a 400 estudiantes. Los ultraortodoxos eran entonces el 5% de la poblaci¨®n. Hoy, son el 13% y, con casi siete hijos de media, llegar¨¢n al 32% en 2065, seg¨²n las proyecciones de la Oficina Central de Estad¨ªsticas. El Israel m¨¢s liberal y secular pide en las manifestaciones desde hace a?os lo que llama ¡°la igualdad en la carga¡±: que se alisten (o hagan servicio social sustitutorio), paguen impuestos y tengan derecho a los mismos fondos p¨²blicos que ellos.
Estos d¨ªas, sin embargo, el debate ha cambiado: ya no es solo un tema de principios, sino tambi¨¦n pr¨¢ctico. El 7 de octubre, una milicia con pocos medios convirti¨® en un coladero la cara y tecnol¨®gica barrera en torno a Gaza. Faltaban tropas sobre el terreno y de poco sirvi¨® el poder¨ªo a¨¦reo. Luego, la devastadora invasi¨®n de la Franja, el despliegue de otras decenas de miles de soldados en las fronteras con Siria y L¨ªbano, y en Cisjordania y la perspectiva de una guerra total con varios frentes han alimentado en la opini¨®n p¨²blica y en el estamento militar un sentimiento de urgencia para el alistamiento de los ultraortodoxos que no exist¨ªa antes. Es la l¨ªnea en la que ha reaccionado el anterior primer ministro y jefe de la oposici¨®n, Yair Lapid: ¡°Israel est¨¢ en una guerra en siete frentes. Su ej¨¦rcito no tiene suficientes soldados. Si no luchamos juntos, moriremos juntos¡±.
Los dirigentes ultraortodoxos han criticado la decisi¨®n, aunque sin cerrarse a un acuerdo. ¡°Israel fue creado para ser el hogar del pueblo jud¨ªo, que tiene en la Tor¨¢ la base de su existencia. La Tor¨¢ Sagrada prevalecer¨¢¡±, dijo el ministro de Vivienda, Itzhak Golknopf. ¡°No hay poder en el mundo que pueda obligar a una persona cuyo alma desea estudiar la Tor¨¢ a abstenerse de hacerlo¡±, subray¨® el titular de Asuntos de Jerusal¨¦n, Meir Porush. ¡°El pueblo jud¨ªo ha sobrevivido a persecuciones, pogromos y guerras gracias a que mantuvo su singularidad: la Tor¨¢ y los mandamientos. Es nuestra arma secreta contra todos los enemigos¡±, dijo Arie Deri, l¨ªder del partido sefard¨ª Shas.
Los magistrados no indican c¨®mo debe cumplirse la decisi¨®n, ni cu¨¢ntos ultraortodoxos se deben alistar. Se calcula que la sentencia afecta a unas 63.000 personas de 18 a 24 a?os, de los que el ej¨¦rcito ya esperaba contar este a?o con unos 3.000. Los jueces abren la puerta a un ¡°reclutamiento gradual¡±, que aleja la inminencia de una crisis de Gobierno. El Movimiento para la Calidad del Gobierno de Israel, que llev¨® el tema al Supremo, ha calificado la sentencia de ¡°victoria hist¨®rica¡± y ha pedido la llamada a filas inmediata de los 63.000.
Aliados
La decisi¨®n no es una sorpresa, pero s¨ª un golpe para Netanyahu. Quedar¨ªa en minor¨ªa sin sus dos socios ultraortodoxos: Shas y el asquenaz¨ª Juda¨ªsmo Unido de la Tor¨¢. Integran la coalici¨®n desde 2022, junto con la ultraderecha, y lo acompa?an fielmente desde hace a?os. No siempre ha sido as¨ª en el pasado, pero los haredim (los que temen a Dios, como se conoce en hebreo a los ultraortodoxos) han encontrado acomodo en la derecha pol¨ªtica y un socio fiel en Netanyahu, que los mantiene al margen del alistamiento y otorga subsidios y financiaci¨®n a cambio del s¨ª de sus diputados.
Netanyahu ¨Dun experto en ganar tiempo y en frenar crisis pol¨ªticas con concesiones o promesas que luego incumple¨D se enfrenta ahora a un dilema. Si impulsa el cumplimiento del dictamen judicial, puede perder a sus aliados tradicionales y se ver¨¢ forzado a convocar unas elecciones anticipadas que exige una mayor¨ªa de israel¨ªes y que ¨¦l rechaza, por considerar un ¡°regalo a Ham¨¢s¡± en tiempo de guerra. Solo ¡°puede¡±, ya que los l¨ªderes ultraortodoxos son conscientes del fr¨ªo que hace en la oposici¨®n o c¨®mo son vistos por los seculares partidarios del alistamiento para todos. Netanyahu perdi¨® a principios de este mes el apoyo de Benny Gantz por diferencias sobre el curso de la invasi¨®n de Gaza. Era un ministro procedente de la oposici¨®n que se sum¨® durante ocho meses al Ejecutivo de unidad creado para gestionar la guerra.
Su partido, Likud, ha reaccionado a la defensiva a la sentencia: ¡°Es extra?o que el Supremo, que durante 76 a?os se ha abstenido de forzar con un fallo el reclutamiento militar de los [estudiantes] de yeshivot, lo haga ahora, cuando estamos a punto de legislar un proyecto de ley hist¨®rico de reclutamiento y el reclutamiento m¨¢s reciente de los ultraortodoxos fue el mayor jam¨¢s registrado¡±.
Se refiere, por un lado, al fracasado intento del Ejecutivo de alcanzar un acuerdo que pondr¨ªa negro sobre blanco la exenci¨®n. Si lo intenta sacar adelante, dando la cobertura legal que pide el Supremo, puede perder a otra parte de su coalici¨®n. Entre ellos, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, tambi¨¦n del Likud, pero muy claro sobre la necesidad de que los haredim arrimen el hombro en el aspecto militar.
El ¡°reclutamiento hist¨®rico¡± al que alude el Likud est¨¢ marcado por las circunstancias. Hasta octubre, unos 1.000 ultraortodoxos sol¨ªan servir como voluntarios en el ej¨¦rcito. Pertenec¨ªan, adem¨¢s, generalmente a las ramas m¨¢s cercanas al ultranacionalismo, lejos de las corrientes antisionistas que rechazan la existencia del Estado de Israel por ser una creaci¨®n humana previa a la llegada del Mes¨ªas. No llegaban al 1% por ciento de los soldados. El ataque de Ham¨¢s del 7 de octubre de 2023, con cerca de 1.200 muertos, llev¨® a unos 2.000, de distintas edades, a presentarse voluntarios en apenas tres meses.
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