El Supremo autoriza a la Casa Blanca a pedir a las redes sociales que retiren contenido falso
Los jueces sentencian contra un intento de los republicanos de poner cortapisas al Gobierno de Biden para combatir la desinformaci¨®n sobre asuntos como las vacunas y las elecciones
El Gobierno de Joe Biden podr¨¢ seguir interactuando con las redes sociales para combatir bulos, como hicieron las autoridades sanitarias de Estados Unidos durante la pandemia, cuando instaron a retirar mensajes de desinformaci¨®n en relaci¨®n con la covid o las vacunas. El Tribunal Supremo, pese a su mayor¨ªa conservadora, ha rechazado el intento de varios Estados republicanos de poner cortapisas a esa facultad. La sentencia tiene es...
El Gobierno de Joe Biden podr¨¢ seguir interactuando con las redes sociales para combatir bulos, como hicieron las autoridades sanitarias de Estados Unidos durante la pandemia, cuando instaron a retirar mensajes de desinformaci¨®n en relaci¨®n con la covid o las vacunas. El Tribunal Supremo, pese a su mayor¨ªa conservadora, ha rechazado el intento de varios Estados republicanos de poner cortapisas a esa facultad. La sentencia tiene especial importancia en pleno a?o electoral, un caldo de cultivo propicio para bulos de todo tipo.
Por supuesto, el Gobierno no puede imponer a las redes sociales su propia pol¨ªtica de moderaci¨®n de contenidos ni obligar a retirar un mensaje u otro, pero los republicanos consideraban un ejercicio de censura contrario a la Primera Enmienda de la Constituci¨®n de Estados Unidos ¡ªque consagra la libertad de expresi¨®n¡ª el mero hecho de que las autoridades alertasen sobre ciertos contenidos. El Supremo rechaza esa tesis por seis votos a tres. Los jueces conservadores Samuel Alito, Neil Gorsuch y Clarence Thomas han formulado un voto particular en sentido contrario.
Una decisi¨®n judicial en Luisiana prohibi¨® cautelarmente a buena parte de la Administraci¨®n Biden interactuar con las redes sociales y dirigirse a ellas, dando la raz¨®n parcialmente a una demanda republicana de 2022 en la que se alegaba que el Gobierno federal se hab¨ªa extralimitado. Les imped¨ªa mantener reuniones con las empresas, marcar espec¨ªficamente contenidos o publicaciones para que fueran retirados, instar o presionar de cualquier modo a las redes sociales a que modifiquen sus directrices para eliminar, suprimir o reducir ciertos contenidos e incluso enviarles correos electr¨®nicos o mensajes. Como excepciones, el juez permit¨ªa informar a las empresas de redes sociales de publicaciones que implicasen actividades delictivas y conspiraciones, as¨ª como notificar amenazas contra la seguridad nacional.
Tras varios recursos, que en parte corrigieron esa decisi¨®n, el caso lleg¨® al Tribunal Supremo, enfrentando a los Estados de Luisiana y Misuri ¡ªbajo control republicano¡ª, m¨¢s algunos usuarios de las redes, contra la Casa Blanca. El Gobierno de Biden subray¨® que con esas tesis perder¨ªa su capacidad de comunicarse con las redes sociales sobre publicaciones antisemitas y antimusulmanas, as¨ª como sobre cuestiones de seguridad nacional, salud p¨²blica e integridad electoral.
Despu¨¦s de analizar el caso, los jueces concluyen que, ¡°aunque el expediente refleja que los [funcionarios] demandados del Gobierno desempe?aron un papel en al menos algunas de las opciones de moderaci¨®n de las plataformas, las pruebas indican que las plataformas ten¨ªan incentivos independientes para moderar el contenido y a menudo ejerc¨ªan su propio criterio¡±.
Los jueces creen que no se ha demostrado un caso concreto en que el Gobierno presionase a una red social para que censurara un tema espec¨ªfico antes de que esa plataforma suprimiera el discurso de un demandante sobre ese tema. ¡°Los demandantes, sin ning¨²n v¨ªnculo concreto entre sus perjuicios [el contenido restringido o censurado] y la conducta de los demandados, nos piden que llevemos a cabo una revisi¨®n de los a?os de comunicaciones entre docenas de funcionarios federales, a trav¨¦s de diferentes agencias, con diferentes plataformas de medios sociales, sobre diferentes temas. La doctrina de legitimaci¨®n de este Tribunal nos impide ejercer tal supervisi¨®n legal general de las otras ramas del Gobierno¡±, dice la sentencia, redactada por la conservadora Amy Coney Barrett.
Hay otro punto que jugaba en contra de los usuarios de redes sociales que se hab¨ªan sumado a la demanda y que acusaban de censura al Gobierno: ¡°Lo que complica el esfuerzo de los demandantes para demostrar que cada plataforma actu¨® debido a la coacci¨®n del Gobierno, en lugar de a su propio juicio, es el hecho de que las plataformas comenzaron a suprimir el contenido de los demandantes antes de que comenzaran las comunicaciones impugnadas de los demandados¡±, se indica en el fallo.
¡°Una presi¨®n implacable¡±
El voto particular discordante de tres magistrados est¨¢ firmado por Samuel Alito, del extremo m¨¢s conservador del Tribunal. ¡°Durante meses, altos cargos del Gobierno ejercieron una presi¨®n implacable sobre Facebook para suprimir la libertad de expresi¨®n de los estadounidenses. Dado que el Tribunal se niega injustificadamente a abordar esta grave amenaza a la Primera Enmienda, disiento respetuosamente¡±, dice su dictamen.
El Supremo tiene pendiente decidir otros dos casos similares entre s¨ª de a¨²n m¨¢s calado sobre la pol¨ªtica de moderaci¨®n de las redes sociales, que afectan a la esencia de las mismas. Los Estados de Texas y Florida aprobaron leyes contra esas pol¨ªticas con el argumento de que impon¨ªan la censura a sus usuarios. Varias compa?¨ªas tecnol¨®gicas recurrieron y el Supremo decidir¨¢ previsiblemente esta semana.
Las dos partes, los Estados y las plataformas, se envuelven en la bandera de la libertad de expresi¨®n que consagra la Primera Enmienda frente a la injerencia estatal. Texas y Florida consideraban que vetar mensajes y usuarios la viola; las plataformas, representadas por asociaciones del sector, denunciaban que eran esas leyes las que la vulneraban al impedirles elegir qu¨¦ publicar en sus plataformas. Para los Estados, las redes sociales son m¨¢s bien tel¨¦fonos, no se puede interferir en las comunicaciones; para las plataformas, m¨¢s bien peri¨®dicos, con su pol¨ªtica editorial.
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