La izquierda francesa celebra en las calles una victoria inesperada
La alianza Nuevo Frente Popular (NFP) da la sorpresa al situarse en cabeza en las elecciones legislativas y relegar al tercer puesto a la extrema derecha, que esperaba gobernar
Miles de personas se lanzaron este domingo a las calles en Francia para celebrar el inesperado ¨¦xito de la alianza de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP), la principal novedad de los resultados que arrojan las legislativas en Francia. Aunque la negociaci¨®n a partir de este lunes ser¨¢ compleja ¡ªy queda por despejar c¨®mo ser¨¢ la configuraci¨®n exacta de la Asamblea Nacional surgida de las urnas¡ª, la izquierda ha registrado ya dos hitos. El primero, cumplir la meta de impedir la mayor¨ªa absoluta de la extrema derecha en el Parlamento. El segundo, colocarse en un inesperado primer lugar y desplazar al Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen a un lejano tercer puesto.
Nada m¨¢s anunciarse los primeros resultados, una abarrotada plaza de la Rep¨²blica, en el centro de Par¨ªs, estall¨® de alegr¨ªa. Los gritos de miles de personas, en especial j¨®venes con una sonrisa de oreja a oreja ¡ªaunque tambi¨¦n familias con ni?os¡ª y el sonido de los cl¨¢xones se mezclaban con m¨²sica animada al ritmo de tambores africanos. Los presentes aplaud¨ªan, enarbolaban banderas de Francia, de los partidos que integran el NFP, as¨ª como s¨ªmbolos antifascistas. Tambi¨¦n coreaban con orgullo La jeunesse emmerde le FN (la juventud jode al FN), el mismo c¨¢ntico que idearon cuando Jean-Marie Le Pen lleg¨® por primera vez a la segunda vuelta de las presidenciales, en 2002, en las que fue derrotado masivamente por Jacques Chirac tras el primer gran cord¨®n sanitario de Francia. Ahora, pese a todas las dudas previas, ese cord¨®n ha vuelto a funcionar.
La sorpresa y el alivio se entremezclaban entre los asistentes. ¡°No me lo esperaba para nada. El programa del RN me daba mucho miedo por ser tan racista¡±, explicaba Shannon, de 30 a?os, vecina de Epinay sur Seine, en las afueras de Par¨ªs. ¡°Estoy muy emocionada¡±, repet¨ªa Elena, una colombiana de 74 a?os. ¡°Francia es mi pa¨ªs de adopci¨®n, donde llegu¨¦ hace 45 a?os. No quer¨ªa vivir en un pa¨ªs de extrema derecha, hubiese sido demasiado triste¡±, argumentaba.
¡°Para m¨ª, que Jordan Bardella fuera primer ministro era inconcebible. Es un partido racista, no representa la democracia. Cuando ves lo que la extrema derecha ha hecho en otras partes del mundo y lo dif¨ªcil que es que se vaya, pues sientes mucho alivio¡±, estimaba Marie, una parisina de 24 a?os, que a¨²n no daba cr¨¦dito a lo ocurrido.
Pese a que los ¨²ltimos sondeos hab¨ªan ido rebajando las expectativas de la extrema derecha de hacerse con su ambicionada mayor¨ªa absoluta, nada hab¨ªa preparado a los franceses para el resultado de la noche del domingo.
De hecho, se hab¨ªa organizado un fuerte despliegue policial, de hasta 30.000 agentes, por el temor a enfrentamientos entre grupos de ultraizquierda y ultraderecha y posibles disturbios (principalmente en la periferia de las grandes ciudades) ante la posibilidad de una victoria del RN. En Par¨ªs, donde el prefecto de polic¨ªa prohibi¨® una concentraci¨®n antifascista frente a la Asamblea Nacional, se desplegaron 5.000 agentes y se avis¨® de posibles des¨®rdenes a los comerciantes, muchos de los cuales tapiaron sus vitrinas.
Cuando el 9 de junio el presidente, Emmanuel Macron, anunci¨® que disolv¨ªa la Asamblea Nacional tras perder las elecciones europeas ante el RN de Le Pen, la gran pregunta que se hac¨ªan los analistas era c¨®mo reaccionar¨ªa la izquierda. ?Conseguir¨ªa unirse ante el peligro inminente de un posible Gobierno ultraderechista o volver¨ªa fracturarse, incapaz de llegar a acuerdos program¨¢ticos, como ya ha ocurrido en m¨¢s de una ocasi¨®n?
La disoluci¨®n en octubre de la antigua coalici¨®n parlamentaria Nueva Uni¨®n Popular Ecol¨®gica y Social (Nupes), que agrupaba a La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), los ecologistas (EELV) y el Partido Comunista (PC), no parec¨ªa un buen augurio. Creada en las ¨²ltimas legislativas para aprovechar el buen resultado obtenido por el l¨ªder insumiso, Jean-Luc M¨¦lenchon, en las presidenciales de 2022, y dominada por esta izquierda radical, la coalici¨®n parlamentaria se acab¨® rompiendo tras m¨²ltiples divergencias.
A las tensiones internas se sumaba el profundo rechazo que la figura de M¨¦lenchon provoca entre los dem¨¢s partidos del espectro progresista. De ah¨ª que el anuncio de un acuerdo expr¨¦s y la constituci¨®n de un Nuevo Frente Popular (NFP) al d¨ªa siguiente de la disoluci¨®n del Parlamento sorprendiera a m¨¢s de un analista y llevara a los adversarios del NFP, tanto el RN como la hasta ahora mayor¨ªa presidencial, a acusar a la coalici¨®n de haber realizado ¡°pactos contra natura¡±.
La campa?a de las legislativas, la m¨¢s corta y tensa de la historia de la V Rep¨²blica, ha vuelto a poner de manifiesto las discrepancias en el seno de la izquierda, cristalizadas en torno a la posible candidatura de M¨¦lenchon al puesto de primer ministro. Si bien las pretensiones del l¨ªder de los insumisos fueron contenidas por sus compa?eros de coalici¨®n, que aseguraron que la elecci¨®n del candidato del NFP se har¨ªa mediante el voto del conjunto de sus diputados; la figura de M¨¦lenchon fue utilizada como espantap¨¢jaros tanto por el RN como por los macronistas para desacreditar a la coalici¨®n, a la que tambi¨¦n atacaron por su programa econ¨®mico que, aseguran, llevar¨ªa al pa¨ªs a la ruina. En el seno de la propia coalici¨®n tambi¨¦n hubo quien pidi¨® a M¨¦lenchon que se callara, como el expresidente Fran?ois Hollande, y quien no dud¨® en criticar sus ansias de liderazgo, como el antiguo aliado m¨¦lenchonista Fran?ois Rufin.
El eurodiputado Rapha?l Glucksmann, de Plaza P¨²blica ¡ªcuyos buenos resultados como cabeza de lista en las europeas (aliado con el Partido Socialista) impulsaron en buena parte la alianza del NFP¡ª no ha tardado en llamar este domingo al orden a las filas de la izquierda. ¡°Vamos en cabeza, pero estamos ante una Asamblea dividida, as¨ª que vamos a tener que comportarnos como adultos¡±, advirti¨®. ¡°Va a haber que hablar, discutir, vamos a tener que dialogar¡±, subray¨®, consciente de que la batalla por nombrar primer ministro ya ha comenzado.
Como analiz¨® el diario Lib¨¦ration, nadie sabe qu¨¦ quedar¨¢ de la alianza de izquierdas una vez pasadas las elecciones y si, como con la Nupes, la coalici¨®n est¨¢ abocada al fracaso. Sin embargo, las disensiones internas en el NFP han dejado claro para una parte de la izquierda que es necesario dotarse de nuevos liderazgos. Mientras en LFI algunas figuras de mayor consenso, como Rufin o Cl¨¦mentine Autain, siguen ganando visibilidad y ya no dudan en desviarse de la l¨ªnea oficial; Glucksmann, cuyo protagonismo en esta campa?a se ha visto bastante limitado, se ha impuesto como la nueva cara de un PS al que ha ayudado a resucitar despu¨¦s de la debacle de las ¨²ltimas presidenciales, en las que su candidata, Anne Hidalgo (la actual alcaldesa de Par¨ªs), obtuvo el humillante resultado del 1,7% en la primera vuelta.
Por otro lado, la secretaria general de los ecologistas, Marine Tondelier, famosa por la batalla que libra al RN desde que tiene 22 a?os en sus tierras de H¨¦nin-Beaumont, el basti¨®n de Marine Le Pen en el norte del pa¨ªs, se ha convertido en una figura central del NFP. La pol¨ªtica de 37 a?os, reconocible por la chaqueta verde que siempre lleva, ha ganado fama tras el rechazo de Bardella a debatir con ella durante la campa?a, con el argumento de que prefer¨ªa a M¨¦lenchon. Tondelier le record¨® a Bardella que las mujeres representan el 50% de la poblaci¨®n y que negarse a debatir con ella contribuye a la invisibilizaci¨®n de las mujeres.
Todos los matices entre las fuerzas de izquierda han quedado, no obstante, aparcados. Al menos esta noche de domingo en la que Francia fren¨®, una vez m¨¢s, a la extrema derecha. ¡°?ramos muy pesimistas y pens¨¢bamos que pasar¨ªamos la noche llorando¡±, admit¨ªa con una inmensa sonrisa Marina, de 30 a?os y originaria de la ciudad de Saint-Ouen, en la periferia de Par¨ªs. Un sentimiento compartido por St¨¦phane, un parisino de 47 a?os y simpatizante socialista. ¡°Estoy muy feliz y como funcionario p¨²blico, es un gran alivio¡±, confesaba antes de seguir la celebraci¨®n.
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