Starmer promete un ¡°ej¨¦rcito permanente¡± de polic¨ªas y juicios expr¨¦s para sofocar los disturbios

El primer ministro del Reino Unido, el laborista Keir Starmer, mantiene el pulso ante la oleada de violencia alentada por la extrema derecha desde el apu?alamiento m¨²ltiple de hace una semana que provoc¨® la muerte de tres ni?as de entre seis y nueve a?os. Tras un fin de semana de protestas contra la migraci¨®n que acabaron con momentos de caos, el Gobierno ha convocado este lunes al gabinete de emergencias COBRA (conocido as¨ª por el acr¨®nimo de las instalaciones donde se celebra) para coordinar una respuesta ante unos disturbios que han dejado al menos 378 detenidos, movilizados por una activa campa?a de desinformaci¨®n en la Red. Starmer ha propuesto la creaci¨®n de un ¡°ej¨¦rcito permanente¡± de agentes de polic¨ªa especializados en orden p¨²blico y la activaci¨®n de los protocolos necesarios para habilitar tribunales pr¨¢cticamente las 24 horas.

Ante la evidencia de la influencia de internet sobre la movilizaci¨®n, el Gobierno ha acordado que la legislaci¨®n recaiga sobre aquellos que han incitado a la violencia en las redes sociales de la misma manera que sobre quienes participaron en los altercados, que han dejado decenas de polic¨ªas heridos e importantes desperfectos materiales. El portavoz oficial del primer ministro ha especificado que ¡°cualquiera que aliente esta violencia, ya sea en internet o en persona, puede ser denunciado y se enfrenta a penas de prisi¨®n¡±.

Starmer, que acaba de cumplir un mes en el cargo, trata de sofocar la primera prueba de fuego de su mandato con un mensaje de mano dura contra los promotores de los altercados, a quienes ha vuelto a calificar de ¡°matones de extrema derecha¡±. Pero, pese a la presi¨®n creciente ¡ªincluso de sus propios diputados¡ª, se resiste a convocar al Parlamento, en receso estival hasta septiembre. Su prioridad, ha dicho, es la seguridad ante un fen¨®meno del que denuncia que ¡°no son protestas, sino violencia¡±, seg¨²n ha declarado al t¨¦rmino de la reuni¨®n del gabinete de emergencias, que cont¨®, adem¨¢s de con los ministros de los departamentos afectados, con responsables policiales y de inteligencia.

El Gobierno quiere asegurarse de que el sistema judicial pueda hacer frente a la avalancha de denuncias para identificar y condenar a los responsables, a quienes Starmer ha advertido de que ¡°sentir¨¢n todo el peso de la ley¡±. La saturaci¨®n tanto de juzgados como de prisiones ser¨¢, sin embargo, un problema a?adido, ya que las c¨¢rceles estaban ya pr¨¢cticamente a plena capacidad antes del cambio de Gobierno el mes pasado.

El primer ministro culp¨® a la anterior Administraci¨®n conservadora de la situaci¨®n, pero garantiz¨® que, en el caso de los implicados en la violencia de los ¨²ltimos siete d¨ªas, habr¨¢ espacio suficiente. Ya durante el fin de semana, en el que se registraron graves incidentes ¡ªcon asaltos incluso a hoteles que albergan migrantes en situaci¨®n irregular, como ocurri¨® en Rotherham y Tamworth¡ª, unos 70 fiscales han estado disponibles para respaldar la diligencia policial a la hora de promover cargos.

El primer encuentro desde que estall¨® la crisis el martes, cuando m¨¢s de un centenar de ultranacionalistas trataron de tomar una mezquita en la localidad donde se produjo el ataque (Southport, en el noroeste de Inglaterra), ha servido para trazar una estrategia basada en la prevenci¨®n.

Posible injerencia extranjera

Downing Street ha confirmado que los tribunales podr¨¢n permanecer abiertos por m¨¢s tiempo para garantizar sentencias expr¨¦s. Si bien la decisi¨®n, en ¨²ltima instancia, corresponde a la judicatura, el Gobierno ha dejado claro que espera agilidad en la emisi¨®n de sentencias y en la aplicaci¨®n de las penas. Por ello, ha dado luz verde a los jueces de Inglaterra y Gales (competencia del Ejecutivo brit¨¢nico) para aplicar medidas similares a las puestas en marcha por primera vez en verano de 2011, cuando la muerte de un hombre negro a manos de la polic¨ªa precipit¨® una oleada de disturbios. Entonces, hubo un millar de acusados en la primera semana, un volumen sin precedentes que se traducir¨ªa en un aumento de presos de hasta 900 m¨¢s.

Junto a la identificaci¨®n de quienes alentaron la violencia y participaron activamente en los altercados, la reuni¨®n de este lunes ha analizado tambi¨¦n qu¨¦ aceler¨® los acontecimientos, y si ha habido injerencia extranjera para generar inestabilidad en el Reino Unido. El Gobierno considera que la fren¨¦tica actividad online podr¨ªa haber sido ¡°amplificada¡± por Estados hostiles, que habr¨ªan maximizado la desinformaci¨®n que prendi¨® la mecha de la violencia, despu¨¦s de que circulase falsamente que el ¨²nico imputado, un individuo de 17 a?os nacido en Gales en una familia de refugiados de Ruanda, era un migrante sirio, en el radar de los servicios de inteligencia.

El discurso antiinmigraci¨®n y la activa campa?a promovida en canales ultranacionalistas se encargaron del resto y el Ejecutivo recuerda que las noticias falsas ¡°atraen amplificaci¨®n en la actividad de bots, que pueden relacionarse con actividad patrocinada por ciertos Estados¡±. Downing Street ha rechazado concretar qu¨¦ pa¨ªses estar¨ªan implicados, si bien reitera la reprimenda del primer ministro a los gigantes tecnol¨®gicos, a los que ha advertido de que ¡°no van lo suficientemente lejos¡± en la batalla contra la desinformaci¨®n y los contenidos incendiarios.

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