Un juez da curso a una demanda de estudiantes jud¨ªos contra Harvard por permitir el antisemitismo en el campus
El fallo dice que la universidad actu¨® con ¡°deliberada indiferencia¡± hacia su comunidad jud¨ªa
La Universidad de Harvard no ha logrado convencer a un juez de distrito estadounidense de que desestime una demanda en la que estudiantes jud¨ªos acusan al centro de la prestigiosa Ivy League de permitir que su campus se convirtiera en lo que consideran un basti¨®n del antisemitismo. El fallo puede reavivar la encendida pol¨¦mica sobre los l¨ªmites entre el derecho a la libertad de expresi¨®n y los mensajes de odio que los estudiantes jud¨ªos aseguran haber percibido durante la movilizaci¨®n estudiantil en solidaridad con Gaza, que recorri¨® los campus de EE UU desde el comienzo de la guerra y eclosion¨® en forma de acampadas masivas esta primavera.
Sin pronunciarse sobre el fondo, el juez de distrito de Boston Richard Stearns considera que la respuesta de Harvard a los incidentes ocurridos en el campus fue inadecuada y que ¡°los hechos denunciados demuestran que Harvard fall¨® a sus estudiantes jud¨ªos¡±, que alegaron sensaci¨®n de inseguridad en un ambiente hostil. Stearns sostiene que tambi¨¦n es ¡°dudoso¡± que Harvard pudiera ampararse en el argumento de que algunas de las actividades denunciadas en el campus estaban protegidas por la primera enmienda de la Constituci¨®n de los Estados Unidos, que consagra el derecho a la libertad de expresi¨®n.
Los estudiantes presentaron una demanda en enero ¡ªel enfrentamiento en los campus arranc¨® en octubre, tras el comienzo de la guerra en Gaza¡ª, acusando a Harvard de aplicar selectivamente sus pol¨ªticas antidiscriminatorias para no proteger a los estudiantes jud¨ªos del acoso al que dec¨ªan verse sometidos por estudiantes propalestinos, al ignorar sus peticiones de protecci¨®n y contratar a profesores que, a juicio de los demandantes, apoyaban ¡°la violencia antisemita y difund¨ªan propaganda antisemita¡±.
Stearns dice haber encontrado suficientes alegaciones de que Harvard actu¨® con deliberada indiferencia hacia su comunidad jud¨ªa. ¡°Concluir que [la demanda] no ha probado de forma plausible una deliberada indiferencia premiar¨ªa a Harvard por declaraciones p¨²blicas virtuosas que en su mayor parte, seg¨²n las alegaciones, resultaron vac¨ªas a la hora de adoptar medidas disciplinarias contra los estudiantes y profesores infractores¡±, se lee en el fallo.
Stearns apunta en su fallo que los demandantes de Harvard pueden presentar otras dos demandas por el incumplimiento contractual de la universidad de sus pol¨ªticas de no discriminaci¨®n, y por trato injusto a los estudiantes al no aplicar esas pol¨ªticas ¡°imparcialmente¡±.
La demanda solicitaba una orden judicial para poner fin a las supuestas violaciones por Harvard del T¨ªtulo VI de la Ley de Derechos Civiles de 1964, que proh¨ªbe a los receptores de fondos federales la discriminaci¨®n por motivos de raza, religi¨®n u origen nacional. Se present¨® ocho d¨ªas despu¨¦s de la dimisi¨®n de la rectora, Claudine Gay, por su gesti¨®n de la crisis, pero tambi¨¦n en la picota por acusaciones de plagio. La demanda es una de las muchas contra las principales universidades del pa¨ªs, algunas de ellas ya zanjadas, como las de la Universidad Brown y la Universidad de Nueva York, resueltas el mes pasado.
La Universidad de Columbia, por su parte, acord¨® en junio proporcionar personal de seguridad y otras medidas para llegar a un acuerdo ante las acusaciones de que su campus se hab¨ªa vuelto inseguro. De hecho, la rectora, Minouche Shafik, plantea dotar de nuevas funciones, incluida la potestad de detener a estudiantes, a los 290 miembros del equipo de seguridad interno, informaba este lunes el diario The Wall Street Journal, una medida muy pol¨¦mica en v¨ªsperas del inicio de curso.
La temperatura del debate sobre si las universidades hicieron lo suficiente para atajar las manifestaciones de repulsa a los jud¨ªos por la ofensiva militar israel¨ª en Gaza no ha bajado, pese al desalojo, en ocasiones por la fuerza, de las acampadas que brotaron en los campus en abril. De hecho, se ha convertido en una nueva trinchera de las guerras culturales en EE UU. Del comit¨¦ del Congreso que someti¨® a juicio sumar¨ªsimo a las rectoras de Harvard, Pensilvania y el MIT, a la presi¨®n de importantes donantes, que amenazaron con retirar sus ayudas ¡ªlo que provoc¨® la dimisi¨®n de las dos primeras¡ª, la movilizaci¨®n de los campus se ha convertido en un arma pol¨ªtica en a?o electoral, e incluso en munici¨®n ret¨®rica para el discurso que hace diez d¨ªas pronunci¨® el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, en el Congreso de EE UU, de ah¨ª que el fallo pueda resucitar una pol¨¦mica que los republicanos han atizado con ardor y que ha creado una divisi¨®n en las filas dem¨®cratas.
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