El Gobierno israel¨ª respalda la exigencia de Netanyahu de mantener tropas en Gaza tras un alto el fuego
La votaci¨®n complica a¨²n m¨¢s las negociaciones con Ham¨¢s. Cinco palestinos mueren en el cuarto ataque israel¨ª contra organizaciones humanitarias esta semana
El gabinete de seguridad israel¨ª ha dado un espaldarazo al primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, en su exigencia ¨Duno de los principales obst¨¢culos para acordar un alto el fuego con Ham¨¢s¨D de que su ej¨¦rcito mantenga tropas cuando termine la guerra en el denominado Corredor Filadelfia. Son los 14 kil¨®metros de Gaza que hacen frontera con Egipto y que Netanyahu ha convertido en lo que fue Rafah: la palabra clave convertida, de repente, en condici¨®n sine qua non para la seguridad de Israel sobre la que no har¨¢ concesiones. Netanyahu insiste desde hace semanas en que no bastar¨ªa una presencia multinacional (ni, desde luego, de la ONU), porque Ham¨¢s obtuvo por all¨ª, a trav¨¦s de t¨²neles desde el Sina¨ª, buena parte del armamento que emple¨® en su ataque del 7 de octubre. Tiene que haber al menos algunos soldados israel¨ªes para vigilar la frontera.
¡°Tras casi un a?o de negligencia, Netanyahu no pierde una sola oportunidad de garantizar que no habr¨¢ un acuerdo. Ni pasa un d¨ªa sin que tome medidas concretas para poner en peligro el regreso a casa de todos los rehenes¡±, ha respondido el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, el principal lobby en favor del regreso negociado de los m¨¢s de 100 rehenes que quedan en Gaza, al menos un tercio de ellos sin vida.
La paradoja es que el propio ej¨¦rcito israel¨ª no lo considera imprescindible, si impide un pacto que permita el regreso de los rehenes y liberar efectivos para lo que venga en L¨ªbano o Cisjordania. De hecho, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, pidi¨® este jueves ¡°ampliar¡± los objetivos de la guerra en Gaza para incluir que las decenas de miles de israel¨ªes evacuados desde hace 11 meses de la zona fronteriza (bajo fuego diario de cohetes, proyectiles anticarro y drones de Hezbol¨¢) puedan volver a sus casas ¡°de forma segura¡±.
Gallant, en tanto que mensajero de la perspectiva de las Fuerzas Armadas, fue el ¨²nico de los 10 ministros que vot¨® en contra. Pertenece al mismo partido que Netanyahu (el derechista Likud), pero sus divergencias no son ning¨²n secreto, antes incluso de la guerra. En marzo de 2023, fue el primero en asegurar que la divisi¨®n social y pol¨ªtica generada por la reforma judicial impulsada por el primer ministro pon¨ªa en peligro la seguridad nacional. Netanyahu anunci¨® su cese, pero no lo lleg¨® a formalizarlo, as¨ª que ¨Dcuando llegaron las presiones de la Administraci¨®n de Joe Biden, que ve en Gallant a un interlocutor m¨¢s serio y fiable que Netanyahu¨D le bast¨® con mantenerlo en el puesto y anunciarlo.
Este viernes, en la reuni¨®n del Ejecutivo, sus diferencias se han traducido en una discusi¨®n a gritos, con Netanyahu dando golpes en la mesa despu¨¦s de que Gallant dijese que ¡°puede tomar todas las decisiones y tambi¨¦n puede decidir matar a todos los secuestrados¡±, seg¨²n Canal 12 de la televisi¨®n israel¨ª.
Finalmente, ocho ministros votaron a favor. No les convenci¨® el documento confidencial que les mostr¨® Gallant y del que dio cuenta en la noche del jueves Canal 12. Lo escribi¨® en los ¨²ltimos d¨ªas y plantea que Israel se encuentra en una ¡°encrucijada estrat¨¦gica¡±. Uno de los caminos, seg¨²n el an¨¢lisis de Gallant, comienza con un acuerdo de alto el fuego que ponga fin a casi 11 meses de guerra en Gaza, que ha dejado m¨¢s de 40.000 palestinos muertos y regionalizado la crisis como nunca en medio siglo.
M¨¢s all¨¢ de traer de vuelta a los rehenes, el pacto abre la puerta a un acuerdo a trav¨¦s de intermediarios para calmar las aguas con Hezbol¨¢, evitar una guerra abierta y forzar a Ir¨¢n a mitigar su represalia al asesinato en su suelo, el mes pasado, del l¨ªder de Ham¨¢s, Ismail Haniya. El otro camino, continuar la guerra, lleva a un conflicto multifrente y recuperar a los rehenes ya en ata¨²des.
Solo uno de los ministros se abstuvo: Itamar Ben Gvir. El ultraderechista titular de Seguridad Nacional, que acaba de encender a¨²n m¨¢s los ¨¢nimos con su defensa de levantar una sinagoga en la Explanada de las Mezquitas de Jerusal¨¦n (uno de los sitios m¨¢s sensibles y explosivos del conflicto de Oriente Pr¨®ximo), considera insuficiente una presencia permanente en la frontera. Aboga por ¡°promover la emigraci¨®n voluntaria¡± de gazat¨ªes (un eufemismo de limpieza ¨¦tnica), construir asentamientos jud¨ªos y volver a apostar soldados por toda Gaza para protegerlos. Es decir, regresar a la situaci¨®n previa a 2005, cuando el Gobierno de Ariel Sharon los retir¨® unilateralmente y el Likud se rompi¨® en dos: Sharon form¨® Kadima y Netanyahu tom¨® las riendas del Likud, opuesto a la salida de Gaza. Ben Gvir era entonces un activista contra la salida de Gaza, proveniente de Kaj, un movimiento tan racista que acab¨® ilegalizado en Israel.
Ben Gvir es, adem¨¢s, uno de los ministros para los que el alto representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE, Josep Borrell, propone sanciones, por lanzar ¡°mensajes de odio inaceptables¡±. El otro, aunque no sea expl¨ªcito, es Bezalel Smotrich, titular de Finanzas, que asegur¨® el mes pasado que ¡°podr¨ªa ser moral¡± matar de hambre a los m¨¢s de dos millones de gazat¨ªes, pero el mundo lo impide. Borrell lanz¨® el proceso t¨¦cnico para sancionarlos, pero los pa¨ªses miembros ¨Dque, por sus diferentes historias y tradiciones diplom¨¢ticas, miran distinto al conflicto de Oriente Pr¨®ximo¨D recibieron la propuesta con frialdad este jueves en Bruselas.
El pasado domingo, los equipos negociadores de Israel y Ham¨¢s pusieron fin sin avances de peso a su reuni¨®n en El Cairo, tras una previa en Doha de similar resultado. Despu¨¦s de que Netanyahu introdujese nuevas demandas a lo acordado y Washington (uno de los tres mediadores) las acomodase en un nuevo borrador, para enfado de Ham¨¢s, el di¨¢logo se centra ahora en los temas menos espinosos. La suerte de Filadelfia y de otro corredor, Netzarim, que corta Gaza en dos mitades, quedar¨¢n para m¨¢s adelante.
Mientras la negociaci¨®n se alarga, el d¨ªa a d¨ªa sigue siendo atroz en Gaza. En el cuarto ataque contra organizaciones humanitarias esta semana, un bombardeo israel¨ª mat¨® a cinco empleados palestinos de la empresa de log¨ªstica que prove¨ªa seguridad a un convoy de la ONG estadounidense Anera con combustible y material para un hospital. El ej¨¦rcito asegura que bombarde¨® para impedir un asalto al convoy.
El d¨ªa antes, el Programa Mundial de Alimentos detuvo sus operaciones despu¨¦s de que uno de sus veh¨ªculos ¨Dmarcado con el s¨ªmbolo de la ONU y con el paso previamente coordinado con el ej¨¦rcito¨D acabase con diez balazos. Fue un ¡°error de comunicaci¨®n¡± entre las unidades militares, seg¨²n inform¨® Israel a Washington tras una revisi¨®n inicial, seg¨²n el enviado adjunto de EE UU ante las Naciones Unidas.
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