Julian Assange: ¡°Estoy libre porque me declar¨¦ culpable de hacer periodismo¡±
El fundador de Wikileaks realiza su primera intervenci¨®n p¨²blica tras recuperar la libertad ante una comisi¨®n del Consejo de Europa en Estrasburgo
Julian Assange ha roto este martes en Estrasburgo el silencio que manten¨ªa desde que en junio recuper¨® la libertad de la que estuvo privado durante 12 a?os. El fundador de WikiLeaks ha dejado claro que si hoy puede volver a moverse sin miedo a ser arrestado y extraditado a Estados Unidos no es porque hayan funcionado las salvaguardias previstas para proteger la libertad de expresi¨®n, sino porque, ante la perspectiva de pasarse, probablemente, el resto de su vida entre rejas, acab¨® aceptando un acuerdo judicial y se declar¨® culpable de ¡°hacer periodismo¡±.
¡°Quiero ser claro: no estoy libre hoy porque funcionara el sistema¡±, ha advertido el australiano durante una audiencia de la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos y Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE). ¡°Si estoy libre es porque me declar¨¦ culpable de hacer periodismo, me declar¨¦ culpable de buscar y obtener informaci¨®n de una fuente, y culpable de contar al p¨²blico esa informaci¨®n. No me declar¨¦ culpable de nada m¨¢s¡±, ha subrayado al comienzo de dos jornadas en Estrasburgo en las que se discutir¨¢, hasta este mi¨¦rcoles, su caso y los ¡°efectos disuasorios en materia de derechos humanos¡± que ha tenido, especialmente en materia de libertad de expresi¨®n. Assange ha pedido que las instituciones internacionales ¡°act¨²en¡± para que lo que le ha pasado a ¨¦l por publicar informaci¨®n clasificada ¡°no vuelva a suceder¡±.
¡°El periodismo no es un crimen¡±
¡°Un periodista no deber¨ªa ser perseguido por hacer su trabajo, el periodismo no es un crimen, es un pilar de una sociedad libre e informada¡±, ha subrayado entre aplausos de los parlamentarios, a los que ha pedido que no bajen la guardia en un momento en que la libertad de expresi¨®n se encuentra en una ¡°oscura encrucijada¡± en todo el mundo, tambi¨¦n en una Europa que se precia de sus valores fundamentales. ¡°Los derechos de los periodistas y editores en Europa est¨¢n seriamente amenazados; la represi¨®n transnacional no puede convertirse en la norma¡±, ha advertido. ¡°Si hay hoy en Europa un futuro en el que la libertad para hablar y publicar la verdad no sea privilegio de unos pocos, sino el derecho de todos, [ustedes] deben actuar para que lo que pas¨® en mi caso nunca vuelva a pasarle a nadie¡±, les ha rogado a los diputados. Empezando, ha dicho, por revisar las protecciones legales a los informadores, porque ¡°muchas existen solo sobre papel¡±.
Su presencia en el Consejo de Europa hasta este mi¨¦rcoles, en el que se debatir¨¢ y aprobar¨¢ una resoluci¨®n con propuestas de reformas legales para evitar lo que se ha calificado como ¡°peligroso precedente pol¨ªtico¡± para otros periodistas, constituye la primera salida de Assange de su Australia natal desde que, tras un acuerdo con la justicia estadounidense, fuera liberado a finales de junio de la prisi¨®n brit¨¢nica de m¨¢xima seguridad donde pas¨® los ¨²ltimos cinco a?os. ¡°Acab¨¦ eligiendo la libertad frente a una justicia irrealizable¡±, ha justificado su decisi¨®n. Antes de ese acuerdo, el Departamento de Justicia norteamericano acusaba al australiano de 17 delitos contra la Ley de Espionaje y uno por intromisi¨®n en un ordenador. El l¨ªder de WikiLeaks se enfrentaba a una pena m¨¢xima de 175 a?os de prisi¨®n, principalmente por la filtraci¨®n de m¨¢s de 200.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010. EL PA?S fue uno de los medios que particip¨® en el esfuerzo concertado de publicaci¨®n de esos cables diplom¨¢ticos del Departamento de Estado que sacudieron la diplomacia mundial.
La de este martes es, tambi¨¦n, la primera vez que el australiano, de 53 a?os, rompe su silencio sobre su caso ¡°desde antes de su encarcelamiento, en 2019¡±, como ha destacado WikiLeaks. Y lo ha hecho para revelar que parte del acuerdo con el Departamento de Justicia estadounidense implica la imposibilidad de que pueda atacar por la v¨ªa judicial su acoso durante m¨¢s de una d¨¦cada, el procedimiento de extradici¨®n ni que pueda acceder a registros de su caso mediante la Ley de Libertad de Informaci¨®n (Freedom of Information Act, FOIA, por sus siglas en ingl¨¦s) de Estados Unidos.
Assange, trajeado y luciendo una barba blanca, ha acudido a primera hora de la ma?ana a la sede del Consejo de Europa acompa?ado de su mujer, la abogada de origen hispano-sueco Stella Assange. El australiano no ha hecho declaraciones ante la prensa antes de ingresar a la sala de audiencias, donde ha disertado durante una hora larga ante legisladores de los 46 Estados miembros de la instituci¨®n con sede en Estrasburgo.
Su declaraci¨®n se ha desarrollado entre constantes carraspeos y pausas, en un momento en que, ha reconocido, sigue intentando ¡°readaptarse¡± a la vida normal tras m¨¢s de una d¨¦cada encerrado, primero siete a?os en la Embajada de Ecuador en Londres y luego en una prisi¨®n brit¨¢nica de m¨¢xima seguridad. ¡°He perdido 14 a?os de mi vida¡±, ha dicho en varias ocasiones. Fue en 2010 cuando comenz¨® el proceso judicial en su contra al ser acusado por la Fiscal¨ªa sueca de acoso sexual.
¡°He recorrido un largo camino para estar aqu¨ª, literal y figurativamente¡±, ha se?alado, indicando que el aislamiento al que estuvo tantos a?os sometido ¡°pasa factura¡±. ¡°Hablar aqu¨ª es un desaf¨ªo¡±, ha admitido.
¡°Ambiente de autocensura¡±
El borrador de la propuesta de resoluci¨®n que debe ser aprobada este mi¨¦rcoles manifiesta la ¡°profunda preocupaci¨®n¡± del Consejo de Europa por el ¡°duro¡± trato dado a Assange. Algo que, advierte, puede tener un ¡°efecto disuasorio¡± en materia de derechos humanos y crear un ¡°ambiente de autocensura que afecta a todos los periodistas, editores y otras personas que informan de cuestiones esenciales para el funcionamiento de una sociedad democr¨¢tica¡±. La resoluci¨®n tambi¨¦n llama a Estados Unidos, pa¨ªs observador del organismo con sede en Estrasburgo y al que pertenecen 46 Estados, a ¡°reformar¡± su Ley de Espionaje y garantizar una mejor protecci¨®n a los informadores.
¡°Julian ha acabado saliendo libre, pero lo que queda es que se ha usado esta herramienta de la Ley de Espionaje contra un periodista. Una vez que esta arma ha sido usada, volver¨¢ a ser empleada, eso ocurre siempre. Mientras exista, alguien abusar¨¢ de ella, por eso hay que pararla¡±, ha afirmado tras la audiencia el redactor jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson. Para la autora del informe y de la resoluci¨®n, la islandesa Thorhildur Sunna ?varsd¨®ttir, esta ley revela adem¨¢s un s¨ªntoma muy ¡°preocupante¡±: una sociedad que, asustada por las amenazas a su seguridad como el terrorismo, ha permitido que los ¡°aparatos estatales del mundo acaben con nuestros derechos humanos en nombre de esa seguridad¡±.
¡°Mi mayor preocupaci¨®n¡±, a?adi¨® ?varsd¨®ttir, ¡°es c¨®mo hemos permitido que nuestros miedos en materia de seguridad justifiquen las enormes violaciones de derechos humanos, vigilancias masivas, torturas, secuestros, cr¨ªmenes de guerra, contra la humanidad realizados en nombre de nuestra seguridad. Y, al mismo tiempo, hemos permitido que erosionen nuestro derecho a la libertad de expresi¨®n, a un juicio justo o siquiera a tener un juicio¡±, ha dicho en rueda de prensa tras la audiencia. ¡°Si no defendemos nuestros valores, si no preservamos nuestra libertad de expresi¨®n, de pensamiento, de movimiento, entonces, no nos queda ninguna seguridad. Da igual cu¨¢ntos polic¨ªas pongamos¡±, ha advertido la autora del informe.
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