El presidente Kais Said se asegura la reelecci¨®n en T¨²nez con los candidatos rivales en la c¨¢rcel
El mandatario, que gobierna con sesgo autoritario tras cerrar el Parlamento en 2021, se dispone a ratificar el retroceso de la democracia en el pa¨ªs que fue cuna de la ¡®primavera ¨¢rabe¡¯
El presidente Kais Said, de 66 a?os, aspira a ser reelegido este domingo en T¨²nez en unos comicios en los que parece tener asegurada la victoria despu¨¦s de que sus principales rivales hayan ingresado en prisi¨®n en los ¨²ltimos meses. El r¨¦gimen autoritario que ha consolidado desde que disolvi¨® el Parlamento hace tres a?os ha apurado hasta el ¨²ltimo momento para amarrar unas presidenciales a la carta. Hace una semana, ...
El presidente Kais Said, de 66 a?os, aspira a ser reelegido este domingo en T¨²nez en unos comicios en los que parece tener asegurada la victoria despu¨¦s de que sus principales rivales hayan ingresado en prisi¨®n en los ¨²ltimos meses. El r¨¦gimen autoritario que ha consolidado desde que disolvi¨® el Parlamento hace tres a?os ha apurado hasta el ¨²ltimo momento para amarrar unas presidenciales a la carta. Hace una semana, la nueva C¨¢mara legislativa bajo control de Said reform¨® a la carrera la ley electoral para apartar al Tribunal Administrativo, que hab¨ªa actuado con independencia al reconocer la validez de tres candidatos vetados, de la supervisi¨®n del proceso de votaciones.
El pasado martes, la justicia tunecina conden¨® a 12 a?os de c¨¢rcel por irregularidades en la presentaci¨®n de avales al liberal Ayachi Zammel, quien acababa de ser ratificado por la junta electoral como uno de los dos candidatos que iban a poder plantar cara a Said en las urnas. El jueves, otro tribunal le sentenci¨® a 18 meses m¨¢s de internamiento en prisi¨®n, en la que ya ha sido su tercera condena en campa?a en varios procesos abiertos en su contra. El otro aspirante, el l¨ªder panarabista Zuhair Magzahui, guarda mientras tanto silencio para evitar seguir sus mismos pasos.
M¨¢s de 170 personas se encuentran detenidas en T¨²nez por su actividad pol¨ªtica, de las que 110 est¨¢n relacionadas con el disuelto partido islamista Ennahda, la fuerza mayoritaria en el Parlamento disuelto por Said hace tres a?os, seg¨²n un informe de Human Rights Watch. ¡°Las autoridades han arrestado o excluido de las elecciones a los candidatos de oposici¨®n, y han adoptado medidas arbitrarias contra organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicaci¨®n independientes¡±, advierte la ONG con sede en Nueva York. Observadores locales e internacionales y corresponsales extranjeros, como el corresponsal de EL PA?S para el Magreb, han sido excluidos del proceso electoral o no han recibido autorizaci¨®n para cubrir la informaci¨®n sobre las votaciones.
¡°Los dictadores ahora prefieren presentarse a las elecciones¡±, ironiza Hafez al Ghwell, director para ?frica del Norte en la Universidad Johns Hopkins, de Washington, en una videollamada. ¡°Tanto en Argelia, hace ahora un mes, como en T¨²nez, este domingo, los pa¨ªses occidentales prefieren mirar para otro lado en las elecciones presidenciales, ante los intereses del gas y el petr¨®leo, en la primera, y del control de la inmigraci¨®n irregular, en la segunda¡±, argumenta este experto nacido en Libia hace 61 a?os y afincado en EE UU. ¡°T¨²nez lleva camino de estar en peor situaci¨®n con Said que con [Zin el Abid¨ªn] Ben Al¨ª [el dictador depuesto en el primer estallido de la primavera ¨¢rabe en 2011]¡±, apunta el responsable del Instituto de Pol¨ªtica Exterior de su universidad, quien no descarta que, una vez reelegido, el presidente tunecino enmiende la Constituci¨®n para poder perpetuarse en el poder m¨¢s all¨¢ del l¨ªmite de dos mandatos.
La erosi¨®n de las libertades civiles se ha extendido a partidos y organizaciones de la sociedad tunecina. Uno de los l¨ªderes de la oposici¨®n encarcelado, el socialdem¨®crata Jayam Turki, sigue entre rejas desde febrero del a?o pasado, a pesar de que la legislaci¨®n proh¨ªbe que la prisi¨®n provisional se prolongue m¨¢s de 14 meses Turki, de 59 a?os, es hijo de una exilada republicana espa?ola en T¨²nez y cuenta con pasaporte espa?ol. Se le aplica la legislaci¨®n antiterrorista, acusado de conspirar contra el Estado, por haber organizado reunidos con diplom¨¢ticos europeos. La oposici¨®n, aglutinada en torno al Frente de Salvaci¨®n Nacional, que agrupa a fuerzas islamistas, laicas y de izquierda, y que reclama la dimisi¨®n de Said tras el ¡°autogolpe¡± que represent¨® la clausura del Parlamento en 2021, no ha podido presentar un candidato alternativo.
¡°Tras haber concentrado al m¨¢ximo el poder ejecutivo en sus manos durante su primer mandato, el objetivo de Said tras las pr¨®ximas son las ONG tunecinas, a las que ya ha acusado estar financiadas por fondos extranjeros¡±, asegura el profesor Hafez al Ghwell. Entre los l¨ªderes detenidos destaca Rachid Ganuchi, de 82 a?os, expresidente del Legislativo y l¨ªder del movimiento islamista Ennahda. Fue condenado a tres a?os de c¨¢rcel en febrero pasado. El pasado agosto, seis aspirantes a concurrir a las presidenciales fueron sentenciados a penas de c¨¢rcel.
Cinco de los aspirantes de oposici¨®n ¡ªAbdelatif Mekki, antiguo l¨ªder de Ennahda; el activista Nizar Chaari, el magistrado Murad Messauidi, la catedr¨¢tica Leila Hammami y el independiente Mohamed Adel Dou¡ª fueron condenados a ocho meses de c¨¢rcel e inhabilitados de por vida como candidatos, acusados de haber incurrido en la falsificaci¨®n de firmas de apoyo. De acuerdo con la normativa electoral, uno de los requisitos para presentarse es aportar un m¨ªnimo de 10.000 firmas de aval de 10 distritos electorales. Una sexta candidata, Abir Mussi, antigua dirigente del partido del dictador Ben Al¨ª, fue condenada a dos a?os de c¨¢rcel por haber criticado la falta de independencia de la junta electoral.
¡°Camino de una dictadura¡±
¡°La tasa de participaci¨®n no ser¨¢ elevada, como se ha visto en elecciones recientes, con solo un 11% de afluencia a las urnas. En estas presidenciales dif¨ªcilmente se superar¨¢ el 30%¡±, pronostica Haythem el Makki, de 41 a?os, comentarista pol¨ªtico de Radio Mosa?que, la principal emisora del pa¨ªs magreb¨ª, en un mensaje de voz. ¡°Said va a ganar, pues ha puesto todo de su parte para que sea as¨ª¡±, sostiene este analista. ¡°Pero vamos camino de una dictadura, y hacia el hundimiento econ¨®mico total del pa¨ªs¡±, lamenta. La crisis social y el empobrecimiento de los ciudadanos es el principal punto d¨¦bil del primer mandato de Said, que ha tenido que enfrentarse con la poderosa Uni¨®n General de Trabajadores de T¨²nez, sindicato que cuenta con un mill¨®n de afiliados, en un pa¨ªs de 11 millones de habitantes.
Casi 13 a?os despu¨¦s de que un joven se prendiera fuego en T¨²nez en un desesperado gesto contra la arbitrariedad de las autoridades, los ciudadanos est¨¢n convocados a las urnas para elegir presidente. La protesta a lo bonzo de un vendedor ambulante prendi¨® entonces las llamas de una primavera ¨¢rabe que abras¨® al dictador de T¨²nez, el ¨²nico pa¨ªs de la regi¨®n del Norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo donde lleg¨® a germinar un sistema democr¨¢tico tras las revueltas, antes de extenderse a Libia, Egipto o Siria. La previsible reelecci¨®n de Said es vista ahora como uno de los ¨²ltimos clavos en el ata¨²d del movimiento emancipador que dio esperanzas de libertad a millones de personas.