El presidente de T¨²nez rechaza por ¡°irrisoria¡± la ayuda de la UE a cambio del acuerdo para frenar la migraci¨®n

El presidente de T¨²nez, Kais Said, ha dado un golpe sobre la mesa de negociaciones del acuerdo migratorio con la Uni¨®n Europea, clave para frenar la llegada de pateras en el Mediterr¨¢neo central, al rechazar por ¡°irrisoria¡± la ayuda financiera de 127 millones de euros anunciada por Bruselas el 22 de septiembre, frente a los 1.000 millones prometidos en julio. El portazo de Said, que gobierna por decreto desde hace dos a?os tras haber disuelto el Parlamento y apartado a los partidos mayoritarios, amenaza con socavar un pacto de ¡°asociaci¨®n estrat¨¦gica¡± para el control de la inmigraci¨®n irregular que la Comisi¨®n Europea pretende utilizar como modelo para otros Estados del norte de ?frica. En esencia, Bruselas aporta ayuda econ¨®mica a cambio de que se bloqueen las salidas de migrantes hacia la UE.

¡°T¨²nez acepta la cooperaci¨®n, pero no lo que parece ser caridad o simples favores¡±, advirti¨® el presidente tunecino en un comunicado difundido en la noche del lunes, ¡°y rechaza lo anunciado en las ¨²ltimas fechas por la UE¡±. Said precis¨® que se opone a la oferta de Bruselas ¡°no tanto por su irrisoria cuant¨ªa como porque va contra lo acordado en el memorando de entendimiento firmado en julio en T¨²nez¡±, a pesar de que pone el acento en desmantelar las redes de tr¨¢fico de personas. La propuesta planteada hace tres meses ascend¨ªa a unos 1.000 millones de euros en ayudas para frenar la inmigraci¨®n irregular hacia Europa y para la recuperaci¨®n financiera del pa¨ªs magreb¨ª, sumido en una grave crisis econ¨®mica.

Los 127 millones que la Comisi¨®n ha puesto sobre la mesa est¨¢n destinados en parte a la modernizaci¨®n de las embarcaciones de la Guardia Costera tunecina que vigila los movimientos migratorios en sus aguas territoriales, as¨ª como a la protecci¨®n de los migrantes subsaharianos en tr¨¢nsito en T¨²nez, en coordinaci¨®n con organizaciones internacionales, y la repatriaci¨®n a sus pa¨ªses de origen.

El presidente de T¨²nez sigue tensando la cuerda de la negociaci¨®n con Bruselas mientras el acuerdo migratorio queda en entredicho. Said neg¨® la semana pasada la entrada a una delegaci¨®n de la Comisi¨®n Europea que deb¨ªa visitar su pa¨ªs para debatir sobre la puesta en marcha del memorando de entendimiento. A comienzos de septiembre tambi¨¦n vet¨® el paso a una delegaci¨®n del Parlamento Europeo. Las maniobras del presidente tunecino, junto a las im¨¢genes de la isla italiana de Lampedusa, donde han llegado miles de migrantes en las ¨²ltimas semanas, ponen en peligro la viabilidad del acuerdo.

Se trata de un memorando opaco que la Comisi¨®n y la mayor¨ªa de los Estados miembros ¡ªdonde la ret¨®rica sobre inmigraci¨®n es cada vez m¨¢s dura¡ª aspiran a usar como modelo con otros pa¨ªses de origen y tr¨¢nsito. Bruselas sondea ya a Egipto y a Marruecos, que tiene previsto recibir 500 millones de euros en ayudas de la UE para el periodo 2021-2027, una cifra que Rabat considera muy por debajo de los gastos que genera la contenci¨®n de los flujos migratorios hacia Europa.

A cambio de la ayuda para controlar las fronteras, el acuerdo ofrece asistencia financiera europea a T¨²nez por unos 1.000 millones de euros, vinculados a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) apruebe un plan de rescate de 1.900 millones de d¨®lares (1.800 millones de euros); as¨ª como fondos para control de fronteras. Said se opone a las imposiciones del FMI, ya que pueden disparar el malestar social al recortar las subvenciones de alimentos b¨¢sicos y forzar despidos en el sector p¨²blico. En contrapartida, si las ayudas exteriores no llegan a tiempo, las agencias de calificaci¨®n internacionales pueden rebajar al m¨ªnimo las expectativas crediticias de T¨²nez, que bordea el impago de su deuda desde hace tiempo.

Un acuerdo cuestionado

El acuerdo migratorio ha sido cuestionado tanto en la Euroc¨¢mara como por ONG internacionales ante las denuncias de violaciones a los derechos humanos que pesan sobre el Gobierno de Said y la forma en que el Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen firm¨® el memorando, sin el acuerdo previo de los Estados miembros, como marca la legislaci¨®n.

El ¨®rdago del presidente Said a Bruselas para exigir mayores compensaciones a su pa¨ªs para que sirva como muro de contenci¨®n a la inmigraci¨®n irregular africana hacia Europa desde T¨²nez, que ha desbancado a Libia como principal pa¨ªs de salida, es un movimiento arriesgado. Von der Leyen ha viajado dos veces desde junio a la capital tunecina en compa?¨ªa de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y del jefe de Gobierno saliente de Pa¨ªses Bajos, Mark Rutte, en lo que ha denominado ¡°Equipo Europa¡± (Team Europe), para intentar desbloquear el acuerdo con el presidente.

La presidenta de la Comisi¨®n se ha limitado a ofrecer a Said cinco pilares sectoriales de financiaci¨®n del memorando de entendimiento que suman 300 millones de euros, de los cuales 105 millones corresponden a pol¨ªticas de contenci¨®n de la inmigraci¨®n. El resto corresponde a partidas como digitalizaci¨®n, energ¨ªa y desarrollo econ¨®mico.

El l¨ªder tunecino reitera en los ¨²ltimos meses que no quiere ejercer de ¡°guardi¨¢n de fronteras¡± de Europa. Despu¨¦s de haber disuelto el Parlamento y de desencadenar una ola de detenciones de disidentes, Said arremeti¨® el pasado febrero contra los inmigrantes subsaharianos. El mandatario afirm¨® en una declaraci¨®n p¨²blica: ¡°Existe un plan criminal dise?ado desde principios de siglo dirigido a alterar la composici¨®n demogr¨¢fica de T¨²nez para transformarlo en un simple pa¨ªs africano sin vinculaci¨®n con el mundo ¨¢rabe e isl¨¢mico¡±. Desde entonces, se ha multiplicado el acoso a los extranjeros negros africanos en el pa¨ªs magreb¨ª.

En Sfax, principal punto de partida de pateras en el Mediterr¨¢neo central, a 270 kil¨®metros al sur de la capital de T¨²nez, 10.000 subsaharianos aguardan desde hace meses a embarcarse rumbo a las costas italianas de la isla de Lampedusa, a una jornada de navegaci¨®n en patera, seg¨²n inform¨® en junio una ONG local. Cientos de migrantes han sido expulsados por las autoridades y trasladados por la fuerza hacia una zona des¨¦rtica en la frontera con Libia.

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