El giro autoritario en T¨²nez deja a la prensa sin acceso al presidente
Los medios de comunicaci¨®n han visto mermado su derecho a la informaci¨®n desde que Kais Sa¨ªd acumula todos los poderes
El periodista Haythem el Makki, de 39 a?os, lleg¨® el pasado mi¨¦rcoles con el tiempo justo para preparar su comentario sat¨ªrico sobre la actualidad. El presidente de T¨²nez, Kais Sa¨ªd, de 63 a?os, se acababa de reunir el d¨ªa anterior con el vicepresidente del Banco Mundial para el norte de ?frica, Farid Belhaj. El periodista coment¨®: ¡°Por primera vez en dos a?os, Sa¨ªd se ha entrevistado con alguien que puede corregirle cuando dice tonter¨ªas¡±.
El programa Midi Show, donde participa el periodista El Makki, es el de mayor audiencia de T¨²nez. Se emite en la emisora privada Mosaique y cuenta con m¨¢s de un mill¨®n de oyentes en un pa¨ªs de 11,8 millones de habitantes. El Makki lleva desde el inicio de la primavera ¨¢rabe, en 2011, en el mismo programa. Su comentario es el momento estelar del show y asegura que nunca ha dejado de expresar libremente lo que piensa. Tampoco ahora, cuando Kais Sa¨ªd mantiene suspendido el Parlamento desde el pasado julio y ha ido acumulando buena parte de los tres poderes del pa¨ªs.
Un 76,8% de los tunecinos apoyaron en las encuestas el cierre del Parlamento. El Makki tambi¨¦n. ¡°Cerrarlo fue una de las mejores cosas que ha ocurrido en este pa¨ªs¡±, sostiene. Para el periodista, igual que para muchos de sus compatriotas, la situaci¨®n previa al 25 de julio se hab¨ªa convertido en ¡°insostenible¡±. Su postura respecto al presidente es, sin embargo, mucho m¨¢s cr¨ªtica que la de su propia audiencia: calific¨® el cierre de la instituci¨®n desde el primer momento como ¡°un golpe de Estado¡± y advirti¨® de que nada bueno puede venir despu¨¦s de una medida semejante. ¡°Aqu¨ª no puede haber final feliz¡±, se?ala, porque ¡°Kais Sa¨ªd no reforma, solo destruye¡±.
Amira Mohamed, productora del programa de El Makki y vicepresidenta del Sindicato Nacional de Periodistas Tunecinos (SNJT, por sus siglas en franc¨¦s), asegura que el acceso a la informaci¨®n del Gobierno ¡°est¨¢ casi prohibido¡±. ¡°El presidente no tiene portavoz, no concede entrevistas, ni se presta a conferencias de prensa¡±, afirma. ¡°No ha censurado ninguno de nuestros programas. Pero la presi¨®n de sus seguidores es muy fuerte. Y el gran peligro es la autocensura¡±.
El presidente viaj¨® la semana pasada a Bruselas y pronunci¨® ante la prensa una frase que evocaba otra del general franc¨¦s Charles de Gaulle, cuando un periodista le pregunt¨® en mayo de 1958 si garantizar¨ªa las libertades fundamentales. Un De Gaulle algo indignado ante la pregunta asever¨® que jam¨¢s hab¨ªa atentado contra las libertades y que las hab¨ªa restablecido: ¡°?Por qu¨¦ quiere usted que yo comience a los 67 a?os una carrera de dictador?¡±, replic¨®. Por su parte, Kais Sa¨ªd declar¨®: ¡°Yo no voy a comenzar a mis a?os una carrera de dictador¡±. Y a?adi¨®: ¡°Soy constitucionalista. Yo no puedo estar ligado m¨¢s que al Estado de derecho y a las instituciones¡±.
El periodista tunecino Meher Kacem opina sentado en una cafeter¨ªa de la avenida Burguiba, la principal de la capital: ¡°Es como si el presidente estuviera vestido de polic¨ªa y con una porra, pero nos dijera: a mis a?os no voy a comenzar una carrera de polic¨ªa. Pero alguien que toma los tres poderes es un dictador. Hay que llamar a las cosas por su nombre¡±.
Una se?ora, sentada en la mesa de al lado, interrumpe a Kacem para decir que el presidente no es ning¨²n dictador. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n sigue confiando en Kais Sa¨ªd como el hombre que puede enderezar el rumbo de T¨²nez.
Kacem admite que ¨¦l se expresa libremente y critica cada d¨ªa al presidente. ¡°Siempre hemos tenido presiones de todos los Gobiernos, eso no es ninguna novedad. Pero ahora el acceso a la informaci¨®n es m¨¢s dif¨ªcil que nunca. Y no hay un solo pol¨ªtico de la oposici¨®n que tenga acceso a las televisiones p¨²blicas. Y si el pueblo sigue apoy¨¢ndolo es porque en 10 a?os de revoluci¨®n hemos visto ya de todo. No hemos construido ni un hospital, ni una facultad¡ Nada¡±.
El nivel de cr¨ªticas que existe hoy en T¨²nez respecto al poder es mucho m¨¢s elevado que en cualquier pa¨ªs de la regi¨®n. El Makki asegura que no siente tanto miedo ante una posible deriva autoritaria del pa¨ªs como ante una bancarrota. ¡°Temo que esto termine convirti¨¦ndose en un Estado fallido¡±. En cuanto a una posible reducci¨®n de libertades, asegura que ha terminado por resignarse y aceptado que todas las revoluciones pasan por una situaci¨®n similar antes de que la democracia se instale. ¡°En T¨²nez no tenemos cultura democr¨¢tica. La gente la ha adoptado, pero sin convicci¨®n. Y creen que todos los problemas que tenemos son por culpa de la democracia¡±.
El Makki dice que durante los 11 a?os que lleva participando en el programa Midi Show siempre hubo presiones del poder. No tiene, sin embargo, miedo a perder el trabajo ni a sufrir ninguna denuncia. ¡°Pero mi caso es excepcional porque trabajo en uno de los pocos medios estables. La mayor¨ªa de mis colegas sufren muchas presiones para terminar ganando en un mes el equivalente a 200 euros. La situaci¨®n de los medios es catastr¨®fica¡±.
¡°Leyes a medida¡±
El periodista de radio Mosaique se muestra implacable en sus cr¨ªticas al presidente, pero no quiere olvidarse de los pol¨ªticos que le precedieron: ¡°Los partidos pol¨ªticos anteriores a Sa¨ªd nos han llevado a esta situaci¨®n. Ten¨ªan un sistema de renta democr¨¢tica. Hicieron leyes a medida para permanecer en el poder y no ser nunca juzgados. No hab¨ªa una soluci¨®n constitucional. Est¨¢bamos en un callej¨®n sin salida y ellos prepararon el terreno para la llegada de Sa¨ªd¡±.
El Makki dice que los partidos que han gobernado T¨²nez desde la revoluci¨®n de 2011 no tienen nada de democr¨¢ticos. Culpa, sobre todo a Ennahda y a Nid¨¢ Tunis, el partido laico, centrista y liberal que gan¨® las elecciones de 2014 y que gobern¨® en coalici¨®n con los islamistas de Ennahda. ¡°La prueba de c¨®mo era Nid¨¢ Tunis es que cuando se disolvi¨®, sus militantes se repartieron entre siete partidos¡±.
Un observador internacional indica, con la condici¨®n del anonimato, que a los tunecinos les preocupa hoy m¨¢s la cuesti¨®n econ¨®mica que la de las libertades y el derecho a la informaci¨®n. ¡°La gente quiere llegar bien a fin de mes. Y la democracia no ha tra¨ªdo dinero en sus 10 a?os de vida. Se ha crecido en una d¨¦cada con una media del 0,8% del PIB. Eso es muy poco para un pa¨ªs en desarrollo. As¨ª, el mercado de trabajo no absorbe a los j¨®venes que se incorporan ni a los nuevos licenciados. La revoluci¨®n de 2011 explot¨® por la b¨²squeda de dignidad. Y despu¨¦s se a?adi¨® la libertad¡±.
¡°El problema¡±, advierte el periodista Kacem, ¡°es que cuando se renuncia a las libertades tambi¨¦n se suele perder las mejoras econ¨®micas¡±.
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