El ascenso en un a?o de Ousmane Sonko: de la prisi¨®n a ser el l¨ªder africano del momento
El actual primer ministro de Senegal, referente en el ?frica Occidental del llamado ¡°panafricanismo de izquierdas¡±, se hace con todo el poder en el pa¨ªs impulsado por una enorme popularidad que sus cr¨ªticos tildan de populismo
Hace un a?o, Ousmane Sonko cumpl¨ªa condena en una c¨¢rcel a las afueras de Dakar. Hoy, concentra en sus manos todo el poder en Senegal y es el pol¨ªtico de moda en ?frica occidental. Su fulgurante carrera le ha llevado, en una d¨¦cada, de ser un simple inspector de impuestos a convertirse en el primer ministro de su pa¨ªs y el l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico de su historia reciente. En las elecciones legislativas del pasado domingo, la lista que encabezaba logr¨® una aplastante victoria, 130 diputados de 165. En una regi¨®n carcomida por los golpes de Estado, la ascensi¨®n democr¨¢tica de su ¡°panafricanismo de izquierdas¡±, como ¨¦l mismo lo define, atrae todas las miradas. Sus detractores le acusan de populismo, pero su ascenso es imparable.
¡°La clave est¨¢ en su discurso franco y directo¡±, asegura Babacar Ndiaye, analista pol¨ªtico del centro de investigaci¨®n Wathi, ¡°su bandera es la soberan¨ªa econ¨®mica y pol¨ªtica y hace mucho hincapi¨¦ en la lucha contra la corrupci¨®n, todo ello con palabras sencillas que llegan a los j¨®venes¡±. Experto en derecho, finanzas p¨²blicas y fiscalidad, Sonko comenz¨® a trabajar muy joven en la Direcci¨®n General de Impuestos. All¨ª, impuls¨® un sindicato que fue el germen de lo que en 2014 se convertir¨ªa en Patriotas de Senegal por el Trabajo, la ?tica y la Fraternidad (Pastef), el partido que hoy domina todo el espacio pol¨ªtico del pa¨ªs.
En 2016, su figura empieza a ser conocida por los senegaleses despu¨¦s de que el Gobierno lo destituyera de sus funciones por su constante denuncia de las anomal¨ªas fiscales y presupuestarias de la Administraci¨®n. Comienza a labrarse una reputaci¨®n de m¨¢rtir. ¡°Fueron a por ¨¦l¡±, asegura su abogado y amigo, Bamba Ciss¨¦, ¡°quisieron silenciarlo. Al principio no estaba interesado en el poder, pero entendi¨® que no pod¨ªas cambiar un pa¨ªs si no estabas a la cabeza. Fue el r¨¦gimen del expresidente Macky Sall quien le oblig¨® a emprender la batalla¡±.
En las elecciones legislativas de 2017, Sonko se cuela en el Parlamento como ¨²nico representante de Pastef y su afilada lengua le convierte en la pesadilla del Gobierno. En los comicios presidenciales de 2019 logra un sorprendente 15% de los votos. ¡°Otra clave para entender el fen¨®meno Sonko es su utilizaci¨®n de las redes sociales¡±, asegura Ndiaye, ¡°no necesitaba a los medios de comunicaci¨®n para hablar a los senegaleses. Lo hac¨ªa directamente¡±. Mientras sus rivales peleaban por salir en las portadas, ¨¦l hacia directos en Facebook. Su ascenso es tambi¨¦n el de una nueva generaci¨®n, el de una nueva forma de hacer pol¨ªtica.
En febrero de 2021, la joven Adji Sarr le acusa de violaci¨®n. ¡°Supieron que frecuentaba un sal¨®n de masajes y usaron a una chica para fabricar un dosier judicial contra ¨¦l con acusaciones falsas con el objetivo de eliminarlo pol¨ªticamente¡±, asegura Ciss¨¦, ¡°pero los senegaleses comprendieron la verdad¡±. Miles de j¨®venes se echaron a las calles del pa¨ªs para denunciar lo que consideraron un nuevo intento del presidente Sall de encarcelar a un opositor. Las calles ardieron en un ciclo de protestas que se prolong¨® durante tres a?os, con al menos 60 muertos, cientos de heridos y m¨¢s de un millar de detenidos.
Aunque no se pudo probar la violaci¨®n, Sonko fue a parar a la c¨¢rcel por el delito de corrupci¨®n de la juventud, lo que le exclu¨ªa de la carrera presidencial. Aun as¨ª, en 2022 lider¨® una coalici¨®n opositora que estuvo a punto de arrebatar la mayor¨ªa a la coalici¨®n gubernamental. Ni los golpes judiciales parec¨ªan tumbarle. ¡°Esa persecuci¨®n reforz¨® su popularidad. Los senegaleses, sobre todo los j¨®venes, vieron en ¨¦l alguien en quien confiar, que no ced¨ªa ante nada, incorruptible¡±, explica Ndiaye. Para Ciss¨¦, ¡°las autoridades de entonces no fueron nada inteligentes, permitieron que Sonko demostrara su determinaci¨®n¡±.
Desde la prisi¨®n de Diamnadio, cortadas sus aspiraciones electorales, Sonko tram¨® un ¨²ltimo plan y design¨® a su ¨ªntimo amigo y mano derecha Bassirou Diomaye Faye como candidato a presidente para las elecciones de marzo. El lema Diomaye mooy Sonko (Diomaye es Sonko, en wolof) funcion¨® a las mil maravillas y alguien que era casi un desconocido pas¨® a ocupar el sill¨®n presidencial. D¨ªas antes, ambos fueron liberados de la c¨¢rcel. ¡°Solo en dos ocasiones han salido tantos senegaleses a las calles locos de euforia. La noche de su liberaci¨®n y el d¨ªa que ganamos la Copa de ?frica de f¨²tbol. Fue una fiesta incre¨ªble¡±, recuerda Ndiaye.
Ya en su puesto de primer ministro, con la Presidencia y el Gobierno bajo control, tan solo le quedaba un ¨²ltimo basti¨®n de resistencia: el Parlamento, a¨²n dominado por la coalici¨®n de Macky Sall. Las legislativas del pasado domingo no dejan lugar a dudas: Pastef logra 130 de los 165 esca?os de la Asamblea Nacional, una aplastante mayor¨ªa absoluta que va a permitir a Sonko llevar a cabo su plan de cambios, que van desde la descentralizaci¨®n econ¨®mica hasta la transformaci¨®n del aparato de Estado, reforma de la justicia, revisi¨®n de contratos con las grandes empresas extranjeras, apuesta por la soberan¨ªa pol¨ªtica y econ¨®mica y, para frenar la emigraci¨®n irregular, fomento de la formaci¨®n y el empleo juvenil, entre otras muchas medidas.
¡°Llega la hora de la verdad para ¨¦l. Pasado este ciclo electoral, es el momento de gestionar, de mostrar que est¨¢n en esa ruptura que prometieron. Los senegaleses necesitan ver que las cosas cambian porque si en cinco a?os no lo ven, lo castigar¨¢n en las urnas como hicieron con el r¨¦gimen anterior¡±, explica Ndiaye. Los primeros intentos de reformas han sido bloqueados por el Parlamento, pero ahora tiene las manos libres y una legitimidad electoral a prueba de bombas. Aun as¨ª, sus detractores ven en ¨¦l a un l¨ªder populista y advierten de zonas de sombra, como la escasa presencia de mujeres en su Gobierno denunciada por colectivos feministas, su intransigencia frente a la homosexualidad que hace chirriar los dientes en Occidente o su virulencia contra los opositores.
El arrollador ascenso de Sonko empieza a tener r¨¦plicas en toda la regi¨®n. Ya ha nacido un Pastef en Gambia, as¨ª como una alianza de partidos panafricanistas en ?frica occidental. La Comunidad Econ¨®mica de Estados de ?frica Occidental (Cedeao) ha encargado a Diomaye Faye la tarea de mediar con las juntas militares de Mal¨ª, Burkina Faso y N¨ªger para evitar la ruptura. ¡°No se puede asimilar a Sonko con conceptos como izquierda, derecha o populismo. Es alguien que toca los verdaderos problemas y mantiene un discurso de ruptura con el pasado, de cambio. Y de panafricanismo. Eso funciona. Las pruebas son evidentes¡±, remacha Ndiaye.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.