La UE y Mercosur acuerdan crear la mayor zona de libre comercio del mundo tras 25 a?os de negociaciones
El pacto entre los dos bloques tendr¨¢ que superar los obst¨¢culos a la ratificaci¨®n que llegar¨¢n, principalmente, de Francia
La Uni¨®n Europea y Mercosur han firmado este viernes un acuerdo que, si los complicados procesos de ratificaci¨®n no lo impiden, dar¨¢ origen a la mayor zona de libre comercio del mundo. Un cuarto de siglo de negociaciones se cerraron finalmente en Montevideo, la capital de Uruguay, durante la cumbre de presidentes de Mercosur. La presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, confirm¨® el final de las conversaciones en una rueda de prensa en la sede del bloque sudamericano. Ha sido el punto definitivo. Mucho tuvo que ver el empuje que dieron Espa?a y Alemania, por el lado europeo, y Brasil, por el lado de Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia, aunque este ¨²ltimo pa¨ªs, que acaba de entrar en la organizaci¨®n, a¨²n no forma parte del acuerdo). Los dos bloques se erigen como bastiones del libre comercio en una ¨¦poca marcada por las pol¨ªticas proteccionistas de Estados Unidos y China. El pacto, que emprende un largo y dif¨ªcil camino para su ratificaci¨®n, permitir¨¢ a Europa acceder a un mercado de 268 millones de consumidores. Mercosur podr¨¢ ofrecer con aranceles preferenciales sus productos, sobre todo agropecuarios, a 450 millones de personas.
¡°Este acuerdo no es solo una oportunidad econ¨®mica, es una necesidad pol¨ªtica¡±, ha celebrado Von der Leyen, una clara referencia al actual y complicado momento geopol¨ªtico. ¡°Estamos enviando un mensaje claro y poderoso al mundo¡±, ha a?adido desde Montevideo, a donde ha acudido para concluir el pacto aprovechando la celebraci¨®n de la cumbre de Mercosur.
Por su parte, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ha apuntado que la nueva alianza ¡°no es solo un intercambio comercial, que lo es¡±. ¡°Para nuestros pa¨ªses es importante que el mundo se nos abra. Pero hay condiciones que nos unen con Europa m¨¢s all¨¢ de lo comercial¡±, ha se?alado el mandatario saliente, antes de contar una an¨¦cdota que ilustra el largo proceso de negociaci¨®n que ha llevado a la creaci¨®n de una zona comercial de m¨¢s de 700 millones de habitantes: ¡°Tengo hijos de 20 a?os y no pod¨ªan creer que un acuerdo llevara 25 a?os. Voy a volver a casa un poco m¨¢s tranquilo¡±.
El acuerdo, que en realidad es un complemento al gran pacto alcanzado hace cinco a?os, es el final de un largo recorrido. En 2019, ambos bloques celebraron su r¨²brica en Bruselas la r¨²brica, pero nunca se avanz¨® en su ratificaci¨®n. De ah¨ª que lo anunciado este viernes diga sin apenas solemnidad: ¡°El Acuerdo de Asociaci¨®n entre el Mercosur y la Uni¨®n Europea ya est¨¢ listo para su revisi¨®n jur¨ªdica y traducci¨®n. Ambos bloques est¨¢n decididos a llevar a cabo dichas actividades en los pr¨®ximos meses, con vistas a la futura firma del acuerdo¡±. El canciller de Uruguay, Omar Paganini, dijo m¨¢s tarde que lo firmado este viernes ¡°logra acordar en todas aquellas cuestiones que hab¨ªan impedido ratificar el acuerdo¡± de hace cinco a?os.
En 2019, el proceso de convalidaci¨®n no avanz¨® porque Francia, Irlanda, Austria y Pa¨ªses Bajos alegaron dudas sobre la sostenibilidad y los compromisos ambientales de la regi¨®n sudamericana para retrasarlo y exigieron compromisos adicionales por parte de los pa¨ªses de Mercosur. La llegada al poder en Brasil de Jair Bolsonaro, un negacionista del cambio clim¨¢tico, dio alas a esas reclamaciones. Ya en aquel momento, m¨¢s de 340 organizaciones sociales, unos 70 eurodiputados y las principales entidades agrarias pidieron a la Comisi¨®n Europea que frenase el acuerdo.
Son esos compromisos adicionales los que han estado negoci¨¢ndose durante los ¨²ltimos tiempos. El acuerdo, seg¨²n apuntan fuentes de Bruselas, llevaba tiempo casi listo. Pero no acababa de verse el momento para cerrar lo que quedaba pendiente. Al final, Von der Leyen se subi¨® al avi¨®n con destino a Montevideo este jueves, justo un d¨ªa despu¨¦s de que Francia, el pa¨ªs de la UE que m¨¢s se opone a este tratado comercial, se quedara sin Gobierno. Par¨ªs est¨¢ enredada en un monumental l¨ªo pol¨ªtico, con un Ejecutivo reci¨¦n destituido y con el presidente, Emmanuel Macron, buscando un nuevo primer ministro, pero el El¨ªseo ha encontrado tiempo para mostrar su rechazo: ¡°El proyecto entre la UE y Mercosur es inaceptable tal y como est¨¢¡±. Del otro lado est¨¢n Espa?a y Alemania, una econom¨ªa eminentemente exportadora y en crisis que precisa de nuevos mercados frente a la pujanza de China.
Desde Bruselas, el acuerdo con Mercosur se ve como una forma de contrarrestar la creciente influencia del gigante asi¨¢tico en el mundo. Tambi¨¦n se conf¨ªa en ¨¦l para reducir la dependencia, precisamente de China otra vez, en el suministro de materias primas cr¨ªticas necesarias en la transici¨®n energ¨¦tica. Y, adem¨¢s, abre las puertas a un mercado ¡ªen este punto para ambas partes, Mercosur y la UE¡ª que minimizar¨ªa el impacto de la anunciada subida de aranceles que quiere imponer el presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Los negociadores terminaron esta semana con cuatro de los seis puntos pendientes resueltos. Solo quedaban por resolver asuntos relacionados con inversiones europeas en el sector automotriz, que Mercosur tem¨ªa que se viesen afectadas por el tratado, y detalles en el reparto de las cuotas de exportaciones en productos agr¨ªcolas. Por el lado de Mercosur, el m¨¢s reticente fue siempre Paraguay, que, seg¨²n su presidente, Santiago Pe?a, no hab¨ªa sido escuchado como pretend¨ªa. La convicci¨®n de que era ¡°ahora o nunca¡± ha destrabado el tramo final de las negociaciones.
El papel de Brasil
Para que se desatascara la negociaci¨®n del anexo anunciado este viernes, fue necesario que Bolsonaro terminase su mandato en diciembre 2022. Brasil plante¨® entonces algunos cambios en el cap¨ªtulo de las compras gubernamentales y los pa¨ªses de la UE ratificaron sus reclamos hacia las obligaciones ambientales que deben cumplir los productos agropecuarios de Mercosur. El acuerdo estuvo cerca de cerrarse en diciembre del a?o pasado, pero choc¨® con la reticencia del Gobierno del peronista Alberto Fern¨¢ndez en Argentina. Javier Milei ya era presidente electo y los peronistas dudaron en delegar la aplicaci¨®n del tratado a un ultraderechista.
La situaci¨®n se destrab¨® finalmente a partir de mediados del a?o pasado tras un encuentro en Brasilia entre el presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, y Von der Leyen. En julio, ambos dirigentes volvieron a verse en Bruselas, en el marco de la cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribe?os), y se comprometieron a cerrar las negociaciones. Concluidas las elecciones europeas, y con Von der Leyen ratificada para un nuevo mandato, ya no quedaban obst¨¢culos.
Comienza ahora la etapa de revisi¨®n general de los textos y traducci¨®n, una tarea que puede llevar al menos medio a?o. La Comisi¨®n Europea, que tiene competencias exclusivas en asuntos comerciales, deber¨¢ luego presentarlo ante el Parlamento Europeo, donde se precisa la mayor¨ªa, y al Consejo de la UE para su ratificaci¨®n. Ser¨¢ en esta segunda instituci¨®n, la que integra a los Estados, donde habr¨¢ m¨¢s dificultades. Ah¨ª har¨¢ falta una mayor¨ªa cualificada (55% de Estados que sumen al menos el 65% de la poblaci¨®n) y Francia har¨¢ lo imposible para lograr una minor¨ªa de bloqueo. Si se superan estos escollos, del lado europeo, el tratado puede entrar en vigor de forma provisional y no en todos sus t¨¦rminos, algo que requerir¨ªa la ratificaci¨®n de cada Estado miembro.
En el bloque latinoamericano, en cambio, son los parlamentos nacionales lo que deben convalidar los tratados comerciales, pero sin poder de veto sobre el conjunto. Es decir, que los socios se someten al acuerdo a medida que lo ratifican.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.