Empieza el nuevo orden mundial de Trump: adi¨®s a los acuerdos internacionales, bienvenido el aislacionismo
La retirada del Acuerdo de Par¨ªs, de la OMS y del pacto para gravar a grandes multinacionales se suma a los anuncios expansionistas del presidente y su convencimiento de que ¡°el mundo necesita a EE UU¡±
Donald Trump ya ha iniciado su nuevo orden mundial. Las ¨®rdenes ejecutivas que firm¨® apenas horas despu¨¦s de su jura como presidente de Estados Unidos, y sus declaraciones, lo dejaban claro. Adi¨®s al multilateralismo: Washington saldr¨¢ del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y del pacto que Estados Unido...
Donald Trump ya ha iniciado su nuevo orden mundial. Las ¨®rdenes ejecutivas que firm¨® apenas horas despu¨¦s de su jura como presidente de Estados Unidos, y sus declaraciones, lo dejaban claro. Adi¨®s al multilateralismo: Washington saldr¨¢ del Acuerdo de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y del pacto que Estados Unidos negoci¨® en el marco de la OCDE para gravar a las grandes multinacionales. Llega una primera potencia mundial m¨¢s aislacionista y decidida a expandirse. Pero, aunque el flamante nuevo l¨ªder haya defendido esos pasos como beneficiosos para su pa¨ªs, el tiro puede salirle por la culata: al retirarse de las instituciones internacionales, deja paso a que otros rivales ocupen su espacio en ellas.
En el caso de los acuerdos clim¨¢ticos, adem¨¢s, Estados Unidos abre la puerta a da?ar a su sector de las energ¨ªas limpias, que mueve cerca de dos billones de d¨®lares anuales (casi la misma cantidad en euros) y donde otros pa¨ªses pueden tratar de ser m¨¢s competitivos.
No es que hasta ahora Estados Unidos hubiera mantenido un historial impecable de apoyo a las instituciones multilaterales. Se retir¨® de la Unesco en 2017, el organismo de la ONU que promueve la educaci¨®n y la cultura, y no es miembro del Tribunal Penal Internacional. Lo que es nuevo en los mandatos de Trump es la amplitud y los argumentos de sus retiradas; que se suman a las amenazas hacia otras instituciones: la OTAN, su misi¨®n y el gasto en defensa de los distintos pa¨ªses est¨¢n en el punto de mira del nuevo presidente. La Administraci¨®n republicana tambi¨¦n anuncia posibles reevaluaciones de sus aportaciones a organismos de la ONU.
Trump argumenta en todos los casos un trato injusto hacia Washington y, en algunos, apunta tambi¨¦n hacia China ¡ªsu supuesta influencia o sus pol¨ªticas internas¡ª como causa. Son pasos que ya se anticipaban. El republicano los hab¨ªa anunciado una y otra vez en sus m¨ªtines de campa?a, para delicia de su p¨²blico. Y ya hab¨ªa dado esos pasos contra el Acuerdo de Par¨ªs y la OMS en su primer mandato. Entonces parecieron un mero par¨¦ntesis: Joe Biden los enmend¨® durante su presidencia. Ahora sus consecuencias son m¨¢s complicadas.
La orden ejecutiva ¡°Anteponer a Am¨¦rica en los acuerdos internacionales sobre medioambiente¡±, firmada ya por Trump, estipula no solo la retirada del Acuerdo de Par¨ªs, sino que tambi¨¦n elimina el Plan de Financiaci¨®n Internacional de Estados Unidos para el Clima, dotado con cerca de 10.000 millones de d¨®lares anuales (casi id¨¦ntica cantidad en euros). Trump ha prometido incrementar la producci¨®n nacional de gas y petr¨®leo y eliminar los subsidios a las turbinas e¨®licas y los veh¨ªculos el¨¦ctricos que hab¨ªa implantado su predecesor, Joe Biden, como parte de una serie de medidas para estimular el sector de las energ¨ªas limpias y luchar contra el cambio clim¨¢tico.
¡°Estados Unidos no sabotear¨¢ nuestras propias industrias mientras China contamina con impunidad¡±, declar¨® Trump al firmar el decreto en un pabell¨®n repleto de sus partidarios, en una ceremonia televisada. China es el principal emisor de gases invernadero del mundo. Pero tambi¨¦n, un gran inversor en energ¨ªas renovables y exportador de energ¨ªas limpias. Es el mayor fabricante de veh¨ªculos el¨¦ctricos, y seg¨²n los expertos se encuentra una d¨¦cada por delante de Estados Unidos en el sector de la energ¨ªa verde.
Sobre los acuerdos de Par¨ªs, ¡°la decisi¨®n subraya la volatilidad de la pol¨ªtica interna estadounidense sobre cambio clim¨¢tico, un factor que inevitablemente socavar¨¢ el impulso [para la lucha contra el cambio] clim¨¢tico global¡± que ya encaraba dificultades, explica Li Shuo, director del Centro Clim¨¢tico para China del Instituto de Pol¨ªtica de la Asociaci¨®n para Asia (ASPI) en Washington. ¡°Mientras Europa y China afrontan problemas en sus esfuerzos nacionales para el clima, el paso de Trump ahora representa una prueba m¨¢s dif¨ªcil que hace ocho a?os. La pol¨ªtica va a tener un papel cada vez m¨¢s limitado a la hora de tomar medidas sobre el clima¡±, apunta en un correo electr¨®nico.
Pese a que Trump no lo considere as¨ª, el coste de las tecnolog¨ªas limpias ¡ªe¨®lica, solar o la empleada para los veh¨ªculos el¨¦ctricos¡ª se ha ido abaratando dr¨¢sticamente. EE UU ya es el principal productor de gas y petr¨®leo del mundo. ¡°Al negar el hecho cada vez m¨¢s evidente de que la competitividad econ¨®mica y la acci¨®n clim¨¢tica pueden ir de la mano, Estados Unidos se arriesga a quedarse cada vez m¨¢s rezagado en la carrera por las tecnolog¨ªas verdes¡±, argumenta Li Shuo.
El secretario ejecutivo para cambio clim¨¢tico de la ONU, Simon Stiell, tambi¨¦n incid¨ªa en los beneficios econ¨®micos de la lucha contra el cambio clim¨¢tico y el bum de las energ¨ªas limpias: ¡°Representan beneficios masivos, millones de trabajos manufactureros y aire limpio. Si no se les hace caso, solo se consigue trasladar esa enorme riqueza a econom¨ªas competidoras, mientras empeoran los desastres clim¨¢ticos, que causan da?os materiales, perjudican la producci¨®n de alimentos y disparan los precios y la inflaci¨®n¡±.
En sus tres retiradas de sus compromisos globales, Estados Unidos pierde tambi¨¦n una herramienta de influencia y de presi¨®n ante otras econom¨ªas, y renuncia a participar en las decisiones de importancia global que esas entidades puedan tomar. Al anunciar la marcha de la OMS ¡ªse abre ahora un proceso de 12 meses hasta completarla¡ª, Trump la justificaba por la ¡°inapropiada influencia pol¨ªtica de Estados miembros¡± dentro de la organizaci¨®n, en una aparente queja sobre China. En 2020, en el primer intento de salida del organismo, acus¨® a la instituci¨®n de ayudar a Pek¨ªn a ocultar el origen de la pandemia de covid. Tambi¨¦n se lamentaba de los ¡°pagos injustamente gravosos¡± que tiene que desembolsar Estados Unidos, el principal pa¨ªs contribuyente, frente a otras grandes econom¨ªas como la china.
Washington aporta el 18% del presupuesto de la OMS, de un total de cerca de 6.800 millones de d¨®lares (misma cantidad en euros), y su salida de la organizaci¨®n pone en peligro una amplia gama de programas de salud global. ¡°Esperamos que reconsidere su decisi¨®n y poder implicarnos en un di¨¢logo constructivo para mantener la alianza entre Estados Unidos y la OMS¡±, ha reaccionado la instituci¨®n, con sede en Ginebra, al anuncio de Trump.
China, mientras tanto, se ha lanzado a expresar su apoyo al organismo. El portavoz del Ministerio de Exteriores en Pek¨ªn, Guo Jiakun, ha subrayado que la OMS desempe?a un papel fundamental en la gobernanza mundial sobre salud y su papel deber¨ªa reforzarse, no debilitarse.
La visi¨®n de Trump se extiende a otros miembros de su equipo. Su candidata a embajadora ante la ONU, Elise Stefanik, se ha mostrado de acuerdo este martes en su audiencia de confirmaci¨®n con el senador dem¨®crata Chris Coons sobre la necesidad de fortalecer las alianzas con otros socios para contrarrestar la influencia de Pek¨ªn en Naciones Unidas. Pero tambi¨¦n ha prometido una revisi¨®n de los fondos que Washington aporta a la instituci¨®n multilateral.
Esta visi¨®n esc¨¦ptica sobre lo multilateral de la Administraci¨®n republicana se conjuga con el inter¨¦s declarado de Trump en ampliar el territorio estadounidense. El lunes en su discurso de investidura reiteraba ese inter¨¦s, que incluye la recuperaci¨®n del control del canal de Panam¨¢ y la anexi¨®n de Groenlandia (aunque no hizo menci¨®n en sus palabras), y que han causado consternaci¨®n en los pa¨ªses aliados.
El desd¨¦n hacia el orden multilateral tambi¨¦n se suma al concepto transaccional que Trump tiene de las relaciones internacionales. En su firma de las ¨®rdenes ejecutivas el pasado lunes declar¨® sobre Am¨¦rica Latina: ¡°Ellos nos necesitan a nosotros mucho m¨¢s de lo que nosotros a ellos. Nosotros no les necesitamos¡±. Y repiti¨®: ¡°Ellos nos necesitan. Todo el mundo nos necesita¡±.
Si Trump insiste en crear vac¨ªos de poder en las instituciones multilaterales, y en mostrarse despectivo ante otras naciones, bien puede encontrar que precipita aquello que dice querer evitar, el aumento de la influencia de pa¨ªses rivales en el ¨¢mbito global y una intensificaci¨®n de las relaciones del resto de pa¨ªses con Pek¨ªn. El flanco que deja abierto en el sector de las industrias verdes puede ser solo el primer ejemplo.