La Fiscal¨ªa de Italia investiga a Meloni por haber dejado escapar a un militar libio reclamado por cr¨ªmenes contra la humanidad
Las autoridades alegaron un confuso defecto de forma en el arresto para liberar a Osama Almasri, reclamado por el Tribunal Penal Internacional por violaciones de derechos en la ¡®prisi¨®n del terror¡¯ para migrantes en Libia
La Fiscal¨ªa investiga a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, por malversaci¨®n y por favorecer delitos. El motivo es la pol¨¦mica puesta en libertad del jefe de polic¨ªa y paramilitar libio Osama Almasri, reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, y que Italia liber¨® el pasado 21 de enero en un confuso tr¨¢mite, que le ha sido dif¨ªcil de explicar y justificar. Tanto, que el TPI ha mostrado su indignaci¨®n por lo ocurrido y ha pedido explicaciones formales al Gobierno italiano.
Se trata del jefe de la terrible prisi¨®n del terror para migrantes de Libia donde se han denunciado numerosas torturas y violaciones de derechos humanos, delitos por los que se le acusa desde 2011. Seg¨²n la orden de captura del TPI, Almasri es responsable, como director de la prisi¨®n de Mitiga, de al menos 35 homicidios y 22 agresiones sexuales, una de ellas a un ni?o de 5 a?os. En muchos casos, intervino personalmente, sostienen los jueces de La Haya.
El trasfondo de la cuesti¨®n es evidente para la oposici¨®n y las ONG: Italia depende de Libia para que haga el papel de polic¨ªa malo y frene la inmigraci¨®n en sus costas, y le financia para ello, junto a la UE, desde 2017, con poco escrutinio sobre sus m¨¦todos. En los dos d¨ªas que siguieron a su arresto en Tur¨ªn, el domingo 19, donde fue a ver un partido de la Juventus, llegaron de pronto a la isla de Lampedusa 500 personas. El martes ya estaba en un avi¨®n y lleg¨® a Tr¨ªpoli, donde fue recibido como un h¨¦roe y llevado a hombros por una multitud.
El Tribunal de Apelaci¨®n italiano argument¨® defectos de forma en su arresto. En realidad, faltaba una petici¨®n formal del ministro de Justicia, Carlo Nordio, que no movi¨® un dedo, y los jueces explicaron que se vieron abocados a liberarlo. Al mismo tiempo y, por el contrario, el ministro de Interior, Matteo Piantedosi, se movi¨® con rapidez para repatriar al fugitivo en un avi¨®n del Estado italiano, ni siquiera uno de l¨ªnea. En una comparecencia parlamentaria, Piantedosi justific¨® la decisi¨®n diciendo que se trataba de un ¡°sujeto peligroso¡±. Ambos ministros son tambi¨¦n investigados, al igual que el subsecretario del Ejecutivo que gestiona los servicios secretos, Alfredo Mantovano.
Ha sido la propia Meloni la que ha desvelado el asunto en un v¨ªdeo colgado en redes sociales, subrayando que se trata del mismo fiscal que imput¨® a Matteo Salvini por el caso Open Arms, donde ha sido absuelto en primera instancia. Tambi¨¦n ha afirmado que la investigaci¨®n parte de una denuncia de Luigi Li Gotti, de 78 a?os, a quien defini¨® como ¡°un expol¨ªtico de izquierda¡± y ¡°muy cercano a Romano Prodi¡±, exprimer ministro de centro-izquierda. Fue subsecretario en uno de sus gobiernos, pero en sus inicios empez¨®, como la propia Meloni, en el partido posfascista MSI. Tambi¨¦n ha a?adido que ha sido abogado defensor de arrepentidos de Cosa Nostra.
La l¨ªder de la ultraderecha, que se halla en pleno choque con la magistratura por la reforma de la carrera judicial, ha advertido: ¡°No soy chantajeable y no me van a intimidar¡±. Es dif¨ªcil prever el recorrido que puede llegar a tener el caso, pero lo que es seguro es que a partir de ahora ser¨¢ un campo de batalla explosivo en el debate pol¨ªtico.
En su mon¨®logo en v¨ªdeo, Meloni se defiende con los argumentos que ya ha manejado estos d¨ªas el Gobierno, y que numerosos juristas y expertos han considerado poco consistentes. Insin¨²a que hab¨ªa alguna intenci¨®n misteriosa en que le tocara a Italia arrestar al criminal, se supone que para poner en dificultades a Meloni con intenci¨®n pol¨ªtica. Porque antes hab¨ªa pasado por otros pa¨ªses europeos, que no hab¨ªan actuado. Adem¨¢s, la primera ministra repite que la solicitud de arresto se tramit¨® mal y tuvieron que ponerlo en libertad por vicios de forma. No obstante, hab¨ªa muchas maneras de salvar este obst¨¢culo, han explicado estos d¨ªas juristas y magistrados. El propio TPI critic¨® que el criminal fue puesto en libertad y enviado a Libia ¡°sin aviso previo o consulta¡±.
¡°Curiosamente¡±, dice Meloni con retint¨ªn, el TPI emiti¨® la orden el 18 de enero, ¡°cuando esta persona estaba a punto de entrar en territorio italiano despu¨¦s de que durante 12 d¨ªas hubiera pasado serenamente por tres pa¨ªses europeos¡±. En realidad, la orden se activ¨® en Interpol cuando tuvieron pistas de Almasri, porque ese d¨ªa alquil¨® un coche a su nombre para ir a Italia y entonces se activ¨® la alerta.
La primera ministra insiste adem¨¢s en que la petici¨®n de arresto no fue enviada al ministro de Justicia, como indica el protocolo, y por eso no fue convalidado por el Tribunal de Apelaci¨®n de Roma. En realidad, la Fiscal¨ªa pas¨® dos d¨ªas pidiendo la autorizaci¨®n al ministro para solventar este problema, pero nunca respondi¨®, y por eso el juez no tuvo m¨¢s remedio que ordenar la puesta en libertad del detenido. ¡°En este punto, antes que dejar a este sujeto libre en territorio italiano, decidimos expulsarlo y repatriarlo inmediatamente por razones de seguridad¡±, arguye Meloni.
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