La tragedia de los migrantes cuestiona la pol¨ªtica europea en Libia
El 70% de la ayuda que Bruselas da al vecino norteafricano se destina a la gesti¨®n migratoria y al control fronterizo
El drama humanitario que sufre Libia ha redoblado la presi¨®n internacional sobre Bruselas para que ataje un caos pol¨ªtico, migratorio y territorial del que se responsabiliza en gran parte a Europa. El Viejo Continente, Londres y Par¨ªs, estuvo detr¨¢s del derrocamiento del dictador Muammar el Gadafi en 2011. El capital europeo se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en el principal puntal econ¨®mico de una Administraci¨®n a la que se acusa de mantener en condiciones infrahumanas a miles de migrantes subsaharianos. La Uni¨®n Europea es el mayor donante internacional para paliar la situaci¨®n. El 71% de los 500 millones entregados a Libia se han destinado a la gesti¨®n migratoria y al control fronterizo.
La presi¨®n sobre una Europa aferrada a la idea de contener los flujos de personas, aunque para ello tenga que dejar el control fronterizo en manos de un Estado fallido y ayudarle econ¨®micamente para hacerlo, aumenta por momentos. El riesgo de desastre humanitario alcanza tal nivel que la agencia de la ONU para los refugiados, y la Organizaci¨®n Internacional de las Migraciones (OIM) piden que la ayuda internacional se condicione a que se garanticen los derechos humanos de las personas rescatadas en el mar y desembarcadas en Libia, cuyos puertos no son ni remotamente seguros. ¡°Sin esas garant¨ªas, el apoyo debe cesar¡±, se?alaron tajantes los dos organismos tras el bombardeo de un centro de detenci¨®n de migrantes en Tayura, en Libia, en el que murieron 53 personas ¡ªseis de ellas, ni?os¡ª.
Si Libia es un callej¨®n sin salida para los migrantes, quienes intentan huir por mar lo hacen por la ruta m¨¢s mort¨ªfera del Mediterr¨¢neo. El jueves se produjo el peor naufragio desde 2017.? Hay m¨¢s de 100 desaparecidos.? ACNUR pidi¨® ayer a Bruselas que se restablezcan las operaciones de rescate. Y todas las miradas internacionales se volvieron de nuevo hacia la Comisi¨®n Europea, que se vio obligada a reaccionar.?
"Estamos profundamente entristecidos por la tr¨¢gica noticia del naufragio en la costa de Al Khoms en el que m¨¢s de 100 personas han perdido la vida", se?alaron en un comunicado conjunto la alta representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE, Federica Mogherini, y los comisarios europeos de Vecindad y de Migraci¨®n. El comunicado recuerda que el objetivo de la UE "siempre ha sido evitar la p¨¦rdida de vidas en el mar" y sostiene que continuar¨¢n trabajando "para impedir que estas peligrosas traves¨ªas tienen lugar".
El gesto de conmoci¨®n llega acompa?ado, como otras veces, de una petici¨®n de la Comisi¨®n para que "se ponga fin al sistema actual de gesti¨®n de la migraci¨®n irregular en Libia y a la detenci¨®n arbitraria de emigrantes y refugiados". Al mismo tiempo, la UE contribuye indirectamente al mantenimiento de ese sistema, si bien Bruselas insiste en que sus fondos se gestionan a trav¨¦s organismos internacionales fiables
El 71% de los 500 millones que ha desembolsado Bruselas est¨¢ destinado a la gesti¨®n migratoria y al control fronterizo, seg¨²n los datos m¨¢s recientes proporcionados por fuentes comunitarias. En total, 355 millones de euros vinculados a unos movimientos migratorios que moldean las relaciones del bloque con el vecino norteafricano, algo que se explica, sobre todo, por la presi¨®n de llegadas que experiment¨® Italia desde Libia tras la ca¨ªda del dictador Muammar el Gadafi, con 181.436 solo en 2016. Desde entonces, los flujos se han reducido dr¨¢sticamente.
Esos 355 millones est¨¢n canalizados a trav¨¦s del Fondo Fiduciario de Emergencia para ?frica, un instrumento lanzado en la cumbre de La Valeta entre l¨ªderes europeos y africanos en noviembre de 2015 con el objetivo de ¡°abordar las causas profundas de la migraci¨®n irregular¡±, en la creencia de que los millones en ayuda al desarrollo servir¨ªan para desincentivar los flujos procedentes de ?frica. Los proyectos asignados a Libia mediante el fondo se reparten entre aquellos que buscan ¡°proteger y ayudar a los necesitados¡±, con 157,7 millones; los que tienen como fin la ¡°estabilizaci¨®n de las ciudades libias¡±, dotados con 110 millones, y otros 87,2 millones para la ¡°gesti¨®n fronteriza integrada¡±.
Esta ¨²ltima partida es la m¨¢s problem¨¢tica. Est¨¢ destinada a entrenar y dar apoyo t¨¦cnico a pol¨¦mica la Guardia Costera Libia. La idea es que sean los propios libios quienes intercepten las embarcaciones que salen de sus costas antes de que lleguen a Europa y practiquen rescates. Devueltos a Libia, los migrantes se enfrentan a la posibilidad de acabar encerrados en centros de detenci¨®n donde la ONU ha documentado torturas, falta de comida, hacinamiento y condiciones antihigi¨¦nicas. Hay unas 5.600 personas en esta situaci¨®n.
Varias ONG, como M¨¦dicos sin Fronteras, han denunciado los m¨¦todos brutales con los que los guardacostas libios tratan a los migrantes y tambi¨¦n el hostigamiento ¡ªen ocasiones con tiros al aire¡ª a los barcos de ONG. La escasa eficacia de la guardia tambi¨¦n puede costar vidas: en algunos rescates, seg¨²n las ONG, ni siquiera contestan al tel¨¦fono.
El jefe de una de las unidades de los guardacostas libios, Abd al-Rahman al-Milad, incluso figura en la lista de cuatro responsables libios sancionados por la ONU y por la UE (con prohibici¨®n de viajar a Europa y congelaci¨®n de sus bienes en territorio comunitario) por su implicaci¨®n en el hundimiento de embarcaciones en pleno Mediterr¨¢neo. Fuentes europeas insisten, desde que la ONU aprob¨® las sanciones, en que Abd al-Rahman al-Milad no figura entre los guardias que han recibido formaci¨®n por parte de la UE.
Pese a estas cr¨ªticas, fuentes comunitarias inciden en que los recursos europeos se centran en ayudarles ¡°a aumentar su capacidad inicial de control de operaciones en aguas territoriales, sobre todo para ser capaces de salvar vidas y luchar contra los traficantes [de personas] y para cumplir sus obligaciones legales, incluyendo el respeto de los derechos humanos y el trato correcto a los migrantes¡±. Ya se ha entrenado a 355 efectivos, y la formaci¨®n incluye una parte destinada a fomentar el respeto de los derechos humanos.
¡°Ahora Europa tiene un interlocutor, el Gobierno reconocido por la ONU, que solo controla una parte del territorio y que se apoya en milicias que antes se dedicaban al tr¨¢fico de migrantes¡±, se?ala Lorenzo Gabrielli, miembro del Grupo de Investigaci¨®n Interdisciplinario sobre Inmigraci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. ¡°Parte de esas milicias¡±, a?ade, ¡°se han reciclado ahora como guardacostas con dinero de la UE. Eso es problem¨¢tico, por mucha formaci¨®n en derechos humanos que reciban: un d¨ªa son traficantes y al otro se dedican supuestamente a rescatar a migrantes¡±. Las fuentes europeas consultadas precisan que Bruselas no da dinero directamente a las autoridades libias, sino que todo se gestiona a trav¨¦s de las organizaciones internacionales y de otros ¡°socios cuidadosamente elegidos¡±, como agencias de ayuda al desarrollo de pa¨ªses miembros u ONG.
Socio comercial
Adem¨¢s de ser el mayor donante en cooperaci¨®n y ayuda humanitaria en Libia, la UE tambi¨¦n es el principal socio comercial del pa¨ªs (el 59% de su comercio es con los socios comunitarios) y Libia sigue siendo un importante proveedor energ¨¦tico del continente. Los hidrocarburos suponen el 98,7% de las exportaciones libias a Europa y la facturaci¨®n de ese cap¨ªtulo se ha multiplicado por cuatro entre 2016 y 2018 hasta los 16.000 millones de euros. Mucho dinero para un pa¨ªs quebrado por la guerra, con un Gobierno que no controla el territorio y la presencia de mafias y milicias.
Bruselas tambi¨¦n niega que permanezca de manos cruzadas ante el drama libio y recuerda que su ayuda contribuye a aliviar la situaci¨®n de miles de migrantes y que los barcos europeos nunca han desembarcado a nadie en territorio libio. Dentro de los 355 millones del Fondo fiduciario de emergencia para ?frica se incluyen 157,7 millones destinados a ¡°mejorar la protecci¨®n, las condiciones y el respeto de los derechos humanos de los migrantes y refugiados, y atender sus necesidades inmediatas dentro de los centros de detenci¨®n, en los puntos de desembarque o en comunidades de acogida¡±, explican fuentes comunitarias. Adem¨¢s, trata de ¡°promover una alternativa a la detenci¨®n estableciendo refugios seguros y de ayudar a los migrantes atrapados a volver a su hogar o a encontrar un camino seguro a Europa a trav¨¦s del reasentamiento¡±.
De este modo, las ONG est¨¢n presentes en 13 puntos de desembarco de migrantes o tienen acceso ¡°habitual¡± a los centros de detenci¨®n, donde se producen los mayores abusos. Con los fondos de la UE, 61.300 migrantes vulnerables han recibido mantas, ropa y kits de higiene, se ha dado servicio m¨¦dico a 90.000 personas y 14.600 ni?os han recibido material educativo. Con esto se financia tambi¨¦n el llamado ¡°retorno voluntario humanitario¡±, para aquellos que, despu¨¦s de un peligroso periplo de meses y de soportar las terribles condiciones en Libia decidan regresar a su pa¨ªs. Por ahora lo han hecho 40.000 personas con ¡°ayuda para la reintegraci¨®n¡± y hay otras 4.000, todas con posibilidades de recibir protecci¨®n internacional, que han sido evacuadas de Libia y esperan su reubicaci¨®n. La UE tambi¨¦n ha contribuido al cierre de 25 campos de detenci¨®n.
El 29,9% de los 500 millones que la UE ha dado a Libia hasta ahora se reparte entre los 100 millones en ayuda bilateral ¡ªdestinados a proyectos en sanidad, gobernanza, sociedad civil, juventud y educaci¨®n¡ª, que incluye un apoyo a la estabilizaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs con proyectos para rehabilitar servicios b¨¢sicos y seguridad, mediaci¨®n y ayuda para la preparaci¨®n de elecciones.
Los fondos hacia Libia se completan con la ayuda humanitaria, que asciende a 44,3 millones de euros desde 2014. Esa partida se concentra en facilitar servicios sanitarios en un pa¨ªs donde, seg¨²n la OMS, se han destruido el 17,5% de los hospitales y el 20% de los centros de salud. La ayuda europea se dirige, sobre todo, a los m¨¢s de 95.000 libios desplazados dentro de su territorio y a unas 800.000 personas en condiciones de necesidad extrema.
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