Contratistas militares europeos operan en el avispero de Congo
Cerca de 300 militares rumanos a sueldo de Kinshasa se entregan a Ruanda tras caer derrotados en Goma frente al M23. Dos empresas privadas con profesionales formados en ej¨¦rcitos de Europa combaten junto al ej¨¦rcito congole?o
Los relatos de los soldados rumanos en la noche del martes eran desesperados. Tras horas de combate frente a la guerrilla M23 en la ciudad de Goma, en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, hab¨ªan capitulado. Primero trataron de proteger el aeropuerto de la ciudad (un mill¨®n de habitantes), en la diana de los rebeldes desde su entrada en la ciudad este domingo, pero les superaron en n¨²mero y emprendieron la retirada hasta una base de la misi¨®n de Naciones Unidas en la capital de Kivu Norte, principal objetivo del grupo armado en la ofensiva lanzada desde marzo de 2022 en el este congole?o. Despu¨¦s, seg¨²n la narraci¨®n a la que ha tenido acceso EL PA?S, los militares rumanos se vieron asediados y superados tambi¨¦n en el cuartel de la misi¨®n internacional hasta que las negociaciones abiertas entre las partes, con la mediaci¨®n de la ONU, les permitieron salir escoltados hacia la frontera con Ruanda. Tem¨ªan ser ¡°masacrados¡± una vez que cruzaran la linde.
En la ma?ana de este mi¨¦rcoles, las autoridades ruandesas informaron de la llegada de alrededor de 280 soldados rumanos a su territorio. Fueron trasladados a Kigali, la capital del pa¨ªs. Se prev¨¦ que desde all¨ª sean deportados hacia Bucarest. Todos ellos trabajaban para una empresa militar privada de contratistas extranjeros que opera en apoyo del ej¨¦rcito de Congo, uno de tantos actores armados en este gran avispero del ?frica central. Su rendici¨®n, fotografiada al otro lado de la frontera, en la localidad ruandesa de Gisenyi, escenifica adem¨¢s el gran triunfo del M23 tras casi tres a?os de campa?a contra las fuerzas de Kinshasa, acelerada en el ¨²ltimo mes hasta la conquista de la estrat¨¦gica Goma.
Este pelot¨®n de contratistas rumanos, muchos de ellos con experiencia previa en la Legi¨®n Extranjera Francesa, ha desempe?ado labores de entrenamiento y combate para las fuerzas armadas del pa¨ªs africano bajo el paraguas de la empresa local Congo Protection. Ocho meses antes de que el Gobierno de F¨¦lix Tshisekedi concluyera las negociaciones con esta firma de seguridad, el M23, formado por rebeldes tutsis con apoyo de Ruanda ¡ªKigali justifica su injerencia en el combate a milicias hutus, enemigas desde el genocidio de 1994, a ambos lados de la frontera¡ª, hab¨ªa relanzado su ofensiva sobre el este de Congo, rico en colt¨¢n y otros minerales muy preciados. Sin embargo, la apuesta de Kinshasa por apuntalar su ej¨¦rcito con la experiencia de estos contratistas para frenar a la guerrilla, al tiempo que instaba a la misi¨®n de la ONU en el pa¨ªs (Monusco) a hacer las maletas, ha fracasado.
La participaci¨®n de militares extranjeros en ?frica, bien en el entrenamiento de tropas o en el combate, es tan vieja como sus guerras. Ejemplos recientes de esta pr¨¢ctica, con un aumento notable de la llegada de nacionales rusos, hay en Mal¨ª, N¨ªger, Burkina Faso, Libia, Sud¨¢n, Mozambique, Rep¨²blica Centroafricana¡ El escenario congole?o a?ade una complejidad sin parang¨®n, con decenas de guerrillas en acci¨®n, unas aliadas al propio M23 a trav¨¦s de la Alianza del R¨ªo Congo; otras con ra¨ªces en los hutus enemigos de Ruanda, e incluso bajo la influencia del Estado Isl¨¢mico, como las Fuerzas Democr¨¢ticas Aliadas (ADF, en sus siglas m¨¢s comunes en ingl¨¦s). A la contienda se unen la citada Monusco, con mandato hasta finales de a?o, m¨¢s el apoyo de militares de Burundi y un contingente de la Comunidad de Desarrollo del ?frica Austral.
Seg¨²n la informaci¨®n reunida en junio de 2023 para el Consejo de Seguridad de la ONU por el Grupo de Expertos sobre Congo, el acuerdo entre el Ejecutivo de Tshisekedi y la firma Congo Protection se hizo efectivo en diciembre de 2022. Al frente del destacamento de militares formados en Rumania est¨¢ el veterano Horatiu Potra, que algunos medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs europeo han vinculado al servicio de seguridad del l¨ªder pol¨ªtico de extrema derecha Calin Georgescu. Potra fue detenido a principios del pasado mes de diciembre mientras viajaba en un veh¨ªculo hacia Bucarest con armas en su interior.
La presencia de este grupo de veteranos militares rumanos es bien conocida por Bucarest. Este martes, el Ministerio de Asuntos Exteriores rumano convoc¨® una c¨¦lula de crisis para gestionar de forma urgente la salida de sus nacionales, que, a tenor del desenlace, parece haber dado sus frutos. ¡°El grave deterioro de la situaci¨®n de seguridad [en Congo]¡±, dijo en una nota el departamento, ¡°bloque¨® a un grupo de ciudadanos rumanos que actuaban en la zona a partir de un contrato privado¡±.
Seg¨²n el comunicado, la misi¨®n en la que trabajaban estos soldados era de ¡°entrenamiento¡±, pero los reportes elaborados y publicados por la ONU en los dos ¨²ltimos a?os informan espec¨ªficamente de su labor en la defensa activa del aeropuerto de Goma y del aer¨®dromo de Kavumu, en la ciudad de Bukavu (Kivu Sur), posible nuevo objetivo del M23. Precisamente de Kivu Sur repleg¨® ya sus tropas recientemente la Monusco, en una primera fase de retirada de sus cascos azules. Al menos tres militares rumanos han muerto en enfrentamientos solo durante el pasado a?o. El diario rumano Observator ha informado de que estos contratistas estar¨ªan ganando hasta 5.000 d¨®lares al mes (unos 4.800 euros), muy por encima de lo que un combatiente extranjero puede ganar, sirva de ejemplo, en una contienda como la de Ucrania.
Aunque Congo Protection es la empresa militar privada con m¨¢s personal en el terreno ¡ªcomenz¨® con unos 300 hombres, pero se estima que ha llegado a reunir en torno a 900 contratistas¡ª no es la ¨²nica. Cinco meses antes de empezar a andar, en julio de 2022, Kinshasa firm¨® un acuerdo con una compa?¨ªa de nueva creaci¨®n, Agemira RDC, con sede jur¨ªdica en Bulgaria bajo la direcci¨®n del empresario franco-congole?o Olivier Bazin, veterano en el continente africano y en el teatro de operaciones.
A tenor de la informaci¨®n recopilada por el Grupo de Expertos de Congo para la ONU, Agemira RDC ha tenido entre sus empleados en el pa¨ªs africano a b¨²lgaros, bielorrusos, georgianos, argelinos, franceses y congole?os. Si bien arranc¨® hace dos a?os y medio con unos 70 trabajadores ¡ª35 desplegados en el este y otros 35, en Kinshasa¡ª, ahora contar¨ªa con alrededor de 100 contratistas a sueldo. Este comit¨¦ de relatores, que trabaja bajo resoluci¨®n del Consejo de Seguridad, otorga a Agemira RDC un rol predominante, esto es, vinculado a la estrategia a seguir por el ej¨¦rcito congole?o en su combate contra el M23 y sus aliados ruandeses. En un volat¨ªn solo posible en un contexto como la guerra, la propia guerrilla rebelde, asistida sin tapujos por fuerzas ruandesas, ha denunciado en varias ocasiones la participaci¨®n de estos contratistas, calificados como ¡°mercenarios¡±, junto con las fuerzas armadas congole?as.
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