Joe Biden, su hijo Hunter y un ¡®e-mail¡¯ de Ucrania: las claves de la sorpresa de octubre de Trump
El presidente y su entorno buscan dar un giro a la campa?a con acusaciones de corrupci¨®n al candidato dem¨®crata, durante sus a?os de vicepresidente, a trav¨¦s de una historia rodeada de controversia
¡°Los e-mails secretos de Biden¡±. ¡°Un ejecutivo ucranio agradeci¨® a Hunter Biden la oportunidad de reunirse con su pap¨¢ vicepresidente¡±. La sorpresa de octubre de la campa?a de Trump, como se conoce a esas bombas informativas destinadas a cambiar a ¨²ltima hora el curso de una campa?a presidencial, lleg¨® el mi¨¦rcoles d¨ªa 14. Fue en la primera p¨¢gina del New York Post, el tabloide estadounidense de ...
¡°Los e-mails secretos de Biden¡±. ¡°Un ejecutivo ucranio agradeci¨® a Hunter Biden la oportunidad de reunirse con su pap¨¢ vicepresidente¡±. La sorpresa de octubre de la campa?a de Trump, como se conoce a esas bombas informativas destinadas a cambiar a ¨²ltima hora el curso de una campa?a presidencial, lleg¨® el mi¨¦rcoles d¨ªa 14. Fue en la primera p¨¢gina del New York Post, el tabloide estadounidense de Rupert Murdoch, uno de los diarios de mayor circulaci¨®n del pa¨ªs. Se trataba de un nuevo giro a una l¨ªnea de ataque bien conocida: la de la relaci¨®n del candidato dem¨®crata con Ucrania, y los posibles conflictos de intereses derivados de la presencia de su hijo Hunter en el consejo de Burisma, compa?¨ªa de gas del pa¨ªs exsovi¨¦tico, durante los a?os en los que el padre ocup¨® la vicepresidencia de Estados Unidos. Twitter bloque¨® la difusi¨®n de la informaci¨®n en su plataforma, alegando que sus reglas proh¨ªben compartir material hackeado, pero despu¨¦s rectific¨®. Este mi¨¦rcoles, en una audiencia ante los senadores, el CEO de la compa?¨ªa tecnol¨®gica ha admitido que la decisi¨®n inicial fue ¡°incorrecta¡±. El presidente Trump utiliz¨® la historia, sin mucho ¨¦xito, para atacar a su rival en el ¨²ltimo debate presidencial. Y se queja reiteradamente de que los medios de comunicaci¨®n silencian lo que, en un tuit este mismo mi¨¦rcoles, ha definido como ¡°la historia m¨¢s grande y cre¨ªble de cualquier lugar del mundo¡±. Pero, ?qu¨¦ es exactamente la acusaci¨®n con la que el presidente y su equipo han querido dar un giro a una campa?a, la de las elecciones del pr¨®ximo martes, que los sondeos le ponen cuesta arriba?
El correo electr¨®nico. La historia del New York Post se basa en una breve correspondencia electr¨®nica, en particular un correo de abril de 2015, supuestamente enviado a Hunter Biden por Vadym Pozharskyi, asesor de Burisma. El e-mail dice as¨ª: ¡°Querido Hunter, gracias por invitarme a [Washington] DC y darme una oportunidad de conocer a tu padre y pasar un rato juntos. Es realmente un honor y un placer¡±. Del tenor del mensaje no se deduce si la supuesta invitaci¨®n se concret¨® y la reuni¨®n tuvo lugar. La campa?a de Biden ha asegurado en un comunicado que ha revisado la agenda del exvicepresidente de aquellos meses y que no est¨¢ anotada ninguna reuni¨®n como la que describe el tabloide.
La mano de Rudy Giuliani. El origen de la historia, y ese es parte de su problema, est¨¢ en Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado personal de Trump, que lleva a?os difundiendo acusaciones infundadas de corrupci¨®n contra los Biden. En medio de la trama rusa que ha consumido buena parte del mandato de Trump, su fiel escudero Giuliani, cuyos turbios contactos en el pa¨ªs exsovi¨¦tico son objeto de investigaci¨®n por la justicia estadounidense, ha defendido una desacreditada teor¨ªa de que fue Ucrania y no Rusia la que realiz¨® injerencias en las elecciones de 2016, y que lo hizo para ayudar a Hillary Clinton. Tambi¨¦n ha acusado reiteradamente a Joe Biden de permitir que su hijo se enriqueciera comerciando con la influencia de su padre. Seg¨²n el Post, los e-mails fueron obtenidos del disco duro de un ordenador que Hunter Biden habr¨ªa dejado a reparar en un comercio de Wilmington (Delaware) en abril de 2019 y que nunca habr¨ªa ido a recoger. El due?o del establecimiento, que no puede asegurar que su cliente fuera Hunter Biden, realiz¨® supuestamente una copia del disco duro y se lo proporcion¨® a un abogado de Giuliani y al exasesor de Trump Steve Bannon. Asegura tambi¨¦n que contact¨® al FBI a trav¨¦s de un intermediario para hacerles llegar una copia.
El problema con Giuliani. Los servicios de inteligencia estadounidenses advirtieron a la Casa Blanca el a?o pasado de que el abogado fue objeto de una operaci¨®n de influencia por parte de la inteligencia rusa, seg¨²n public¨® The Washington Post. La advertencia part¨ªa de interacciones de Giuliani con la inteligencia rusa durante un viaje a Ucrania en diciembre de 2019, donde el abogado trataba de obtener trapos sucios de los Biden. La inteligencia estadounidense traslad¨® su preocupaci¨®n de que Giuliani estuviera siendo utilizado por los rusos para suministrar informaci¨®n falsa al presidente. El consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Robert O¡¯Brien, advirti¨® a Trump de que cualquier informaci¨®n que Giuliani trajera de Ucrania podr¨ªa estar contaminada por Rusia. ¡°Haz lo que quieras¡±, le dijo, ¡°pero tu amigo Giuliani ha sido trabajado por agentes rusos en Ucrania¡±. Aquellas advertencias cobran ahora peso, ya que la informaci¨®n que Giuliani buscaba en Ucrania es similar a la contenida en la correspondencia que el propio abogado proporcion¨® al tabloide. El FBI est¨¢ ahora investigando si los correos electr¨®nicos son parte de una operaci¨®n de inteligencia extranjera. El director de la inteligencia nacional, John Ratcliffe, asegur¨® la semana pasada en Fox News que no hay evidencias que confirmen que se trate de una injerencia extranjera.
En la redacci¨®n del New York Post. Steve Bannon, recientemente acusado por fiscales federales de un delito de fraude no relacionado con esta trama, inform¨® al New York Post de la existencia del disco duro a finales de septiembre. El domingo d¨ªa 11 de octubre Giuliani entreg¨® una copia de un disco duro al tabloide. Asegura que eligi¨® el Post ¡°porque o bien nadie m¨¢s lo habr¨ªa cogido o, si los hubieran mirado, habr¨ªan pasado todo el tiempo que pudieran tratando de contradecirlo antes de publicarlo¡±. Diversos periodistas veteranos de la redacci¨®n expresaron sus dudas sobre el material y cuestionaron que se hubiera hecho lo suficiente para verificar su autenticidad. Bruce Golding, reportero en el diario desde 2007, no permiti¨® que su firma figurara en la informaci¨®n porque dudaba de la credibilidad de la historia, seg¨²n The New York Times. Al menos otro reportero, seg¨²n el mismo diario, se neg¨® a que se incluyera su firma. La pieza se public¨® al final firmada por Emma-Jo Morris, subjefa de pol¨ªtica llegada el pasado mes de abril de Fox News, y Gabrielle Fonrouge, reportera del New York Post desde 2014. La primera no hab¨ªa firmado nada en el diario hasta ese mi¨¦rcoles. Fonrouge, seg¨²n las fuentes del Times, no supo que el art¨ªculo llevar¨ªa su firma hasta despu¨¦s de publicado.
La controversia en torno a Hunter Biden. En 2014, una movilizaci¨®n social europe¨ªsta y anticorrupci¨®n desaloj¨® del poder en Kiev al presidente a V¨ªktor Yanuk¨®vich, aliado de Rusia, pa¨ªs que acababa de anexionarse Crimea a trav¨¦s de un refer¨¦ndum considerado ilegal por la comunidad internacional, dando lugar a un conflicto armado en el este de Ucrania con los rebeldes prorrusos apoyados por Mosc¨². Joe Biden, entonces vicepresidente de Barack Obama, viaj¨® a Kiev en varias ocasiones durante ese tiempo y trabaj¨® con otras figuras internacionales para apuntalar al Gobierno surgido tras la conocida como revoluci¨®n del Maid¨¢n. Coincidiendo con la misi¨®n de su padre en Ucrania, el abogado Hunter Biden acept¨® un puesto en el consejo de Burisma, una de las compa?¨ªas de gas natural m¨¢s grandes del pa¨ªs y propiedad de Mikola Zlochevski, oligarca pr¨®ximo al expresidente Yanuk¨®vich. El nombramiento de Hunter Biden, que continu¨® en la compa?¨ªa hasta abril del a?o pasado, fue muy controvertido, pero la Casa Blanca rechaz¨® que supusiera un conflicto. El propio Hunter Biden reconoci¨® en octubre del a?o pasado que, a pesar de que no hizo nada incorrecto, su trabajo en Ucrania fue ¡°un error de juicio¡±. En un informe reciente, los senadores republicanos consideraron que pudo haber supuesto un conflicto de intereses pero no hallaron evidencia alguna de que la relaci¨®n laboral de Hunter Biden con la compa?¨ªa hubiera influido en las pol¨ªticas de Estados Unidos. El entorno de Trump, en cuya campa?a de 2016 la inteligencia estadounidense ha documentado una masiva operaci¨®n de injerencia por parte del Kremlin para ayudarle a llegar a la Casa Blanca, lleva tiempo promoviendo una desacreditada teor¨ªa seg¨²n la cual Joe Biden presion¨® para que se destituyera a un fiscal ucranio para proteger a Burisma de una investigaci¨®n. Es cierto que presion¨®. Pero lo hizo, en coordinaci¨®n con Obama y otros mandatarios occidentales, precisamente porque se consideraba que el fiscal no actuaba con contundencia contra la corrupci¨®n.
?Incrimina el e-mail a Joe Biden? Si se demostrara que el hoy candidato dem¨®crata se reuni¨® con un representante de Burisma, como podr¨ªa sugerir el e-mail, Joe Biden habr¨ªa mentido, ya que ha insistido en el pasado en que nunca discuti¨® con su hijo sobre sus negocios en Ucrania. Pero no existe rastro de la supuesta reuni¨®n y del tenor del mensaje no se deduce necesariamente que esta hubiera tenido lugar. Y a¨²n en el caso de que se hubiera celebrado, Biden no ser¨ªa el ¨²nico pol¨ªtico estadounidense en reunirse con Pozharskyi. Este form¨® parte de una comitiva de Burisma que estuvo haciendo lobby a trabajadores del Congreso para tratar de mostrar que Burisma no era una compa?¨ªa corrupta.
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