Paul Auster: ¡°Todo en la historia de Estados Unidos vuelve siempre al racismo, es el defecto mortal de este pa¨ªs¡±
El novelista, que promueve una asociaci¨®n de escritores contra Trump, lamenta que los dem¨®cratas no hayan dado a la clase trabajadora ¡°ninguna raz¨®n para votar por ellos¡±
Esta entrevista forma parte de una serie de charlas con intelectuales, editores, activistas, economistas y pol¨ªticos de primer orden que ayudan a describir el estado de cosas antes de las elecciones. Puede leer las dem¨¢s entregas aqu¨ª.
Cuando se abre la p¨¢gina web de Escritores Contra Trump, se ve una fotograf¨ªa en tono sepia de un joven tirado en el suelo, como en posici¨®n fetal, rodeado de numerosas piernas de hombres trajeados. ¡°Ese joven soy yo¡±, revela Paul Auster, bajando sus inconfundibles cejas negras en un gesto entre el pudor y la chanza. ¡°Es en 1968, cuando ten¨ªa 21 a?os, y me est¨¢n arrestando en la universidad de Columbia¡±. Eran los a?os de ese movimiento por los derechos civiles que se cuela en las p¨¢ginas de su ¨²ltima novela, 4321 (Seix Barral, 2017), una de sus obras m¨¢s ambiciosas y celebradas. La fotograf¨ªa prueba, explica el novelista, que siempre ha estado implicado en la pol¨ªtica. ¡°Pero nunca tan activamente como ahora¡±, reconoce, ¡°porque siento que ahora el futuro entero de Estados Unidos est¨¢ en juego¡±. El autor de La trilog¨ªa de Nueva York, con hordas de lectores por todo el mundo, ha pasado a la acci¨®n a sus 73 a?os, liderando un movimiento de escritores contra el presidente republicano que se somete a la reelecci¨®n la semana que viene, y asiste at¨®nito y preocupado a una campa?a que desaf¨ªa los l¨ªmites de su prodigiosa imaginaci¨®n.
Pregunta. Incluso para un novelista como usted, ser¨ªa dif¨ªcil imaginar una campa?a como la que estamos viviendo...
Respuesta. Es una locura. Es el tipo de narrativa compleja propia de la mala literatura. Cuando Trump enferm¨®, no obstante, me pareci¨® el tipo de historia que S¨®focles o Shakespeare pudieron haber escrito. Y tenga en cuenta que vivimos con la posibilidad, por ejemplo, de una especie de golpe de Estado si Trump pierde. Parecen dispuestos a intentar invalidar la elecci¨®n. De verdad lo est¨¢n diciendo, no s¨¦ si es un farol o si tienen una organizaci¨®n en marcha, preparada para destruir el voto. Desde la distancia parece que es el caos total y que no tienen ni idea de lo que est¨¢n haciendo. Pero tambi¨¦n pensamos eso hace cuatro a?os y se las arreglaron para poner a Trump en la Casa Blanca.
P. ?C¨®mo ha quedado su pa¨ªs despu¨¦s de estos cuatro a?os?
R. Creo que est¨¢ m¨¢s d¨¦bil y m¨¢s dividido de lo que ha estado probablemente en los ¨²ltimos 150 a?os, desde el final de la Guerra Civil. Durante d¨¦cadas, el Partido Republicano se ha movido m¨¢s y m¨¢s y m¨¢s hacia la derecha, tanto que es hasta dif¨ªcil hablar de ellos como un partido que cree en la democracia. Creen en el poder. Y entre sus fundamentos filos¨®ficos est¨¢ el hecho de que realmente no quieren un Estado. Creo que con Trump el desmantelamiento de la estructura entera de lo p¨²blico en EE UU se ha acelerado de maneras que no hemos visto hasta ahora. Tenemos una agencia de protecci¨®n del medio ambiente que no quiere proteger el medioambiente. Tenemos una secretaria de Educaci¨®n que no cree en la escuela publica. Y as¨ª todo. Mucha de la gente que est¨¢ sufriendo m¨¢s sus decisiones les est¨¢ apoyando por razones muy complejas, que tienen poco que ver con la pol¨ªtica, y todo que ver con lo que podemos llamar una guerra cultural americana.
P. Y entonces lleg¨® una pandemia¡
R. Creo que no he sentido m¨¢s indignaci¨®n en mi vida sobre c¨®mo un problema p¨²blico ha sido gestionado por las personas en el poder. Lo llamaban una farsa, o algo creado por China. No han asumido la responsabilidad de gestionar una crisis nacional.
P. Hace cuatro a?os fue una de las pocas voces que advirti¨® de que hab¨ªa que tomarse en serio a Trump. ?Por qu¨¦ supo que pod¨ªa ganar?
R. Primero, por el sistema que tenemos, el sistema del colegio electoral. Es la manera en que un candidato que no tiene la mayor¨ªa de votos puede ganar la presidencia. Pero sent¨ª que hab¨ªa mucho m¨¢s apoyo a Trump que el que dec¨ªan los sondeos y la prensa. Y lo que convirti¨® mi optimismo en pavor fue el voto del Brexit en Inglaterra en junio. Pens¨¦ que si pod¨ªa pasar all¨ª, pod¨ªa pasar aqu¨ª. Es una parte similar de la poblaci¨®n, nacionalista, blanca, hostil hacia los inmigrantes, temerosa del otro, y enfadada por considerarse ignorada por la cultura general. Hay mucha gente que se siente as¨ª, aqu¨ª y en muchas partes de Europa occidental. Solo que aqu¨ª los n¨²meros son muy grandes.
P. ?Por qu¨¦ les gusta Trump?
R. Porque les hace sentirse bien sobre s¨ª mismos, y los dem¨®cratas les hacen sentirse mal sobre s¨ª mismos. Es una manera cruda de verlo, pero es comprensible. Por eso le votan. Igual que Hitler les hizo a algunos alemanes sentirse bien sobre ellos mismos. Es una hostilidad furiosa y resentida hacia una sociedad cambiante. Am¨¦rica es un pa¨ªs de inmigrantes, de gente de todos los or¨ªgenes, colores de piel, religiones, culturas. Muchos celebramos esa diversidad, pero otros no.
P. En su ¨²ltima novela, 4321, retrata el movimiento de derechos civiles en los a?os 60 y 70. ?C¨®mo ha vivido la reciente movilizaci¨®n por la justicia racial?
R. Me ha devuelto fe en que Am¨¦rica puede estar empezando a reexaminarse. Y eso es bueno. Las protestas fueron las m¨¢s largas y masivas de la historia de este pa¨ªs. Y lo que es m¨¢s importante, muchas personas blancas empezaron a preguntarse, por primera vez en sus vidas, c¨®mo ser¨ªa crecer siendo una persona negra en este pa¨ªs. Que esto sea algo sostenido y se convierta en parte de una conversi¨®n nacional duradera, est¨¢ por ver. Pero ha sido grande. No se puede ignorar. Es una de las cosas m¨¢s poderosas que he visto en toda mi vida.
P. ?Puede Estados Unidos volver a la normalidad despu¨¦s de estos cuatro a?os?
R. Las cosas han cambiado para siempre. El mundo en general, y Am¨¦rica en particular, est¨¢n en crisis. Tenemos el gran problema verdadero al que debemos enfrentarnos todos, que es el cambio clim¨¢tico. Est¨¢ llegando r¨¢pido. Es como un asteroide tremendo que viene del espacio y va a destruir grandes partes de la Tierra. Si no actuamos ya, ser¨¢ demasiado tarde. Y el sufrimiento en las generaciones venideras va a ser espantoso. Ya vemos los primeros signos en este pa¨ªs, los peores incendios y los peores huracanes que hemos tenido en nuestra historia. Y solo es el principio. Va a implicar una nueva forma de vida. La gente se enfada por llevar m¨¢scaras en la pandemia, imag¨ªnese los tipos de cambios que tendremos que hacer para reducir las emisiones. Luego est¨¢ el sistema capitalista americano, que ha creado una sociedad tan injusta y tan inclinada hacia los ricos, que salvo que se aborden estas cuestiones, el pa¨ªs va a seguir empeorando. Todo eso debe ser abordado. Y va a haber retrocesos continuamente. No va a ser f¨¢cil. Pero creo que si los dem¨®cratas llegan al poder, y el Senado se convierte en una instituci¨®n democr¨¢tica, se pueden aprobar muchas leyes que empiecen el proceso de arreglar algunas de las injusticias m¨¢s atroces del pa¨ªs.
P. ?C¨®mo perdieron los dem¨®cratas la capacidad de apelar a la clase trabajadora?
R. No les han dado ninguna raz¨®n para votar por ellos. Est¨¢n enfadados y resentidos, y los republicanos les hacen sentirse mejores. Pero por lo que se sienten mejores no tiene nada que ver con c¨®mo les va la vida. Simplemente les refuerzan la superioridad que muchos sienten sobre los inmigrantes, las personas de piel oscura, y su etiqueta de blancos por s¨ª sola les da una superioridad sobre otras personas.
P. ?Habr¨ªa que buscar las ra¨ªces de parte de esto en la presidencia de Obama?
R. El problema con la Administraci¨®n Obama fue el siguiente. Tuvo ocho a?os de mandato. Los dos primeros, en los que contaba con la mayor¨ªa dem¨®crata en Congreso, los dedic¨® a sacar adelante un plan sanitario. Eso es lo que quiso hacer primero. Puede ser discutible que fuera la mejor estrategia, pero definitivamente era un asunto importante, uno que ning¨²n presidente nunca hab¨ªa podido resolver. Lo sac¨® adelante sin un solo voto republicano. Eso es llamativo. Muchos est¨¢bamos emocionados e inspirados por el hecho de que Am¨¦rica hab¨ªa elegido a Obama y ten¨ªamos un presidente negro en la Casa Blanca. Piense en el simbolismo. Pero yo dir¨ªa que para un tercio de la poblaci¨®n, esto era probablemente la cosa m¨¢s horrible que hab¨ªa sucedido nunca. Estaban horrorizados y enfadados. Tan amargados que inmediatamente despu¨¦s de que Obama fuera elegido, grupos de derechas empezaron a crear algo de lo que ya nadie habla, que es el Tea Party. El Tea Party fue una ofensiva de la extrema derecha para oponerse a Obama y a los dem¨®cratas. Y en 2010 ganaron la mayor¨ªa en Congreso, as¨ª que Obama no pudo hacer nada. No pudo sacar adelante ninguna ley. Y la verdad, los insultos que le dedicaron, la falta de respeto¡ parece como si hubieran agarrado a un hombre negro y lo hubieran atado con cuerdas. Le vendaron los ojos, le metieron un pa?uelo en la garganta y le dieron patadas y pu?etazos durante seis a?os. Seis a?os apale¨¢ndolo. As¨ª que no fue su culpa. Fue la reacci¨®n a ¨¦l la que desat¨® un racismo en este pa¨ªs, que yo no cre¨ª que fuera tan profundo. Revel¨® las fallas geol¨®gicas de nuestro pa¨ªs. Y aliment¨® esa guerra cultural que Trump ha estado liderando estos cinco a?os, desde que inici¨® su carrera presidencial.
P. ?El resultado son dos bandos irreconciliables?
R. El pa¨ªs est¨¢ tan peligrosamente dividido que es dif¨ªcil imaginar c¨®mo las dos partes pueden siquiera hablar. Ya no hay di¨¢logo. Es como si estuvi¨¦ramos en 1861, cuando empez¨® la guerra de Secesi¨®n, porque el odio entre las dos partes es colosal.
P. Es siempre el racismo la fuerza detr¨¢s de todo...
R. S¨ª. Todo en la historia de Estados Unidos vuelve siempre al racismo, es el defecto mortal de este pa¨ªs. La esclavitud era legal desde el momento en que empezaron las colonias. Para construir un pa¨ªs despu¨¦s de la revoluci¨®n, ten¨ªamos 13 colonias. En algunas no hab¨ªa esclavitud porque la econom¨ªa no depend¨ªa de ella. En el sur, por supuesto, la econom¨ªa depend¨ªa del trabajo esclavo. Y para que estos Estados pudieran incorporarse a la uni¨®n y ser parte de EE UU, pidieron ciertas concesiones del norte, entre ellas que la esclavitud no fuera declarada ilegal, y que aunque tuvieran poblaciones m¨¢s peque?as, pudieran tener m¨¢s representaci¨®n en el Congreso contando a los esclavos. Los contaban como tres quintas partes de un ser humano. Fue un compromiso asqueroso. Y hemos estado pagando el precio desde entonces. Hasta que podamos confrontarlo, nuestro pa¨ªs no se podr¨¢ curar. En Alemania hay museos del Holocausto, no hay banderas nazis. En Estados Unidos hay banderas confederadas, y para m¨ª no es diferente a una esv¨¢stica. Representa lo mismo. Por eso estas protestas me inspiran, porque parece la primera vez que la Am¨¦rica blanca, o parte de ella al menos, lo capta. Pero hasta que sea universal no podremos estar menos divididos de lo que estamos.
P. ?Qu¨¦ le parece Joe Biden?
R. Biden es un dem¨®crata moderado. Ha estado en la vida p¨²blica durante medio siglo. Nunca me ha gustado particularmente. Creo que muchas de las cosas que ha hecho han sido est¨²pidas. Pero s¨¦ que es b¨¢sicamente una persona decente. No tiene tendencias criminales. Quiero decir, nos est¨¢ gobernando un criminal. Tenemos a un criminal en la presidencia ahora, un mentiroso y un ser humano abominable. Joe Biden es decente. Creo que se ve a s¨ª mismo en un gran momento de la vida americana y con el peso de Franklin Delano Roosevelt cuando lleg¨® al poder en 1933 en medio de la Depresi¨®n. Hasta ahora creo que ha hecho un trabajo bastante bueno. Pas¨® meses sin decir nada y estaba bien. Yo le dec¨ªa a Siri [Hustvedt, escritora y su esposa]: ¡°Los dem¨®cratas podr¨ªan presentar a un tronco de ¨¢rbol contra Trump, y el tronco ganar¨ªa¡±. Creo que Biden, actuando solo como un tronco, lo har¨¢ mejor que si est¨¢ ah¨ª fuera gritando y agitando los brazos. Ahora, lo importante es sacar a Trump y a los republicanos. Despu¨¦s ya nos preocuparemos por Biden.
P. ¡°Los escritores est¨¢n bien posicionados para defender la democracia¡±, escribe en la presentaci¨®n de Escritores Contra Trump. ?En qu¨¦ sentido?
R. Si los escritores somos buenos en algo, es en expresar las ideas en lenguaje claro y conciso. Los escritores somos ciudadanos, y muchos de nosotros entendemos lo importante que son estas elecciones. As¨ª que decidimos unirnos en un grupo y debatir lo que podemos hacer para contribuir a derrotar a Trump. Decidimos que era tarde para tratar de persuadir a nadie, as¨ª que nos concentramos en movilizar a la gente para votar. Porque todo se reduce a votar. Hubo 95 millones de personas que no votaron la ¨²ltima vez. Es asombroso. Quisimos concentrarnos en gente joven progresista que no est¨¢ muy contenta con Biden y Harris. Queremos persuadirles de que no votar es votar por Trump. Si despu¨¦s quieres presionarles para que sean m¨¢s progresistas, bien. Pero tenemos que hacer que ganen antes. Empezamos con 80 escritores y ahora hay m¨¢s de 1.700.
P. ?Es este el momento de su vida en que m¨¢s implicado est¨¢ en pol¨ªtica?
R. Siempre he estado implicado, pero nunca tan activamente como ahora. Porque siento que el futuro entero de Am¨¦rica est¨¢ en juego. Si Trump sigue en el poder, cualquier apariencia de democracia va a desaparecer. Y vamos a ser un pa¨ªs diferente, un pa¨ªs autoritario. Es una posibilidad muy fea. Y trato de hacer lo que pueda para que no suceda.
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