La nueva anormalidad
Algunos apuntes sobre una jornada corriente en Miami
La vida sigue. Esta ma?ana decid¨ª que, pese a la pandemia, la crispaci¨®n pol¨ªtica y la inminencia de unas elecciones presidenciales important¨ªsimas para Estados Unidos y para el mundo, disfrutar¨ªa de una jornada normal. O de nueva normalidad, como algunos llaman a esto. O de lo que sea, porque estamos en Miami y en la fiesta de Halloween. Por tanto, al escribir la palabra ¡°normal¡± creo situarme en la misma c¨²spide del eufemismo que alcanz¨® el emperador Hirohito cuando, tras las dos bombas at¨®micas, anunci¨® la rendici¨®n en 1945: ¡°La guerra se ha desarrollado de una forma no necesariamente ventajosa para Jap¨®n¡±.
No voy a mentirles. Me tom¨¦ la ma?ana libre porque ten¨ªa previsto encontrarme con cierta persona por la tarde y pens¨¦ que la croniquita diaria estaba resuelta. El encuentro, al final, qued¨® para otro d¨ªa. El caso es que para empezar mi jornada normal fui a tomar un caf¨¦ cubano (la droga m¨¢s fuerte que puede conseguirse sin receta y sin vulnerar la ley) a Las Olas, un peque?o establecimiento latino con terraza.
En la mesa de al lado, un caballero ya mayor, elegante, con una larga barba canosa casi monacal y tocado con un sombrero panam¨¢, fumaba un puro al ritmo lent¨ªsimo de quienes dominan la t¨¦cnica. Me miraba fijamente. Y dijo, con acento cubano: ¡°Mira que como lo diga¡ ?te lo digo?¡±. ¡°Diga, diga¡±, respond¨ª. El hombre guard¨® unos instantes de silencio e, impasible, repiti¨®: ¡°Mira que como lo diga¡ ?te lo digo?¡±. As¨ª sigui¨® todo el rato, en realidad no mir¨¢ndome a m¨ª, sino al infinito.
Empec¨¦ a leer El Nuevo Herald para conocer las noticias de la ciudad. Y comprob¨¦ que, por anormal que resulte la normalidad, el dinamismo empresarial, en Miami y en el conjunto de Estados Unidos, sigue sin conocer l¨ªmites. Ven¨ªa en el diario que un emprendedor local llamado Nadav Benimetzky mont¨® una tienda de mascarillas. Hasta ah¨ª, nada extraordinario: ocurre en todas partes, en especial ahora, cuando tantos locales quedan vac¨ªos por la crisis. Lo particular es que el negocio de Benimetzky, de nombre Covid-19 Essentials, se ha convertido ya en una minicadena con ocho locales por todo el pa¨ªs. ?La clave de su ¨¦xito? Que, pese a su nombre, va mucho m¨¢s all¨¢ de lo ¡°esencial¡±.
?D¨®nde m¨¢s puede encontrarse una m¨¢scara de dise?o con filtro N95 que lleva incorporado un ventilador interno a pilas? Solo por 130 d¨®lares. ?D¨®nde m¨¢s puede encontrarse un desinfectante que no huele a desinfectante, sino a perfume exclusivo? ?D¨®nde m¨¢s puede encontrarse un dispositivo port¨¢til de luz ultravioleta para desinfectar el tel¨¦fono antes de tocarlo? Pese a que Benimetzky debe de estar haci¨¦ndose de oro, el hombre declara, lleno de buena voluntad, que est¨¢ ¡°ansioso por cerrar el negocio, eventualmente¡±. O sea, en cuanto termine la pandemia, pero ni un d¨ªa antes.
Deja de llover y queda un d¨ªa bastante aceptable, dentro de lo que cabe. Apenas 29 grados cent¨ªgrados, 85% de humedad y cielo seminublado. Adecuado para un paseo en la playa. Cuando piso la arena veo pasar, volando muy bajo, una avioneta con una gran pancarta publicitaria de color amarillo. El texto dice, en may¨²sculas: ¡°Usa la metralleta¡±. Y debajo: ¡°Lock&Load, Miami¡±. Glups. Luego, buscando en la web de Lock&Load, descubro que se trata de un establecimiento armament¨ªstico donde puedes ¡°relajarte¡± disparando todo el tiempo que quieras un fusil ametrallador del tipo AK-47 o kalashnikov. Los turistas son bienvenidos. ¡°No hace falta experiencia previa¡±. Un chollo, visto que en los comercios se limita la venta de munici¨®n por temor a disturbios poselectorales.
Un grupo de muchachas retoza entre las olas con disfraces variados. Una de ellas lleva un disfraz de entubado por la covid-19.
Es la nueva anormalidad. Qu¨¦ quieren que les diga.
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