El FBI investiga si los asaltantes planeaban tomar rehenes o matar a pol¨ªticos
El Departamento de Justicia ha acusado a 13 personas de distintos cargos por los hechos cometidos contra el Congreso de EE UU
Poco a poco, los principales cabecillas del asalto al Congreso de Estados Unidos van cayendo. Primero fue Richard Barnett, el v¨¢ndalo que entr¨® en la oficina de Nancy Pelosi. Este s¨¢bado la polic¨ªa detuvo a Jacob Anthony Chansley, el hombre que vest¨ªa un gorro de piel y cuernos y la cara pintada con una bandera, y a Adam Johnson, famoso por llevarse un atril. El FBI se centra ahora en establecer si la turba que irrumpi¨® en el Capitolio, adem¨¢s de crear el caos, pretend¨ªa tomar rehenes e incluso matar a congresistas y ayudantes de estos.
Si el FBI acepta esa l¨ªnea de investigaci¨®n es porque, entre las muchas fotograf¨ªas que han salido a la luz tras la irrupci¨®n de la turba trumpista en el Congreso, algunos de los asaltantes llevaban consigo bridas de pl¨¢stico utilizadas para maniatar e inmovilizar a la gente. ¡°No estamos tratando esto como una gran conspiraci¨®n, pero queremos saber qu¨¦ pretend¨ªan hacer esas personas con esas tiras pl¨¢sticas¡±, declaro a The Washington Post un agente de la investigaci¨®n que, como todos los citados por el diario de la capital de la naci¨®n, habl¨® bajo la condici¨®n de anonimato.
Hasta el momento nada prueba, a trav¨¦s de las im¨¢genes obtenidas y que siguen siendo analizadas al mil¨ªmetro, que ninguno de los asaltantes intentara tomar rehenes y la explicaci¨®n m¨¢s l¨®gica para el FBI es que algunos de los asaltantes son personas que formaban o forman parte de las fuerzas de seguridad o del estamento militar, raz¨®n por la que habr¨ªan portado ese material.
Respecto a las armas que cargaban, los investigadores federales quieren averiguar si entre sus planes estaba acabar con la vida de alg¨²n congresista, algo que temieron los agentes de polic¨ªa del Capitolio cuando durante el asalto pidieron a los pol¨ªticos que se arrancaran las insignias que les identificaban como senadores o congresistas.
Nuevas detenciones
Mientras tanto, cada d¨ªa se producen nuevas detenciones y se presentan imputaciones. Hasta el momento, el Departamento de Justicia ha acusado a 13 personas de distintos delitos por los hechos cometidos contra el Congreso de EE UU. A los m¨¢s de 60 detenidos que hubo tras los disturbios se van sumando las caras m¨¢s conocidas hechas p¨²blicas a trav¨¦s de las im¨¢genes del brutal asalto. La polic¨ªa de Florida detuvo este s¨¢bado al asaltante que llevaba consigo, mientras saludaba sonriente a una c¨¢mara, el atril de la presidenta de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi. Se trata de Adam Johnson, de 36 a?os.
Tambi¨¦n est¨¢ ya en una celda Jacob Anthony Chansley (tambi¨¦n conocido como Jake Angeli), de Arizona, y apodado El cham¨¢n de QAnon, quien se hace llamar el Lobo de Yellowstone en su canal de YouTube y que entr¨® en el Capitolio con unos cuernos, pieles en la cabeza y el pecho descubierto. Chansley, de 32 a?os, sigue el culto de QAnon, considerado una organizaci¨®n de terrorismo interno por el FBI, y que divulga una teor¨ªa enloquecida sobre la existencia de una camarilla global de pederastas adoradores de Satan¨¢s que supuestamente se han infiltrado en los niveles m¨¢s altos del Gobierno estadounidense para acabar con Trump.
La Fiscal¨ªa de Washington DC inform¨® tambi¨¦n de la detenci¨®n del republicano Derrick Evans, de 35, y miembro del Congreso del Estado de Virginia Occidental, que colg¨® en Facebook un v¨ªdeo animando a los v¨¢ndalos y participando en el asalto.
Bajo custodia federal est¨¢ tambi¨¦n otro de los rostros m¨¢s visibles y desafiantes del asalto: el hombre que se fotografi¨® con los pies sobre la mesa del escritorio de Pelosi. Identificado como Richard Barnett, procedente de Arkansas, este hombre de 60 a?os hab¨ªa publicado en los d¨ªas anteriores a la insurrecci¨®n que se estaba preparado para ¡°una muerte violenta¡±. Ac¨¦rrimo seguidor de Trump y defensor del derecho a portar armas, Barnett se sumaba a las voces trumpistas del fraude electoral y aseguraba en su cuenta de Facebook que hab¨ªa ¡°monta?as de pruebas¡± de que lo sucedido el 3 de noviembre hab¨ªa sido una estafa.
Mientras se producen detenciones y se presentan cargos por entrada ilegal en el Capitolio, portar armas y destrucci¨®n de propiedad, el FBI tiene en su espejo retrovisor al grupo de hombres que formaban una milicia que el a?o pasado fueron detenidos en Michigan acusados de planear el secuestro de la gobernadora de ese Estado, la dem¨®crata Gretchen Whitmer, y tomar rehenes. Aquella trama fue investigada durante meses y pudo pararse a tiempo. Ahora el FBI quiere tirar de un hilo similar en el Congreso.
La mayor amenaza desde el 11-S
Mientras el pa¨ªs intenta digerir lo ocurrido el pasado d¨ªa 6 y los cinco muertos que caus¨® el ataque, los expertos advierten de que la violencia podr¨ªa volver a hacerse presente ante el d¨ªa de la inauguraci¨®n de la presidencia, el 20 de enero, cuando Joe Biden debe jurar el cargo como presidente y comandante en jefe de EE UU.
¡°Cada d¨ªa vemos c¨®mo se intensifica la ret¨®rica en las redes sociales de estos supremacistas blancos o seguidores de la extrema derecha que promueven el odio¡±, explicaba este s¨¢bado el director de la Liga Antidifamaci¨®n, Jonathan Greenblatt, a la CNN. ¡°Tememos que la violencia se acent¨²e en lugar de que se apacig¨¹e¡±. En la nota en la que Twitter explicaba por qu¨¦ suspend¨ªa definitivamente la cuenta del presidente Trump, la compa?¨ªa advert¨ªa de que hab¨ªa observado planes para futuras protestas armadas ¡°dentro y fuera de Twitter, incluido otro ataque propuesto contra el Capitolio de Estados Unidos y los edificios del Capitolio estatal el 17 de enero¡±.
David Laufman, alto cargo del Departamento de Justicia durante los ataques terroristas de Al Qaeda en 2001, considera v¨¢lidos los titulares ¡°La democracia de Estados Unidos, en peligro¡± y ¡°El templo de la libertad, asaltado por una turba enajenada¡±. En su opini¨®n lo sucedido el pasado mi¨¦rcoles supone ¡°la mayor amenaza a nuestra seguridad nacional desde el 11 de septiembre¡±. Citado por The Washington Post, Laufman va m¨¢s all¨¢ y considera el asalto incluso m¨¢s peligroso porque es terrorismo interno, y pone ¡°a nuestra democracia en peligro¡±.
Para este exfiscal federal, en este momento no deber¨ªa haber mayor prioridad para el FBI y el Departamento de Justicia que investigar y sentar ante un juez a todos y cada uno de aquellos que hayan sido responsables del ataque contra el Capitolio. Laufman avisa de que no deber¨ªa quedar fuera de la investigaci¨®n quien incit¨® el ataque, en clara referencia al presidente saliente.
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