Estados Unidos, en alerta ante el riesgo de posible violencia durante o despu¨¦s del escrutinio electoral
Las autoridades han reforzado la protecci¨®n de los colegios electorales y los centros de conteo, entre temores a que grupos partidarios de Donald Trump no acepten el resultado si su candidato perdiese
¡°Estoy nerviosa por las elecciones y por qui¨¦n gane, pero m¨¢s miedo me da lo que pueda pasar despu¨¦s¡±, confiesa Casey, una vecina de la acomodada localidad de Falls Church, en el norte del Estado de Virginia, mientras pasea a su perro. Y puntualiza: ¡°Si gana ¨¦l (el candidato republicano, Donald Trump), porque menudos cuatro a?os nos esperan, sobre todo a las mujeres. Si gana ella (la candidata dem¨®crata, Kamala Harris), por las protestas violentas que se puedan generar¡± entre grupos republicanos.
El temor de esta analista de pol¨ªticas de salud p¨²blica es algo que comparten muchos otros votantes en el tramo final de las elecciones estadounidenses. Y que tiene en jaque a las autoridades del pa¨ªs, tras el precedente de la contienda de 2020, cuando el rechazo de Trump a reconocer que hab¨ªa perdido acab¨® desencadenando que una turba de sus partidarios asaltase el Capitolio el 6 de enero de 2021. El hecho de que el candidato republicano haya sido objeto de dos intentos de asesinato desde este verano se suma a la incertidumbre. Las tensiones ya est¨¢n ah¨ª. En los Estados de Washington y Oreg¨®n se han producido sendos incidentes de quema de votos anticipados, aunque sin mayores consecuencias: la mayor parte se ha podido recuperar o las autoridades han contactado con los votantes afectados para que presenten una nueva papeleta.
Cuatro a?os despu¨¦s, ¡°la polarizaci¨®n partidista sigue siendo muy alta, contribuyendo a crear una atm¨®sfera en la que ambos lados perciben lo que est¨¢ en juego en las elecciones como algo existencial¡±, apunta la ONG Crisis Group, dedicada a la resoluci¨®n de conflictos. ¡°Uno de los dos grandes partidos (el republicano) parece haber sacado una lecci¨®n problem¨¢tica de aquel esfuerzo por cambiar el resultado electoral. En lugar de comprometerse a respetar los resultados de un proceso que ha garantizado transiciones pac¨ªficas de poder durante generaciones, ahora insiste en la idea de que su candidato no puede perder a menos que el otro partido cometa fraude electoral¡±.
En todo el pa¨ªs se han tomado medidas excepcionales para garantizar el desarrollo sin incidentes del proceso de votaci¨®n y un escrutinio libre de pol¨¦micas. Las autoridades locales han reforzado los centros de votaci¨®n con mamparas blindadas, en algunos casos, drones de vigilancia y botones de p¨¢nico para que los trabajadores electorales puedan conectar con la Polic¨ªa en caso de incidentes.
En Washington DC, la capital estadounidense, cerca de 3.000 agentes de Polic¨ªa trabajar¨¢n turnos de doce horas vigilando el buen desarrollo de la jornada electoral y de la fiesta en la Howard University, el alma mater de la vicepresidenta desde la que Harris seguir¨¢ el escrutinio de los votos una vez que se cierren las urnas. All¨ª, los edificios de oficinas han desarrollado simulacros de situaciones de emergencia y enviado a sus inquilinos listas de medidas de seguridad.
En Howard, una de las Universidades hist¨®ricas para la poblaci¨®n afroamericana, la Polic¨ªa ya hab¨ªa establecido un cord¨®n de seguridad la v¨ªspera. Una l¨ªnea doble de vallas rodeaba el recinto. La protecci¨®n adicional tambi¨¦n se extend¨ªa al Observatorio Naval, la residencia oficial de la vicepresidenta en el noroeste de Washington.
En otros Estados, como Nevada o Washington, se ha activado a la Guardia Nacional para que desempe?e funciones de protecci¨®n en caso de incidentes de violencia. En Arizona, el centro de conteo del condado de Maricopa se ha convertido en una fortaleza. Hace cuatro a?os, grupos de manifestantes partidarios de Trump intentaron detener el escrutinio que acab¨® adjudicando el Estado al entonces candidato dem¨®crata, Joe Biden, por algo m¨¢s de 10.000 votos. Ahora, el secretario de Estado local, Adri¨¢n Fontes, responsable de declarar el resultado, reconoce que estos d¨ªas lleva a todas partes un chaleco antibalas.
Jocelyn Benson, su colega de Michigan, otro de los Estados clave, ha admitido que teme ataques contra ella o su familia despu¨¦s de que el propietario de Twitter y aliado de Trump, Elon Musk, el hombre m¨¢s rico del mundo, arremetiera contra ella en su red social. ¡°Desafortunadamente, para todos nosotros, enfrentarse a los matones y luchar contra la desinformaci¨®n en momentos como estos implica que nos metemos en la l¨ªnea de fuego¡±, indicaba este fin de semana en declaraciones a la cadena de televisi¨®n NBC. ¡°Eso ha creado en todos nosotros un estado de hipervigilancia, pero no nos frena a la hora de decir la verdad y asegurarnos de que los ciudadanos cuentan con las herramientas necesarias para emitir su voto en estas elecciones hist¨®ricas¡±.
Uno de los grandes responsables en crear esta atm¨®sfera de desasosiego es el propio Trump, con declaraciones que apuntan a que esta vez tampoco reconocer¨¢ como leg¨ªtimo m¨¢s resultado que el de su victoria. Este fin de semana, en uno de los ¨²ltimos m¨ªtines de su campa?a, alud¨ªa a que hace cuatro a?os no debi¨® haberse ¡°marchado de la Casa Blanca¡± y permitir que le relevase Joe Biden. El candidato republicano nunca ha reconocido su derrota; con el tiempo, cada vez una mayor proporci¨®n de sus simpatizantes ha ido aceptando ese bulo a pies juntillas. Un 25% de los votantes republicanos considera que su candidato debe hacer todo lo posible, incluido el recurso a la violancia, para reclamar un triunfo que consideran le pertenece. En cambio, Harris s¨ª ha prometido aceptar los resultados, sean cuales sean, y facilitar una transici¨®n pac¨ªfica.
El momento m¨¢s delicado, como teme Casey, ser¨¢ el del conteo, muy particularmente en los siete Estados bisagra: Wyoming, M¨ªchigan, Nevada, Arizona, Georgia y Carolina del Norte, adem¨¢s de Pensilvania, donde Don, un interventor dem¨®crata en el condado de Butler (donde Donald Trump qued¨® herido en la oreja en su primer intento de asesinato en julio), reconoce que se lo pens¨® varias veces antes de ofrecerse voluntario. ¡°Pero alguien tiene que hacerlo¡±, se r¨ªe.
Idealmente, los resultados se conocer¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas. Pero si son muy ajustados, es probable que haya que realizar un recuento de los votos, o que alguna de las campa?as interponga alguna demanda judicial, o varias. Algo que alargar¨ªa el proceso durante d¨ªas o semanas, y que las autoridades ven con nerviosismo. Mientras m¨¢s se prolongue el proceso, ¡°m¨¢s nerviosos se ir¨¢n pondr¨¢n los partidarios de Trump¡±, anticipaba recientemente el analista de encuestas Frank Luntz.
Grupos de la extrema derecha que desempe?aron un papel protagonista en el asalto al Capitolio, como los Proud Boys, se encuentran casi desactivados cuatro a?os m¨¢s tarde, cansados y con sus l¨ªderes en la c¨¢rcel. Los posibles casos de violencia provendr¨ªan de otros grupos de los partidarios m¨¢s extremistas del expresidente: los expertos alertan de que en las ¨²ltimas semanas han detectado un aumento de la ret¨®rica violenta en los canales utilizados por estos grupos en redes sociales.
Una vez anunciado el resultado electoral, y qui¨¦n ser¨¢ el pr¨®ximo presidente estadounidense, el riesgo de incidentes no desaparecer¨¢. El siguiente paso en el proceso oficial ser¨ªa el 17 de diciembre, cuando los 50 Estados deben certificar los resultados en su territorio y designar a los electores que los representar¨¢n en la reuni¨®n del Colegio Electoral. Esa reuni¨®n en el Capitolio, en la que el Congreso certificar¨¢ los resultados oficialmente, fue la que la turba trat¨® de impedir el 6 de enero de 2021.
Desde entonces, el Congreso ha puesto en marcha una serie de medidas para tratar de bloquear, en la medida de lo posible, problemas en el proceso. La Ley de Escrutinio Electoral, aprobada en diciembre de 2022, establece normas m¨¢s estrictas para la comunicaci¨®n de los conteos electorales de cada Estado y precisa, entre otras cosas, que el vicepresidente carece de poderes para negarse a corroborar el resultado oficial: en 2021, Mike Pence, el hombre que entonces ocupaba ese cargo, se vio sometido a enormes presiones, incluso del propio Trump, para que rechazase certificar los escrutinios y abriese la puerta a que el entonces presidente continuase en el poder.
Crisis Group, en su informe, coincide con la opini¨®n de Casey, la vecina de Falls Church. ¡°El que se produzca violencia depender¨¢, en parte, de qu¨¦ ocurra en las elecciones. Si Trump gana claramente, Estados Unidos podr¨ªa encarar un terremoto de cambios, pero el riesgo de una violencia organizada ser¨¢ bajo: no hay l¨ªderes dem¨®cratas que hayan sugerido resistirse a un traspaso pac¨ªfico de poder. Si vence Harris, sin embargo, no se puede descartar la perspectiva de que Trump y sus afiliados movilicen disturbios para intentar manipular el resultado¡±, apunta la ONG.