Harris pide ¡°pasar la p¨¢gina¡± del trumpismo con un mensaje de unidad ante un pa¨ªs dividido
La vicepresidenta llama ¡°tirano mezquino¡± a Trump en el escenario donde areng¨® a sus seguidores antes del asalto al Capitolio
En la Elipse de Washington, con la Casa Blanca iluminada al fondo y delante de una multitud entregada, la candidata dem¨®crata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, pronunci¨® este martes su alegato final para ganarse al electorado estadounidense. Present¨® dos visiones contrapuestas, la de su rival, Donald Trump, del que dijo que es un ¡°tirano mezquino¡± que est¨¢ ¡°obsesionado con la venganza y consumido por los agravios¡±, y la suya, ¡°una presidenta para todos los estadounidenses¡±. En un discurso de media hora, Harris pidi¨® ¡°pasar la p¨¢gina¡± del trumpismo para evitar el ¡°caos¡± y, en un pa¨ªs dividido y polarizado, reiter¨® su mensaje de unidad durante un mitin en el que lo m¨¢s novedoso fue en realidad el escenario.
Harris buscaba un doble simbolismo con el lugar elegido. Es donde un Donald Trump derrotado en las urnas e incapaz de asimilarlo dio una arenga a sus seguidores antes de que se lanzasen a asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021. Adem¨¢s, con su proximidad a la Casa Blanca, mostraba el objetivo de su campa?a: alcanzar la presidencia, recibir las llaves del palacio presidencial m¨¢s famoso del mundo de manos de Joe Biden y convertirse en la primera mujer que ocupa el Despacho Oval.
Washington no es terreno habitual de los m¨ªtines de campa?a. En el Distrito de Columbia, que tiene solo tres votos en el Colegio Electoral, los dem¨®cratas arrasan con m¨¢s del 90% de los votos. Este martes, sus ciudadanos se volcaron con Harris. Desde horas antes, con las calles del centro cortadas, miles y miles de seguidores se dirig¨ªan a la Elipse para escuchar a la l¨ªder dem¨®crata, aun a costa de horas de colas y espera. El p¨²blico era mucho m¨¢s heterog¨¦neo que el de los m¨ªtines de Trump. J¨®venes y no tan j¨®venes; blancos, afroamericanos, asi¨¢ticos y latinos, hombres y mujeres se mezclaban entre los asistentes, representando esa coalici¨®n multicultural con la que aspira a ganar las elecciones.
El mensaje iba dirigido a todo Estados Unidos. Lo pasear¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas por los Estados decisivos, empezando por Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin este mi¨¦rcoles, y por Nevada y Arizona el jueves. Apel¨® al patriotismo, a poner ¡°el pa¨ªs por delante del partido¡± y a rechazar los planes ¡°de los aspirantes a dictadores¡±. ¡°Durante demasiado tiempo hemos sido consumidos por demasiada divisi¨®n, caos y desconfianza mutua, y puede ser f¨¢cil entonces olvidar una simple verdad: no tiene por qu¨¦ ser as¨ª¡±, argument¨®.
Harris intervino tras un atril y un cristal antibalas al final de una pasarela azul iluminada, con banderas de EE UU detr¨¢s y grandes carteles en que se le¨ªa ¡°Libertad¡±, uno de sus lemas de campa?a. No hubo otros oradores. Tras la interpretaci¨®n del himno nacional, apareci¨® casi puntual, con traje de chaqueta negro y camisa blanca. ¡°?Buenas noches, EE UU!¡±, salud¨®, mientras el p¨²blico coreaba su nombre. Decenas de miles de seguidores asistieron al mitin dentro y fuera del per¨ªmetro de seguridad. La campa?a de Harris cifr¨® en 75.000 los asistentes, aunque parece algo exagerado.
La candidata dem¨®crata atac¨® a su rival antes de presentar su propia propuesta. Enseguida record¨® su actuaci¨®n del 6 de enero y c¨®mo, cuando estaba en la Casa Blanca y le alertaron de que la multitud pretend¨ªa matar a su propio vicepresidente, Trump contest¨® ¡°?Y qu¨¦?¡±, seg¨²n consta en el sumario por el que se le investiga.
¡°Donald Trump nos ha contado sus prioridades para un segundo mandato. Tiene una lista de enemigos de personas a las que pretende enjuiciar. Dice que una de sus prioridades m¨¢s altas es otorgarles libertad a los extremistas violentos que asaltaron a las fuerzas policiales el 6 de enero¡±, indic¨® sin salirse del guion.
¡°Donald Trump pretende utilizar el ej¨¦rcito de EE UU contra ciudadanos estadounidenses que simplemente no est¨¢n de acuerdo con ¨¦l. Personas a las que llama ¡®el enemigo interno¡¯. Este no es un candidato presidencial que est¨¦ pensando en c¨®mo mejorar tu vida¡±, a?adi¨®.
¡°Es alguien que es inestable, est¨¢ obsesionado con la venganza, consumido por el agravio y en b¨²squeda de poder sin control. Donald Trump lleva una d¨¦cada intentando mantener al pueblo estadounidense dividido y temerosos unos de otros. As¨ª es ¨¦l. Pero EE UU, estoy aqu¨ª esta noche para decir: eso no es lo que somos¡±, continu¨®.
La ausencia de Biden
¡°Es hora de dejar de se?alar con el dedo y empezar a ir de la mano¡±, dijo, antes de repetir que es ¡°la hora de una nueva generaci¨®n de liderazgo¡±. El presidente de EE UU, Joe Biden, de 81 a?os, que le sirvi¨® en bandeja la nominaci¨®n, no estaba en el mitin, pero poco antes, desde la Casa Blanca, hab¨ªa socavado ese argumento unificador al criticar los mensajes insultantes del mitin de Trump del domingo en Nueva York, en particular el del c¨®mico que se refiri¨® a Puerto Rico como una ¡°isla de basura flotante¡±. ¡°La ¨²nica basura que veo flotando por ah¨ª es la de sus partidarios¡±, dijo de los seguidores de Trump. Biden dijo despu¨¦s que se refer¨ªa a la ret¨®rica de odio, pero los republicanos lo tomaron como un insulto directo y Trump lo compar¨® con la vez en que Hillary dijo en la campa?a de 2016 que sus seguidores eran ¡°deplorables¡±.
Harris asegur¨® que se sent¨ªa honrada de haber servido como vicepresidenta de Biden, pero que su presidencia ser¨¢ diferente porque los retos ser¨¢n diferentes, en ese complicado equilibrio que busca entre ser candidata de la continuidad y del cambio. Ahora, el principal desaf¨ªo, asegur¨®, es luchar contra el alto coste de la vida. Eso le sirvi¨® para recordar sus or¨ªgenes de clase media y asegur¨® que ella se preocupar¨¢ por la gente normal y no por bajar los impuestos a los multimillonarios, como su rival.
Harris se present¨® a s¨ª misma una vez m¨¢s como alguien que ha pasado la mayor parte de su carrera fuera de Washington y dispuesta a luchar contra los grupos de presi¨®n. ¡°Siempre os dir¨¦ la verdad, aunque sea dif¨ªcil de o¨ªr¡±, proclam¨® en otra frase con ecos de Jimmy Carter, presidente de 1977 a 1981.
¡°Estados Unidos, sabemos lo que Donald Trump tiene en mente. M¨¢s caos. M¨¢s divisi¨®n. Y pol¨ªticas que ayudan a los de arriba y perjudican a todos los dem¨¢s. Yo ofrezco un camino diferente. Y pido tu voto¡±, dijo la vicepresidenta en un discurso que se alarg¨® m¨¢s de lo habitual en los suyos y que incluy¨® algunos de sus cl¨¢sicos lemas: ¡°No retrocederemos¡±.
¡°Me comprometo a buscar cosas en com¨²n y soluciones de sentido com¨²n para mejorar nuestras vidas. No busco ganar puntos pol¨ªticos. Busco el progreso. Me comprometo a escuchar a los expertos. A quienes se ver¨¢n afectados por las decisiones que yo tomar¨¦. Y a la gente que no est¨¢ de acuerdo conmigo. A diferencia de Donald Trump, no creo que las personas que no est¨¢n de acuerdo conmigo sean el enemigo. ?l quiere meterlos a la c¨¢rcel. Yo les dar¨¦ un lugar en mi mesa¡±, a?adi¨®. Como en anteriores m¨ªtines, contrapuso la ¡°lista de enemigos¡± de Trump con su ¡°lista de tareas¡± por hacer.
Algunas de sus frases fueron literalmente las mismas que viene diciendo toda la campa?a, incluido el discurso de aceptaci¨®n de la candidatura en la convenci¨®n dem¨®crata. ¡°Me comprometo a ser una presidenta para todos los estadounidenses, a poner siempre al pa¨ªs por encima del partido y por encima de m¨ª misma¡±, dijo con una apelaci¨®n a la unidad en un pa¨ªs profundamente dividido.
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